Capítulo,Párrafo

 1 II,5   |          la conciencia de ser el Redentor del mundo. María, desde
 2 IV,11  | significativo que el anuncio del redentor, del salvador del mundo,
 3 IV,11  | progenitora de aquél que será el redentor del hombre.(34) Y si la
 4 IV,11  |        en la lucha salvífica del redentor contra el autor del mal
 5 VI,20  |         Cristo; un don a Cristo, Redentor del hombre y Esposo de las
 6 VI,20  |     sobre todo a Cristo, como el Redentor que «amó hasta el extremo»
 7 VI,21  |   relación con Cristo, que es el Redentor de todos y de cada uno,
 8 VII,23 |      compadecido, dice Yahveh tu Redentor (...) Porque los montes
 9 VII,23 |          sobre el amor de Cristo Redentor, según la analogía del amor
10 VII,25 |          amor esponsal de Cristo redentor: «Porque tanto amó Dios
11 VII,25 |       ser la «Esposa» de Cristo, redentor del mundo. De este modo «
12 VII,25 |         recibe el amor de Cristo Redentor como un don y también en
13 VII,26 |       Esposo de la Iglesia, como Redentor del mundo. La Eucaristía
14 VII,26 |        modo sacramental, el acto redentor de Cristo, que «crea» la
15 VII,26 |         modo sacramental el acto redentor de Cristo Esposo en relación
16 VII,27 |         de Cristo, con el que el Redentor ha ofrecido al Padre el
17 VII,27 |         don del amor del Esposo, Redentor del mundo. Esto concierne
18 VII,27 |         de Cristo, el cual, como Redentor del mundo, es el único Esposo
19 VII,27 |   respuesta de la Esposa al amor redentor del Esposo adquiría plena
20 VIII,28|          ojos de Dios —Creador y Redentor— como a los ojos del hombre,
21 IX,30  |       Dios» lo que Él, creador y redentor, confía a la mujer, a toda