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| Ioannes Paulus PP. II Mulieris dignitatem IntraText - Concordancias (Hapax Legomena) |
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1503 II,4 | cristiana, tuvo una formulación solemne en el Concilio de Efeso (
1504 IX,30 | Pedro, el día 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de la Virgen
1505 III,8 | parangonado a una madre solícita: «No, mantengo mi alma en
1506 III,8 | el amor de Dios, siempre solícito para con su Pueblo, es presentado
1507 VI,22 | fe íntegra, una esperanza sólida y una caridad sincera».(
1508 III,7 | sobre el hombre, terreno sólido e inviolable en medio de
1509 V,14 | Y junto a tantas «madres solteras» en nuestra sociedad, es
1510 VII,24 | esclavitud a las que están sometidos hombres y pueblos, y que
1511 VII,23 | no te avergonzarás, ni te sonrojes, que no quedarás confundida,
1512 VI,19 | aunque a menudo ella sabe soportar el sufrimiento mejor que
1513 V,12 | esto provocaba estupor, sorpresa, incluso llegaba hasta el
1514 V,15 | día».~Le dijo Jesús: «Yo soy la resurrección. El que
1515 IX,30 | Espíritu» (cf. 1 Cor 12, 4 ss.), que con grande generosidad
1516 V,16 | toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde
1517 IV,11 | hombre y le descubre la sublimidad de su vocación», como enseña
1518 V,16 | donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre,
1519 VI,20 | conciencia de la fe, que Cristo subraya por dos veces: «Quien pueda
1520 V,13 | grande es tu fe; que te suceda como deseas» (Mt 15, 28).
1521 V,14 | el propio pecado (puede suceder que sea ella, en ciertos
1522 VII,24 | generaciones que se han ido sucediendo, una llamada que los hombres
1523 VII,27 | de Turingia, Brígida de Suecia, Juana de Arco, Rosa de
1524 V,13 | Lc 13, 11), o como la suegra de Simón que estaba «en
1525 V,15 | hoy he sufrido mucho en sueños por su causa» (Mt 27, 19).~
1526 III,6 | bíblico proporciona bases suficientes para reconocer la igualdad
1527 VI,19 | a todas las mujeres que sufren en el mundo, tanto física
1528 V,15 | ese justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por su causa» (
1529 V,14 | aquellas que muy a menudo, sufriendo presiones de dicho tipo,
1530 III,7 | cerradas a la razón humana, sugiere una cierta semejanza entre
1531 II,3 | también el conocimiento de la suma Divinidad e incluso del
1532 V,12 | hacia las mujeres, que es sumamente sencillo y, precisamente
1533 VII,24 | que «las mujeres (estén sumisas) a sus maridos, como al
1534 VIII,29| Él a los hombres? Cristo, sumo y único sacerdote de la
1535 VII,25 | amor esponsal al hombre, ha superado todas las expectativas humanas: «
1536 IV,11 | significa, en cierto sentido, superar aquel límite del que habla
1537 VIII | Maestro» y afirma que «bajo la superficie de lo cambiante hay muchas
1538 VI,22 | 38) el apóstol anuncia la superioridad de la virginidad sobre el
1539 V,13 | 15, 28). La mujer cananea suplicaba la curación de su hija.~
1540 II,3 | Sin embargo, ¿quién podía suponer que el Mesías prometido
1541 IX,30 | misterio y hallen su «vocación suprema».~Que María, que «precede
1542 V,13 | administrador de Herodes, Susana y «otras muchas» (cf. Lc
1543 V,16 | son, en la misma medida, susceptibles de la dádiva de la verdad
1544 | suyo
1545 VI,22 | Así se expresa Pablo de Tarso cuando se dirige a los Gálatas
1546 VIII,29| éxitos de la ciencia y de la técnica permiten alcanzar de modo
1547 VI,20 | exclusivo, durante la vida temporal.~Las palabras de Jesús son
1548 V,14 | en cuenta las condiciones temporales de la existencia humana,
1549 IV,10 | palabras de la Biblia: «Tendrás ansia de tu marido y él
1550 VII,24 | tratar a la mujer. El marido tendría que hacer suyos los elementos
1551 VII,23 | resplandeciente a sí mismo; sin que tenga mancha ni arruga ni cosa
1552 VII,23 | con celos de Dios. Pues os tengo desposados con un solo esposo
1553 V,12 | interlocutores de Jesús pensaban que tenían a su favor la legislación
1554 IV,11 | las palabras de la primera tentación por obra del «padre de la
1555 IV,9 | de santidad, el hombre, tentado por el Maligno, desde los
1556 I,1 | fundamentos antropológicos y teológicos necesarios para resolver
1557 IV,11 | eclesiásticos y por los teólogos.(35) De ordinario, de esta
1558 VI,18 | interpretación puramente teórica o una definición abstracta,
1559 IX,30 | dedicado, en el umbral del tercer milenio de la venida de
1560 I,2 | de Cristo y el inicio del tercero. Por otra parte, me ha parecido
1561 V,13 | a la vida diciéndole con ternura: «Muchacha, a ti te lo digo,
1562 VI,19 | los nacidos de las madres terrenas, los hijos y las hijas del
1563 I,1 | en la Encíclica Pacem in terris del Papa Juan XXIII.(5)
1564 V,13 | donativos en el arca del tesoro (...) una viuda pobre echaba
1565 V,16 | Las primeras testigos de la resurrección~16. Desde
1566 VIII,29| la dignidad de la mujer testimonia el amor, que ella recibe
1567 I,1 | teniendo también en cuenta los testimonios de los Auditores seglares —
1568 VI,20 | y esta entrega personal tiende a una unión de carácter
1569 V,13 | cinco maridos y el que ahora tienes no es marido tuyo». Ella,
1570 II,3 | veces casi como «caminando a tientas» (cf. Act 17, 27)—, la «
1571 III,8 | posee ninguna propiedad típica del cuerpo, ni «femenina»
1572 IV,10 | verdadera dignidad del hombre. Tocamos aquí un punto extremadamente
1573 V,12 | mujer es la que le está tocando, pues es una pecadora» (
1574 V,13 | 5, 25-34) y que no podía tocar a nadie porque pensaba que
1575 V,13 | última, la hemorroisa, que tocó el manto de Jesús «entre
1576 VI,19 | paradigma bíblico de la «mujer» tomado del Protoevangelio. La «
1577 I,1 | apostolado de los seglares.(3)~Tomas de posición similares se
1578 V,13 | allí dos moneditas». En tonces Jesús dijo: «Esta viuda
1579 V,16 | Dícele Jesús: "No me toques, que todavía no he subido
1580 VIII,29| dolores del parto y con el tormento de dar a luz» (Ap 12, 2),
1581 VII,27 | Olga de Kiev, Matilde de Toscana, Eduvigis de Silesia y Eduvigis
1582 VII,23 | direcciones que constituyen la totalidad del «gran misterio» («sacramentum
1583 IX,30 | humana; por las mujeres que trabajan profesionalmente, mujeres
1584 VIII,28| instrucción, la salud, el trabajo, la condición de casada
1585 VI,18 | interior para aceptar al hijo y traerle al mundo está vinculado
1586 I,2 | Precisamente ésta quiere ser la trama del presente Documento,
1587 VIII | época, tan rica de múltiples transformaciones. La Iglesia «cree que la
1588 V,14 | confirmación de vuestras transgresiones, de vuestra injusticia «
1589 III,6 | condición indispensable para la transmisión de la vida a las nuevas
1590 III,6 | esencial al ser humano, es transmitida a sus descendientes por
1591 VII,27 | espíritu del Evangelio han transmitido la fe y la tradición de
1592 VII,26 | Iglesia Esposa. Esto se hace transparente y unívoco cuando el servicio
1593 VII,23 | analogía tiene sus precedentes; traslada al Nuevo Testamento lo que
1594 VII,27 | en su esencia, evitando trasladar a la Iglesia —incluso en
1595 II,5 | esclava del Señor» se deja traslucir toda la conciencia que María
1596 V,15 | cuenta el modo usual con que trataban a las mujeres los que enseñaban
1597 IV,11 | Gál 3, 28).~Estas palabras tratan sobre aquella originaria «
1598 V,13 | las mujeres, y el modo de tratarlas, constituye una clara «novedad»
1599 III,7 | en Dios, por la que las tres Personas se aman en el íntimo
1600 VII,27 | participa de su triple misión («tria munera Christi»); unida
1601 VII,27 | Síntique (cf. Fil 4, 2), María, Trifena, Pérside, Trifosa (cf. Rom
1602 VII,27 | María, Trifena, Pérside, Trifosa (cf. Rom 16, 6. 12). El
1603 VIII,28| de Dios mismo, a la vida trinitaria. En la vida íntima de Dios,
1604 VI,19 | cuando va a dar a luz, está triste, porque le ha llegado su
1605 VI,19 | También vosotros estáis tristes ahora» (estas palabras fueron
1606 V,12 | pecadora» (Lc 7, 39). Gran turbación e incluso «santa indignación»
1607 VII,27 | Eduvigis de Cracovia, Isabel de Turingia, Brígida de Suecia, Juana
1608 VI,20 | que aquel «no trae cuenta» tuviera entonces en la mente de
1609 VII,27 | mujeres, y después otras, tuvieron una parte activa e importante
1610 | tuyo
1611 | u
1612 III,8 | paternidad en este sentido ultracorporal, sobrehumano, totalmente
1613 V,15 | 47). Con ocasión de otra unción Jesús defiende, delante
1614 V,15 | al derramar ella este ungüento sobre mi cuerpo, en vista
1615 VI,20 | virginidad no se limita únicamente al «no», sino que contiene
1616 III,7 | de la verdad acerca de la unicidad y unidad de Dios. En esta
1617 V,12 | recíprocas de dos personas unidas en matrimonio. Este «ethos»
1618 III,8 | 14, 36) —por ser su Hijo unigénito y consubstancial—, y que
1619 V,12 | Dios mismo: «Lo que Dios unió no lo separe el hombre» (
1620 III,6 | la que el hombre se puede unir, como esposa, llegando a
1621 VII,23 | padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se
1622 VII,27 | Iglesia la conciencia de la universalidad del sacerdocio. En la Nueva
1623 V,12 | ya se ha hablado.~Es algo universalmente admitido —incluso por parte
1624 VII,26 | Esto se hace transparente y unívoco cuando el servicio sacramental
1625 III,8 | habla un lenguaje humano, usa conceptos e imágenes humanas.
1626 III,8 | comprensible que la Biblia haya usado expresiones que le atribuyen
1627 IV,9 | de la que el hombre puede usar eligiendo el bien o de la
1628 VII,26 | mujer, sin amoldarse al uso dominante y a la tradición
1629 V,15 | tiene en cuenta el modo usual con que trataban a las mujeres
1630 VI,18 | materia es importante y útil, a condición de que no se
1631 V | V~JESUCRISTO~
1632 V,16 | primeras que lo encuentran vacío. Son las primeras que oyen: «
1633 II,3 | Señor. Sin embargo, quizás vale la pena considerarlo a partir
1634 V,14 | abusos?~Esta es una verdad válida para todo el género humano.
1635 VI,18 | hombre y de la mujer es válido si no se tiene en cuenta
1636 VII,27 | de madres de familia, que valientemente han dado testimonio de su
1637 IX,30 | veces se transforma en «un valle de lágrimas». Tal como asumen,
1638 IX,30 | reconocidas debidamente, valorizadas, para que redunden en común
1639 I,1 | Iglesia y en el mundo a los veinte años del Concilio Vaticano
1640 IX,30 | persona; por las mujeres que velan por el ser humano en la
1641 V,15 | que «aman mucho» logran vencer el miedo. Antes de esto
1642 I | I~INTRODUCCIÓN~Venerables Hermanos,~amadísimos hijos
1643 VI,19 | formado un cuerpo. He aquí que vengo, Padre, para hacer tu voluntad» (
1644 II,5 | El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir» (
1645 VII,26 | Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino
1646 VII,23 | quedarás confundida, pues la vergüenza de tu mocedad olvidarás
1647 VII,27 | y a los nietos, como se verificó en casa de Timoteo (cf.
1648 VI,19 | pasión); «pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón
1649 III,7 | desarrollarán este «ethos», cuyo vértice es el mandamiento del amor .(
1650 VIII,29| Apocalipsis.(60) Es «una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo
1651 II,3 | imaginable según la fe monoteísta veterotestamentaria. Solamente en virtud del
1652 VII,27 | ofrecerse a sí mismos como una víctima viva, santa y agradable
1653 VI,19 | los de las mujeres que son víctimas de injusticias o de explotación.
1654 IV,11 | el primer anuncio de la victoria sobre el mal, sobre el pecado.
1655 IX,30 | Pueblo de Dios, por todas las victorias que debe a su fe, esperanza
1656 V,13 | otro comenzando por los más viejos». Solamente quedan Jesús
1657 VIII,29| es inmutable y no pierde vigencia, poniendo «su último fundamento
1658 V,12 | favor la legislación mosaica vigente en Israel: «Moisés prescribió
1659 V,12 | una sola carne», queda en vigor la ley que proviene de Dios
1660 VII | VII~LA IGLESIA - ESPOSA DE CRISTO~
1661 VI,18 | y traerle al mundo está vinculado a la unión matrimonial que,
1662 IV,11 | como varón y mujer «Dios vio cuanto había hecho y todo
1663 IV,10 | communio personarum». Si la violación de esta igualdad, que es
1664 VI,22 | misterio de la «mujer»: virgen-madre-esposa.~
1665 VI,22 | Espíritu Santo, conserva virginalmente una fe íntegra, una esperanza
1666 I,1 | puesto en evidencia todas sus virtualidades».(8)~Los Padres de la reciente
1667 VI,18 | de la persona. En esta visión de la persona está contenida
1668 IV,11 | Anunciación, durante su visita a Isabel: «Ha hecho en mi
1669 V,15 | de Jesús; cuando fue a visitarlos a su casa él mismo definió
1670 V,16 | experimentan igualmente sus «visitas» salvíficas y santificantes.~
1671 VI,19 | palabras fueron pronunciadas la víspera de la pasión); «pero volveré
1672 V,16 | los discípulos que había visto al Señor y que había dicho
1673 VI,22 | Iglesia, su realidad, su vitalidad esencial. Indirectamente
1674 VII,23 | olvidarás y la afrenta de tu viudez no recordarás jamás. Porque
1675 III,7 | Dios, Uno y Trino: unidad viviente en la comunión del Padre,
1676 V,15 | cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree
1677 VI,22 | mujer y a cada hombre a vivirlo y, de este modo, a realizarse.
1678 VI,21 | disponibilidad singular para volcarse sobre cuantos se hallan
1679 IV,9 | el hombre, como polvo, «volverá a la tierra, porque de ella
1680 VI,19 | víspera de la pasión); «pero volveré a veros y se alegrará vuestro
1681 III,7 | en el Génesis 2, 18-25: «Voy a hacerle una ayuda adecuada».
1682 VII,27 | Elizabeth Seton y Mary Ward.~El testimonio y las obras
1683 I,1 | varios discursos del Papa Pío XII (4) y en la Encíclica Pacem
1684 I,1 | in terris del Papa Juan XXIII.(5) Después del Concilio