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Ioannes Paulus PP. II
Dies Domini

IntraText - Concordancias

(Hapax Legomena)
compl-expre | exten-obser | obsta-sermo | servi-zacar

     Capítulo,  Párrafo
501 I,8 | estaba presente en la mirada complaciente de Dios cuando, al terminar 502 I,17 | Esta formulación parece complementaria de la anterior. Consideradas 503 II,26 | la luz de un simbolismo complementario, muy querido por los Padres: 504 Conclu,84 | Jerusalén celestial, cuando se completará en todas sus facetas la 505 III,52 | tarde del mismo preparen y completen en el alma cristiana el 506 IV,57(103) | julio 1897, en: Oeuvres complètes, Cerf-Desclée de Brouwer, 507 II,22 | domingo cristiano. Esto comportaba para los cristianos una 508 0,4 | modificar profundamente los comportamientos colectivos y por consiguiente 509 IV,68 | motivo de aburrimiento, debe comportar enriquecimiento espiritual, 510 III,33 | don mesiánico de la paz, comprada con su sangre y ofrecida 511 III,42 | transcurridos recientemente, para comprenderlos a la luz de Dios y darle 512 III,45 | efecto, para el fiel que ha comprendido el sentido de lo realizado, 513 I,11 | su imagen, llamándola a comprometerse en un pacto de amor. Es 514 III,40 | dominical durante la semana, comprometiendo a cuantos participan en 515 IV,65 | excesivamente absorbente, de los compromisos terrenos y tomar conciencia 516 III,44 | recomienda a los fieles comulgar cuando participan en la 517 V,79(126) | Días festivos de precepto comunes a todas las Iglesias orientales 518 III,41 | preceptos. En efecto, Dios, al comunicar su Palabra, espera nuestra 519 III,44 | fraterno~44. Este aspecto comunitario se manifiesta especialmente 520 I,9 | humanos, a los cuales se ha concedido el don incomparable, pero 521 IV,58 | Y el mismo Pontífice concluía su Exhortación pidiendo 522 I,10 | trabajo del hombre. « Dio por concluida Dios en el séptimo día la 523 I,11 | también su « descanso ». « Concluyó en el séptimo día su trabajo » ( 524 II,20 | 20. Según el concorde testimonio evangélico, la 525 IV,67 | una « ley inviolable de concordia y de amor », une los diversos 526 IV,55(100) | 11: CCL 1, 116. Véase en concreto Epístola de Bernabé, 15, 527 III,51(93) | oblationem Eucharistiae concurrunt ».~ 528 III,47(80) | la proposición contraria, condenada por Inocencio XI en 1679, 529 IV,58 | medio de sus discípulos para conducirlos juntos a la renovación de 530 III,53 | aplicación se confía a las Conferencias Episcopales.(96) El objetivo, 531 III,45 | cada domingo para vivir y confesar la presencia del Resucitado 532 III,46 | Y una de las mártires confesó: « Sí, he ido a la asamblea 533 III,36 | muchachos que les han sido confiados la iniciación a la Misa, 534 II,29 | los « santos signos », y confiesa con el apóstol Tomás « Señor 535 I,10 | la misión con la que Dios confió al hombre y a la mujer el 536 III,47 | El Código actual la confirma diciendo que « el domingo 537 V,79 | este sentido necesita ser confirmada por una especial aprobación 538 III,41 | cf. Ex 19,7-8; 24,3.7), a confirmar su « sí », renovando la 539 I,16 | religiosa del hombre, para confluir después en el día en que 540 0,4 | pide de todos modos que no confundan la celebración del domingo, 541 IV,57 | la alegría no se ha de confundir con sentimientos fatuos 542 0,5 | vista, se presenta más bien confusa. Está, por una parte, el 543 II,20 | como pueblo en el que se congregan en unidad, más allá de toda 544 IV,67 | satisfacer esta exigencia, conjugándola con las expresiones de su 545 0,3 | episcopado, tanto individual como conjuntamenteayudados por vuestro clero— 546 III,37 | semanal de esta solemne conmemoración ayudan a recordar el carácter 547 Conclu,87 | otros jubileos y de otras conmemoraciones solemnes. El domingo, con 548 0,2 | la eternidad ». Por esto, conmemorando no sólo una vez al año, 549 V,77 | 77. Esta lógica conmemorativa ha guiado la estructuración 550 II,27 | también 1,4-5.9), y el día conmemorativo de su resurrección es el 551 II,26 | el día sin término que no conocerá ni tarde ni mañana, el siglo 552 I,12 | conmigo en fidelidad, y tú conocerás al Señor » (2,20-22).~ 553 Conclu,82 | atracción de una cultura que ha conquistado favorablemente las exigencias 554 III,49(86) | Cf. Pío XII, Cons. ap. Christus Dominus (6 555 IV,61 | día séptimo bendecido y consagrado por Dios, a la vez que concluye 556 IV,67 | hombre se vuelve entonces consciente, según las palabras del 557 II,27(32) | sanctior in te quam, Iesu, consecras primitiae surgentium » ( 558 III,47 | habla de obligación sino de consecuencias penales después de tres 559 III,44 | realizar como manifestación del consentimiento dado por el pueblo de Dios 560 II,23 | del judaísmo, tendían a conservar la obligación de la antigua 561 Conclu,86 | dominical, aprendiendo de ella a conservarla y meditarla en el propio 562 II,30 | siempre que garanticen y conserven la semana de siete días 563 III,47 | fácilmente el motivo si se considera la importancia que el domingo 564 IV,55(101) | que esta postura, al ser considerada sobre todo como gesto penitencial, 565 I,17 | complementaria de la anterior. Consideradas juntas, manifiestan el sentido 566 IV,66 | descanso dominical, (109) ha considerado sobre todo el trabajo de 567 I,18 | Gregorio Magno: « Nosotros consideramos como verdadero sábado la 568 I,13 | y luego la Iglesia no lo consideran una mera disposición de 569 II,26 | día de la semana llevó a considerar el día del Señor a la luz 570 III,47 | aunque al principio no se consideró necesario prescribirla. 571 0,6 | nuevas situaciones y sus consiguientes interrogantes, parece necesario 572 IV,57 | algo mucho más duradero y consolador; sabe resistir incluso, 573 II,19 | testimoniando una práctica ya consolidada que se había ido desarrollando 574 0,4 | fisonomía del domingo. Se ha consolidado ampliamente la práctica 575 II,23 | respecto al sábado judío se fue consolidando cada vez más en la conciencia 576 III,36(50) | Exhort. ap. Familiaris consortio (22 de noviembre de 1981), 577 II,21 | Bitinia, Plinio el Joven, constatando la costumbre de los cristianos « 578 III,46 | religiosa, como se puede constatar desde los primeros siglos 579 I,11 | del Espíritu Santo y la constitución de la Iglesia como su cuerpo 580 Conclu,87 | creíbles del Evangelio y constructores activos de la civilización 581 I,10 | habitar, sino también a « construir » el mundo, haciéndose así « 582 Conclu,83 | mantener fácilmente los contactos entre sí ni son ayudados 583 III,48 | este ambiente, ha de poder contar con el apoyo de la comunidad 584 IV,68 | libertad, posibilidad de contemplación y de comunión fraterna, 585 V,77 | misterio de la Encarnación y contemplan al Verbo de Dios que se 586 I,11 | complacencia: una mirada « contemplativa », que ya no aspira a nuevas 587 II,27 | aparece en algunas lenguas contemporáneas,(29) apartando a los fieles 588 IV,63 | demasiado legalista de algunos contemporáneos suyos, y desarrollando el 589 III,40 | expresando fielmente sus contenidos y actualizándolos en relación 590 III,52 | más que nunca, que no se contenta con propuestas minimalistas 591 I,12(12) | canto Leka dôdi: « Estará contento de ti tu Dios, como lo está 592 I,16 | tierra, el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo descansó; 593 III,41 | fidelidad en el esfuerzo de una continua « conversión ». La asamblea 594 IV,71 | pueda de alguna manera continuar en el tiempo el milagro 595 0,3 | Carta me parece como si continuara el diálogo vivo que me gusta 596 II,23 | en particular san Pablo, continuaron frecuentando en un primer 597 II,30 | se podría pensar que no continúe caracterizando su futuro? 598 IV,60 | teológica. En efecto, el continuo retorno del « shabbat » 599 III,47(80) | Véase la proposición contraria, condenada por Inocencio 600 I,9 | creación, pone de relieve este contraste dramático entre la grandeza 601 0,4 | en la medida en que puede contribuir al respeto de valores auténticos, 602 III,36 | obligatoriedad del precepto. A ello contribuirá también, cuando las circunstancias 603 III,44 | acción litúrgica. A ello contribuyen el servicio de acogida y 604 Conclu,81 | capital que cada fiel esté convencido de que no puede vivir su 605 III,49 | personal. Al mismo tiempo, convendrá que estas comunidades expresen 606 III,48 | eso es necesario que se convenza de la importancia decisiva 607 I,13 | precepto tiene también una convergencia natural con la necesidad 608 III,41 | esfuerzo de una continua « conversión ». La asamblea dominical 609 V,76 | las solemnidades », se ha convertido en el día por excelencia 610 IV,56 | pero vuestra tristeza se convertirá en gozo » (Jn 16,20). ¿Acaso 611 Conclu,82 | 82. Con esta firme convicción de fe, acompañada por la 612 IV,71 | donde la fraternidad se convierta en solidaridad concreta, 613 V,75 | fuerza del Espíritu y se convirtió a su vez en la fuente del 614 IV,67 | las personas con las que convivimos recuperan, en el encuentro 615 Conclu,81 | voz del Resucitado que la convoca, para darle la luz de su 616 III,45 | resurrección, los cristianos convocados cada domingo para vivir 617 III,53 | eucarística, recomienda convocar asambleas dominicales en 618 III,35 | iglesias y capillas estén coordinadas con la celebración de la 619 IV,64 | poblaciones de las ciudades y las corporaciones de los diferentes oficios 620 III,46 | Didascalia de los Apóstoles— y corred con diligencia a vuestras 621 V,80 | culturales típicas de un ambiente corren el riesgo de invadir la 622 I,13 | su sentido profundo y no correr el riesgo de banalizarlo 623 IV,65 | hombre sobre la creación correría el peligro de hacerle olvidar 624 IV,64 | festivos del calendario no se corresponden con el domingo, éste es 625 IV,66 | de los hombres, con las correspondientes exigencias religiosas, familiares, 626 II,27 | utiliza la terminología corriente para señalar que los cristianos 627 V,75 | equivalencia con los ciclos cósmicos, según los cuales la religión 628 II,29 | trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino 629 III,50 | prudencia pastoral y por las costumbres locales de acuerdo con las 630 III,45 | evangelizadores y testigos en su vida cotidiana. La oración después de la 631 0,3 | mi servicio episcopal en Cracovia y luego, después de asumir 632 V,74 | Dentro de su dimensión se crea el mundo, en su interior 633 IV,72 | poniendo en juego toda la creatividad de que es capaz la caridad 634 III,50 | propone hoy como nuevo y creativo sea conforme con las disposiciones 635 III,34 | toda la tierra », y la haga crecer, en la unidad de todos los 636 0,2 | han recibido la gracia de creer en el Señor resucitado pueden 637 Conclu,87 | anunciadores cada vez más creíbles del Evangelio y constructores 638 III,33 | los que no han visto y han creído » (Jn 20,29). Esta íntima 639 I,9 | Al principio creó Dios el cielo y la tierra » » ( 640 II,23 | Si los que se habían criado en el antiguo orden de cosas 641 I,11 | quiere establecer con la criatura hecha a su imagen, llamándola 642 IV,71 | menos exigente es san Juan Crisóstomo: « ¿Deseas honrar el cuerpo 643 IV,57 | en la amargura. Entendida cristianamente, es algo mucho más duradero 644 II,23 | han faltado sectores de la cristiandad en los que el sábado y el 645 II,27 | pastoral sugirió a la Iglesia cristianizar, para el domingo, el contenido 646 IV,58 | oposición entre la alegría cristina y las alegrías humanas verdaderas. 647 II,27 | El día de Cristo-luz~27. En esta perspectiva 648 IV,70 | vosotros y ser jueces con criterios malos? » (2,2-4).~ 649 V,75 | cualquiera que sea su duración cronológica, vive ya en el último tiempo. 650 IV,60 | semanas, no sólo un ritmo cronológico, sino, por así decir, una 651 0,1 | que habían asistido a la crucifixión de Cristo cuando, yendo 652 III,43 | mismo una vez y de manera cruenta sobre el altar de la cruz, 653 III,36 | las manifestaciones más cualificadas de su identidad y de su « 654 | cualquiera 655 | cuantos 656 IV,64 | eucarística. Esto, sin embargo, cuesta sacrificios no pequeños. 657 III,40 | preparar con particular cuidado, mediante el estudio del 658 I,11 | establecida con Israel y culminada después en Cristo: será 659 III,38 | Finalmente, la Iglesia, —al culminar con el ofrecimiento eucarístico 660 IV,70 | la comunidad de Corinto, culpable de haber humillado a los 661 I,10 | aunque destinado a ser cultivado y desarrollado. La « conclusión » 662 IV,57 | virtud » que se ha de cultivar.~ 663 II,27 | fieles de la seducción de los cultos que divinizaban el sol y 664 I,13 | ordenamientos meramente cultuales, como sucede con tantos 665 IV,58 | de su resurrección. Es la cumbre, aquí abajo, de la Alianza 666 IV,56 | al Señor » (Jn 20,20). Se cumplían para ellos, como después 667 V,78 | Iglesia el misterio pascual cumplido en ellos, que padecieron 668 II,20 | efusión del Espíritu Santo se cumplió la promesa hecha por Jesús 669 Conclu,84 | nuestra ilusiones sino la cuna de un futuro siempre nuevo, 670 V,78(124) | gloria durat in Christo qui cuncta novat, dum permanet ipse »: 671 IV,63 | oprimidos. El obró muchas curaciones el día de sábado (cf. Mt 672 IV,70(114) | abundancia y quieren dar, dan libremente cada uno lo que 673 II,23 | del descanso festivo, se dará una cierta tendencia de « 674 Conclu,87 | iniciativas lo caracterizarán y le darán el aspecto singular que 675 III,53 | territorio. Pero también pueden darse situaciones de emergencia 676 III,46(77) | Acta SS. Saturnini, Dativi et aliorum plurimorum martyrum 677 0,2 | resurrección de Jesús es el dato originario en el que se 678 IV,61 | bien una ayuda para que se cuenta de su dependencia 679 III,35 | la celebración dominical deba ser particularmente destacada 680 IV,69 | no sólo no aleja de los deberes de caridad, sino al contrario, 681 II,22 | 44-47), Cristo resucitado debía haber explicado a los discípulos. 682 II,23 | judío. El sábado los judíos debían reunirse en la sinagoga 683 III,44 | condición de que estén en las debidas disposiciones y, si fueran 684 IV,62 | pues, que, si para él han decaído las manifestaciones del 685 II,19(15) | Ep. ad Decentium XXV, 4, 7: PL 20, 555.~ 686 III,44(74) | Inocencio I, Epist. 25, 1 a Decenzio de Gubbio: PL 20, 553.~ 687 IV,71 | llevó a realidad lo que decía, afirmo también: Tuve hambre 688 II,21 | efecto, cuando los cristianos decían « día del Señor », lo hacían 689 III,48 | convenza de la importancia decisiva que, para su vida de fe, 690 V,76 | trata de acontecimientos decisivos para la vida de un pueblo, 691 II,30 | Concilio Ecuménico Vaticano II declara que la Iglesia « no se opone 692 II,30(37) | sagrada liturgia, Apéndice: Declaración sobre la revisión del calendario.~ 693 III,48 | El ambiente es a veces declaradamente hostil y, otras veces —y 694 III,34(43) | sagrada liturgia, 41; cf. Decr. Christus Dominus, sobre 695 III,47 | Agde, del 506).( 79) Estos decretos de Concilios particulares 696 IV,72 | alguna familia necesitada, dedicar alguna hora a iniciativas 697 0,7 | dimensiones de ese día, al que dedicaremos atención en la presente 698 II,29 | Tomás: « Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu 699 IV,65 | por Dios mismo, como se deduce del pasaje de la creación 700 III,44 | tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante 701 III,46 | la asamblea litúrgica. « Dejad todo en el día del Señor — 702 III,46 | siglos, los Pastores no han dejado de recordar a sus fieles 703 IV,64 | de los diferentes oficios dejaran de trabajar. (107) Los cristianos 704 IV,73 | su promesa: « Mi paz os dejo, mi paz os doy » (Jn 14, 705 III,44 | ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero 706 III,47(83) | N. 2181: « Los que deliberadamente faltan a esta obligación 707 I,13 | las « diez palabras » que delimitan los fundamentos de la vida 708 | demasiado 709 | demasiados 710 0,6 | gloria del Señor Jesús y den gracias a Dios que los ha 711 II,23(22) | latino, donde el lunes se denomina feria secunda, el martes 712 II,27 | expresión con la que los romanos denominaban este día y que aún hoy aparece 713 II,23(22) | feria tertia, etc. Semejante denominación de los días de la semana 714 0,4 | culturales, políticas y deportivas, cuyo desarrollo coincide 715 IV,57(103) | Jesús y de la Santa Faz, Derniers entretiens, 5-6 julio 1897, 716 III,36 | eventual y muy concreta derogación de esta norma, en consideración 717 Conclu,85 | reavivando nuestra fe, derramando en nuestro corazón la caridad 718 III,46 | cristianos valerosos que desafiaron el edicto imperial y aceptaron 719 I,15 | de la « novedad » y del « desapego », el reconocimiento de 720 IV,66 | las mismas sociedades más desarrolladas económicamente, demasiados 721 I,10 | destinado a ser cultivado y desarrollado. La « conclusión » de la 722 I,12 | Dt 5,12-15). El Dios que descansa el séptimo día gozando por 723 III,43 | es fruto del « movimiento descendente » de Dios hacia nosotros 724 II,28 | y « fuego » (Hch 2,2-3), descendió con fuerza sobre los Apóstoles 725 I,9 | de la narración genesíaca describe muy bien el asombro que 726 III,46 | emperador Antonino y al Senado, describía con orgullo la práctica 727 I,14 | místicos no temen también en describir como imágenes sacadas de 728 III,31 | primera comunidad cristiana, descrita como modelo por Lucas en 729 IV,67 | contra el hombrepueden ser descubiertas y gustadas profundamente. 730 Conclu,83 | 83. Descubierto y vivido así, el domingo 731 IV,57 | educarse en la alegría, descubriendo sus rasgos auténticos. En 732 0,7 | siempre nuevo de su amor. El descubrimiento de este día es una gracia 733 I,18 | realización definitiva se descubrirá sólo en la parusía con su 734 Conclu,85 | el papel del Espíritu he deseado que esta exhortación a descubrir 735 III,48 | difíciles para muchos que desean vivir con coherencia la 736 IV,71 | san Juan Crisóstomo: « ¿Deseas honrar el cuerpo de Cristo? 737 III,47 | Concilios particulares han desembocado en una costumbre universal 738 I,9 | después que el pecado lo ha desfigurado, en la medida en que, con 739 V,80 | son ajenos o que podrían desfigurarla. En estos casos conviene 740 0,4 | propia del ser humano. Por desgracia, cuando el domingo pierde 741 III,37(56) | Haec est vita nostra, ut desiderando exerceamur »: S. Agustín, 742 III,41 | llamada, como el pueblo del desierto a los pies del Sinaí (cf. 743 IV,71 | lo abandonas en su frío y desnudez. Porque el mismo que dijo: 744 IV,71 | pues, cuando lo encuentres desnudo en los pobres, ni lo honres 745 III,45 | se les confía. Después de despedirse la asamblea, el discípulo 746 Conclu,85 | animada por el Espíritu. Él despierta su memoria y actualiza para 747 IV,70 | comer y beber? ¿O es que despreciáis a la Iglesia de Dios y avergonzáis 748 IV,71 | cuerpo de Cristo? No lo desprecies, pues, cuando lo encuentres 749 I,12(12) | espiritualidad « esponsal », como se desprende, por ejemplo, en los textos 750 III,35 | deba ser particularmente destacada a nivel pastoral. Como he 751 IV,55 | Apóstoles. (100) Esto era muy destacado en la práctica litúrgica, 752 I,12 | hebraica misma,(12) conviene destacar la intensidad esponsal que 753 IV,72 | surge una ola de caridad destinada a extenderse a toda la vida 754 I,10 | admirado y gozado, aunque destinado a ser cultivado y desarrollado. 755 IV,67 | bellezas de la naturalezadeterioradas muchas veces por una lógica 756 III,45 | cf. Rm 12,1). Se siente deudor para con los hermanos de 757 IV,71(115) | Audis, dives, quid Dominus Deus dicat? Et tu ad ecclesiam 758 I,17 | también en el texto del Deuteronomio (5,12-15), donde el fundamento 759 I,8 | retorno glorioso, « cuando devuelve a Dios Padre su reino [...], 760 IV,55(99) | Proclamación diaconal en honor del día del Señor: 761 III,51 | la que se atribuye a los diáconos y a los fieles no ordenados.(92) 762 I,9 | quien lo ha hecho. Esta dialéctica, obviamente, no atañe directamente 763 IV,67 | preocupaciones y las tareas diarias pueden encontrar su justa 764 Conclu,83 | un cristianismo de la « diáspora », es decir, probado por 765 IV,71(115) | dives, quid Dominus Deus dicat? Et tu ad ecclesiam venis, 766 Conclu,85 | El Espíritu y la Novia dicen: ¡Ven! » (Ap 22,17). Considerando 767 III,33 | bienaventuranza prometida por él: « Dichosos los que no han visto y han 768 III,47 | Código actual la confirma diciendo que « el domingo y las demás 769 II,23(23) | Hayek, Maronite [Église],, Dictionnaire de spiritualité, X[1980], 770 0,2(3) | In die dominica Paschae II, 52: 771 III,47(81) | 1248: « Festis de praecepto diebus Missa audienda est »; can. 772 II,27 | creyente y la práctica pastoral dieron al día del Señor. En efecto, 773 I,13 | dentro del Decálogo, las « diez palabras » que delimitan 774 IV,66 | culturales e interpersonales, que difícilmente pueden ser satisfechas si 775 II,22 | en las regiones donde se difundía el Evangelio, y los días 776 III,46 | Apóstoles— y corred con diligencia a vuestras asambleas, porque 777 III,34 | significativo cuando la comunidad diocesana se reúne en oración con 778 III,49 | autorización del Obispo diocesano, de celebrar más de una 779 III,46 | durante la persecución de Diocleciano, sus asambleas fueron prohibidas 780 IV,61 | para siempre una relación directa con el « día del hombre ». 781 III,53 | según las indicaciones y directrices de la Santa Sede y cuya 782 IV,71 | Iglesia. Palabras ardorosas dirigía san Ambrosio a los ricos 783 II,21 | fracción del pan », Pablo les dirigió un discurso de despedida 784 0,3 | vital. Pero a la vez deseo dirigirme a todos vosotros, queridos 785 IV,70 | un vestido sucio; y que dirigís vuestra mirada al que lleva 786 III,51 | distinción, más que meramente disciplinar, entre la función propia 787 III,46 | alabanza a Dios. Pues, ¿qué disculpa tendrán ante Dios aquellos 788 Conclu,82 | diversión que son moralmente discutibles. El cristiano se siente 789 IV,66 | empeñarse para que todos puedan disfrutar de la libertad, del descanso 790 III,46 | situaciones en las que ha disminuido el cumplimiento de este 791 0,5 | de muchos fieles parece disminuir no sólo el sentido de la 792 V,78 | espíritu de la liturgia, no disminuye el papel central de Cristo, 793 III,39 | el mismo Jesús resucitado dispensó a los discípulos: « está 794 Conclu,83 | probado por una situación de dispersión, en la cual los discípulos 795 III,45 | discípulos de Cristo se disponen a afrontar, con la fuerza 796 III,53 | parroquias que no pueden disponer del ministerio de un sacerdote 797 I,13 | no lo consideran una mera disposición de disciplina religiosa 798 III,39 | tesoros bíblicos ».(62) Ha dispuesto, además, que en las Misas 799 0,4 | coherencia con el don de la fe, dispuestos siempre a dar razón de la 800 IV,71 | también: Tuve hambre y no me disteis de comer, y más adelante: 801 IV,70 | pies". ¿No sería esto hacer distinciones entre vosotros y ser jueces 802 II,21 | las características que distinguirá a los cristianos respecto 803 IV,71(117) | participación eucarística la distribución de comida a los pobres.~ 804 V,77 | II, la Iglesia ha querido distribuir en el curso del año « todo 805 I,11 | cuerpo y su esposa, quien distribuirá el don de misericordia y 806 II,20 | unidad, más allá de toda diversidad, los hijos de Dios dispersos.~ 807 IV,68 | medios de la cultura y las diversiones que la sociedad ofrece, 808 III,34 | en sí misma un estatuto diverso de la que se celebra cualquier 809 IV,71(115) | Nabuthae, 10, 45: « Audis, dives, quid Dominus Deus dicat? 810 III,47(82) | celebración de las alabanzas divinas ».~ 811 V,77 | hacernos partícipes de su divinidad.~ 812 II,27 | seducción de los cultos que divinizaban el sol y orientando la celebración 813 I,9 | frecuentes tentaciones de divinizar el mundo mismo. Es, a la 814 III,44(73) | por parte de los fieles divorciados y vueltos a casar (14 de 815 III,39 | mediante la participación en la doble mesa de la Palabra y del 816 II,22 | resurrección asumía un valor doctrinal y simbólico capaz de expresar 817 0,6 | recuperar las motivaciones doctrinales profundas que son la base 818 IV,66(109) | El documento eclesiástico más antiguo 819 I,12(12) | es también el canto Leka dôdi: « Estará contento de ti 820 IV,57 | en la noche oscura del dolor, y, en cierto modo, es una « 821 III,36(49) | Cf. S. Cipriano, De Orat. Dom. 23: PL 4, 553; Id. De cath. 822 III,36 | ministerio » de « iglesias domésticas », cuando los padres participan 823 V,78 | el carácter fundamental y dominante del domingo como día del 824 II,26(27) | Domine, praestitisti nobis pacem 825 0,2(3) | In die dominica Paschae II, 52: CCL 78, 826 III,47(81) | omnes et singuli dies dominici ».~ 827 IV,67 | veces por una lógica de dominio que se vuelve contra el 828 IV,58(104) | Exhort. ap. Gaudete in Domino (9 de mayo de 1975), II: 829 V,79(126) | Navidad, Epifanía, Ascensión, Dormición de Santa María Madre de 830 IV,61 | 2,3) y, gracias a ella, dotado, como los animales y los 831 III,42 | adherirse con su « Amén » a la doxología eucarística, el Pueblo de 832 IV,73 | Mi paz os dejo, mi paz os doy » (Jn 14,27), el creyente 833 I,9 | de relieve este contraste dramático entre la grandeza del hombre, 834 V,77 | y de Pentecostés, es sin duda la Navidad del Señor, en 835 V,78(124) | Christo qui cuncta novat, dum permanet ipse »: CSEL 30, 836 V,75 | mundo, cualquiera que sea su duración cronológica, vive ya en 837 III,39 | hace real, sustancial y duradera la presencia del Señor resucitado 838 IV,57 | cristianamente, es algo mucho más duradero y consolador; sabe resistir 839 IV,72 | precisamente en domingo sienten más duramente su soledad, sus necesidades, 840 V,78(124) | praetereunt, sanctorum gloria durat in Christo qui cuncta novat, 841 III,36(49) | PL 4, 553; Id. De cath. Eccl. unitate, 7: CSEL 31, 215; 842 IV,71(115) | Dominus Deus dicat? Et tu ad ecclesiam venis, non ut aliquid largiaris 843 III,52 | Espíritu, en muchos ambientes eclesiales se advierte una nueva exigencia 844 IV,68 | exigencias de la vida social y económica, anticipando, en cierto 845 IV,66 | sociedades más desarrolladas económicamente, demasiados casos de injusticia 846 V,79 | las condiciones sociales y económicas, así como su arraigo en 847 II,30 | calendario civil, el Concilio Ecuménico Vaticano II declara que 848 III,36 | corresponde ante todo a los padres educar a sus hijos para la participación 849 III,37 | la asamblea eucarística y educarlos para la espera del « divino 850 IV,57 | aún, un día propicio para educarse en la alegría, descubriendo 851 III,49 | ofrecer a todos la posibilidad efectiva de cumplir el precepto. 852 III,40 | así como el crecimiento efectivo del conocimiento y del aprecio 853 III,49 | festiva » a todos los efectos, es la del domingo, con 854 0,3 | las parroquias romanas, efectuadas precisamente de manera regular 855 II,23(23) | cf. M. Hayek, Maronite [Église],, Dictionnaire de spiritualité, 856 0,2 | generación lo que constituye el eje central de la historia, 857 IV,65 | increíblemente el poder que el hombre ejerce por medio de su trabajo.~ 858 Conclu,87 | comunidades cristianas y ejercerá benéficos influjos en toda 859 III,37 | la Iglesia hace como un « ejercicio del deseo »,(56) en el que 860 III,31 | misma de la Iglesia, la ekklesía, asamblea convocada por 861 IV,68 | fraterna, los fieles han de elegir, entre los medios de la 862 IV,55 | Sea bendito Aquél que ha elevado el gran día del domingo 863 | ellas 864 V,78 | Señor, su expresión más elocuente. Siguiendo los tiempos del 865 III,47 | como en el Concilio de Elvira del 300, que no habla de 866 IV,70 | uno pasa hambre, otro se embriaga. ¿No tenéis casas para comer 867 III,53 | pueden darse situaciones de emergencia en los Países de secular 868 IV,66 | histórico la obligación de empeñarse para que todos puedan disfrutar 869 III,46 | primera Apología dirigida al emperador Antonino y al Senado, describía 870 I,8 | bíblica de la creaciónempezaba el « sábado », tan característico 871 II,23 | embargo, bien pronto se empezó a distinguir los dos días 872 0,3 | por vuestro clerohabéis emprendido sobre este importante tema. 873 III,37 | en domingo, la Iglesia se encamina hacia el último « día del 874 0,4 | suceder que el hombre quede encerrado en un horizonte tan restringido 875 IV,60 | el tiempo del riesgo de encerrarse en sí mismo, para que quede 876 IV,55 | gran día del domingo por encima de todos los días. Los cielos 877 Conclu,86 | 86. Encomiendo la viva acogida de esta 878 II,21 | los fieles de Tróada se encontraban reunidos « para la fracción 879 III,46 | llamada de los Pastores ha encontrado generalmente una adhesión 880 Conclu,87 | mujeres del tercer Milenio, encontrándose con la Iglesia que cada 881 I,18 | por su pueblo en el Éxodo encontró en la muerte y resurrección 882 IV,71 | desprecies, pues, cuando lo encuentres desnudo en los pobres, ni 883 V,75 | Cristo glorificado. Esta energía vital es la que impulsa 884 Conclu,84 | en la sociedad irradiando energías de vida y motivos de esperanza. 885 III,54 | Finalmente, los fieles que, por enfermedad, incapacidad o cualquier 886 III,37 | cielo, de junto a Dios, « engalanada como una novia ataviada 887 V,74 | Tú eres mi hijo, yo te he engendrado » [7]. Precisamente por 888 V,76 | con su ritmo semanal, está enraizado en la tradición más antigua 889 III,49 | Misa donde se encuentren, enriqueciendo así la comunidad local con 890 IV,68 | aburrimiento, debe comportar enriquecimiento espiritual, mayor libertad, 891 III,31 | acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, 892 IV,71 | 71. Las enseñanzas de los Apóstoles encontraron 893 0,6 | Concilio Vaticano II al enseñar que, en el domingo, « los 894 IV,57 | y quizás en la amargura. Entendida cristianamente, es algo 895 III,45 | y despedidahan de ser entendidos y valorados mejor, desde 896 I,11 | ofrecida a la humanidad entera, mediante la alianza salvífica 897 I,10 | a sí mismo y al universo entero con Él, de modo que, con 898 IV,73 | comunidades, y a veces pueblos enteros, están sumergidos. Lejos 899 IV,63 | derechos del hombre. Así se entiende por qué los cristianos, 900 I,8 | pueblo del Éxodo con la entrada en la tierra prometida ( 901 V,76 | nueva es porque Jesús « fue entregado por nuestros pecados, y 902 IV,55 | ángeles y los hombres se entregan a la alegría ».(99) Estas 903 III,44 | alimento. En efecto, « Cristo entregó a la Iglesia este sacrificio 904 III,42 | escatológica, cuando Cristo « entregue a Dios Padre el Reino [...] 905 IV,57(103) | de la Santa Faz, Derniers entretiens, 5-6 julio 1897, en: Oeuvres 906 I,9 | elemento del universo, dejando entrever al mismo tiempo el secreto 907 I,8 | en el que Cristo mismo entró con su resurrección y en 908 II,26 | imperecedero que no podrá envejecer; el domingo es el preanuncio 909 III,53 | confía a las Conferencias Episcopales.(96) El objetivo, sin embargo, 910 V,79(129) | Cf. Caeremoniale Episcoporum, ed. typica 1995, n. 230.~ 911 IV,65 | depende todo. En nuestra época es mucho más urgente este 912 V,75 | sentido del tiempo. No hay equivalencia con los ciclos cósmicos, 913 V,74 | afirmación del Salmo 2: « Tú eres mi hijo, yo te he engendrado » [ 914 II,26(28) | 17: CSEL 34, 188: « Ita ergo erit octavus, qui primus, 915 II,26(28) | CSEL 34, 188: « Ita ergo erit octavus, qui primus, ut 916 IV,64 | impedimentos. (108)~Sería, pues, un error ver en la legislación respetuosa 917 IV,61 | el « día del hombre » no escapó a los Padres en su meditación 918 II,26 | Confesiones hablando del eschaton como « paz del descanso, 919 II,23 | San Ignacio de Antioquía escribe: « Si los que se habían 920 II,27 | humanidad. San Justino, escribiendo a los paganos, utiliza la 921 I,8 | subraya también Pablo al escribir a los Colosenses: « Por 922 II,22 | Padres de la Iglesia en sus escritos y predicaciones. El misterio 923 III,31 | promesa de Cristo sigue siendo escuchada en la Iglesia como secreto 924 III,41 | de modo que lo que se ha escuchado impregne profundamente nuestra 925 Conclu,86 | María miran los fieles que escuchan la Palabra proclamada en 926 0,6 | en asamblea a fin de que, escuchando la Palabra de Dios y participando 927 IV,71 | quizás oprimiéndolos: « ¿Escuchas, rico, qué dice el Señor? 928 I,18 | tercer mandamiento depende esencialmente del recuerdo de las obras 929 III,51 | 51. Es necesario además esforzarse para que todos los presentes 930 III,38 | cometidos de la vida, se esfuerzan en dar todos los días de 931 III,41 | tiempo su fidelidad en el esfuerzo de una continua « conversión ». 932 III,50 | de preparar con especial esmero. En las formas sugeridas 933 | esos 934 I,12 | reptil del suelo; arco, espada y guerra los quebraré lejos 935 III,35(46) | Osservatore Romano ed. en lengua española, 10 de abril de 1998, p. 936 III,43 | sacrificio de la Cruz. Bajo las especies de pan y vino, sobre las 937 IV,64 | relacionarlo con el significado específico del descanso sabático. Solamente 938 II,23 | discípulos suyos en el Espíritu, esperaban como a su maestro? ».(21) 939 III,40 | sola, producir los frutos esperados. Son muy loables, pues, 940 III,45 | Espíritu, los cometidos que les esperan en su vida ordinaria. En 941 V,75 | cristiano sabe que no debe esperar otro tiempo de salvación, 942 III,44 | fieles participen de él tanto espiritualmente por la fe y la caridad como 943 II,30 | domingo.(36) La práctica espontánea pasó a ser después norma 944 II,24 | reflexión cristiana relacionó espontáneamente la resurrección ocurrida « 945 IV,72 | una iniciativa dominical esporádica. Pero teniendo una actitud 946 0,4 | Países en los que las leyes establecen el carácter festivo de este 947 I,11 | relación que Dios quiere establecer con la criatura hecha a 948 V,76 | paso de las fechas y de las estaciones el recuerdo de los acontecimientos 949 IV,55 | primer día de la semana, estad todos alegres », se lee 950 IV,66 | derecho del trabajador que el Estado debe garantizar. (110)~Rige 951 III,35(46) | grupo de Obispos de los Estados Unidos de América (17 de 952 I,12(12) | también el canto Leka dôdi: « Estará contento de ti tu Dios, 953 IV,56 | Jesús antes de la pasión: « Estaréis tristes, pero vuestra tristeza 954 IV,58 | humanas verdaderas. Es más, éstas son exaltadas y tienen su 955 V,78 | del que obtiene alimento y estímulo.~ 956 III,31 | del Resucitado~31. « Yo estoy con vosotros todos los días 957 0,1 | consideración privilegiada por su estrecha relación con el núcleo mismo 958 IV,61 | haya descansado; hizo las estrellas, la luna, el sol, y ni tan 959 I,9 | Gn 1,10.12, etc.). Este estribillo, repetido durante la narración, 960 V,77 | conmemorativa ha guiado la estructuración de todo el año litúrgico. 961 III,40 | particular cuidado, mediante el estudio del texto sagrado y la oración, 962 V,76 | fundamenta la vida de la Iglesia estuvieron, por designio de Dios, vinculados 963 I,13 | estructuras fundamentales de la ética, Israel y luego la Iglesia 964 III,51(93) | Iglesia, 10: « in oblationem Eucharistiae concurrunt ».~ 965 II,21 | milagro para reanimar al joven Eutico (cf. Hch 20,7-12). El libro 966 II,19(17) | Cf. In Io. ev. tractatus XX, 20, 2: CCL 967 III,45 | Resucitado están llamados a ser evangelizadores y testigos en su vida cotidiana. 968 IV,73 | sumergidos. Lejos de ser evasión, el domingo cristiano es 969 III,52 | de las Vísperas— o bien eventuales momentos de catequesis, 970 III,36 | no se trata únicamente de evitar que a las asambleas parroquiales 971 0,1 | Co 5,17). Es el día de la evocación adoradora y agradecida del 972 II,26 | posición única y trascendente, evocadora no sólo del inicio del tiempo, 973 0,4 | festivo de este día, la evolución de las condiciones socioeconómicas 974 V,78 | sino que al contrario lo exalta, mostrando el poder de su 975 IV,58 | verdaderas. Es más, éstas son exaltadas y tienen su fundamento último 976 I,14 | realidad está orientada, sin excepciones, hacia Dios. El tiempo y 977 IV,65 | liberarse de la serie, a veces excesivamente absorbente, de los compromisos 978 0,1 | pues, resulta adecuada la exclamación del Salmista: « Éste es 979 IV,55 | la alegría ».(99) Estas exclamaciones de la liturgia maronita 980 I,18 | hijos de Dios que pueden exclamar, con Cristo, « ¡Abbá, Padre! » ( 981 III,54 | Eucaristía y están por tanto excusados de cumplir el precepto, 982 III,37(56) | vita nostra, ut desiderando exerceamur »: S. Agustín, In prima 983 I,10 | en la Encíclica Laborem exercens, constituyen en cierto sentido 984 IV,70 | importante escuchar las severas exhortaciones a la comunidad de Corinto, 985 II,25 | bautismal del domingo, sea exhortando a celebrar los bautismos, 986 Conclu,87 | el domingo sin ocaso. Os exhorto, pues, queridos Hermanos 987 III,54 | precepto dominical, que exige la participación en la asamblea 988 V,77 | día de Pentecostés y la expectativa de la feliz esperanza y 989 I,17 | mismo gozo que el Creador experimentó después de la creación viendo « 990 II,22 | Cristo resucitado debía haber explicado a los discípulos. A la luz 991 0,1 | acercó y caminaba con ellos, explicando las Escrituras y revelándose « 992 I,15 | también momentos de oración explícita, en los que dicha relación 993 V,75 | será sino una expansión y explicitación de lo que sucedió el día 994 III,47 | negligencia de algunos, ha debido explicitar el deber de participar en 995 I,10 | capítulos del Génesis, como exponía en la Encíclica Laborem 996 I,18 | de la humanidad, está ya expresado por el gozo con el que Cristo, 997 III,41 | y que la liturgia prevé expresamente en la celebración de la 998 III,40 | a la palabra del Señor, expresando fielmente sus contenidos 999 III,40 | canto, y no sólo la homilía, exprese de algún modo el mensaje 1000 III,49 | convendrá que estas comunidades expresen una calurosa acogida a los 1001 III,32 | Eucaristía no sólo una fuerza expresiva especial, sino como su « 1002 III,44 | un gesto particularmente expresivo, que los fieles son invitados


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