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San Juan Bautista de la Concepción
Obras I - S. Juan B. de la C.

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  • NOCHE DEL ESPIRITU EN EL ESTADO EXTATICO
      • INTRODUCCION
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INTRODUCCION

 

            1.         El presente texto constituye el "tratado 2º" de los diez que componen el primer volumen de los manuscritos autógrafos de san Juan Bautista de la Concepción. Así lo anota el propio autor al iniciarlo (f.49r), señalando luego con igual precisión su término (f.58v). Ya dijimos, al presentar el escrito precedente (Tratado de la humildad) que nuestro Santo procedió a ordenar los tratados, foliar las hojas y, en un segundo momento, enumerar de forma continuada los capítulos del tomo (con alguna equivocación, por ejemplo, pone c.38 en vez de 48).

 

            2.         Estamos ahora ante cuatro capítulos, pocas páginas, sin epígrafe original1 y con un desarrollo bastante oscuro y sinuoso de las ideas. Se habla de cierta prueba de la noche activa del espíritu.

 

            En la experiencia del alma concurren y se alternan fenómenos como suspensión de los sentidos, conocimiento infuso de "muy pocas" cosas interiores, padecimientos indecibles en medio de espesas tinieblas, el temor de haber perdido a Dios, embotamiento de los sentidos exteriores y de los canales intelectivos ordinarios, fuertes tentaciones "de desconfianza y desesperación". "La deja Dios en tinieblas y obscuridad interior y exterior para que de su parte nada haga, sino sufrir y tener paciencia" (c.1, título). Todo obedece a la voluntad soberana e incontrolable de Dios, deseoso de someter al alma a siempre nuevos padecimientos para purificarla e identificarla más y más con Cristo.

 

            Dios retira la luz, dejando en el espíritu una "noticia cierta" de la luz pasada, que, con "el dador della", se oculta en el fondo. Noticia acompañada de la fe en esa presencia imperceptible. "Estas dos cosas, fe y certidumbre, sólo Dios es el que las sabe juntar": la fe "para mayor mérito de la tal alma", la luz "para (su) mayor consuelo" (c.1,3). Sólo que -y ello hace subir de punto la tribulación- la persona en realidad no percibe ni se aprovecha de la luz y teme perderla. Angustiada y ansiosa, indaga en su entorno, en lo que piensan de ella los demás, alguna explicación, pero nadie la comprende y orienta. Y se repliega en su lucha interior "sin esperar algún remedio" (c.2,2). "En medio destos trabajos suele Dios enviar un sueño" interior, con algún reflejo de luz, que alivia momentánea y parcialmente el dolor (c.1,7). A pesar del sufrimiento, o más bien por ello, el alma termina por estar a gusto en "sus amorosas tinieblas" (c.4,7).

 

            3.         Por la tónica autobiográfica de todos sus libros, así como por la índole y la intencionada oscuridad de las reflexiones presentes, pensamos que el autor deja traslucir, también aquí, algunas de sus vivencias más íntimas. Las dudas, temores y titubeos que apenan al alma, empeñándola en una titánica lucha interior y en


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una ansiosa búsqueda exterior de luces y asideros, tal y como todo ello se describe, acusan su propia psicología. Y no faltan alusiones suficientemente comprobatorias:

 

                                   "Quiriendo por otro camino buscarlo (el alma) éntrase adentro de sí, procura zabullirse en aquellas primeras tinieblas y obscuridad a ver si, como percibe aquellas pocas cosas que en esotro capítulo dijimos, si ve también estotras que de sí desea conocer (querría hablar claro), conoce interiormente la voluntad de Dios en que padezca y la persigan. Traslúcesele que no está lejos Dios para cuando él fuere servido de le ayudar, y otras cosas que no hay para qué referirlas aquí" (c.2,2-3).

 

            "Aquel querría hablar claro, y continuar siendo tan oscuro como antes; aquel conocer interiormente la voluntad de Dios en que padezca y la persigan, no se entienden sino admitiendo que habla de sí mismo. El era el que padecía y el que era perseguido, como lo dice muchas veces; pero ¿podía afirmar era voluntad de Dios que así le sucediera, si sus cuadernos podían llegar luego a las manos de sus contrarios? A esto obedece también aquel callar otras cosas que no hay para qué referirlas aquí"2.

 

            Otro indicio es que no halla apoyaturas en otros autores ni en casos conocidos, lo que motiva probablemente su escasa claridad expositiva. "No sé yo si hay muchas personas que lleguen a este estado o si fuera de él habrá quien entienda lo que yo aquí digo, o si es verdad que le hay, o si es bobería y engaño de quien lo scribe" (c.3,1).

 

            4.         En lo concerniente a las circunstancias de lugar y tiempo de redacción, nada nuevo podemos añadir a lo ya señalado: para la cronología pensamos en los meses últimos de 1609 o primeras semanas de 1610; y para la geografía, con menor probabilidad, en Salamanca.


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                        NOCHE DEL ESPIRITU EN EL ESTADO EXTATICO

[f.49r]




1 Mantenemos el título ideado por Nicolás de la Asunción en Apuntes críticos al tomo I de las obras del beato Juan Bta. de la Concepción: ActaOSST IV/7 (1948) 414.



2 NICOLÁS DE LA ASUNCIÓN, Ibid., 413.






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