Capítulo,Párrafo

 1  I,1   |           que ha hecho que el ser humano pueda existir sólo como
 2  I,2   |          unidad de todo el género humano»,(10) la presencia especial
 3  I,2   |          hijos e hijas del género humano, en los que, en el transcurso
 4  I,2   |           creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen
 5  I,2   |        eterna verdad sobre el ser humano,hombre y mujer —verdad que
 6 II,3   |         aspiraciones del espíritu humano a la búsqueda de Dios —a
 7 II,3   |         expectativas del espíritu humano. Supera incluso las expectativas
 8 II,4   |       arquetipo de todo el género humano, es decir, representa aquella
 9 II,4   |           voluntad libre del «yo» humano. Lo mismo acontece en la
10 III,6  |             Creó pues Dios al ser humano a imagen suya, a imagen
11 III,6  |        mundo visible, y el género humano, que tiene su origen en
12 III,6  |         con Dios, esencial al ser humano, es transmitida a sus descendientes
13 III,6  |            de la tierra al género humano, a todas las personas, tanto
14 III,6  |         carácter personal del ser humano. El hombre —ya sea hombre
15 III,6  |         en el mismo, sobre el ser humano creado a imagen y semejanza
16 III,7  |         carácter personal del ser humano, gracias al cual ambos —
17 III,7  |            El hecho de que el ser humano, creado como hombre y mujer,
18 III,7  |  semejanza de Dios, que el género humano lleva consigo desde el «
19 III,7  |     fundamento de todo el «ethos» humano. El Antiguo y el Nuevo Testamento
20 III,7  |       bíblica y cristiana. El ser humano —ya sea hombre o mujer—
21 III,7  |         Esto concierne a cada ser humano, tanto mujer como hombre,
22 III,7  |          esta verdad sobre el ser humano constituye el punto de partida
23 III,8  |            Dios habla un lenguaje humano, usa conceptos e imágenes
24 III,8  |        tiempo Hijo auténticamente humano de su Madre Virgen.~Si bien
25 III,8  |            lo que en el engendrar humano es propio del hombre o de
26 III,8  |            En cambio, en el orden humano el engendrar es propio de
27 IV,9   |         dignidad esencial del ser humano —hombre y mujer— en el mundo
28 IV,9   |   misterio de la creación del ser humano —hombre y mujer— a imagen
29 IV,9   |           embargo, también el ser humano —hombre y mujer— es herido
30 IV,9   |       semejanza de Dios en el ser humano, tanto mujer como hombre,
31 IV,10  |         sobre la creación del ser humano, como hombre y mujer, constituye
32 IV,11  |        pesan sobre todo el género humano, y al mismo tiempo contiene
33  V,14  |        válida para todo el género humano. El hecho referido en el
34 VI,18  | maternidad, como hecho y fenómeno humano, tiene su explicación plena
35 VI,18  |       trino (cf. Ef 3, 14-15). El humano engendrar es común al hombre
36 VI,18  |        parte del normal mecanismo humano de ser padres, incluso cuando
37 VI,19  |         establecido con el género humano mediante la maternidad de
38 VI,19  |      hijos y las hijas del género humano, los que reciben del Hijo
39 VI,19  |         Cristo ilumina el generar humano, convirtiéndolo en realidad
40 VI,20  |       evangélico se dirige al ser humano sin ninguna diferencia en
41 VI,22  |      hijos y las hijas del género humano. Y tal maternidad —como
42 VI,22  |    profunda unión entre lo que es humano y lo que constituye la economía
43 VI,22  |           es decir, de lo que es «humano», sin una adecuada referencia
44 VII,23 |          haber sido creado el ser humano —hombre y mujer— a imagen
45 VII,23 | sirviéndose de un lenguaje que es humano por esencia. En el texto
46 VII,23 |      Isaías que hemos citado, es «humano» el modo de expresarse el
47 VII,25 |           el carácter divino y no humano del amor de Dios: «Tu esposo
48 VII,25 |  convierte en símbolo de todo lo «humano», según las palabras de
49 VII,25 |         En el ámbito de lo que es humano, es decir, de lo que es
50 VII,25 |            En la Iglesia cada ser humano —hombre y mujer— es la «
51 VII,25 |          representado el carácter humano del amor con el cual Dios
52 VII,25 |          y ejemplo para todo amor humano, en particular para el amor
53 VIII,29|          hombre, es decir, el ser humano. Naturalmente, cada hombre
54 VIII,29|      aquello que es esencialmente humano. En este sentido, sobre
55 VIII,29|        por el hecho de que es ser humano. Y porque «la mayor es la
56 IX,30  |      mujeres que velan por el ser humano en la familia, la cual es