Capítulo,Párrafo

 1 II,3   |      las diversas religiones la respuesta a los enigmas recónditos
 2 II,3   |       Carta, pone de relieve la respuesta de Dios mismo «en el cual
 3 II,3   |         desde siempre busca una respuesta a las preguntas fundamentales
 4 II,3   |  Nazaret el comienzo de aquella respuesta definitiva, mediante la
 5 II,3   |       Profetas, sino que con la respuesta de María realmente «el Verbo
 6 II,4   |         embargo, y mediante una respuesta desde la fe, María expresa
 7 IV,10  |         parte de la mujer halle respuesta y complemento en un «don»
 8  V,13  |         verdad contenida en tal respuesta fue tan grande que «se iban
 9  V,15  |         mente y de corazón, una respuesta de fe. Jesús manifiesta
10  V,15  |    manifiesta aprecio por dicha respuesta, tan «femenina», y —como
11  V,15  |      tanto, tomando pie de esta respuesta femenina de la mente y del
12 VI,19  |       esta realidad en la misma respuesta de Jesús al grito de aquella
13 VI,20  |       del matrimonio. Al oír la respuesta que el Señor dio a los fariseos,
14 VI,20  |        palabras de Jesús son la respuesta a la pregunta de los discípulos.
15 VI,20  |        hombres. No obstante, la respuesta de Cristo, en sí misma,
16 VI,20  |        divina, por tanto, es la respuesta totalmente imprevisible
17 VI,20  | personalidad femenina halla una respuesta en la virginidad entendida
18 VII,27 |        mujeres, para quienes la respuesta de la Esposa al amor redentor
19 VIII,28|     primado no se puede dar una respuesta completa y adecuada a la