Cap., Párrafo
1 Pre, 1| la autoridad divina de la Iglesia ha llegado adonde tenía
2 Pre, 2| de Dios al frente de la Iglesia católica como custodio e
3 1, 4 | No hay razón para que la Iglesia desapruebe el gobierno de
4 1, 5 | origen del poder político, la Iglesia enseña rectamente que el
5 1, 5 | Dios. Así lo encuentra la Iglesia claramente atestiguado en
6 1, 7 | Los Padres de la Iglesia procuraron con toda diligencia
7 2, 14| 14. La Iglesia ha procurado siempre que
8 2, 14| que hemos bosquejado, la Iglesia procuró inculcarla en las
9 2, 16| príncipes cristianos, la Iglesia puso más empeño en declarar
10 2, 16| mismo, sabiamente dispuso la Iglesia que los reyes fuesen consagrados
11 2, 16| hubiesen buscado lo que la Iglesia buscaba. Mientras reinó
12 2, 16| rebelión, al punto acudía la Iglesia, conciliadora nata de la
13 2, 16| poder, se presentaba la Iglesia ante ellos y, recordándoles
14 2, 16| veces a la influencia de la Iglesia para conjurar los peligros
15 3, 19| gobernantes el apoyo de la Iglesia. Hemos exhortado a los pueblos
16 3, 19| bienes espirituales que la Iglesia les proporciona. De nuevo
17 3, 19| mismo Estado concedan a la Iglesia aquella libertad de la cual
18 3, 19| y perdición de todos. La Iglesia de Cristo no puede ser sospechosa
19 3, 19| vista por los pueblos. La Iglesia amonesta a los príncipes
20 3, 19| potestad eclesiástica, la Iglesia quiere que ambas procedan
21 3, 19| que toca a los pueblos, la Iglesia ha sido fundada para la
22 3, 19| amado como madre. Es la Iglesia la que bajo la guía de la
23 3, 19| costumbre, ingénita en la Iglesia, ha sido expresada por San
24 3, 19| estas palabras: «Enseña [la Iglesia] que los reyes cuiden a
25 3, 20| preceptos establecidos por la Iglesia católica respecto del poder
26 3, 21| confía grandemente toda la Iglesia; a los apóstoles San Pedro
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