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Ioannes Paulus PP. II Orientale lumen IntraText - Concordancias (Hapax Legomena) |
Capítulo,Párrafo
502 II,19 | para el anuncio del Reino o convertirnos en causantes de nuevas divisiones. 503 I,6(15) | Cristo, "los hombres se convierten en dioses e hijos de Dios, ... 504 I,15 | humana: para que el hombre se convirtiera en Dios, el Verbo asumió 505 0,2 | tradiciones más diversas convivieron en el nombre del único Dios, ( 506 I,11 | también la corporeidad está convocada a la alabanza, y la belleza, 507 II,23(61)| et Normes pratiques pour coordonner l'évangélisation et l'engagement 508 I,13(31)| de SAN PACOMIO, Les Vies coptes de saint Pakhôme et ses 509 II,18 | con el encuentro abierto y cordial, la búsqueda de la comunión(43). 510 II,25 | recuerdo vivo y común de los corifeos de los Apóstoles y de tantos 511 II,18(38)| CLEMENTE ROMANO, Carta a los Corintios: Patres Apostolici, ed. 512 I,8 | inmovilidad, la Tradición corre el peligro de perder su 513 I,9 | de un Macario el egipcio, corresponden más a etapas diversas del 514 I,14 | que todo se convierta a la corriente salvífica del amor de Cristo. 515 II,19 | reunido, llegó a ser una sola cosa, así tu Iglesia se congregue 516 I,11 | estar.~Y también la realidad cósmica está invitada a la acción 517 I,15 | orientales(34)-, es decir, creada a imagen de la Imagen, que 518 I,11 | significado de las realidades creadas: no son ni un absoluto ni 519 I,11 | potencialidad eucarística del mundo creado: está destinado a ser asumido 520 II,20 | mantenimiento de la unidad. No debe crear obstáculos, sino buscar 521 II,20 | de la sensibilidad y la creatividad del amor, tal vez incluso 522 I,16 | humilde aceptación del límite creatural frente a la infinita trascendencia 523 II,26 | aportación específica, al crecimiento de la comunidad cristiana.~ 524 0,1 | católica.~En efecto, dado que creemos que la venerable y antigua 525 II,28 | consecuencia, plenamente creíble, proclamada por hermanos 526 II,24 | 24. Creo que una manera importante 527 I,8(23) | Divina eloquia cum legente crescunt": SAN GREGORIO MAGNO, In 528 0,3 | Es el grito de toda la cristiandad: de América, de África, 529 I,12 | La mirada progresivamente cristificada aprende así a alejarse de 530 II,19 | Roma, la "Colina de las cruces" y las islas Solovki y tantos 531 0,3 | Occidente: Ne evacuetur Crux! (cf. 1 Co 1, 17). Que no 532 II,20(53)| JUAN PABLO II, Cruzando el umbral de la esperanza, 533 I,9(26) | sus Confesiones, VIII, 6: CSEL 33, 181-182. Las traducciones 534 0,2 | naciones, muchas de las cuales se glorían de haber tenido 535 I,16 | continuamente se vela, se cubre de silencio(35), para evitar 536 I,16 | tan radiante que obligue a cubrirlo con un velo (cfr. Ex 34, 537 II,18 | episodio histórico o una simple cuestión de preeminencia, cuanto 538 II,17 | eclesial, "a veces no sin culpa de los hombres por ambas 539 I,13 | interior, los responsables cultiven y valoren tal don y que 540 II,18 | de factores políticos y culturales- que ya llevaban a dolorosas 541 I,8(23) | Divina eloquia cum legente crescunt": SAN GREGORIO 542 I,10 | está la Eucaristía, la otra cumbre indisolublemente vinculada 543 I,10 | está suspendida entre dos cumbres: la Palabra de Dios y la 544 I,12 | 11, 28). A quien busca la curación interior, le dice que siga 545 I,13 | poco creíbles, o su modelo daba la impresión de estar ya 546 II,17 | de los importantes pasos dados por el Papa Pablo VI, he 547 I,6(16) | Cfr. SAN JUAN DAMASCENO, Sobre las imágenes, I, 548 II,17 | ciertamente aquellos que han dañado la unidad querida por Dios 549 I,8 | Tradición la que las conserva, dando, por tanto, esperanza a 550 II,23(61)| catholique en Russie et dans les autres Pays de la C. 551 I,12 | final el rostro del Padre se dará a conocer, impreso como 552 I,12 | y sobrecargados, y yo os daré descanso» (Mt 11, 28). A 553 II,27 | de monasterios orientales daría mayor solidez a las Iglesias 554 II,28 | embargo, tal vez incluso sin darse cuenta, deseosos de conocer 555 0,2 | judío «nacido del linaje de David» (Rm 1, 3; 2 Tm 2, 8), murió 556 I,5 | oposición polémica durante el debate entre Occidentales y Orientales.~ 557 II,20 | y también que esa unión debía ir precedida por una conciencia 558 II,20 | Acuérdate de que eres débil, de que también tú tienes 559 II,20 | tengas conciencia de tu debilidad. Te doy como tarea la verdad, 560 II,28 | resonando con fuerza, solamente debilitada por nuestra separación: 561 II,25 | cristianos que en los últimos decenios, especialmente en los países 562 II,28 | la Iglesia, del año 1995, decimoséptimo de mi Pontificado.~ ~ 563 II,20 | Maestro mismo hubiese querido decirle: "Acuérdate de que eres 564 II,22 | Apóstol de los gentiles declaraba con entusiasmo su propósito: « 565 0,1 | Dignitas con la que quiso defender el significado de las Tradiciones 566 I,6(15) | prácticamente es igual en honor y deidad a la naturaleza divina", 567 I,6 | que habita en el hombre la deificación comienza ya en la tierra, 568 I,14 | transfigurado por la acción deificante de Cristo muerto y resucitado.~ 569 I,12 | levedad que le permitiría dejarse conquistar por el Espíritu. 570 I,6 | santísima Trinidad. Con ellos se delinean la «monarquía» del Padre 571 I,15 | El Oriente nos ayuda a delinear con gran riqueza de elementos 572 I,16 | vacío que se convierte en demanda de significado; el hombre 573 II,18(42)| San Pedro, en presencia de Demetrio I, Arzobispo de Constantinopla 574 I,13 | y el pueblo de Dios ha demostrado siempre que sabe reconocerlo-, 575 I,10 | humano está sentado a la derecha del Padre.~En el culmen 576 II,25 | países del Este europeo, han derramado su sangre por la única fe 577 I,10 | muerte, Aquel que es la vida derrota para siempre la muerte; 578 I,14 | Precisamente gracias al progresivo desapego de lo que en el mundo le 579 I,8 | realidad viva, que crece y se desarrolla, y que el Espíritu le garantiza 580 I,12 | sobrecargados, y yo os daré descanso» (Mt 11, 28). A quien busca 581 II,22 | 1, 11-12). Esas palabras describen de forma admirable la dinámica 582 I,5 | de Oriente. No pretendo describirlo ni interpretarlo: me pongo 583 I,12 | desfigurado, varón de dolores, descubre ya el anuncio profético 584 II,28 | milenio pueda gozar de este descubrimiento, logrado finalmente por 585 II,20 | Pedro (cfr. Mt 16, 17-19) desea ponerse al servicio de una 586 0,1 | con las que ese Pontífice deseaba favorecer la reconstrucción 587 II,21 | católica, de ninguna manera deseaban renegar de la fidelidad 588 II,27 | cristianismo de Oriente, deseamos que vuelva a florecer en 589 II,23 | las Iglesias de Oriente desean realizar, con tanto mayor 590 II,28 | para esperar.~Con estos deseos, imparto a todos mi Bendición.~ 591 I,16(35)| Vita e detti dei Padri del Deserto: PG 65, 72-456; EVAGRIO 592 0,3 | lugares donde hubiera sido desgarrada. Ya nos une un vínculo muy 593 II,18 | mayor claridad que lo que desgarró el tejido de la unidad no 594 0,4 | tan divididos como, por desgracia, nos hemos hallado durante 595 II,17 | escándalo para el mundo. Desgraciadamente, estos pecados del pasado 596 I,15 | un abrazo que nunca podrá deshacerse: el Verbo se hizo carne, 597 I,9(26) | Apotegmas de los Padres del desierto: PG 65,72-440 marcaron el 598 I,11 | porque conocemos bien qué desorden introdujo el pecado en la 599 I,7 | Slavorum Apostoli», en la que destacaba que Cirilo y Metodio «quisieron 600 0,3 | En varias ocasiones he destacado el ejemplo de la labor que 601 II,20 | la gran verdad de Dios, destinada a la salvación del hombre; 602 I,11 | eucarística del mundo creado: está destinado a ser asumido en la Eucaristía 603 II,25 | el desarrollo de lugares destinados precisamente a la hospitalidad 604 I,11 | encuentran su plenitud, su destino completo. Por eso, la liturgia 605 I,16 | connaturalidad de amor, nunca destruida.~Nace así lo que se suele 606 0,3 | sus perspectivas: queda destruido. Éste es el grito al final 607 0,3 | de Cristo, porque, si se desvirtúa la cruz de Cristo, el hombre 608 0,3 | 1 Co 1, 17). Que no se desvirtúe la cruz de Cristo, porque, 609 I,5 | Iglesias, sin tratar de detenerme en algún punto teológico 610 0,4 | lo largo del camino, se detenía entre la gente, la escuchaba, 611 I,16(35)| monástica oriental. Cfr. Vita e detti dei Padri del Deserto: PG 612 II,24(64)| Carta. circ. En égard au développement (6 de enero de 1987), 9- 613 II,28 | la esperanza, la luz que devuelve al género humano su existencia. 614 II,23 | intensificación de este ministerio de diaconía, aprovechando la experiencia 615 II,28 | Obispos, los Sacerdotes y los Diáconos, los Monjes y las Monjas, 616 II,18(43)| ejemplo, ANSELMO DE HAVELBERG, Diálogos: PL 188, 1.139-1.248.~ 617 I,8 | los siglos hasta nuestros días. No se trata de una repetición 618 I,12 | la curación interior, le dice que siga buscando: si la 619 II,20 | Ante todo, como ya hemos dicho, el centenario de la Carta 620 II,19(48)| Didaché, IX, 4; Patres Apostolici, 621 II,24(63)| CATÓLICA, Instr. Inspectis Dierum (10 de noviembre de 1989): 622 I,5 | la misma fe. Con todo, se diferencia también de ella, legítima 623 II,23 | Iglesias de Oriente hacen más difícil el camino de la estima recíproca 624 I,6 | Ireneo de Lión y como se difunde entre los Padres capadocios(12).~ 625 II,24 | y canonistas que puedan difundir, a su vez, el conocimiento 626 II,20 | quieren ser hermanas(54). Como dije en otra ocasión, «la Iglesia 627 I,12 | amado por aquel Jesús que dijo: «Venid a mí todos los que 628 II,22 | describen de forma admirable la dinámica del encuentro: el conocimiento 629 I,16 | cesa de revelarse como el Dios-Amor, Padre de nuestro Señor 630 I,6(15) | hombres se convierten en dioses e hijos de Dios, ... el 631 II,25 | sacrificio de su vida. En esta dirección sería muy significativo 632 II,26(65)| UNIDAD DE LOS CRISTIANOS, Directoire pour l'application des principes 633 I,16 | cristianos de Oriente se dirigen a Dios como Padre, Hijo 634 0,3 | llevaron a cabo(6), también dirigiéndome a los que son sus hijos 635 0,1 | en este último siglo, se dirigiera a la Iglesia católica.~En 636 0,3 | pueblos hacia los que se dirigieron los dos santos hermanos 637 II,20 | significado nos impulsan a dirigir nuestro pensamiento, con 638 0,3 | patrimonio de fe y de vida quiero dirigirme, con la conciencia de que 639 0,4 | nuestras fragilidades debemos dirigirnos a Él, único Maestro, participando 640 I,13 | para que los demás nos dirijan: se trata de sacar provecho 641 I,12 | su esfuerzo ascético. El discernimiento espiritual, en la purificación 642 II,21 | regirse según sus respectivas disciplinas peculiares, por estar recomendadas 643 II,28 | si es acogido, puede aún disipar las tinieblas del horizonte 644 II,18 | intercambios, así como no disminuye la obra santa de hombres 645 II,23 | aunque los medios de que disponen son limitados a causa de 646 II,23 | comunidades de Occidente están dispuestas a favorecer en todo -y no 647 I,9 | Occidente, la formación de los distintos tipos de vida apostólica. 648 I,12 | Espíritu, eliminando toda doblez o ambigüedad. Este hacerse 649 II,28 | de San Atanasio, Obispo y Doctor de la Iglesia, del año 1995, 650 II,24 | espirituales de los Padres y de los Doctores del Oriente cristiano(63); 651 II,18 | ciertas incomprensiones dogmáticas -amplificadas frecuentemente 652 II,28 | la historia.~Sentimos con dolor el hecho de no poder aún 653 II,28(69)| Horologion, Completas del domingo (Primer tono) en la liturgia 654 I,12 | sosiego interior buscado y donado, donde se aprende a hacer 655 II,28 | riquezas que recíprocamente se donan. Y así nos presentaremos 656 | dónde 657 I,13 | Ojalá que en ese ámbito, y dondequiera que la gracia suscite esos 658 I,9 | bautizados, en la medida de los dones que el Señor ha ofrecido 659 II,21(57)| Mensaje Magnum Baptismi donum (14 de febrero de 1988), 660 I,11 | transfigurada(30), se muestra por doquier: en las formas del templo, 661 I,16 | a las que expresan una doxología litúrgica solemne y humilde, 662 I,11 | ello está marcado por el drama del pecado, que hace pesada 663 II,28 | hubiera podido evitar tantos dramas e, incluso, cambiar el sentido 664 II,21 | sufren en carne propia una dramática laceración porque no pueden 665 II,23 | acontecimientos históricos dramáticos han impedido frecuentemente 666 I,15(33)| Symbolum chalcedonense, DS 301-302.~ 667 I,11 | Rechazando por igual todo dualismo y todo culto del placer 668 I,13 | monaquismo oriental una ductilidad extraordinaria: en efecto, 669 I,14 | de los hombres que no ha dudado en entregar a su Hijo para 670 I,13 | para que nos ayuden, con dulzura y firmeza, a encontrar el 671 II,18(41)| 73 (1981), 515; Carta ap. Duodecimum saeculum (4 de diciembre 672 I,11 | en los perfumes. La larga duración de las celebraciones, las 673 II,23(61)| les autres Pays de la C.E.I.», (publicados por la Pontificia 674 II,24(62)| EDUCACIÓN CATÓLICA, Instr. In Ecclesiasticam futurorum (3 de junio de 675 II,28 | y de nuestro corazón.~El eco del Evangelio, palabra que 676 I,6 | de la salvación según la economía, como la presenta la teología 677 II,26 | acerca de la colaboración ecuménica(65) y de la atención pastoral 678 I,16 | acercamos sobre todo dejándonos educar en un silencio adorante, 679 II,20 | verdad en la caridad- (cfr. Ef 4, 15)»(53). Hoy sabemos 680 II,26 | colaboración significa, efectivamente, el aislamiento. Los Jerarcas 681 I,6 | y fue glorificado, en la efusión del Espíritu Santo, consiguen 682 II,24(64)| CATÓLICA, Carta. circ. En égard au développement (6 de enero 683 I,9 | Antonio o de un Macario el egipcio, corresponden más a etapas 684 I,9(26) | Historia de los monjes de Egipto: PG 65,441-456 y los Apotegmas 685 II,23(61)| engagement Oecuménique de l'Église catholique en Russie et 686 I,11 | menudo aún desfigurado por el egoísmo y la avidez, la liturgia 687 0,3(6) | Cfr. Carta ap. Egregiae virtutis (31 de diciembre 688 I,9 | El monaquismo como ejemplaridad de vida bautismal~9. Quisiera 689 I,9(26) | Ha sido grande el influjo ejercido en Occidente por la Vida 690 I,15 | criatura que ha amado y elegido, queriéndola «según el icono 691 I,8 | así también cualquier otro elemento del patrimonio vivo de la 692 II,18 | casa, porque de todas se elevaba, con una admirable variedad 693 I,6 | los Padres orientales que elevan a todo el hombre a la contemplación 694 I,9 | persecución y los corazones pueden elevarse con libertad hacia el cielo. 695 I,12 | con el ritmo del Espíritu, eliminando toda doblez o ambigüedad. 696 II,23 | necesidad, será un acto de elocuencia inmediata. Evitar esto o 697 II,18 | concilios son un testimonio elocuente de esta constante unidad 698 I,8(23) | Divina eloquia cum legente crescunt": SAN 699 II,18 | encuentra una especie de emblema en la anulación de las excomuniones 700 I,9 | presentándose como una síntesis emblemática del cristianismo.~Cuando 701 I,5 | agradecer a Dios, con profunda emoción, la admirable variedad con 702 I,11 | componentes racionales y emotivos, en el «éxtasis» y en la 703 II,23 | realización de cuanto ellas emprenden al servicio de sus pueblos 704 II,18 | un pecado grave y estando enamorados de la unidad y de la caridad, 705 I,6 | Por lo cual, se recomienda encarecidamente que los católicos se acerquen 706 I,6 | medio de su Hijo, el Verbo encarnado, que padeció y fue glorificado, 707 I,9 | monaquismo femenino conservó encendida la antorcha de la vida monástica. 708 I,8 | sentirá menos solo, menos encerrado en el rincón estrecho de 709 I,14 | experiencia de tantos monjes que, encerrados en sus celdas, infunden 710 I,16 | compromiso, para renunciar a encerrarse en una lucha sin amor y 711 I,12 | don del Esposo, único que encierra la plenitud de la felicidad.~ 712 II,21 | capaz de reconciliación, por encima de cualquier agravio sufrido 713 II,28 | tantos siglos de lejanía, nos encontrábamos muy cerca, porque, tal vez 714 II,17 | los creyentes en Cristo se encontraban mucho más cercanos de lo 715 I,8 | Apóstoles, después de haberse encontrado con él y de haber dado testimonio 716 I,16 | comunión, el hombre y Dios se encontrarán y reconocerán en el abrazo 717 I,6 | tradiciones espirituales que encontraron su expresión principalmente 718 II,18 | del concilio Vaticano II y encuentra una especie de emblema en 719 II,18 | prejuicio, se siguen celebrando encuentros constructivos entre jefes 720 II,18 | segundo milenio se produce un endurecimiento en la polémica y en la división, 721 II,24(64)| égard au développement (6 de enero de 1987), 9-14: cfr. L'Osservatore 722 I,15 | divinidad en el corazón enfermo de la humanidad e, infundiéndole 723 0,3 | dificultades que ya por entonces enfrentaban a los dos mundos. En varias 724 II,23(61)| coordonner l'évangélisation et l'engagement Oecuménique de l'Église 725 I,16 | predicación, para que no se engañe pensando que basta multiplicar 726 I,8 | fidelidad a lo que las ha engendrado, la espera escatológica 727 I,16 | donde el hombre se pierde en enigmáticas realidades impersonales. 728 I,13 | espiritual es el punto de enlace y armonización, eso permite 729 II,17 | necesario hacer propósito de enmienda, invocando con fuerza el 730 I,10 | de la que con razón se enorgullecen todas las Iglesias del Oriente 731 I,8 | comprensión de los creyentes y se enriquece con aportaciones nuevas, 732 0,3 | consideraciones quieren ahora ensancharse hasta abrazar a todas las 733 I,11 | todo expresa un progresivo ensimismarse en el misterio celebrado 734 II,28 | hombres que quieren oír entera la Palabra de Dios. Las 735 I,8 | propios de cada Iglesia se entienden meramente como inmovilidad, 736 II,21 | eclesial en ese tiempo(57). Al entrar en la comunión católica, 737 II,23 | cristianos, porque, aunque entregáramos nuestro cuerpo a las llamas, 738 II,26 | aplicación de los principios enunciados por esta Sede acerca de 739 0,2 | el Espíritu Paráclito fue enviado a María y a los discípulos. 740 I,14 | oración el monje pronuncia una epíclesis del Espíritu sobre el mundo 741 II,18 | la unidad no fue tanto un episodio histórico o una simple cuestión 742 I,9(26) | GUILLERMO DE SAINT-THIERRY Epistula ad Fratres de Monte Dei, 743 0,2(3) | Iglesia? Desde Jerusalén", In Epistulam Ioannis, II, 2: PL 35, 1990.~ 744 I,11 | manifiesta una enseñanza equilibrada y admirable sobre la dignidad, 745 I,11 | revela el camino hacia el equilibrio del hombre nuevo y le invita 746 I,9 | Pacomio o Basilio, hasta el eremitismo más riguroso de un Antonio 747 II,20 | decirle: "Acuérdate de que eres débil, de que también tú 748 II,22 | fe ajenos -que acabo de esbozar- produce espontáneamente 749 II,19 | en vez de quedar de nuevo escandalizados por nuestras divisiones 750 II,17 | voluntad de Cristo y son un escándalo para el mundo. Desgraciadamente, 751 II,23 | de otro, o de estériles y escandalosas competiciones! Por su parte, 752 I,12 | también en los pliegues escondidos de la creación y en la historia 753 II,18 | historia de las Iglesias, para escribir finalmente una historia 754 I,9(26) | por la Vida de Antonio, escrita por SAN ATANASIO: PG 26, 755 0,4 | detenía entre la gente, la escuchaba, se conmovía cuando los 756 I,14 | está seguro de que será escuchado, porque esa plegaria forma 757 0,4 | las demandas del mundo, escuchándolas con humildad y ternura, 758 II,17 | hombres de buena voluntad escucharan el grito de nuestros hermanos 759 II,17 | Comunidades eclesiales, escucharon la voz del Espíritu que 760 II,28 | transmitir palabras unánimes. Escuchemos juntos la invocación de 761 I,14 | reserve, el monje es siempre esencialmente el hombre de la comunión. 762 II,23 | fundamental el llamado del Señor a esforzarnos, con sumo empeño, para que 763 I,7 | que incansablemente se esfuerzan por realizar. La actitud 764 0,3 | Papa, hijo de un pueblo eslavo, siente de forma particular 765 II,24 | formar en instituciones especializadas para el Oriente cristiano 766 II,25 | en los últimos decenios, especialmente en los países del Este europeo, 767 II,18 | Vaticano II y encuentra una especie de emblema en la anulación 768 II,26 | activamente, con su aportación específica, al crecimiento de la comunidad 769 I,9 | con sus características específicas, es un signo visible de 770 II,18 | dentro del respeto de sus especificidades e identidades respectivas. 771 0,1(1) | conservar sus elementos específicos; además Carta Apostólica 772 I,12 | contemplar el misterioso espectáculo del Calvario. Y así, formada 773 I,8 | recibidos y por los que se esperan, en particular las Iglesias 774 II,19 | se abren perspectivas y esperanzas de mayor libertad: ¿No es 775 II,28 | razón para creer y para esperar.~Con estos deseos, imparto 776 II,22 | acabo de esbozar- produce espontáneamente el estímulo para un encuentro 777 I,9 | opción entre diferentes estados de vida. Ahora bien, todos 778 I,12 | Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, 779 II,23 | humillación de otro, o de estériles y escandalosas competiciones! 780 II,26 | oriental católico a colaborar estrechamente con los Ordinarios latinos 781 II,18 | Padres(38) muestran vínculos estrechísimos, fraternos, entre las Iglesias, 782 II,18 | moral, sino también para la estructura misma de la Iglesia, en 783 I,8 | hacerles gustar las cosas estupendas que el Espíritu ha esparcido 784 I,10 | cristiano se halla inmerso en el estupor de esta paradoja, última 785 I,9 | egipcio, corresponden más a etapas diversas del camino espiritual 786 I,8 | de la Esposa conservada eternamente joven por el Amor que habita 787 I,16 | reconocerán en el abrazo eterno su connaturalidad de amor, 788 0,3 | Oriente como en Occidente: Ne evacuetur Crux! (cf. 1 Co 1, 17). 789 II,23(61)| pratiques pour coordonner l'évangélisation et l'engagement Oecuménique 790 I,7 | cultura de los pueblos que evangelizaban, los santos Cirilo y Metodio 791 I,16 | a la presencia de Dios, evitando celebrarse a sí mismas; 792 I,16 | cubrirlo con un velo (cfr. Ex 34, 33) y para que nuestras 793 I,7 | también de nacionalismos exacerbados, debemos comprender que 794 I,10 | lenguaje de la liturgia exalta con reconocimiento: el Inmenso 795 I,11 | mundo. Y esto no implica una exaltación absoluta de todo lo que 796 | excepto 797 II,19 | mundo? Frente a la recíproca exclusión de la Eucaristía sentimos 798 I,9 | tratando de valorizar la exclusividad sino el enriquecimiento 799 I,9 | hacia el Reino. Sin ser exclusivos ni de la experiencia monástica 800 II,18 | emblema en la anulación de las excomuniones recíprocas del año 1054 801 II,19 | esta certeza interior. Lo exige la naturaleza más profunda 802 II,17 | Entre los pecados que exigen un mayor compromiso de penitencia 803 II,19 | sentimos nuestra pobreza y la exigencia de realizar todos los esfuerzos 804 I,13 | se manifiesta la tierna y exigente paternidad de Dios. Esta 805 II,20 | cuando él quiera, y de que exigirá la aportación de la sensibilidad 806 II,26 | lugares de Occidente donde no existan sacerdotes orientales para 807 II,28 | devuelve al género humano su existencia. De Oriente, según una hermosa 808 I,15 | se rompa y el amor siga existiendo. Y lo ama en el misterio 809 I,8 | esfuerzos de bien tuvieran éxito, saben que otro los llevará 810 I,15 | humanidad. El hombre, que experimenta continuamente el gusto amargo 811 II,20 | más allá de las formas ya experimentadas en el pasado(56).~ 812 I,13 | todos hagan uso de él: así experimentarán cómo la paternidad en el 813 I,5 | captado mejor que otros y expongan con mayor claridad algunos 814 I,6 | resumir en el pensamiento ya expresado por san Ireneo al final 815 I,7 | derecho de todo pueblo a expresarse de acuerdo con su patrimonio 816 I,6 | espirituales que encontraron su expresión principalmente en el monaquismo. 817 II,25 | recíprocos. Al respecto, expreso mi deseo de que realicen 818 I,11 | racionales y emotivos, en el «éxtasis» y en la inmanencia, es 819 0,2(3) | Desde dónde comenzó a extenderse la Iglesia? Desde Jerusalén", 820 I,6 | espiritualidad monástica, que se extendió luego a Occidente y de la 821 I,12 | aprende así a alejarse de lo exterior, del torbellino de los sentidos, 822 II,19 | y tantos otros campos de exterminio. Estamos unidos por el telón 823 II,26 | cuando su jurisdicción se extienda sobre territorios muy vastos 824 I,8(23) | SAN GREGORIO MAGNO, In Ezechiel, I, VII, 8: PL 76, 843.~ 825 II,20 | necesario, siempre, "veritatem facere in caritate" -hacer la verdad 826 II,26 | Estos lugares, donde es más fácil el contacto sereno en el 827 II,19 | los lugares comunes, las fáciles resignaciones o las actitudes 828 II,19 | puedan encontrar con más facilidad al Dios del amor, en vez 829 II,18 | frecuentemente por influjo de factores políticos y culturales- 830 II,24 | los seminarios y en las facultades teológicas una enseñanza 831 II,18 | Iglesias. A pesar de que no faltaron dificultades y contrastes, 832 I,12 | mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os 833 II,23 | ofrecer directrices que favorezcan el camino común de todas 834 II,18 | y comenzó un intercambio fecundísimo, que aún hoy siguen testimoniando 835 I,12 | encierra la plenitud de la felicidad.~Al hombre que busca el 836 I,13 | monástica, tanto masculina como femenina, que conserva el don de 837 II,26 | la plena comprensión y la fiel aplicación de los principios 838 I,13 | se abandona con confianza filial, seguro de que en él se 839 II,18(38)| SAN POLICARPO, Carta a los Filipenses, l.c., 266-282.~ 840 I,10 | paráfrasis del texto bíblico, filtradas y personalizadas mediante 841 I,11 | dignidad, el respeto y la finalidad de la creación y del cuerpo 842 I,11 | absoluta de todo lo que es físico, porque conocemos bien qué 843 II,27 | Oriente, deseamos que vuelva a florecer en las Iglesias orientales 844 I,9 | esencial y que aún hoy sigue floreciendo en ellas, en cuanto cesa 845 II,27 | significar un verdadero florecimiento eclesial. Y no se ha de 846 I,6 | gloriosos de los Santos Padres, floreció aquella espiritualidad monástica, 847 II,19 | Estamos unidos por el telón de fondo de los mártires. No podemos 848 II,27 | contrario, esa eficacia quedará fortalecida por una espiritualidad tan 849 II,22 | algún don espiritual que os fortalezca, o más bien, para sentir 850 I,9 | femenino en la Iglesia, incluso forzando la mentalidad del tiempo. 851 0,4 | Más allá de nuestras fragilidades debemos dirigirnos a Él, 852 II,26 | pastoral eficaz que no sea fragmentaria, sobre todo cuando su jurisdicción 853 II,19(46)| orientalium collectio, I, Francfurt, 1847, p. 68.~ 854 II,18 | vínculos estrechísimos, fraternos, entre las Iglesias, en 855 I,9(26) | SAINT-THIERRY Epistula ad Fratres de Monte Dei, SCh 223, 130- 856 I,15 | intentar, de mil modos a menudo frustrados, una imposible ascensión 857 I,12 | a considerar que eso es fruto de su esfuerzo ascético. 858 II,20 | Orientales(52), para que fuera conservada y promovida la 859 I,6 | Iglesia y prenda de la gloria futura, por la cual los fieles, 860 II,24(62)| Instr. In Ecclesiasticam futurorum (3 de junio de 1979), 48: 861 I,15 | resucitado por el Padre, como garantía perenne de que nadie puede 862 I,8 | línea ininterrumpida que es garantizada por la sucesión apostólica, 863 I,14 | oriental siempre ha tratado de garantizar la superioridad del amor 864 II,23(61)| además, «Les Principes généraux et Normes pratiques pour 865 II,28 | la luz que devuelve al género humano su existencia. De 866 I,10 | para una salvación aún más generosa, por ser inseparable del 867 I,14 | Oriente han vivido con gran generosidad este compromiso, comenzando 868 0,4 | camino, se detenía entre la gente, la escuchaba, se conmovía 869 0,2 | muchas de las cuales se glorían de haber tenido a uno de 870 I,10 | invocación de perdón y la glorificación de Dios constituyen gran 871 0,3 | Cirilo y Metodio, ejemplo glorioso de apóstoles de la unidad, 872 I,6 | allí, desde los tiempos gloriosos de los Santos Padres, floreció 873 I,11 | y todo estaba muy bien» (Gn 1, 31). Aunque todo ello 874 II,21 | su identidad, dado que «gozan del derecho y tienen el 875 I,16 | Señor Jesucristo, en el gozo del Espíritu Santo, veo 876 0,4 | contemporáneo que espera el gozoso anuncio. Si ante las expectativas 877 I,9(26) | Ha sido grande el influjo ejercido en Occidente 878 I,9 | transmitido a Occidente por los grandes Padres de la Iglesia indivisa(26).~ 879 I,8 | Reino, que es siempre don gratuito. El Señor Jesús vino a morir 880 0,1(1) | Carta Apostólica Praeclara gratulationis (20 de junio de 1894), l.c., 881 II,28 | por el peso de amenazas graves y, sin embargo, tal vez 882 II,19 | tome conciencia de esta gravísima responsabilidad: hoy podemos 883 II,17 | pecado de nuestra división es gravísimo: siento la necesidad de 884 I,9(26) | monaquismo en Occidente. Cfr. GUILLERMO DE SAINT-THIERRY Epistula 885 I,8 | hijos de testigos; hacerles gustar las cosas estupendas que 886 I,15 | experimenta continuamente el gusto amargo de su límite y de 887 I,8 | los Apóstoles, después de haberse encontrado con él y de haber 888 | había 889 II,19 | Hermanos cristianos que habían sufrido juntos la persecución 890 I,7 | comprensible cuando Cristo habla el idioma de los diversos 891 I,16 | silencio que permita al Otro hablar, cuando quiera y como quiera, 892 I,8 | somos hijos de testigos; hacerles gustar las cosas estupendas 893 II,25 | académicas católicas. Seguiremos haciendo todo lo posible para que 894 I,13 | valoren tal don y que todos hagan uso de él: así experimentarán 895 I,10 | litúrgica. El cristiano se halla inmerso en el estupor de 896 II,18 | Espíritu Santo; todas se hallaban reunidas para celebrar la 897 0,4 | por desgracia, nos hemos hallado durante el segundo milenio. 898 II,26 | católicas, sobre todo cuando se hallan privados de Jerarquía propia.~ 899 II,18(43)| por ejemplo, ANSELMO DE HAVELBERG, Diálogos: PL 188, 1.139- 900 | haya 901 I,5 | pues, de que a veces unos hayan captado mejor que otros 902 I,11 | redimida en la Encarnación y hecha plenamente teofórica, es 903 I,6 | con la santísima Trinidad, hechos "partícipes de la naturaleza 904 II,25 | entre parroquias, como «hermanadas» para un recíproco enriquecimiento 905 I,14 | cristiano puede prestar a su hermano, para proseguir con muchas 906 II,28 | existencia. De Oriente, según una hermosa imagen, regresará nuestro 907 I,5 | diversas, un mosaico tan rico y hermoso.~ 908 II,21 | largo de los siglos con heroísmo y a menudo pagándola con 909 I,16(35)| El silencio ("hesychia") es un componente esencial 910 0,1 | Hermanos,~Amadísimos Hijos e Hijas de la Iglesia~1. La luz 911 II,28(67)| Horologion, Himno Akáthistos a la Santísima 912 I,10 | por último, cantada: esos himnos son, en gran parte, sublimes 913 II,24 | a teólogos, liturgistas, historiadores y canonistas que puedan 914 I,8 | situaciones y condiciones histórico-culturales(25). La Tradición nunca 915 II,23 | oriental, donde acontecimientos históricos dramáticos han impedido 916 I,12 | mismos~12. A Cristo, el Hombre-Dios, se dirige la mirada del 917 I,6(15) | prácticamente es igual en honor y deidad a la naturaleza 918 I,12 | intención es recta y el camino honrado, al final el rostro del 919 II,28 | disipar las tinieblas del horizonte de la ternura del Padre.~ 920 II,25 | destinados precisamente a la hospitalidad de nuestros hermanos de 921 II,20 | como si el Maestro mismo hubiese querido decirle: "Acuérdate 922 0,4 | sino de los acontecimientos humanos de un pasado que pesa aún 923 0,4 | mundo, escuchándolas con humildad y ternura, con plena solidaridad 924 II,23 | de uno fuese causa de la humillación de otro, o de estériles 925 II,20 | palabras cuando el Apóstol iba a renegar de él. Era como 926 I,10 | la Palabra. La riquísima iconografía litúrgica, de la que con 927 II,21 | redescubrir plenamente su identidad, dado que «gozan del derecho 928 II,18 | de sus especificidades e identidades respectivas. La común experiencia 929 I,8 | lo que se realiza no se identifica nunca con la plenitud del 930 I,7 | comprensible cuando Cristo habla el idioma de los diversos pueblos, 931 I,16 | de Dios, construyamos un ídolo. Sólo en una purificación 932 II,18(38)| X. FUNK, I, 60-144; SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA, Cartas, l.c., 933 II,18 | a medida que aumenta la ignorancia recíproca y el prejuicio, 934 I,13 | reconocerlo-, no hará a los demás iguales a sí mismo, sino que les 935 II,28(67)| Santísima Madre de Dios, Ikos 5.~ 936 II,17 | la voz del Espíritu que iluminaba verdades profundas sobre 937 0,1 | Oriente (ORIENTALE LUMEN) ha iluminado a la Iglesia universal, 938 0,4 | damos una respuesta unánime, iluminadora y vivificante, contribuiremos 939 I,6(16) | JUAN DAMASCENO, Sobre las imágenes, I, 19: PG 94, 1.249.~ 940 II,28 | esperar.~Con estos deseos, imparto a todos mi Bendición.~Vaticano, 941 II,18 | experiencias de vida eclesial no impedía que, mediante relaciones 942 II,23 | históricos dramáticos han impedido frecuentemente a las Iglesias 943 I,9 | busca a Dios sin barreras e impedimentos, transformándose en referencia 944 I,16 | en enigmáticas realidades impersonales. Más aún, los cristianos 945 I,6 | realismo trinitario y su implicación en la vida sacramental, 946 II,20 | conciencia de comunión que implicara a toda la Iglesia y no se 947 II,27 | se ha de pensar que eso implique una disminución de la eficacia 948 II,25 | encuentro y de intercambio impliquen a las comunidades eclesiales 949 II,27 | monaquismo, teniendo en cuenta su importancia en el cristianismo de Oriente, 950 I,8 | apostólica, mediante la imposición de las manos, hasta los 951 I,12 | Padre se dará a conocer, impreso como está en las profundidades 952 I,8 | espera escatológica las impulsa a ser lo que aún no son 953 II,20 | especial significado nos impulsan a dirigir nuestro pensamiento, 954 II,24 | entre Latinos y Orientales e impulsar el diálogo entre Católicos 955 I,16 | lo percibe como misterio inaccesible, inaferrable en su esencia. 956 I,16 | como misterio inaccesible, inaferrable en su esencia. Eso no se 957 I,8 | trata de una repetición inalterada de fórmulas, sino de un 958 I,6 | criatura es transfigurada y se inaugura el Reino de Dios.~La enseñanza 959 I,13 | sufre en el miedo y en la incertidumbre, sin modelos ni puntos de 960 II,21 | sabemos que hemos de invocar incesantemente la divina misericordia y 961 II,18 | riqueza común, sino como incompatibilidad. A pesar de que en el segundo 962 I,6 | naturaleza divina con la inconoscibilidad de la esencia divina. Los 963 I,14 | escuela del apóstol Pablo que indica la plenitud de la ley en 964 I,14 | comunión. Con este nombre se ha indicado, ya desde la antigüedad, 965 I,10 | Eucaristía, la otra cumbre indisolublemente vinculada a la Palabra, 966 II,21 | conversión constante y común es indispensable para que avancen de forma 967 I,9 | grandes Padres de la Iglesia indivisa(26).~Los notables rasgos 968 0,1 | plenamente de ese patrimonio indiviso, y revelado por Dios, de 969 II,23 | testimoniar lo contrario inducirá a cuantos nos observan a 970 I,6 | Este sentido de la inefable realidad divina se refleja 971 II,19 | resignaciones o las actitudes de inercia. Si el que quiera ser el 972 I,14 | encerrados en sus celdas, infunden en su oración una pasión 973 I,15 | enfermo de la humanidad e, infundiéndole el Espíritu del Padre, la 974 I,8 | sucesores, en una línea ininterrumpida que es garantizada por la 975 I,11 | absoluto ni un nido de pecado e iniquidad. En la liturgia las cosas 976 I,6(15) | Injertados en Cristo, "los hombres 977 I,11 | en el «éxtasis» y en la inmanencia, es de gran actualidad, 978 II,23 | será un acto de elocuencia inmediata. Evitar esto o incluso testimoniar 979 0,4 | palabras y gestos de hoy las inmensas riquezas que nuestras Iglesias 980 I,10 | exalta con reconocimiento: el Inmenso se hace límite; una Virgen 981 I,6 | glorificado de Cristo, semilla de inmortalidad(13). En la divinización 982 I,8 | entienden meramente como inmovilidad, la Tradición corre el peligro 983 II,22 | Iglesia y que se hace más insistente precisamente en los momentos 984 II,24 | válidas, en las que deseo insistir con particular fuerza.~ 985 II,28 | manifieste cada vez mejor sus insondables riquezas. Nuestras palabras 986 II,24(63)| EDUCACIÓN CATÓLICA, Instr. Inspectis Dierum (10 de noviembre 987 0,1 | esperanza del mundo.~Esa luz inspiró a mi Predecesor el Papa 988 II,20 | junio de 1960, Juan XXIII instituyó el Secretariado para la 989 I,14 | en tiempos sucesivos- el instrumento privilegiado para la evangelización 990 I,13 | gracia suscite esos valiosos instrumentos de maduración interior, 991 I,5 | comprensión más plena e íntegra de la experiencia cristiana 992 I,11 | final.~Esta valorización integral de la persona en sus componentes 993 I,12 | que siga buscando: si la intención es recta y el camino honrado, 994 II,23 | Co 13, 3). Debemos orar intensamente para que el Señor conmueva 995 II,23 | actúan en ese sentido- la intensificación de este ministerio de diaconía, 996 II,17 | recíproco. Este conocimiento ha intensificado la estima y nos ha permitido 997 II,18 | 18. Cada día se hace más intenso en mí el deseo de volver 998 II,23 | irrespetuosa con respecto a los intensos esfuerzos que las Iglesias 999 I,15 | hombre no se queda solo para intentar, de mil modos a menudo frustrados, 1000 II,20 | unidad (cfr. Lc 22, 32). Los intentos del pasado tenían sus límites, 1001 II,18 | relaciones y de favorecer los intercambios, así como no disminuye la 1002 I,8(25) | Cfr. COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, Interpretationis problema ( 1003 I,10 | que llama, que invita, que interpela personalmente, como sucedió 1004 0,4 | 55; 14, 8-11). Dejándonos interpelar por las demandas del mundo, 1005 I,5 | pretendo describirlo ni interpretarlo: me pongo a la escucha de 1006 I,8(25) | TEOLÓGICA INTERNACIONAL, Interpretationis problema (octubre de 1989), 1007 I,5 | de Oriente que sé que son intérpretes vivas del tesoro tradicional 1008 0,3 | fuerza de una respuesta a los interrogantes que se plantea el hombre