Capítulo,Párrafo

 1 III,7  |       como hombre y mujer (por la analogía que se presupone entre el
 2 III,8  |    semejanza», los límites de la «analogía». En efecto, la revelación
 3 III,8  |           sobre los límites de la analogía —límites de la semejanza
 4 III,8  |           la semejanza, o sea, la analogía con el «engendrar» divino
 5 IV,11  |        ser el significado de esta analogía? Ciertamente es múltiple.
 6 VI,21  |           partida de esta segunda analogía es el sentido de las nupcias.
 7 VI,22  |            Un reflejo de la misma analogía —y de la misma verdad— lo
 8 VII,23 |         la esposa de Cristo. Esta analogía tiene sus precedentes; traslada
 9 VII,23 |         sea expresado mediante la analogía del amor del hombre hacia
10 VII,23 |         Cristo Redentor, según la analogía del amor esponsal en el
11 VII,23 |            En el texto paulino la analogía de la relación esponsal
12 VII,23 |           su conjunto es una gran analogía, hemos de distinguir lo
13 VII,25 |           segunda dimensión de la analogía que en su conjunto debe
14 VII,25 |           esposo a la esposa, tal analogía expresa la condición «esponsal»
15 VII,25 |    naturalmente no es «igual». La analogía, en efecto, implica una
16 VII,25 | lingüístico se puede decir que la analogía del amor esponsal según
17 VII,25 |       constata también en la gran analogía de la «Esposa», en la Carta
18 VIII,28|      indirectamente mediante esta analogía la verdad sobre la mujer
19 VIII,28|        mujer en su femineidad. La analogía del Esposo y de la Esposa
20 VIII,28|     embargo, en el contexto de la analogía bíblica y en base a la lógica