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dios

    Capítulo,Párrafo
1 I,2 | Santísima Virgen María, Madre de Dios, en el Misterio de Cristo 2 I,2 | de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el 3 I,2 | especial de la Madre de Dios en el Misterio de la Iglesia 4 I,2 | principio bíblico: «creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, 5 I,2 | imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra 6 II | II~MUJER - MADRE DE DIOS~(THEOTÓKOS)~ 7 II,3 | Unión con Dios~3. «Al llegar la plenitud 8 II,3 | plenitud de los tiempos envió Dios a su Hijo, nacido de mujer». 9 II,3 | misterio «preestablecido en Dios» (cf. Ef 1,9). El Hijo,Verbo 10 II,3 | humano a la búsqueda de Dios —a veces casi como «caminando 11 II,3 | relieve la respuesta de Dios mismo «en el cual vivimos, 12 II,3 | Act 17, 28). Este es el Dios que «muchas veces y de muchos 13 II,3 | de la autorrevelación de Dios a la humanidad. Esta autorrevelación 14 II,3 | Concilio Vaticano II: «Quiso Dios con su bondad y sabiduría 15 II,3 | salvífico. La autorrevelación de Dios, que es la inescrutable 16 II,3 | santo y será llamado Hijo de Dios (...) ninguna cosa es imposible 17 II,3 | ninguna cosa es imposible para Dios» (Lc 1, 31. 37).(16)~Es 18 II,3 | definitiva, mediante la cual Dios mismo sale al encuentro 19 II,3 | de palabras reveladas por Dios a través de los Profetas, 20 II,3 | María alcanza tal unión con Dios que supera todas las expectativas 21 II,3 | hombres, pero posible para Dios» (cf. Mc 10, 27).~ 22 II,4 | sobrenatural a la unión con Dios en Jesucristo, que determina 23 II,4 | un modo de unión con el Dios vivo, que es propio sólo 24 II,4 | convierte en la Madre de Dios.~Esta verdad, asumida desde 25 II,4 | un hombre que era Hijo de Dios, consubstancial al Padre. 26 II,4 | verdaderamente la Madre de Dios, puesto que la maternidad 27 II,4 | nombre «Theotókos» —Madre de Diosviene a ser el nombre propio 28 II,4 | nombre propio de la unión con Dios, concedido a la Virgen María.~ 29 II,4 | particular de la «Theotókos» con Dios, —que realiza del modo más 30 II,4 | auténtico de aquella unión con Dios que se realizó en el Misterio 31 II,4 | Padre. Toda la acción de Dios en la historia de los hombres 32 II,5 | la verdad revelada sobre Dios y sobre el hombre. En la 33 II,5 | criatura en relación con Dios. Sin embargo, la palabra « 34 II,5 | realidad mujer-Madre de Dios, entramos del modo más oportuno 35 II,5 | definitiva en la unión con Dios. María —la mujer de la Biblia— 36 II,5 | a imagen y semejanza de Dios, no puede llegar a realizarse 37 III | III~IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS~ 38 III,6 | como «imagen y semejanza de Dios» constituye la base inmutable 39 III,6 | cristiana.(22) «Creó pues Dios al ser humano a imagen suya, 40 III,6 | imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra 41 III,6 | fueron creados a imagen de Dios. Esta imagen y semejanza 42 III,6 | Esta imagen y semejanza con Dios, esencial al ser humano, 43 III,6 | a imagen y semejanza del Dios personal. Lo que hace al 44 III,6 | hace al hombre semejante a Dios es el hecho de que —a diferencia 45 III,6 | a imagen y semejanza de Dios, como hombre y mujer.~En 46 III,6 | la mujer es creada por Dios «de la costilla» del hombre 47 III,6 | matrimonio por parte de Dios en el contexto de la creación 48 III,7 | la imagen y semejanza de Dios (cf. Gén 1, 26-27), podemos 49 III,7 | mujerson semejantes a Dios. En efecto, cada hombre 50 III,7 | cada hombre es imagen de Dios como criatura racional y 51 III,7 | a imagen y semejanza de Dios comporta también existir 52 III,7 | definitiva autorrevelación de Dios, Uno y Trino: unidad viviente 53 III,7 | la unicidad y unidad de Dios. En esta verdad fundamental 54 III,7 | verdad fundamental sobre Dios, el Nuevo Testamento introducirá 55 III,7 | misterio de su vida íntima. Dios, que se deja conocer por 56 III,7 | aquella semejanza e imagen de Dios en el hombre de la que habla 57 III,7 | hombre y mujer, sea imagen de Dios no significa solamente que 58 III,7 | individualmente es semejante a Dios como ser racional y libre; 59 III,7 | comunión de amor que se da en Dios, por la que las tres Personas 60 III,7 | Espíritu Santo —un solo Dios en la unidad de la divinidad— 61 III,7 | comprensible la verdad de que Dios en sí mismo es amor (cf. 62 III,7 | La imagen y semejanza de Dios en el hombre, creado como 63 III,7 | la imagen y semejanza de Dios, que el género humano lleva 64 III,7 | humanidad misma, querida por Dios, de lo «masculino» y de 65 III,7 | la unión de los hijos de Dios en la verdad y en la caridad. 66 III,7 | criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí misma, no 67 III,7 | criaturas del mundo visible que Dios Creador «ha amado por sí 68 III,7 | interpretación de la persona es Dios mismo como Trinidad, como 69 III,7 | imagen y semejanza de este Dios quiere decir también que 70 III,8 | como «imagen y semejanza de Dios», así como aparece inmediatamente 71 III,8 | bíblica como manifestación de Dios sobre sí mismo. Hablando 72 III,8 | hombre (cf. Heb 1, 1-2), Dios habla un lenguaje humano, 73 III,8 | hombre es «semejante» a Dios, esto es, creado a su imagen 74 III,8 | Consiguientemente, también Dios es, en cierta medida, «semejante» 75 III,8 | semejanza» del hombre con Dios, es aún más esencialmente 76 III,8 | hombre creado a semejanza de Dios, el mismo Dios es aquél « 77 III,8 | semejanza de Dios, el mismo Dios es aquél «que habita en 78 III,8 | semejanza del hombre con Dios en el lenguaje bíblico— 79 III,8 | comparaciones que atribuyen a Dios cualidades «masculinas» 80 III,8 | a imagen y semejanza de Dios. Si existe semejanza entre 81 III,8 | También en los Salmos Dios es parangonado a una madre 82 III,8 | diversos pasajes el amor de Dios, siempre solícito para con 83 III,8 | una madre: como una madre Dios ha llevado a la humanidad, 84 III,8 | 14; 46, 3-4). El amor de Dios es presentado en muchos 85 III,8 | antropomórfico de hablar de Dios, indica también, indirectamente, 86 III,8 | pertenece a la vida íntima de Dios. Sin embargo, este «engendrar» 87 III,8 | modo más perfecto, ya que «Dios es espíritu» (Jn 4, 24) 88 III,8 | también la «paternidad» en Dios es completamente divina. 89 III,8 | Antiguo Testamento hablaba de Dios como de un Padre y a él 90 III,8 | Jesucristo, que se dirigía a Dios llamándole «Abba-Padre» ( 91 III,8 | generación eterna del Verbo de Dios, ni la paternidad divina 92 III,8 | embargo se debe buscar en Dios el modelo absoluto de toda « 93 III,8 | aquel engendrar que se da en Dios de modo completamente divino, 94 III,8 | aquella «paternidad» que en Dios es «totalmente diversa»: 95 IV,9 | pecado~9. «Constituído por Dios en un estado de santidad, 96 IV,9 | libertad, erigiéndose contra Dios y anhelando conseguir su 97 IV,9 | conseguir su fin fuera de Dios».(28) Con estas palabras 98 IV,9 | en el mundo creado por Dios.~No es posible entender 99 IV,9 | imagen y semejanza» con Dios, que es la base de la antropología 100 IV,9 | participar de la vida íntima de Dios mismo. A la luz de la Revelación, 101 IV,9 | la imagen y semejanza de Dios en el hombre, si esta verdad 102 IV,9 | mal contra la voluntad de Dios. No obstante, en su significado 103 IV,9 | la negación de lo que es Dios —como Creador— en relación 104 IV,9 | con el hombre, y de lo que Dios quiere desde el comienzo 105 IV,9 | propia imagen y semejanza Dios quiere para ellos la plenitud 106 IV,9 | llegar a ser él mismo «como Dios, conociendo el bien y el 107 IV,9 | mal independientemente de Dios, su Creador. El pecado de 108 IV,9 | justicia original: la unión con Dios como fuente de la unidad 109 IV,9 | pecado del hombre, creado por Dios varón y mujer. Este es también 110 IV,9 | a imagen y semejanza de Dios. Mediante esta relación 111 IV,9 | aquella «no-semejanza» con Dios, en la cual consiste el 112 IV,9 | aquella «no-semejanza» con Dios, «el único bueno» (cf. Mt 113 IV,9 | no-semejanza» del pecado con Dios, santidad misma, presupone 114 IV,9 | es necesario admitir que Dios, como Creador y Padre, es 115 IV,9 | pertenece al designio eterno de Dios en su relación con el hombre.~ 116 IV,9 | imagen y la semejanza de Dios en el ser humano, tanto 117 IV,9 | ya imagen y semejanza de Dios quiere decir que su grandeza 118 IV,9 | realizan en la alianza con Dios, en su unión con él, en 119 IV,9 | eterna elección por parte de Dios en Jesús: «En Cristo (...) 120 IV,10 | criatura sobre la tierra que Dios ha amado por sí misma»; 121 IV,10 | imagen y de la semejanza de Dios en ambos. Pero esta amenaza 122 IV,10 | derecho que deriva del mismo Dios Creador, comporta un elemento 123 IV,10 | la Palabra revelada por Dios. De esta manera se explicita 124 IV,10 | la «imagen y semejanza de Dios».~Solamente de este modo 125 IV,11 | a imagen y semejanza de Dios, y la verdad sobre el pecado 126 IV,11 | y definitiva Alianza de Dios con la humanidad, la Alianza 127 IV,11 | Antiguo Testamento otras veces Dios, para intervenir en la historia 128 IV,11 | a imagen y semejanza de Dios, según el modelo de aquella 129 IV,11 | comunión de Personas que es Dios mismo. Las palabras de la 130 IV,11 | correspondía al eterno designio de Dios Creador. Precisamente por 131 IV,11 | hombre como varón y mujer «Dios vio cuanto había hecho y 132 IV,11 | hecho de que el Hijo de Dios, consubstancial al eterno 133 IV,11 | en el eterno designio de Dios, en el seno de la Santísima 134 IV,11 | Lc 1, 32), el «santo» de Dios; pero a la vez pueden significar 135 IV,11 | mujer» en la manera en que Dios la quiso, como persona en 136 IV,11 | de la dádiva por parte de Dios. El pecado ya desde el « 137 V,12 | precederán en el reino de Dios» (Mt 21, 31).~Quien así 138 V,12 | testigo del eterno designio de Dios sobre el hombre creado por 139 V,12 | vigor la ley que proviene de Dios mismo: «Lo que Dios unió 140 V,12 | proviene de Dios mismo: «Lo que Dios unió no lo separe el hombre» ( 141 V,13 | el Evangelio del Reino de Dios; algunas de ellas «le asistían 142 V,13 | verdades sobre el Reino de Dios; así lo vemos en la parábola 143 V,13 | que tiene a los ojos de Dios. El mismo Cristo es la confirmación 144 V,13 | reflejo del designio eterno de Dios que, al crear a cada una 145 V,13 | criatura en la tierra que Dios ha querido por sí misma», 146 V,14 | a imagen y semejanza de Dios mismo. En esta entrega se 147 V,14 | fuente en el corazón de Dios y, teniendo en cuenta las 148 V,15 | más profundos misterios de Dios. Le habla del don infinito 149 V,15 | don infinito del amor de Dios, que es como «una fuente 150 V,15 | Jn 4, 14); le habla de Dios que es Espíritu y de la 151 V,15 | eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo» ( 152 V,15 | mujeres acerca de las cosas de Dios y ellas le comprenden; se 153 V,16 | Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios". Fue María 154 V,16 | Padre, a mi Dios y vuestro Dios". Fue María Magdalena y 155 V,16 | a imagen y semejanza de Dios, ambos son, en la misma 156 V,16 | vida «las maravillas de Dios» (cf. Act 2, 11), conservando 157 V,16 | relación con «las maravillas de Dios», tal como se manifiesta 158 V,16 | medida de las «maravillas de Dios», de las que la mujer es 159 VI,17 | a ser Madre del Hijo de Dios. Estas dos dimensiones de 160 VI,17 | dado exclusivamente por Dios, en el modo conocido por 161 VI,17 | en el modo conocido por Dios. María, por consiguiente, 162 VI,17 | la persona de la Madre de Dios ayuda a todos —especialmente 163 VI,18 | criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí misma, es 164 VI,18 | a imagen y semejanza de Dios. Esta no es una interpretación 165 VI,18 | participan del poder creador de Dios.~La maternidad de la mujer, 166 VI,18 | engendrar que existe en Dios mismo, uno y trino (cf. 167 VI,19 | maternidad de la Madre de Dios. Las palabras del Protoevangelio: « 168 VI,19 | confirmación. He aquí que Dios inicia en ella, con su « 169 VI,19 | orden de la Alianza que Dios ha realizado con el hombre 170 VI,19 | relación con la Alianza que Dios ha establecido con el género 171 VI,19 | maternidad de la Madre de Dios.~¿Acaso no se demuestra 172 VI,19 | los que oyen la Palabra de Dios y la guardan» (Lc 11, 27- 173 VI,19 | signo de la Alianza con Dios, que «es espíritu» (Jn 4, 174 VI,19 | maternidad de la Madre de Dios. También la maternidad de 175 VI,19 | escucha de la palabra del Dios vivo» y la disponibilidad 176 VI,19 | que reciben del Hijo de Dios el poder de llegar a ser « 177 VI,19 | de llegar a ser «hijos de Dios» (Jn 1, 12). La dimensión 178 VI,19 | revelación de los hijos de Dios» (cf. Rom 8, 19).~«La mujer, 179 VI,20 | del hombre a la unión con Dios. Y añade: «Quien pueda entender, 180 VI,20 | gracia especial por parte de Dios, que llama a una persona 181 VI,20 | signo especial del Reino de Dios que ha de venir, al mismo 182 VI,20 | de una mayor cercanía a Dios no era totalmente ajeno 183 VI,20 | vinculada a la Encarnación de Dios.~Desde el momento de la 184 VI,20 | la espera del Pueblo de Dios debe dirigirse al Reino 185 VI,20 | llega a María como un don de Dios mismo. Este don se ha convertido 186 VI,20 | y definitiva promesa de Dios: signo de la esperanza escatológica.~ 187 VI,20 | su dedicación exclusiva a Dios en virtud de los consejos 188 VI,20 | convirtiéndose en «don sincero» a Dios, que se ha revelado en Cristo; 189 VI,22 | Santo y las «maravillas de Dios» (Act 2, 11). Y no sólo 190 VI,22 | ante las «maravillas de Dios» el Apóstol-hombre siente 191 VI,22 | del Padre (...) a quien Dios constituyó primogénito entre 192 VI,22 | madre mediante la palabra de Dios aceptada con fidelidad, 193 VI,22 | Espíritu Santo y nacidos de Dios».(45) Se trata de la maternidad « 194 VI,22 | se recurre a la Madre de Dios no es posible comprender 195 VI,22 | la economía salvífica de Dios; si queremos comprenderla 196 VII,23 | a imagen y semejanza de Dios como «unidad de los dos», 197 VII,23 | Citemos al menos un texto. Dios, por medio del profeta, 198 VII,23 | rescata, el Santo de Israel, Dios de toda la tierra se llama (...). 199 VII,23 | juventud ¿es repudiada? dice tu Dios. Por un breve instante te 200 VII,23 | a imagen y semejanza de Dios, Dios puede hablar de sí 201 VII,23 | imagen y semejanza de Dios, Dios puede hablar de sí por boca 202 VII,23 | de expresarse el amor de Dios, pero el amor mismo es divino. 203 VII,23 | es divino. Al ser amor de Dios, tiene un carácter esponsal 204 VII,23 | como pueblo elegido por Dios, y esta elección tiene su 205 VII,23 | exclusivamente en el amor gratuito de Dios. Precisamente mediante este 206 VII,23 | alianza matrimonial que Dios, una y otra vez, hace con 207 VII,23 | pueblo elegido. Por parte de Dios es un «compromiso» duradero; 208 VII,23 | de vosotros con celos de Dios. Pues os tengo desposados 209 VII,25 | simbólica. Si el amor de Dios hacia el hombre, hacia el 210 VII,25 | y no humano del amor de Dios: «Tu esposo es tu Hacedor (...), 211 VII,25 | esposo es tu Hacedor (...), Dios de toda la tierra se llama» ( 212 VII,25 | redentor: «Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo 213 VII,25 | consiguiente, del amor de Dios expresado mediante la redención 214 VII,25 | colectivo es el pueblo de Dios, es decir, una comunidad 215 VII,25 | comunidad, como Pueblo de Dios; y, al mismo tiempo, en 216 VII,25 | precisamente este amor de Dios y llega a su cumplimiento 217 VII,25 | verdad sobre el amor de Dios, «que ha amado primero» ( 218 VII,25 | consubstancial al Padre en cuanto Dios— se ha convertido en el 219 VII,25 | humano del amor con el cual Dios ha expresado su amor divino 220 VII,26 | que enseñas el camino de Dios con franqueza..., porque 221 VII,26 | fondo el amor esponsal de Dios. Cristo es el Esposo, porque « 222 VII,26 | sentido esponsal del amor de Dios. Cristo es el Esposo de 223 VII,26 | masculino», querida por Dios, tanto en el misterio de 224 VII,27 | viva, santa y agradable a Dios» (cf. Rom 12, 1), dar en 225 VII,27 | Iglesia, como Pueblo de Dios, con Cristo. Con ella se 226 VII,27 | Santo», porque «el amor de Dios ha sido derramado en nuestros 227 VII,27 | hijos e hijas» del Pueblo de Dios cumpliéndose así el anuncio 228 VII,27 | apostólica del Pueblo de Dios. Se trata de santas mártires, 229 VII,27 | libertad radicada así en Dios explica, por ejemplo, la 230 VIII,28| a imagen y semejanza de Dios (cf. Gén 1, 27; 5, 1). Con 231 VIII,28| mujer tanto a los ojos de DiosCreador y Redentor— como 232 VIII,28| fundamento del designio eterno de Dios, la mujer es aquella en 233 VIII,28| pertenece a la vida íntima de Dios mismo, a la vida trinitaria. 234 VIII,28| trinitaria. En la vida íntima de Dios, el Espíritu Santo es la 235 VIII,28| creadas. El amor, que viene de Dios, se comunica a las criaturas: « 236 VIII,28| las criaturas: «El amor de Dios ha sido derramado en nuestros 237 VIII,28| particulares para que «el amor de Dios se derrame en los corazones» 238 VIII,28| todo hombre es amado por Dios en Cristo, es decir, todo 239 VIII,28| expresión en la Virgen Madre de Dios. Respecto a ella se pone 240 VIII,29| criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí misma, no 241 VIII,29| persona creada a imagen de Dios, ya sea hombre o mujer. 242 VIII,29| sido creada y «puesta» por Dios precisamente en este orden 243 VIII,29| fundamental «sí» o «no» a Dios y a su designio eterno sobre 244 VIII,29| une a la conciencia de que Dios le confía de un modo especial 245 VIII,29| cada hombre es confiado por Dios a todos y cada uno. Sin 246 VIII,29| fuerte por el hecho de que Dios «le confía el hombre», siempre 247 VIII,29| dignidad que recibe de parte de Dios mismo, y todo ello la hace « 248 VIII,29| confiado de modo particular por Dios a la mujer, ¿no significa 249 VIII,29| Espíritu Santo, para que Dios sea «todo en todos» (1 Cor 250 IX,30 | Si conocieras el don de Dios»~31. «Si conocieras el don 251 IX,30 | Si conocieras el don de Dios» (Jn 4, 10), dice Jesús 252 IX,30 | el interior del «don de Dios» lo que Él, creador y redentor, 253 IX,30 | por las «maravillas de Dios», que en la historia de 254 IX,30 | el acontecimiento de que Dios mismo se ha hecho hombre?~ 255 IX,30 | las mujeres consagradas a Dios en la virginidad; por las 256 IX,30 | salieron del corazón de Dios en toda la belleza y riqueza 257 IX,30 | seres humanos tienen en Dios mismo, en el seno de la 258 IX,30 | la historia del Pueblo de Dios, por todas las victorias


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