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San Juan Bautista de la Concepción
Obras IV – S. Juan B. de la C.

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Jhs. Maria

A cinco hábitos, día de sancto Mathías. Misericordiam Dei, Ordinis paupertatem

Para que apliquemos la fiesta del apóstol a la misericordia que hoy nuestro buen Dios usa con sus charidades, es de advertir que hoy celebra la Iglesia fiesta al glorioso san Mathías, de quien se puede decir que por la mayor ventura del mundo le cupo la mayor suerte de las mayores suertes del cielo y de la tierra, pues le cupo entrar a ocupar el lugar que el desdichado Judas dejó vacío 1. Fue suerte que, por ser de la suerte que fue, fue más venturosa y digna de ser estimada. Salió esta suerte de una mano bien acertada, de donde jamás salió azar ni suerte ninguna que no fuese muy venturosa, que fue la mano de Dios. Para decir de esta suerte y buena dicha y ventura, era menester lenguas, libros, sermones, etc. Allá se la goza y allá la veremos si nos sabemos aprovechar de la que en este mundo nos ha cabido.

Digamos de su dicha de sus charidades y buena suerte que hoy les cai y por cuánta ventura apartándolos Dios del mundo, etc. Suerte y ventura que se debe [38r] estimar por la certidumbre que consigo trai de salir por la mano acertada de Dios. Porque demonio, mundo ni carne no reparten tales suertes. Síguese que ha de ser la mano de Dios. Caro et sanguis a non revelavit tibi 2. No descubre la carne, que es muy ciega, los bienes que están encerrados en la mortificación. Los ojos del spíritu son los que eso hacen, alumbrados con la luz del cielo, y assí más se han de estimar.

Considerando David la buena ventura que siempre sale b de estas manos, le daba las suyas para que de él dispusiese a su gusto, y assí decía: In manibus tuis sortes meae c 3; o como otra letra dice 4: In manibus d tuis tempora mea e, como advierte san [sic] Theodoreto 5. Que, juntando lo uno y lo otro, querrá decir: ¡Ah Señor, cuán voltario es el tiempo, cuán inciertas las suertes de los sucesos humanos, cuántos los vaivenes de la fortuna y las vueltas del mundo! No hay en esto seguridad ni certeza ninguna. El que ayer estaba subido sobre la rueda, mañana lo vemos atropellado y echado por tierra. El que ayer victorioso y las manos llenas de despojos de sus enemigos, mañana vencido y despojado de todo. El que ayer alegre y contento, mañana lo veremos llorando. Es la solicitud de los tiempos nacida de la mudanza y vueltas del cielo. Vuestras manos son seguras, estables, permanecientes, venturosas. En ellas pongo yo mi vida, mis tiempos, que de ahí me saldrá una suerte muy acertada. ¿No habéis visto cuando uno está desgraciado en el naipe o en el dado f, dale a un amigo suyo que juegue por él y le saque buena suerte? Ah, Señor, que el hombre tiene mano malhadada para cuanto quiere emprender. Las vuestras son venturosas; en ellas pongo yo mi ventura.

Esta ha sido la buena dicha de los hermanos, haberla puesto en las manos de Dios, sus suertes, sus tiempos, que son muy voltarios, etc., para que les salga una vida dichosa, parecida a la de los sanctos, estable, permaneciente. Ah, Señor, y qué desgraciado he sido hasta ahora; en el tiempo, en la vida, en la niñez, etc., todo ha sido perder. Yo determino de mudar lugar, que este asiento del mundo es muy desgraciado, y sentarme donde Job cuando le dijeron las pérdidas de su casa: en un muladar, lugar pobre y menesteroso, rompiendo sus vestidos. [38v] Assí, oh Señor, mudo lugar y pongo el dado en esas dichosas manos. Y bien se dice dado, pues todo lo que hay en mí es dado de vuestra poderosa mano, que, por haber estado en la mía, ha sido desgraciado. Por tanto determino: Quod accepimus de manu tua reddere tibi g6, para que tú juegues por mí y me saques buena suerte.

¿No veis el chiquillo que tiene el pedazo de pan en la mano y el perro se lo quiere quitar, dáselo a su madre que se lo guarde, etc.? Assí hacía san Pablo cuando escondía en Cristo su vida 7, para que se la guardase, porque se la querían quitar. Assí hacen los hermanos hoy, que, viendo las trampas del mundo, los engaños de la carne y malos juegos del demonio, ponen el resto de su vida en las manos de Dios. Y hoy echa Su Majestad el dado y sale una tan dichosa suerte que se puede llamar dada. ¡Oh inmensa misericordia de Dios, a boca llena tan parecida a la de Jacob, de quien dijo san Pablo 8 que non est volentis, sed Dei miserentis h! El propheta i Oseas: Collidebantur j in utero parvuli 9. Jacob supplantavit Esau non propriis viribus, sed gratia Dei 10. Si en esto nos detuviéramos, halláramos aquí encerrada nuestra buena dicha bien pintada, la desdicha de los que se quedan en el mundo. Mirad la vida desastrada de Esaú en el campo, variando a caza, muerto de hambre, vendiendo su mayorazgo por una escudilla de lantejas 11, persiguiendo a su hermano 12. Al cabo Esau autem odio habuit, dice san Pablo 13, que le aborreció Dios porque dio mala cuenta del dado. Qué parecida vida ésta a los del mundo, dic, y después de cansados, etc.

Mirad la vida de Jacob encerrado en casa mientras el otro anda venteando, favorecido de su madre, bendito de su padre 14 y, si perseguido de su hermano y piedra a la cabeza, allí se le aparece Dios ofreciéndosele por padre, etc., mostrándosele en una escalera 15, dándole a entender que aquellos trabajos eran escaleras por donde cada día más se sube donde está Dios y donde ponen los ángeles los pies para lo consolar 16; y que, después de los soles del verano y heladas del invierno, Jacob dilexit 17; quísole, amóle k, etc. Veis aquí pintada la [39r] suerte dichosa de los hermanos, encerrados en casa, benditos de Dios y, si despreciados y suelo y piedra, etc., ahí se les aparece Dios con el regalo, etc. Dichosa lucha, hermanos, que en ella han vencido a los poderosos del mundo y puesto debajo de sus pies; y esto non propriis viribus, sed gratia l Dei 18. Y assí lo dice el evangelio: Quam sic placitum est ante te 19.

Contando de estas poderosas manos su dicha, la esposa dijo (Cant) m: Manus tuae distillaverunt myrrham n 20. La mirra ¿no es cosa amarga? Pues ¿cómo dicha? Sí, que en eso está la dicha en esta vida, en gustar el cáliz del amargura. Assí lo dijo a san Joan cuando quisieron sillas 21; y la sposa dijo: Leva eius sub capite meo, et dextera illius amplexabitur me 22. Mano izquierda quiere primero para tener la derecha en la otra vida. Esto es lo que David dice, psalmo 67: Rex virtutum dilecti, dilecti; et speciei domus dividere spolia o 23. Expliquémoslo a espacio. Rex virtutum, qui est p? Pater aeternus, dominus angelorum et virtutum, et castrorum. Qui sunt dilecti? Filii sui 24. A quien dos veces llama dilecti, por el defecto que tienen los hebreos de superlativos, que quiere decir: Ex omni parte amantissimus, in quantum Deus et homo, sicut in psalmo 132: Sicut unguentum in barbam, barbam Aaron 25, para dar a entender que era muy larga. San Jerónimo 26 traslada estas palabras: Rex virtutum dilecti q, dilecti; ipse legit: Reges r exercituum foederabuntur, foederabuntur. Dice dos veces foederabuntur propter certitudinem eventus s. Que es como si dijera: los reyes de la tierra se rendirán al amado Cristo y confesarán la verdad de su evangelio. Et speciei domus dividere spolia, seu, ut divus Hieronymus 27 vertit: Et pulchritudo domus dividet spolia. Christus, qui pulchritudo domus Patris sui est, longa et liberali manu dividet spolia, quae isti regis et potentissimi sunt, et dat illa t Ecclesiae.

Juntémoslo ahora todo. El Padre eterno, rey de los exércitos, hará que se le rindan los poderosos a su amado Jesús. Y ese amado Jesús, que es hermosura de la gloria, dividirá estos despojos que ganó en la batalla de la cruz; unos dará a una religión y otros a otra. Pero adviertan, hermanos, [39v] su buena suerte, que, siendo despojos ganados por Cristo, hoy se queda para sí con ellos en su Religión, en que muestra la estima que hace de ellos, que no los da sino se quedan en la Religión, que es del Padre de los exércitos, del Hijo amado, que es hermosura de la casa del Padre, del Spíritu Sancto, que es el guerrero, etc. Dic. Que parece en esto se ha como el otro que, repartiendo la capa y otros vestidos de los despojos, se queda con un sayo; es seña que le ha de venir bien. Y el quedarse la Sanctíssima Trinidad, que es la que reparte los despojos, con sus charidades, es señal que han de ser hechura que cuadre a toda la Sanctíssima Trinidad. Largos y repartidos como el Padre, que dio hasta darnos a su Hijo; como el Hijo, que padeció hasta dar su sangre; como el Spíritu, que ama hasta hacernos una propia cosa consigo, etc. Eso han de tener sus charidades: poderosos u como el Padre para vencer, sabios como el Hijo para discernir y escoger, amorosos como el Spíritu Sancto para compadecerse, etc.

Otros despojos sacó Cristo de la guerra, que es lo que divide a los suyos, los que él mostró después de resucitado: Videte manus meas v 28; los que la Iglesia canta: Spina w, clavi, lancea mite corpus perforarunt 29; crux fidelis, inter omnes x 30. Los despojos fueron bofetones, azotes, hiel y vinagre y cruz. Estos divide hoy Dios y da buena parte a sus charidades, pues los trae a religión de aspereza. Pero advierto que al mejor soldado se le dan mejores armas para que mejor las emplee. Y esta estima hace hoy Dios de sus charidades, pues les da la cruz, su desnudez. Dichosa suerte, dichosa mirra distilada por tan venturosas manos. Ahora pregunto, si vos fuésedes a la guerra y un amigo os diese una guitarra y otro una buena espada, ¿quién os amaba más? El que me da la espada, porque con ella ofendo y me defiendo y gano. No me ama el que me da la vigüela, antes me estorba. Di de los del mundo cómo [40r] en tiempos de guerras se entretienen y cómo ama Dios a los religiosos, pues les da su cruz. Lo de Saúl, que quería que le tañese David 31; y lo de los arcos triunfales, etc. Pero a sus charidades dales armas conforme el tiempo no vedadas. ¿Cuáles son las armas que Cristo da licencia que traigamos? Tollat crucem suam 32. Las que trai su capitán. Beati pauperes 33; beati qui lugent 34. Al que trai armas vedadas se las quitan, lo castigan. Assí a los del mundo. Pero sus charidades podrán hoy decir: Tu es refugium meum a tribulatione quae circumdedit me, erue me a circumdantibus me 35, etc. Dic.

En aquello que la Sanctíssima Trinidad divide los despojos, assí parece que está expresada en aquel verso 36: Rex virtutum, el Padre; dilecti, dilecti, el Hijo; speciei domus, la hermosura y gracia del Spíritu Sancto. En aquello donde dice in manibus tuis tempora mea 37, como el que juega y no le dice bien, da el dado o naipe a otro para que le eche suerte. Di: como el que juega y no le va bien hace una de tres cosas: muda asiento. Ah, veamos si está en aquello su desdicha. Assí lo hizo Adán: perdida la gracia en el paraíso, hiciéronle mudar lugar y que pisase espinas 38, etc. Y Job, después de la pérdida de los hijos y hacienda, se fue al muladar 39. Lo segundo, muda las personas con quien juega, no sean tahúres y gente perdida, y jugar con otros. Lo tercero, dar el dado a quien juegue por él y le saque buena suerte. Estas tres cosas han hecho los hermanos. Mudaron lugar, porque no tenían buen asiento en el mundo, y tómanle donde pisan y espinas y dejan el paraíso de los deleites del mundo. Lo segundo, jugaban hasta aquí con el mundo, demonio y carne, hacían engaños, mentiras, etc. Lo tercero, danle el dado a Dios, que todo lo que tienen es de su mano recibido. Y sácales hoy una suerte admirable, una vida parecida a la de los ángeles.




1 Cf. He 1,26.



a Caro et sanguis subr.



2 Mt 16,17.



bms. salen



c In-meae subr.



3 Sal 30,16.



4 Lyra: «In Hebraeo habetur: In manibus tuis tempora mea» (Biblia maxima, 6, 163).



d In manibus subr.



eal marg. psalmo



5Interpretatio in Psalmos, ps.30 (MG 80, 1082): «... vel, ut reliqui dixerunt, in manibus tuis tempora mea».



fal marg. simi



g Quod-tibi subr.



6 1 Crón 29,14: «Quae de manu tua accepimus dedimus tibi».



7 Cf. Col 3,3: «Vita vestra est abscondita cum Christo in Deo».



8 Rom 9,16.



h que-miserentis subr.



ial marg. Oseas



jal marg. Gene.



9 Gén 25,22.



10 Cf. Os 12,3: «(Iacob) in utero supplantavit fratrem suum». S. JERÓNIMO, Comm. in Osee, 3,12 (ML 25,925): «(Iacob) dum adhuc esset in utero Rebeccae, supplantavit fratrem suum Esau, non utique fortitudine propria, qui sentire non poterat; sed misericordia Dei, qui cognoscit et diligit eos, quos praedestinavit».



11 Cf. Gén 25,29-33.



12 Cf. Gén 27,41-45; 32,8ss.



13 Rom 9,13.



14 Cf. Gén 27.



15 Cf. Gén 28,10ss.



16 Cf. Gén 28,12.



17 Cf. Sal 46,5.



k Jacob-amóle subr.



l non-gratia subr.



18 Cf. S. JERÓNIMO, Comm. in Osee, 3,12 (ML 25,925).



19 Mt 11,26.



mal marg.



n Manus-myrrham subr.



20 Cant 5,13: «Labia eius lilia distillantia myrrham primam».



21 Cf. Mt 20,21-23.



22 Cant 2,6; 8,3.



o Rex-spolia subr.



23 Sal 67,13.



pms. ex



24 Cf. S. AGUSTÍN, Enarrationes in Psalmos, ps.67,15 (CL 39,878). Para la expresión Dominus angelorum, cf. ibid., ps.137,4 (CCL 40,1981). En Commentarius in LXXV psalmos, de autor incierto, a propósito de Sal 43,8.12 (ML 21,829), se lee la expresión Dominus virtutum, Dominus angelorum.



25 Sal 132,2.



26Liber Psalmorum (ML 28,1177).



q Rex-dilecti subr.



rms. rex



s propter-eventus subr.



27 Ibid.



tsigue pal. tach.



ums. poderoso



v Videte-meas subr.



28 Lc 24,39. 



wms. specta



29 Misal Romano, himno Pange, lingua, gloriosi del viernes santo.



x Spina-omnes subr.



30 «Crux fidelis, inter omnes arbor una nobilis»: Misal Romano, versículo Crux fidelis, que se cantaba o recitaba el viernes santo junto con el himno Pange, lingua, gloriosi.



31 Cf. 1 Sam 16,23.



32 Cf. Mt 16,24.



33 Cf. Mt 5,3; Lc 6,20.



34 Cf. Mt 5,5.



35 Sal 31,7.



36 Sal 67,13.



37 Cf. Sal 30,16.



38 Cf. Gén 3,17ss.



39 Cf. Job 2,8.



y corr.






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