Parte,  Capítulo, Párrafo

 1    I, 4   |           hombre, debe dejar que el Evangelio derrame sus fermentos de
 2    I, 4   |         perenne, vital y divina del Evangelio". (Juan XXIII, Constituc.
 3    I, 8   |       hombre de hoy, dejando que el Evangelio pueda encarnarse en las
 4    I, 9   |           vida de los hombres.~ ~El Evangelio y su. ley de amor requieren,
 5    I, 9   |        aparezcan menos conformes al Evangelio.~ ~Para lograr estos propósitos,
 6    I, 9   |          eficaz a estos obreros del Evangelio, deberá valerse del. apoyo
 7   II, 1,5 |           por quien la voz viva del Evangelio resuena en la Iglesia, y
 8   II, 1,7 |            se adhiere libremente al Evangelio de la gracia de Dios, (Cfr.
 9   II, 1,8 |              lleva a los hombres al Evangelio. El misterio anunciado y
10   II, 2,10|       supone una adhesión global al Evangelio de Cristo, propuesto por
11   II, 2,12|    comunidad de los que creen en el Evangelio. Todos estos aspectos determinan
12   II, 2,18|   comunidades a propagar la luz del Evangelio y a entablar diálogo fructífero
13   IV, 4   |   esforzarse por poner a la luz del evangelio los interrogantes que surgen
14    V,20   |       humana. Debe demostrar que el Evangelio es~siempre actual y oportuno.
15   VI, 1,60| repercusiones sobre la difusión del Evangelio.~ ~
16   VI, 1,62|           tanto que los obreros del Evangelio aprendan a descubrir las
17   VI, 3,75|          del N.T., para predicar el evangelio, apacentar a los fieles