Capítulo,Párrafo

 1  I,2  |         María, Madre de Dios, en el Misterio de Cristo y de la Iglesia».
 2  I,2  |            pertenece íntimamente al misterio salvífico de Cristo y por
 3  I,2  |           de un modo especial en el misterio de la Iglesia. Puesto que «
 4  I,2  |           de la Madre de Dios en el Misterio de la Iglesia nos hace pensar
 5  I,2  |          humanidad entera, unida al misterio del principio bíblico: «
 6  I,2  |      constituye en nuestros días el misterio que sólo en el «Verbo encarnado
 7 II,3  |        esencial el cumplimiento del misterio «preestablecido en Dios» (
 8 II,3  |             aquel último e inefable misterio que envuelve nuestra existencia,
 9 II,3  |            Sí mismo y manifestar el misterio de su voluntad (cf. Ef 1,
10 II,4  |           Dios que se realizó en el Misterio de la encarnación del Verbo
11 III,7 |         revelación del inescrutable misterio de su vida íntima. Dios,
12 III,7 |       Personas se aman en el íntimo misterio de la única vida divina.
13 III,8 |         también, indirectamente, el misterio del eterno «engendrar»,
14 III,8 |        unido al Padre por el eterno misterio del engendrar divino, y
15 IV,9  |           lo que hay que llamar «el misterio del pecado» y, más propiamente
16 IV,9  |            más propiamente aún, «el misterio del mal» en el mundo creado
17 IV,9  |             es posible entender el «misterio del pecado» sin hacer referencia
18 IV,9  |          adecuada sin referirnos al misterio de la creación del ser humano —
19 IV,9  |         puede comprender también el misterio de aquella «no-semejanza»
20 IV,9  |             la «lógica» interna del misterio mismo de la creación. Esta
21 IV,11 |            paulina constatan que el misterio de la redención del hombre
22 IV,11 |         toma y renueva lo que en el misterio de la creación correspondía
23 IV,11 |             abraza en sí misma este misterio de la «mujer», cuyo comienzo
24 IV,11 |           abraza en el interior del misterio de Cristo, «nuevo y último
25 IV,11 |         tiempo verdadero hombre. El misterio de la Redención del mundo
26 IV,11 |           revelación correlativa al misterio de la redención. María significa,
27 IV,11 |         historia de la humanidad el misterio de la redención, esta conciencia
28  V,12 | consecuencias del pecado, de aquel «misterio de iniquidad» que actúa
29  V,13 |       cumplimiento definitivo en el misterio pascual de la redención.
30  V,13 |      introducir en la dimensión del misterio pascual cada palabra y cada
31  V,14 |           quizás en relación con el misterio del «principio», cuando
32  V,16 |       demuestra hacia él y hacia su misterio una sensibilidad especial,
33  V,16 |       particular en relación con el misterio pascual; no sólo en el momento
34 VI,17 |      extenderá su «sombra» sobre el misterio de la concepción y del nacimiento
35 VI,18 |            de participar en el gran misterio del eterno engendrar. Los
36 VI,18 |        hombre, se refleja el eterno misterio del engendrar que existe
37 VI,18 |            comunión especial con el misterio de la vida que madura en
38 VI,18 |         mujer. La madre admira este misterio y con intuición singular «
39 VI,19 |         maternidad de la mujer y el misterio pascual. En efecto, en dicho
40 VI,19 |        pascual. En efecto, en dicho misterio está contenido también el
41 VI,19 |      participa mediante la fe en el misterio desconcertante del «despojo»
42 VI,19 |             está relacionado con el misterio pascual, es decir, con aquel
43 VI,22 |            Iglesia:(43) «Pues en el misterio de la Iglesia, que con razón
44 VI,22 |            es posible comprender el misterio de la Iglesia, su realidad,
45 VI,22 |            óptica de nuestra fe, el misterio de la «mujer»: virgen-madre-esposa.~
46 VII,23|                                Gran misterio»~23. Las palabras de la
47 VII,23|          harán una sola carne. Gran misterio es éste, lo digo respecto
48 VII,23|            hombre y la mujer con el misterio de Cristo y de la Iglesia.
49 VII,23|  constituyen la totalidad del «gran misterio» («sacramentum magnum»).
50 VII,23|         simbólico, expresa el «gran misterio» divino.~
51 VII,25|       dimensión simbólica del «gran misterio»~25. En el texto de la Carta
52 VII,25|        servir para revelar «el gran misterio». Se trata de una dimensión
53 VII,25|           fue otorgada a ella en el misterio de la creación. En la actitud
54 VII,26|           vasto trasfondo del «gran misterio», que se expresa en la relación
55 VII,26|  encontramos en el centro mismo del Misterio pascual, que revela hasta
56 VII,26|          los Efesios. En este «gran misterio» de Cristo y de la Iglesia
57 VII,26|       querida por Dios, tanto en el misterio de la creación como en el
58 VII,27|           expresa a la vez el «gran misterio» de la Carta a los Efesios:
59 VII,27|              En el ámbito del «gran misterio» de Cristo y de la Iglesia
60 VII,27|              se mide según el «gran misterio», en el que la Esposa responde
61 IX,30 |          Santísima Trinidad por el «misterio de la mujer» y por cada
62 IX,30 |           días. Al meditar sobre el misterio bíblico de la «mujer», la
63 IX,30 |           nuevo a sí mismas en este misterio y hallen su «vocación suprema».~