Capítulo,Párrafo

 1  I,1   |      terris del Papa Juan XXIII.(5) Después del Concilio Vaticano
 2 II,5   |      Servir quiere decir reinar»~5. Este acontecimiento posee
 3 IV,9   |       bien y el mal» (cf. Gén 3, 5), es decir, decidiendo sobre
 4 IV,9   |          Libro del Génesis (3, 1-5). El pecado provoca la ruptura
 5 IV,11  |       nueva criatura» (cf. 2 Cor 5, 17). Es más, ella misma,
 6 IV,11  |        es el hombre» (cf. Sal 8, 5).~A través de todas las
 7 IV,11  |        la mentira» (cf. Gén 3, 1-5). Con la llegada de «la
 8  V,13  |         flujo de sangre» (cf. Mc 5, 25-34) y que no podía tocar
 9  V,13  |       Jesús «entre la gente» (Mc 5, 27), mereció la alabanza
10  V,13  |         Tu fe te ha salvado» (Mc 5, 34). Encontramos también
11  V,13  |          lo digo, levántate» (Mc 5, 41). En otra ocasión es
12  V,13  |       ama en Cristo (cf. Ef 1, 1-5 ). Por esto, cada mujer
13  V,14  |          ella en su corazón» (Mt 5, 28). Estas palabras dirigidas
14  V,15  |          y a Lázaro» (cf. Jn 11, 5). María, «escuchaba la palabra»
15 VI,19  |        tu voluntad» (cf. Heb 10, 5. 7).~En el orden de la Alianza
16 VI,19  |     nuevas criaturas» (cf. 2 Cor 5, 17). Desde el punto de
17 VII,23 |          a Cristo y la Iglesia» (5, 25-32).~En esta Carta el
18 VII,23 |          la Carta a los Efesios (5, 23-32). Cristo es saludado
19 VII,23 |    entregó a sí mismo por ella» (5, 25); con esto recibe plena
20 VII,23 |         Santo de Israel» (Is 54, 5). En el texto paulino la
21 VII,24 |        matrimonio (Gén 2, 24; Ef 5, 31). En este amor se da
22 VII,24 |        sin mancha ni arruga» (Ef 5, 27). Se puede decir que
23 VII,24 |          es cabeza de la mujer» (5, 22-23a). El autor sabe
24 VII,24 |         temor de Cristo» (cf. Ef 5, 21), tanto más que al marido
25 VII,24 |         a sí mismo por ella» (Ef 5, 25), e incluso para dar
26 VII,25 |         tierra se llama» (Is 54, 5). Lo mismo podemos decir
27 VII,25 |      también su «cuerpo» (cf. Ef 5, 23), él ha amado a cada
28 VII,27 |         reino de sacerdotes» (Ap 5, 10; cf. 1 Ped 2, 9), esto
29 VII,27 |       que nos ha sido dado» (Rom 5, 5). El Concilio Vaticano
30 VII,27 |        nos ha sido dado» (Rom 5, 5). El Concilio Vaticano II,
31 VII,27 | inmaculada y sin mancha» (cf. Ef 5, 27).(54) En este sentido
32 VII,27 |         de Timoteo (cf. 2 Tim 1, 5).~Lo mismo se repite en
33 VIII   |         Testigo fiel» (cf. Ap 1, 5) y Maestro. Un modo diverso
34 VIII,28|          la Carta a los Efesios (5, 21-33), donde la relación
35 VIII,28|          de Dios (cf. Gén 1, 27; 5, 1). Con la significativa
36 VIII,28|       que nos ha sido dado» (Rom 5, 5).~La llamada a la existencia
37 VIII,28|        nos ha sido dado» (Rom 5, 5).~La llamada a la existencia
38 VIII,28|    Antiguo Testamento (cf. Dt 6, 5; Lev 19, 18) y puesto por