Capítulo,Párrafo

 1  I,1   |     seglares —tanto mujeres como hombres— provenientes de las Iglesias
 2 II,3   |       Concilio Vaticano II: «Los hombres esperan de las diversas
 3 II,3   |       Espíritu Santo, pueden los hombres llegar hasta el Padre y
 4 II,3   |          era «imposible para los hombres, pero posible para Dios» (
 5 II,4   |       los seres humanos, ya sean hombres o mujeres. Por otra parte,
 6 II,4   |      Padre concedida a todos los hombres («filii in Filio»)— es pura
 7 II,4   |       Dios en la historia de los hombres respeta siempre la voluntad
 8 II,5   |          manifestará a todos los hombres la dignidad real del servicio,
 9 III,6  |        todas las personas, tanto hombres como mujeres, que reciben
10 III,6  |       nuevas generaciones de los hombres, a la que el matrimonio
11 III,7  |          se deja conocer por los hombres por medio de Cristo, es
12 III,7  |       sobre la «comunidad de los hombres», de la Constitución pastoral
13 III,8  |    llegar a ser conocido por los hombres. Al mismo tiempo, el lenguaje
14 IV,9   |          a las personas humanas, hombres y mujeres, a todos y a cada
15 IV,11  |       había dirigido solamente a hombres: Noé, Abraham, Moisés. Al
16  V,13  |   Abraham» se refiere sólo a los hombres. Recorriendo la vía dolorosa
17  V,14  |   conscientes de su pecado a los hombres que la acusan para poder
18  V,16  |      divinas, lo mismo que a los hombres. Puede decirse que de esta
19 VI,20  |       que en este caso eran sólo hombres. No obstante, la respuesta
20 VI,20  |       tiene valor tanto para los hombres como para las mujeres y,
21 VI,20  |         esperanza para todos los hombres según la Alianza eterna,
22 VI,20  |       comienzos del cristianismo hombres y mujeres se han orientado
23 VI,21  |  expresar como solicitud por los hombres, especialmente por los más
24 VI,21  |         está abierta a todos los hombres, abrazados por el amor de
25 VII,24 |          esposos, como mujeres y hombres concretos, y les recuerda
26 VII,24 |  sucediendo, una llamada que los hombres deben acoger siempre de
27 VII,24 |          las que están sometidos hombres y pueblos, y que todavía
28 VII,25 |     personas, tanto mujeres como hombres. «Cristo ha amado a la Iglesia»
29 VII,25 |         todos los seres humanos —hombres y mujeres— están llamados
30 VII,25 |          la Iglesia, también los hombres están incluidos en el concepto
31 VII,25 |          la Iglesia, a todos los hombres. Meditando todo lo que los
32 VII,26 |      como apóstoles suyos sólo a hombres, lo hizo de un modo totalmente
33 VII,26 |    llamado como apóstoles a unos hombres, siguiendo la mentalidad
34 VII,27 |          los bautizados, ya sean hombres o mujeres, en cuanto deben «
35 VII,27 |         a las mujeres como a los hombres, y concierne obviamente
36 VII,27 |       institución» compuesta por hombres y mujeres insertos en la
37 VII,27 |      tiempos, había, junto a los hombres, numerosas mujeres, para
38 VIII,28| colaboración entre las personas, hombres y mujeres. En este contexto
39 VIII,29|        riqueza dada por Él a los hombres? Cristo, sumo y único sacerdote
40 IX,30  |          tal como, junto con los hombres, peregrinan en esta tierra