Índice: General - Obra | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText
San Juan Bautista de la Concepción
Obras I - S. Juan B. de la C.

IntraText CT - Texto

  • EL RECOGIMIENTO INTERIOR
      • CAPITULO 12 - En que se prosigue la propia materia, y prueba cómo un alma ha de ser muy perfecta para que las mortificaciones y cosas exteriores no le inpidan el hallar y tener a Dios con particular unión y contemplación
Anterior - Siguiente

Pulse aquí para activar los vínculos a las concordancias

- 581 -


CAPITULO 12 - En que se prosigue la propia materia, y prueba cómo un alma ha de ser muy perfecta para que las mortificaciones y cosas exteriores no le inpidan el hallar y tener a Dios con particular unión y contemplación

 

            1.         Un lugar hallo en los Cantares, capítulo primero, con que probaremos algo de lo que en este capítulo pasado decimos; y descubriremos algunas otras dificultades y mortificaciones que en este camino se le ofrecen a un alma que de veras busca a Dios.

 

            Estaba la sposa deseosísima de verse con su esposo y amado, asirle y tenerle y no dejarle, y dícele: Indica michi quem diligit anima mea, ubi pascas, ubi cubes in meridie, ne vagari incipiam1. Dejaos, Señor, ver, pues tanto os ama mi alma; decidme dónde yo os hallaré al mediodíaa recostado y [71v] apacentando vuestro ganado, porque no será razón que yo, siendo doncella y hermosa, ande vagueando. En esta petición, aunque en lo principal de ella acertó, que fue en desear, buscar y querer a tan buen esposo, pero ignoraba en el cómo y cuándo lo habíe de hallar. Porque, siendo este esposo Dios inmenso e infinito, summo bien del alma, y nuestro spíritu la esposa que lo busca, no lo debe de


- 582 -


buscar de día que es cuando los hombres pocas veces están en casa, porque cuando ella lo pida al mediodía, ocasión era que estuviera fuera del pueblo o convidadob en casa ajena o en la suya ocupado; y de noche es cuando el hombre está más desocupado y es más de su esposa que no otro ningún tiempo, y así era ésta la hora en que le debía buscar. Quiero decir que el alma sancta que desea tener y gozar a Diosc que ama, lo ha de buscar en la obscuridad, noche y tinieblas de la fee, o cuando ellad está más desembarazada de todas las cosas de la tierra, de sus imágines y representaciones, cuandoe en sí siente una obscuridad y sombra divina, en quien, como dice David, puso Dios su asiento y tabernáculof: In tenebris posuit latibulum suum2. Porque en el día y claridad el hombre y el entendimiento humano está hecho una plaza y confusión de criaturas y varias representaciones de cosas diferentes, y entonces no es hora en la cual el esposo entre a tratar con su esposa con los amorosos abrazos y dulces coloquios que los desposados suelen tener entre sí; sino que es necesario esté desnuda, desembarazada y alejada de todas estas luces exteriores.

 

            2.         Y así le responde el esposo: Si ignoras te, o pulquerrima inter mulieres, abi post vestigia gregum tuorum, pasce edos tuos juxta tubernacula pastorum3. Tú me buscas al mediodíag diciendo que me ama tu almah. Bien parece que te ignoras y que no sabes eres mujer, aunque hermosa entre las mujeres, pues no sabes, no tienes fuerzas para me buscar de día y en esa ocasión cuando los gritos y voces de las criaturas te han de estorbar y inpedir. Tú me buscas en esa ocasión por no vaguear; ninguna la hay tan grande para divertirse un alma [72r] y volver la cabeza a tantas criaturas como le dan gritos y voces, llaman y convidan con su hermosura a ser vistas y miradas, como buscarme al mediodíai. Abi post vestigia gregum tuorum, pasce edos tuos juxta tabernacula pastorum. Esa no es (como si dijera) hora de buscar al esposo, sino de iros tras las pisadas y huellas de vuestros sentidos, porque ellos en esa ocasión os convidan e incitan a que los apacentéis juxta tabernacula pastorum, donde los poderosos y grandes del mundo están apacentando sus pensamientos. Y también, si vais tras ellos, conoceréis vuestra flaqueza y poca mortificación y cómo aún os sois mujer entre las mujeresj.

 

            Tornémoslo a decir, al propósito que en el capítulo pasado decíamos, que a los principiantes no se les ha de cargar con mortificaciones, gritos ni voces, porque eso es bastante para volver atrás. Pues dice el esposo: O pulquerrima inter mulieres; hermosa eres, esposa mía, pues tienes tan buenos deseos que con ellos te dispones a me buscar, pero estás muy al principio pues aún tratas y conversas entre las mujeres, y no tendrás fortaleza para sufrir y llevar los gritos, voces, vayas y mortificaciones que te podrán dar los que de día te toparen por esas calles. Conténtate


- 583 -


ahora en ese estado con servirme en obras exteriores, que son las huellas que tracen tus deseos y pensamientos buenos, con ejercitar tus sentidos en cosas de mi servicio juxta tabernacula pastorum, según te enseñan los exemplos de los sanctos.

 

            3.         Equitatui meo asimilavi te in curribus faraonis, amica mea4. Que fue como si le dijera su esposo: Cuando salgas de entre las mujeres, trato y conversación común de los hombres, y llegues a ser amiga querida, entonces eres semejante a mi ejército y pueblo hebreo que, siendo perseguido de Faraón y habiéndole sucedido mill trabajos en los desiertos, jamás volvieron atrás, sino siempre fueron caminando hasta llegar a la tierra de promissión. Estraña cosa que vaya aquel pueblo por desiertos y tierra no conocida, perseguidos de los egipcios y acorralados [72v] y cercados, por una parte, del mar Bermejo y, por otra, de la caballería que los atoreaba y venía hecho escuadrón a los alcanzar, y con todo eso no vuelven atrás siguiendo las pisadas que a las spaldas dejaban; ni Dios les da lugar a quek vuelvan a apacentar sus cabritillos juxta tabernacula pastoruml a la tierra que ya dejaban, sino que, favorecidos de Dios, levantó Moisés la vara, hirió las aguas y hizo camino por donde pasó y puso en seguro5.

 

            Este es el estado del perfecto siervo y amigo de Dios: que viéndose cercado por una parte de un mar de trabajos y tribulaciones interiores y, por otra parte, de la gente del mundo que los quiere alancear, no hay volver atrás porque Dios, que es el que en la noche, desierto y soledad los acompaña, les da gracia para que, dividiendo las aguas de las tribulaciones, pasen por en medio de ellas a pie enjuto, como los hebreos, o como otro Pedro6, por encima sin anegarse, hasta topar al esposo en la forma que lo buscaba la esposam.




1 Cant 1,6.



a  día sobre lín.



b sigue a co tach.



c  sobre lín., en lín. al esposo tach.



d             corr. de echa



e  sobre lín.



f  sigue diciendo tach.



2 Sal 17,12: "Et posuit tenebras latibulum suum".



3 Cant 1,7.



g  sobre lín.



h  sigue al mediodía tach.



i   como-mediodía sobre lín.



j  y-mujeres sobre lín.



4 Cant 1,8.



k sigue se tach.



l   corr. de pastororum



5 Cf. Ex 14,15-22.



6 Cf. Mt 14,29.



m al marg. aquí se divida capítulo






Anterior - Siguiente

Índice: General - Obra | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText

IntraText® (V89) Copyright 1996-2007 EuloTech SRL