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San Juan Bautista de la Concepción
Obras IV – S. Juan B. de la C.

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[222v]

Plática una noche en que el lector había leído dos
capítulos de san Juan Clímaco 1, uno de la obediencia y otro de la penitencia, y el portero dijo que se había recibido la limosna ordinaria

El portero nos ha dicho las mercedes que Dios nos hace y el lector nos ha dicho con qué las hemos de pagar. Pues veamos qué tiene que hacer con la obediencia y penitencia la limosna. Digo que mucho, si se atiende a lo que otras veces hemos dicho. A los beneficios ¿no los llamamos cordeles, cadenas, grillos? Sí. Y ¿eso no es lo que pretende hacer Dios con las limosnas que nos envía? Sí. Pues pregunto yo ¿qué es obediencia? ¿No es rendimiento de la voluntad, un estar ligados y atados al querer del prelado? Sí. Luego, con ser verdaderos obedientes, pagaremos a Dios lo que debemos en el recibo de las limosnas. También digo lo propio del segundo capítulo que el hermano leyó, de la penitencia. El que recibe limosna y mercedes de otro, ¿no queda por su deudor? Sí. Luego, si nosotros somos deudores a Dios del recibo de las limosnas que el hermano portero ha dicho y, por otra parte, por ser frailes descalzos y pobres, no tenemos hacienda con que pagar, habremos de pagar en el cuerpo. Esa es la penitencia que se nos ha leído y las cosas en que mejor podremos pagar a Dios lo que le debemos: en ser verdaderos obedientes y verdaderos penitentes.

Es de grande consideración, hermanos, juntar y aplicar las cosas, y no dejarlas cortadas y cada una de por sí. [223r] ¿De qué fruto me es a mí oír las limosnas y saber lo que hoy nos han enviado, ni oír el capítulo de la obediencia ni el de penitencia, quedándose cada cosa de por sí? Esta casa está hecha con piedras, cal y yeso; cada cosa de por sí ¿de qué sirve? De nada, sino de echarla en la calle. ¿De qué podría servir un montón de piedras en ese patio? De embarazar. ¿Y un montón de yeso? De que se muera y pierda. Todo junto hace una casa, y la piedra es de valor y el yeso de hermosura, etc. El recibo de las limosnas ¿de qué sirve de por sí? De nada. Quod intrat in os in secessum vadit 2. Vale para echarlo en la calle. La penitencia de por sí, sin aplicarla y juntarla y amasarla con las cosas que se debe, ¿qué vale? También padecen trabajos los moros y los del mundo, y assí, solos y de por sí, sólo sirven de embarazo. Y lo propio digo de la obediencia. Pero, trabando y eslabonando unas virtudes con otras, componen y hacen una casa, en que viva y more Dios. Juntemos, hermanos, las limosnas. Estos rábanos y bellotas que nos han dado a cenar juntémoslas con la obediencia que debemos a esos beneficios, y con el rendimiento a que nos está Dios obligando con eso, paguemos con la penitencia; y veremos de cuánta consideración son las unas cosas con las otras.

Con las letras del abecé podremos probar esto. Cada letra de por sí buena es. Por sí no hace parte. Dos letras, mejor; tres mejor; pero muchas hacen lección. Cada virtud de por sí buena es, pero todas juntas hacen una lección soberana y una scriptura admirable. Así digo que se junten limosnas con ser verdaderos obedientes y penitentes, y verán de cuánta importancia les sea. Etc.




1Scala paradisi (MG 88,631-1164), grado o c.4: «De obedientia», y grado o c.5: «De accurata poenitentia».



2 Cf. Mt 15,17.






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