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San Juan Bautista de la Concepción Obras IV – S. Juan B. de la C. IntraText CT - Texto |
[109r]
A dos profesiones a: fray Gabriel y fray Bernardo. Misericordiam Dei, Ordinis paupertatem, etc.
Lo que piden es misericordia de Dios, sentarse y scribirse debajo de la bandera de Cristo; que les den las armas para ello necesarias y los junten con el demás exército. No es fuera de propósito el explicar la petición que sus charidades han hecho, porque la vida del hombre no es otra cosa sino guerra. Y esto ya está claro por la fee, que lo enseña las Scripturas, que lo dicen los sanctos, que lo predican; y ello que de sí propio consta. Y aun esta propia vida en orden al cielo es guerra, pues Regnum caelorum vim patitur b 1. Luego los hombres, soldados. Por tales se introducen los sanctos: Omnibus diebus vitae meae, quibus nunc milito 2. Y querer probar lo uno y lo otro sería nunca acabar.
No ha habido ni lo hay entre gente de guerra pequeña dificultad: cuáles son los soldados más a propósito para la guerra, cuáles las condiciones más principales que deben tener. Generalmente los maestros de ella echaron los ojos a las fuerzas corporales, y aun ayer, a la vista de los soldados, los de poco saber unos alaban el talle, otros el cuerpo, hasta querer alabar el ropaje, etc. Dic. Flavio Vegecio, gran capitán, dice: Hoc est in quo totius reipublicae salus vertitur, ut tirones non tantum corporibus, sed etiam animis praestantissimi deligantur c. Toda la importancia de la guerra consiste no sólo en la fortaleza de los brazos, sino en la del corazón. No son pechos angostos ni ánimos estrechos para la guerra. Y de esto da la razón Tulio: Animus acer et praesens et acutus idem atque versatus invictos viros efficit d. Un corazón vivo, presente, [109v] agudo y recatado hace invencibles los soldados 3.
Para lo presente, hermanos, y para lo pasado, débolos alabar en este acto que quieren hacer de esta condición del buen soldado: del ánimo, no de las fuerzas, porque muchos con ellas han retrocedido, ni del buen talle ni de la honra, sino del buen ánimo para dejar el mundo, negarse a sí propios, hacerse esclavos y privarse de los gustos de la carne. Pero quiero decirles en qué consiste este buen ánimo para la guerra en lo por venir. Animus acer e, un corazón vivo, no muerto, no dejativo, no flojo, no tépido, quia, si tepidus es, incipiam te evomere f 4. Las cosas muertas luego dan mal olor de sí propios. Unos hombres que, por do fueren, den olor de Cristo crucificado 5. Acutus g, agudo, que no se deje llevar de las tentaciones, etc.; que parta el pelo en el aire para no dejarse engañar del demonio, etc. No agudo para meterse donde no le llaman, etc. Dic. Aquellos soldados de Gedeón fueron reprobados los que se abalanzaron al agua y los que miraron lo que bebían fueron escogidos 6. Praesens. Notemos aquella palabra: un corazón vivo, agudo, presente. Porque hay muchos soldados que tienen el cuerpo en la guerra y el pensamiento en lo que aman. Assí mandaba Dios, Deut. 24: Cum acceperit homo nuper uxorem, non procedet ad bellum h 7. No quiere Dios gente partida, ni soldados que sólo con el cuerpo hagan frente al enemigo, sino enteros: el cuerpo, la persona, la voluntad, etc., enteros; y enteros se dan y enteros quiere los soldados 8.
Vamos tratando de esta condición. Si quis venit ad me, dice Cristo, Luc. 14, et non odit patrem, et matrem, et uxorem, et filios, et fratres, et sorores, adhuc autem et animam suam, non potest meus esse discipulus i 9. [110r] Discípulo de Cristo y con respectos a padre y madre, etc., no vale nada para soldado. Quiero mostrar esta verdad, de donde entenderemos una dificultad. Llega san Pedro, en nombre de los demás, a Cristo, Mat. 19 j, y pregúntale por el premio de los buenos soldados y las ventajas de su casa. Y díceles: Sedebitis super sedes duodecim, judicantes duodecim tribus Israel k 10. Doce sillas os tiene mi Padre aparejadas para conocer las causas de los doce tribus. Llega san Joan y Santiago, y pídenle sillas en su casa, y díceles 11: Nescitis quid petatis l. Llámalos necios y que no saben lo que se piden, y que no es de su condición dárselas ahora. ¿Qué es esto? ¿Por ventura tiene más cabida Pedro y los demás, que les dice sedebitis m, que no Joan y Diego? Más, cuando se las prometió a Pedro, también se las prometió a Joan y Diego, pues habló de plural: sedebitis n. ¿Qué es la causa de tanto rigor, etc.? 12
Respondo que, cuando vienen Joan y Diego, vienen con madre. Como quien sabe poco de la guerra, ánimos divididos y partidos, no aguardan sueldos de Dios, porque no es de su cosecha admitir quien viene con afectos de madre. Pero, cuando vienen con san Pedro, oyó el preámbulo que hicieron: Ecce nos reliquimus omnia, et secuti sumus te; quid ergo erit nobis? o 13 Venimos despegados, enteros, etc. Aquella partícula et no siempre tiene fuerza de conjunción, sino, como bien notó Teofilato, tiene muchas veces fuerza de causal. Y assí declara él aquello de san Lucas: Benedicta tu in mulieribus, et benedictus, etc., idest, quia benedictus fructus p, benedictus fructus, bendita tú 14. Y en este sentido dijo allí Pedro: quia secuti sumus te, reliquimus omnia, etc. Y a gente que viene tan desnuda, tan [110v] entera, señáleseles premio y sueldo: sedebitis et vos super sedes judicantes, etc. 15
Entenderán que con esto ya hemos acabado, etc. No sólo a su padre. Adhuc autem et animam suam q. Más ha de aborrecer: et animam, su vida. Tampoco valen los hombres partidos entre Dios y su vida; unos hombres que, ya que dejaron sus padres, no quieren dejar los respectos de la conservación y regalo de su vida; unos hombres que todo su studio lo pongan en poner su vida en conserva, etc. Solos aquellos de quien dijo Lucano 16: In ferrum mens prona viris animaeque capaces mortis. Hombres a todos trances aparejados a hambre, a deshonra, etc., hombres capaces de muerte, que digiera, si fuera necesario, una bala y pelota de arcabuz. Un corazón tan ancho que en él quepa un bote de una lanza; un ánimo tan ancho que en él quepa un saetazo, etc. 17 Un religioso que digiera una deshonra y mill pesadumbres. Un corazón que sufra mill mortificaciones de la obediencia, etc. Adhuc autem et animam suam. Capaz de muerte; si haces eso, que te mueras, que me muera, etc. Un pecho que para la muerte tenga pecho. Animam suam. En la Scriptura quiere decir persona: Istae sunt animae, quae egressa sunt de arca 18, etc. (Gene.) r. Según esto, no sólo no quiere que haya partición entre ti y Dios, todo entero, etc. Y esto significa estos tres votos: renunciación de todo; recogerse y enterarse para ser soldados de Dios. En esta negación, en esta cruz consiste el sedebitis, todo su bien, hermanos, etc.
[111r] San Pablo, buen soldado y apuesto, en el postrer tercio de su vida, dice (2 Ad Timotheum 4): Bonum certamen certavi, cursum consumavi, fidem servavi. In reliquo reposita est michi corona justitiae, quam reddet michi justus judex s 19. Buena batalla he vencido, ya estoy en el último paso de la carrera, la fee he guardado, en lo demás puesta me tiene Dios la corona. Y ¿qué corona? Corona de justicia, la que de justicia se me debe, la que me costó negación, carrera, batalla, fee, etc. Y ésa ¿quién la ha de dar, Pablo? Justus judex. Misericordioso es Dios, franco y dadivoso, pero sus coronas como juez las da, y no como cualquier juez, sino como juez justo. Para que entendáis que el que quisiere corona por sus ojos vellidos, por intercesión o parentesco o linaje, etc., se quedará sin ella, etc. Dala Dios y a quien, etc., dic. Y assí san Pablo, antes que la nombrase, entre otras, cuenta tres cosas: corrí, dice, vencí batalla y creí. La carrera es de los pies, la batalla de las manos, la fee del corazón y de la boca. Corde creditur ad justitiam, ore autem 20, etc. Todo entero me di, con los pies corrí, con las manos peleé, con el corazón creí. Y a estos tales les pone Dios corona de justicia. Tres cosas entregó san Pablo: pies, manos y corazón 21. Y estas tres las aplico a los tres votos: los pies a la obediencia t, [etc.].
[111v] Y en esto consiste el bien. Ego Joannes frater vester, particeps in tribulatione, et regno et patientia u 22. Primero dice in tribulatione, y luego dice et regno, etc. Quiere echar el sancto Joseph la bendición a sus hijos 23. Y nota Tertuliano que decusatis manibus, hoc est, in signum crucis v [positis] 24. Para que entendáis que, aunque más hijos de Joseph seáis, no hay bendición si no es en la cruz, ni corazón sino en el trabajo; que no consiste en trojes llenas ni en mayorazgos, ni en honras ni en literas, sino en cruz. ¡Qué bien declara esto san Pablo en unas palabras que scribe a Timotheo: Non coronabitur nisi qui legitime certaverit w 25.