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San Juan Bautista de la Concepción
Obras IV – S. Juan B. de la C.

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EXHORTACION 65

Con cuánto cuidado hace Dios bien al hombre, a fin de que el hombre tenga buena correspondencia en ser puntual en guardarle su ley

1. Entre los dos medios que toma Dios para reducir al hombre a sí y levantarlo a mayor perfección, que son justicia y misericordia, muy a la mano se halla el hacer bien y el enllenar al hombre de beneficios. Y, por el contrario, si ha de reñir o echar mano a su espada, parece va a pedir las armas a casa de su vecino si se las quiere prestar, como dijo a el propheta: Alienum opus ab eo 1; que es ajeno de Dios. Es como el padre amoroso que mucho ama a sus hijos, que, para les hacer mercedes, él tiene las llaves de los thesoros y por su mano pasan las dádivas, que ésas no se han de entregar a hombre de más baja suerte y condición que el padre porque en el darlas será escaso; y en materia de regalo, honra y buen tratamiento, el hombre b ha de andar como hijo de tal padre. Pero, para castigar, tiene un ayo y un corretor que asiente la mano al hijo desobediente si es menester, pero esto con temor, miedo y detenimiento, considerando que a quien castiga es mejor y más bien nacido que él y que es en quien su padre tiene puestos los ojos.

2. ¡Oh qué verdad tan grande ésta, bien guardada por el mismo Dios, pues vemos que, para nos honrar y regalar y hacer bien, él propio quiere y quiso ser el autor y el dador! No lo quiso cometer a nadie. El fue y es c el redentor, el justificador y glorificador. El es el que sana nuestras enfermedades, el que nos libra, defiende y da gracia. El es el que en sus manos tiene, como David dice 2, longura de días, riquezas y gloria. Pero, para castigar, tiene correctores y verdugos a quien los comete, que son los demonios y hombres malos, las bestias y los elementos, todo género de gente que en la tal obra, cuando descargue el golpe, advierta que castiga y enmienda [229r] al hombre, de mejor condición que cualquiera de ellos, persona a quien Dios ama y quiere, como a hijo que lo es o espera lo será por gracia.

3. De aquí es que, siendo Dios el que hace el beneficio, como él propio dice por d [Jeremías]: Ego sum qui cogito cogitationes pacis et non afflictionis 3, procura que este beneficio sea tan grande que baste a coronarlo y cercarlo para que no tenga portillo por do se le pueda escapar sin pisar espinas. Como él propio dice por Jeremías [sic]: Sepiam viam tuam spinis 4; yo cercaré tu camino con spinas. Porque espinas son los beneficios que cada uno recibe, por cuyo desagradecimiento gravemente será castigado. Y siendo los mayores beneficios los que el hombre recibió en la muerte de Cristo, por quien fuimos redemidos y libres e del demonio, spinas fueron que, si punzaron la cabeza de Cristo y los clavos y lanza atravesaron sus pies, manos y costado, al agradecido le traspasan el corazón y hieren el alma si alguna vez le ofende.

4. De aquí entenderemos un lugar de la Scritura, Danielis 6, número 26: Paveant omnes Deum Danielis, quia ipse est liberator atque salvator, faciens signa et mirabilia. Viendo que habíe librado Dios a Daniel de la boca de los leones hambrientos, dice el rey: Tiemblen todos del Dios de Daniel, porque sabe hacer muchas mercedes. ¿Por esto han de temblar de él? Amarle, dijera yo, porque el hacer mercedes es causa de arrebatar voluntades. Mas ¿de temer?, ¿de temblar? Sí, de temer, porque es regla sin esención que ninguno llega a ser manirroto en sus cosas que de ellas no quiera buen retorno en ellas. Y como es mucho de temer el grande escote, así es mucho para hacer temblar la grande comida y consiguientemente al que la da.

5. A esta causa, tan presto como hacía Cristo algún milagro, temblaban los circunstantes, como se ve Marci 4: Timuerunt timore magno 5, y Lucae 7: Accepit autem omnes timor 6, porque, hallándose más obligados, se ponían más encogidos sabiendo que quien más da, más y para más obliga. A esto debiera de tirar aquel encogimiento de las alas de aquellos serafines que vido Esaías, que, si con las dos alas volaban, las cuatro encogían tapando pies y rostro con ellas, aleando con las de en medio 7, como quien se confiesa corto para pagar las mercedes recebidas, pues habiendo recebido de Dios seis alas, con solas las dos se atreven a volar, que son las del lado del corazón, con que le hacen aire para que no se les abrase y queme con el deseo y conocimiento que tienen de los bienes recebidos, pues a quien conoce, ésos son [229v] aschuas vivas que encienden y abrasan. Con las otras cuatro alas están a raya y se tapan, como llenos de pavor y asombro de tales milagros y grandezas recebidas. Estas son, mis hermanos, las spinas que denantes decíamos que pone Dios para que ninguno traspase su ley; antes, siendo alas, con ellas vuele a más amar y servir a quien así lo favorece.

6. De aquí es lo que David dice: Dedit illis regiones gentium, et labores populorum possederunt, ut custodiant justificationes eius et legem eius requirant, psalmo 104, n.45; que la Majestad de Dios alargó la mano con los hijos de Israel, hasta hacerlos señores y meterlos en posesión de tierras strañas y de trabajos ajenos, con ánimo de obligarlos por ahí a que alargasen ellos el paso en materia de servirle y guardarle puntualmente su ley. Porque, en fin, quien más recibe, más obligado queda al cumplimiento de la voluntad del dador. Harto buena doctrina es ésta para quien tanto tiene recebido como un religioso, pues siendo su estado más subido, queda reverenciado y como señor entre los hombres, comiendo y sustentándose de trabajos ajenos, todo para que tenga grande cuidado de cumplir con sus obligaciones. Que por eso se llaman obligaciones, porque no hay scritura guarentigia que tanta fuerza tenga contra el que recibió los veite mill para pagar censo de ellos como tiene el haber recebido de Dios cada día tantos beneficios como los que están tan cerca de Su Majestad como los religiosos reciben.




aal marg. vide



1 Cf. Is 28,21.



bsobre lín., en lín. hijo tach.



c y es sobre lín.



2 Cf. Prov 3,16.



dsigue es tach.



3 Jer 29,11.



4 Os 2,6.



ecorr. de librados



5 Mc 4,40.



6 Lc 7,16.



7 Cf. Is 6,2.






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