Capítulo,Párrafo

 1  0,1    |          de Oriente como en las de Occidente.~
 2  0,3    |           comunión entre Oriente y Occidente, a pesar de las dificultades
 3  0,3    |           tanto en Oriente como en Occidente: Ne evacuetur Crux! (cf.
 4  0,4    |           tanto de Oriente como de Occidente, llega el grito de los hombres
 5  0,4    |           Iglesias de Oriente y de Occidente están invitadas a concentrarse
 6  I,5    |                5. «En Oriente y en Occidente se han seguido diversos
 7  I,5    |          la tradición cristiana de Occidente que nace y se alimenta de
 8  I,6    |        Evangelio en las tierras de Occidente. Así los sintetiza el Vaticano
 9  I,6    |            que se extendió luego a Occidente y de la cual procede, como
10  I,9    |            no ha conocido, como en Occidente, la formación de los distintos
11  I,9    |       lumen oriental transmitido a Occidente por los grandes Padres de
12  I,9    | experiencia monástica de Oriente y Occidente hacen de ella un admirable
13  I,9(26)|      grande el influjo ejercido en Occidente por la Vida de Antonio,
14  I,9(26)|          marcaron el monaquismo en Occidente. Cfr. GUILLERMO DE SAINT-THIERRY
15  I,13   |             Desde luego, también a Occidente se le ha concedido el don
16 II,20   |          de Cristo de Oriente y de Occidente no puede menos de ser una;
17 II,22   |          boca de los cristianos de Occidente con respecto a sus hermanos
18 II,23   |     firmeza que las comunidades de Occidente están dispuestas a favorecer
19 II,23   |          parte, las comunidades de Occidente han de sentir ante todo
20 II,25   |        espiritual, en Oriente y en Occidente. Otra forma de encuentro
21 II,26   |        eclesial.~En los lugares de Occidente donde no existan sacerdotes
22 II,27   |     religiosa de los cristianos de Occidente.~
23 II,28   |           de Dios. Las palabras de Occidente necesitan las palabras de