Capítulo,Párrafo

 1  I,1   |            Un signo de los tiempos~1. LA DIGNIDAD DE LA MUJER
 2  I,1   |          la humanidad no decaiga».(1) Las palabras de este Mensaje
 3  I,2   |            y hembra los creó» (Gén 1, 27).(11)~Esta eterna verdad
 4 II,3   |    preestablecido en Dios» (cf. Ef 1,9). El Hijo,Verbo consubstancial
 5 II,3   |           medio del Hijo» (cf. Heb 1, 1-2). El envío de este
 6 II,3   |        medio del Hijo» (cf. Heb 1, 1-2). El envío de este Hijo,
 7 II,3   |    misterio de su voluntad (cf. Ef 1, 9): por Cristo, la Palabra
 8 II,3   |          divina (cf. Ef 2, 18;2 Pe 1, 4)».(15)~La mujer se encuentra
 9 II,3   |           imposible para Dios» (Lc 1, 31. 37).(16)~Es fácil recordar
10 II,3   |       Verbo se hace carne» (cf. Jn 1, 14).De esta manera, María
11 II,5   |          la esclava del Señor» (Lc 1, 38). A esta frase no se
12 II,5   |        profecía de Isaías (cf. 42, 1; 49, 3. 6; 52, 13), en la
13 III,6  |            y hembra los creó» (Gén 1, 27 ). Este conciso fragmento
14 III,6  |           tierra y sometedla» (Gén 1, 28). El Creador confía
15 III,6  |         del mundo visible (cf. Gén 1, 28).~En la segunda descripción
16 III,6  |      fragmento conciso del Génesis 1, 27-28 y, al mismo tiempo,
17 III,6  |        someter la tierra» (cf. Gén 1, 28)? Ciertamente se trata
18 III,6  |           tierra y sometedla» (Gén 1, 28).~
19 III,7  |         semejanza de Dios (cf. Gén 1, 26-27), podemos comprender
20 III,7  |           en sí mismo es amor (cf. 1 Jn 4, 16).~La imagen y semejanza
21 III,8  |        Hijo» hecho hombre (cf. Heb 1, 1-2), Dios habla un lenguaje
22 III,8  |           hecho hombre (cf. Heb 1, 1-2), Dios habla un lenguaje
23 III,8  |           en una luz inaccesible» (1 Tim 6, 16): Él es el «Diverso»
24 III,8  |         esposo y padre (cf. Os 11, 1-4; Jer 3, 4-19), pero a
25 IV,9   |           el Libro del Génesis (3, 1-5). El pecado provoca la
26 IV,9   |          fue Adán, sino la mujer» (1 Tim 2, 13-14). Sin embargo,
27 IV,9   |            de su voluntad» (cf. Ef 1, 4-6). La enseñanza bíblica
28 IV,10  |           soberbia de la vida (cf. 1 Jn 2, 16). Las palabras
29 IV,11  |         todo estaba muy bien» (Gén 1, 31). La redención, en cierto
30 IV,11  |          nuevo y último Adán» (cf. 1 Cor 15, 45), el cual ha
31 IV,11  |        maravillas el Poderoso» (Lc 1, 49). Esto se refiere ciertamente
32 IV,11  |             Hijo del Altísimo» (Lc 1, 32), el «santo» de Dios;
33 IV,11  |            la mentira» (cf. Gén 3, 1-5). Con la llegada de «la
34  V,13  |            cama con la fiebre» (Mc 1, 30), o como la mujer «que
35  V,13  |           otras muchas» (cf. Lc 8, 1-3). En otras ocasiones las
36  V,13  |        vírgenes necias (cf. Mt 25, 1-13). Particularmente elocuente
37  V,13  |          tenía para vivir» (Lc 21, 1-4). Con estas palabras Jesús
38  V,13  |     indefensos (cf. también Lc 18, 1-7).~En las enseñanzas de
39  V,13  |           la ama en Cristo (cf. Ef 1, 1-5 ). Por esto, cada mujer
40  V,13  |           ama en Cristo (cf. Ef 1, 1-5 ). Por esto, cada mujer
41  V,16  |          los apóstoles (cf. Mt 28, 1-10; Lc 24, 8-11). El Evangelio
42  V,16  |         hijas profetizarán» (Jl 3, 1). Al cumplirse los cincuenta
43 VI,17  |          yo no conozco varón?» (Lc 1, 31. 34). En el orden común
44 VI,17  |          no conozco varón» (cf. Lc 1, 34) y al mismo tiempo se
45 VI,18  |           favor de Yahveh» (Gén 4, 1). La exclamación de Eva, «
46 VI,18  |           favor de Yahveh» (Gén 4, 1). El Creador concede a los
47 VI,18  |           mí según tu palabra» (Lc 1, 38) significan la disponibilidad
48 VI,19  |            ser «hijos de Dios» (Jn 1, 12). La dimensión de la
49 VI,20  |         que no conozco varón?» (Lc 1, 34). Aunque «estaba desposada
50 VI,20  |       hombre llamado José» (cf. Lc 1, 27), ella estaba firme
51 VI,20  |           Santo sobre ella (cf. Lc 1, 35). Esta maternidad divina,
52 VI,20  |             con Cristo-Esposo (cf. 1 Cor 6, 17).~Este es el ideal
53 VII,23 |           del «principio» (cf. Gén 1, 27; 2, 24) indica que todo
54 VII,25 |         que ha amado primero» (cf. 1 Jn 4, 19) y que, con el
55 VII,25 |          hasta el extremo» (Jn 13, 1). El Esposo —el Hijo consubstancial
56 VII,26 |           memoria mía» (Lc 22, 19; 1 Cor 11, 24), que está unido
57 VII,26 |          hasta el extremo» (Jn 13, 1). El «don sincero», contenido
58 VII,27 |     agradable a Dios» (cf. Rom 12, 1), dar en todo lugar testimonio
59 VII,27 |        eterna a quien lo pida (cf. 1 Ped 3, 15).(51) La participación
60 VII,27 |         sacerdotes» (Ap 5, 10; cf. 1 Ped 2, 9), esto es, que
61 VII,27 |          de Cencreas» (cf. Rom 16, 1), Prisca con su marido Aquila (
62 VII,27 |         casa de Timoteo (cf. 2 Tim 1, 5).~Lo mismo se repite
63 VIII   |          es «Testigo fiel» (cf. Ap 1, 5) y Maestro. Un modo diverso
64 VIII,28|         semejanza de Dios (cf. Gén 1, 27; 5, 1). Con la significativa
65 VIII,28|            Dios (cf. Gén 1, 27; 5, 1). Con la significativa comparación
66 VIII,28|          mayor es la caridad» (cf. 1 Cor 13, 13).~Si no recurrimos
67 VIII,28|         Santo vendrá sobre ti» (Lc 1, 35).~
68 VIII,29|           sobre su cabeza» (Ap 12, 1). Se podría decir: una mujer
69 VIII,29|           la mayor es la caridad» (1 Cor 13, 13).~Así pues, una
70 VIII,29|            aquel «sacerdocio real»(1 Ped 2, 9) que es la riqueza
71 VIII,29|          Dios sea «todo en todos» (1 Cor 15, 28).(62)~Entonces
72 VIII,29|           la mayor es la caridad» (1 Cor 13, 13).~
73 IX,30  | manifestaciones del Espíritu» (cf. 1 Cor 12, 4 ss.), que con