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San Juan Bautista de la Concepción
Obras IV – S. Juan B. de la C.

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EXHORTACION 52

En que se prosigue la materia de la exhortación pasada y declara de cuánta consideración sean los divinos consuelos con que Dios entretiene a un alma en este mundo

1. Parece que dijimos arriba cómo un alma se pacifica, quieta y sosiega muchas veces con estos gustos y consuelos spirituales y que, respecto de la flaqueza del spíritu y de los muchos y buenos efectos que a un alma le causan, no a hallo inconveniente de desearlos con verdadera resignación en las manos de Dios. Lo cual parece hizo la esposa cuando a su esposo le decía: Indica michi, quem diligit anima mea, ubi pascas, ubi cubes in meridie, ne vagari incipiam post greges sodalium tuorum 1. Señor mío, decidme dónde estáis, dónde os escondéis y quedáis tan de reposo como si estuviésedes acostado o recostado, cuando mi alma está afligida y desconsolada, al mediodía, cuando quema el sol de los trabajos y tribulaciones. Respóndele su esposo: Si ignoras te, o pulcherrima inter mulieres, egredere et abi post vestigia gregum tuorum, et pasce haedos tuos juxta tabernacula pastorum 2. Que fueron todas palabras de admirable consuelo.

2. Que fue decirle: Si ignoras te, o pulcherrima, si no conoces tu hermosura b, respecto de los trabajos y tribulaciones que te tienen en lo exterior denegrida y perturbada, egredere, sal con la consideración de ti. Aléjate de ti un poco, como el pintor que se aparta de la imagen que pincta y le parece que no tiene buen cerca: a ver veamos si es mejor el lejos. Y así dice el sposo: apártate un poquito de esos desconsuelos interiores y desamparos siquiera por la consideración. Et abi post vestigia gregum tuorum; que fue decirle: pon los ojos en los bienes naturales y verás cuánta es mayor la hermosura que tu alma tiene que la que tienen y poseen todas las bestias y animales de la tierra. Que es lo que David dijo: Mirabilis facta est scientia tua ex me, confortata est et non potero ad eam 3. Echo de ver, Señor, que no estás lejos de mí, cuando veo y considero las grandezas que en mí y por mí obraste. Así, pues, le dice el sposo a su esposa: sal de ese labirinto en que [206r] padeces tantos desconsuelos y donde te desconoces, si ignoras te. Y ¿dónde has de ir? Súbete a tu entendimiento, donde puedes formar discursos y considerar las mercedes naturales y sobrenaturales que Dios por ti ha obrado, y hallarás que tu hermosura es admirable, pues por ella anda Cristo prendado y captivo.

3. Egredere et abi post vestigia gregum tuorum. Vete tras tantas criaturas como Dios tiene sujetas al hombre —omnia subjecisti sub pedibus eius c 4—, y verás en cuánto más te ha Dios estimado. Pon los ojos en sus huellas, que ésas darán contigo donde está d el que tanto deseas, y hallarás e cómo está cerca de ti, pues tanto te aventajó y hizo señor de ellas f. Y atento que estas cosas naturales quedaron perturbadas por la culpa y el peccado, y no son suficientes para nos descubrir la hermosura de un alma y la presencia de Dios, dícele más: pasce haedos tuos juxta tabernacula pastorum. Que fue decir: acude a los sanctos, a sus exemplos y testimonios, y en ellos pasce haedos tuos, quia ipsi testimonium perhibent de me g 5. Apacienta con divinos consuelos tus apetitos, gusta y entreténte con sus h consejos, que ese gusto y entretenimiento interior que Dios te da él te descubrirá cómo está presente tu amado y no se ha ido lejos. Ponte a considerar y a gustar de Dios, y ese gusto dispertará el conocimiento de la cercanía que Dios te tiene. Así dice un grande doctor: Dum affectu divina gustamus, mente quoque percipimus quam suavis, quam benignus sit in nos Deus, qui sacramentorum fontes nobis aperuit, qui propria morte peccati mortem nobis ademit, qui futurae resurrectionis spem dedit. Este es el gustate et videte 6 que tantas veces hemos dicho arriba, que el gusto abre los ojos y da conocimiento de que Dios está cerca, pues se da a gustar y por obiecto de potencia que no percibe sino de cerca, como es el gusto.

4. Y el decir aquí el esposo que este pasto lo tome el alma juxta tabernacula pastorum, fue decir que estos gustos no han de ser en sí ni de sí, sino han de ser sujetándose a los consejos y pareceres de los sanctos y tomados de las obras y mercedes que de Cristo han recebido. Que es lo propio que David dice, psalmo 44, n.11: Audi, filia, et vide, et inclina aurem tuam; et obliviscere populum tuum et domum patris tui. Et concupiscet rex decorem tuum, quoniam ipse est Dominus Deus tuus. Que fue decir: Oh alma, esposa de Jesucristo, oh hermosa entre todas las mujeres, ver y entender cuánta i sea tu hermosura, cuánto te ame y quiera tu esposo, no podrás. Cuán cerca le tienes, aficionado de tu belleza y hermosura, no j lo podrás por ti sola entenderlo y conocerlo. Es necesario que te sujetes por obediencia a tus prelados y padres spirituales: pasce haedos tuos juxta tabernacula pastorum 7. Audi, filia, et vide; oye lo que tus pastores y padres spirituales te dicen. Et intellectu conspice si licet Deum astantem; oye lo que te dicen y verás cómo no tienes lejos a Dios y al que buscas, en cuya presencia tus sentidos y potencias interiores saltan, juegan y se regocijan, como cabritillos en la manada de los pastores. Y así dígote de verdad, si con ese gusto y entretenimiento olvidares la casa de tu padre [206v] y la vivienda de los hombres, inclinando la oreja a los consejos de los santos, el rey codiciará tu hermosura, porque él es tu Dios y tu Señor.

5. A este propósito podemos entender aquellas palabras que dice David en el psalmo 84, n.7: Deus, tu conversus vivificabis nos. Cuando nos visitas, Señor, y vuelves a nosotros tu rostro con divinos consuelos, vivificabis nos, muertos en los trabajos y ahogados en las tribulaciones, nos vivificas. Una vista tuya, Señor, nos torna el alma al cuerpo. Et plebs tua laetabitur in te 8; no hay en el hombre cosa que no se regocije y alegre, cuando tú te vuelves a él. Ostende faciem tuam, et salvi erimus 9; descubridnos, Señor, vuestro rostro alegre y risueño, y todo nos será salud y contento.

6. Entre las alabanzas que la esposa dio a su esposo, una fue, Cant. 5, n.16: Guttur illius suavissimum, et totus desiderabilis. El paladar, dice, de mi esposo —que así leen los hebreos 10 por aquella palabra guttur— es suavíssimo. Aquí se me ofrece una dificultad y es, si la esposa a todas las partes de su esposo le ha dado apodos y semejanzas en las cosas de acá, ¿por qué al paladar no lo conpara a alguna cosa? ¿Es posible que le faltó algo a qué semejarlo? La respuesta es fácil, y es que los Setenta intérpretes por aquella palabra suavissimum entienden dulcedines 11, que es la dulcedumbre que Dios tiene encerrada en sus labios, en sus palabras, trato y conversación que tiene con un alma. Y como esta dulcedumbre que un alma siente en el trato que tiene con Dios es tan grande, según aquello que dice David: Quam magna multitudo dulcedinis tuae, quam abscondisti timentibus te! 12. No k halla cosa a que la poder comparar que no sea mayor la dulzura que se queda escondida debajo de los labios y paladar de Dios. Y así dejó sin hacer comparación de la suavidad y dulcedumbre que estaba debajo del paladar de su esposo.

7. El poner el gusto l en la garganta y llamar a la garganta paladar es que, así como el manjar ya allí está secreto y como en seguro, así el alma sancta ha de procurar tener los consuelos y gustos de Dios, que no se ha de andar con ellos paladeando y saboreando demasiadamente, como el bocado que está en la boca, y porque los ha de tener secretos y desearlos donde no tengan el peligro que acá tienen los gustos de la tierra m.

8. Pues veamos ¿qué bien os viene, sposa santa, de esa dulcedumbre y gusto que tenéis con los labios de Dios? ¿Qué? Que totus desiderabilis; que todo es digno de ser deseado. Saco de aquí perderme por él, que él sea todo mi deseo y todos mis amores, según aquello de Esaías: [Nomen tuum et memoriale tuum] desiderium animae meae 13.

9. Lo propio parece darnos a entender la esposa en el capítulo 1, versiculum 3 n: Exsultabimus et laetabimur in te, memores uberum tuorum super vinum. Recti diligunt te. Nos regucijamos, Señor, y alegramos de sólo acordarnos que tienes pechos mejor que el vino, por donde los justos te aman y quieren y se pierden por ti. Como si dijera: regocíjanse los hombres de que no sólo haces officio de padre, sino también de madre, regalando y consolando. Donde a los consuelos o [207r] divinos los llama pechos, porque, así como para tomar un niño el pecho ha menester llegarse al ama que lo cría, de esa manera el consuelo divino nos llega a Dios. De suerte que no hay consuelo que se pueda llamar consuelo de veras si no es aquel que se recibe en Dios, porque, así como p la leche fuera del pecho se corrompe, causa por qué la madre siempre al niño le da la leche en el pecho y no fuera de ahí, de esa misma suerte consuelos fuera de Dios son consuelos deshechos, cortados, sin vida, corrompidos y viciados, porque los buenos y verdaderos sólo son los que se reciben en Dios. Así dijo la Virgen: Et exsultavit spiritus meus in Deo salutari meo 14. Y aun por eso dijo la esposa: Recti diligunt te. Por tener los pechos que tienes, los justos te aman. Que q fue decir: los justos se llegan a ti, porque éste es el efecto del amor y de la charidad: hacernos una propia cosa con Dios. Qui manet in charitate, in Deo manet et Deus in eo 15.

10. Tiene más la leche, que hace crecer al niño que la toma y su poco a poco da con él en varón perfecto. Y así lo hacen los consuelos spirituales, que fomentan un alma, la levantan y ponen en mayor amor y charidad de Dios. Y eso es recti diligunt te. Son causa r para que crezcamos en amor. Y el amor es el que da nuevas fuerzas y brío para el trabajo. ¡Oh qué divinamente lo dijo la esposa y lo dio a entender en el primer capítulo de los Cantares!: Trahe s me, post te curremus in odorem unguentorum tuorum 16. Goce yo de la suavidad, Señor mío, de vuestros ungüentos y de los consuelos divinos, que ellos me pondrán y pegarán con vos de suerte que podamos correr en vuestro seguimiento. Cuenta san Basilio Magno 17 que se halla este modo de cazar entre los discretos de este officio: que suelen tomar una paloma silvestre y, cebándola por muchos días en casa, haciéndola t doméstica, después de esto toman muchos ungüentos olorosos y úntanle las alas y todo el cuerpo, y desta manera la sueltan que se vaya al campo. Y, junta con las otras, todas las que güelen la suavidad de aquellos ungüentos se vienen en su seguimiento a casa del primer amo y aun se entran por las puertas del que les ha de dar muerte. Pues, si esta fuerza tiene el olor de los ungüentos de la tierra en unos pajarillos simples y sin razón, ¿cuál será la fuerza de los divinos consuelos que un alma recibe en Cristo, que es botrus cypri u 18, un bote de ungüentos, es una confección de infinitos dones y virtudes?

11. ¡Oh sancto Dios mío, eras paloma antiguamente, no terrestre sino celestial, no casera entre los hombres sino divina entre los ángeles! No habíe quien le pudiese dar un alcance. Salió la bendita Virgen a caza, cogió a esta paloma, encerróla en sus entrañas. Allí nos lo hizo tan casero que factus inventus ut homo 19. Allí nos lo cebó y alimentó con lo más puro de su sangre y entrañas. Salió de ahí como ave ligera, púsose entre los hombres, animales terrestres indómitos y campesinos olieron la suavidad de sus virtudes. Así lo dice san [Juan]: Sequebatur eum multitudo magna, quia videbant signa quae faciebat 20, etc. Ibanse tras él, seguíanle almas devotas, hasta entrarlas [207v] por las puertas de su Padre, sin que reparen en los malos pasos, tratamientos v y trabajos que en esta nueva entrada y vida se les ha de ofrecer. Y esto es lo que la esposa dice: Trahe me, post te curremus in odorem unguentorum tuorum 21. Güela yo, Señor mío, esos divinos consuelos y gustos que vos tenéis escondidos para los que de veras os aman, que, animados con ellos, correremos en pos de vos por la imitación de vuestros trabajos y pasión.

12. Advirtamos, mis hermanos, dos o tres documentos que aquí nos da la esposa. El primero es que habla con grande cautela después de estos divinos consuelos y no dice curremus tecum, sino curremus post te, dando a entender que el alma que se viere querida de Dios y favorecida con estos divinos consuelos que se humille y que no entienda que ya por esos favores puede volar por los aires y correr al paso de Cristo, sin que en el mundo haya quien le alcance. Sino que, llena de humildad, diga: correremos, Señor, en pos de vos, tras vos iremos con las fuerzas y suficiencia que vos nos diéredes. Lo segundo dice esta esposa curremus. No dice curram w dando a entender que, por verse favorecida de Dios, ya quiere y puede ser singular en la vida y en las costumbres, acordándose de lo que el Spíritu Sancto dice, Ecclesiastes 4, n.10: Vae soli, quia si ceciderit, non habet sublevantem se. No quiere con indiscretos fervores hacerse singular, sino, por parecer y discreción de los sanctos, correr en pos x de Cristo. Eso quiere decir: correremos; por parecer y consejo, por obediencia y resignación de mis padres spirituales, no sola sino y en compañía de mis hermanos, que también lleva Dios en pos de sí.




asigue les tach.



1 Cant 1,6.



2 Cant 1,7.



bsigue y tach.



3 Sal 138,6.



c omnia-eius sobre lín.



4 Sal 8,8.



dsigue Dios tach.



e y hallarás sobre lín.



fms. de ellas tach.



g quia-me sobre lín.



5 Jn 5,36.



hsobre lín., en lín. divinos tach.



6 Cf. Sal 33,9.



isigue se tach.



jsigue po tach.



7 Cant 1,7.



8 Sal 84,7.



9 Sal 79,4.8.20.



10 El texto hebreo dice: hikkô = su paladar.



11Biblia maxima, 7,459: «Alii: palatum eius dulcedines». «Hebraizantes verterunt: Suavitates, dulcedines».



12 Sal 30,20.



ksigue tiene tach.



lsigue en el paladar tach.



m El-tierra al marg.



13 Is 26,8: «Nomen tuum et memoriale tuum in desiderio animae».



nms. 4



osigue los llama tach.



psigue los consuel tach.



14 Lc 1,47.



qcorr. de Porque



15 1 Jn 4,16.



rms. cauasa



ssigue te tach.



16 Cant 1,3.



17 Cf. Epistolae, 10: ad viduam (MG 32,271-274).



tsigue dola tach.



usigue en tach.



18 Cant 1,13: «Botrus cypri dilectus meus mihi...». 



19 Flp 2,7. 



20 Jn 6,2.



vms. tratabientos



21 Cant 1,3.



wsigue porque no tach.



xms. post



ysigue con tach.






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