1174-honor | horas-tendr | tenei-xvi
negrita = Texto principal
Cap., Párrafo gris = Texto de comentario
1 2, 14(24)| Epístola a Diognete 5: PG 2,1174.~
2 3, 19(26)| Ecclesiae catholicae 1,30:PL 32,1336.~
3 3, 20(27)| Sal 142(143),11.~
4 3, 20(27)| Sal 142(143),11.~
5 1, 7(7) | civitate Dei V 21: PL 41,167.~
6 3, 21 | Pedro, el 29 de junio de 1881, año cuarto de nuestro pontificado.~ ~
7 1, 6(5) | Evangelium CXVI, 5: PL 35,1943.~
8 Pre, 2 | contener en su deber tanto a 1os que obedecen como a los
9 3, 20 | 20. Por estas razones, venerables
10 2, 11(14)| Mt 22,21.~
11 1, 7(8) | Epistolam ad Romanos hom.23,1: PG 60,615.~
12 3, 19(26)| moribus Ecclesiae catholicae 1,30:PL 32,1336.~
13 2, 14(23)| Tertuliano, Apologeticum 37: PL 1,463.~
14 1, 7(7) | De civitate Dei V 21: PL 41,167.~
15 2, 14(22)| Tertuliano, Apologeticum 35: PL 1,451.~
16 2, 14(23)| Tertuliano, Apologeticum 37: PL 1,463.~
17 1, 7(8) | ad Romanos hom.23,1: PG 60,615.~
18 1, 7(9) | Gregorio Magno, Epístola 11,61.~
19 1, 7(8) | Romanos hom.23,1: PG 60,615.~
20 2, 14(21)| Legatio pro Christ. 1: PG 6,891 B-894A.~
21 2, 12 | Señor de los señores. Si abandonan su deber, no podrán evitar
22 2, 15 | al emperador, prefiriendo abandonar las armas y dejarse matar
23 2, 11 | les exige algo que repugna abiertamente al derecho natural o al
24 2, 17 | movimientos clandestinos y abiertas sediciones. Las consecuencias
25 3, 20 | de las sectas prohibidas, abominen las conjuraciones y que
26 2, 16 | ruinas del Imperia romano, se abrió de nuevo a la esperanza
27 1, 6 | arrogaba la potestad de absolverlo y condenarlo: «No tendrías
28 2, 9 | precisamente la impía y absurda dignidad pretendida por
29 2, 17 | ciertos autores modernos, han acarreado ya a la humanidad serios
30 | acaso
31 2, 14 | cuales, tan pronto como aceptaban las instituciones cristianas,
32 2, 17 | opiniones como con otros tantos acicates, se alzan con mayor insolencia
33 2, 16 | rectas aspiraciones, les aconsejaba justicia, clemencia y benignidad.
34 2, 14 | los cristianos se habían acostumbrado no sólo a servir y obedecer
35 2, 16 | pensaban en la autoridad, se acostumbrasen a ver en los gobernantes
36 2, 15 | cuando se exigían de ellos actos contrarios a la fe o la
37 3, 18 | mientras los hombres no actúen movidos por el estímulo
38 2, 16 | pecado de rebelión, al punto acudía la Iglesia, conciliadora
39 2, 11 | así obran no pueden ser acusados de quebrantar la obediencia
40 1, 7(8) | Crisóstomo, In Epistolam ad Romanos hom.23,1: PG 60,
41 2, 13 | misma obediencia, el decoro adecuado a la excelencia del hombre.
42 1, 6 | autoridad política. Más adelante, cuando brilló la luz del
43 2, 12 | la imagen de Dios en la administración de la república, gobiernen
44 1, 7 | gobernantes, con cuya autoridad es administrada la república, deben obligar
45 Pre, 2 | nuestro poseen una fuerza admirable para contener en su deber
46 Pre, 1 | de la Iglesia ha llegado adonde tenía que llegar: a poner
47 1, 4 | prohibida a los pueblos la adopción de aquel sistema de gobierno
48 2, 16 | sacrum. La autoridad civil adquirió de esta manera una dignidad
49 1, 6 | la realidad, así también adulteró la genuina idea y la hermosura
50 3, 19 | soberbia de los innovadores advirtiendo el peligro que éstos constituían
51 3, 19 | Pero en las materias que afectan simultáneamente, aunque
52 3, 21 | galardón divino, os damos afectuosamente a vosotros, venerables hermanos,
53 3, 18 | la gran verdad de estas afirmaciones. ~Es necesario, por tanto,
54 2, 15 | hombres para obedecer y agradar a Dios. Sin embargo, incluso
55 1, 7 | importancia que los hombres aislados no pueden conseguir y que
56 2, 14 | instituciones cristianas, debían ajustar su vida a las mismas. Y
57 2, 14 | desterrados»21. Del mismo modo alababa públicamente Tertuliano
58 2, 17 | y provocaron repentinos alborotos y osadas rebeliones, principalmente
59 2, 9 | divino, el poder político alcanza por esta misma razón una
60 2, 17 | rebeliones, principalmente en Alemania. Y esto con una fiebre tan
61 1, 7 | sociedad en la que no haya alguien que rija y una las voluntades
62 | algún
63 | algunas
64 | allá
65 3, 18 | tanto, buscar una causa más alta y más eficaz para la obediencia.
66 1, 6 | Dios y la soberanfa por el Altísimo»2. Lo cual se contiene también
67 1, 6 | hubiera sido dado de lo alto»4. Texto comentado por San
68 2, 17 | otros tantos acicates, se alzan con mayor insolencia y con
69 3, 19 | hombres y siempre los ha amado como madre. Es la Iglesia
70 2, 14 | constituido por Dios, debe amar, respetar, honrar y querer
71 3, 19 | de los peligros que nos amenazan. Y hemos indicado al mismo
72 3, 19 | en las leyes, y siempre amiga de la libertad honesta,
73 2, 14 | los mejores y más seguros amigos del imperio: «El cristiano
74 2, 16 | Mientras reinó una concorde amistad entre ambas potestades,
75 3, 19 | los pueblos. La Iglesia amonesta a los príncipes para que
76 3, 20 | censores y maestros que sois, amonestad sin descanso a los pueblos
77 3, 19 | todos, y con vehemencia les amonestamos en el Señor para que defiendan
78 1, 3 | le diese una libertad más amplia de lo justo, sino que también
79 2, 17 | y es muy de temer que, andando el tiempo, nos traerán mayores
80 2, 11 | apóstoles, hay que responder animosamente: «Es necesario obedecer
81 3, 21 | el 29 de junio de 1881, año cuarto de nuestro pontificado.~ ~
82 2, 16 | por el mismo Dios en el Antigua Testamento. Cuando la sociedad
83 1, 5 | en los monumentos de la antigüedad cristiana. Pero, además,
84 1, 6 | Los libros del Antiguo Testamento afirman claramente
85 2, 14 | Salvador20. De todo lo cual los antiguos cristianos nos dejaron brillantes
86 1, 3 | poder puede revocarlo a su antojo. Muy diferente es en este
87 Pre, 1 | las muchedumbres, y, al aparecer las llamas de la envidia
88 3, 20 | habéis de llevar a cabo para apartar de la sociedad humana estos
89 3, 19 | ejerzan la justicia y no se aparten lo más mínimo de sus deberes.
90 3, 21 | cuidado, nuestra bendición apostólica.~Dado en Roma, junto a San
91 1, 6 | San Agustín, quien dice: «Aprendamos lo que dijo, que es lo mismo
92 3, 19 | exhortado a los pueblos a que se aprovechen de los bienes espirituales
93 1, 4 | de gobierno que sea más apto y conveniente a su manera
94 2, 16 | mayor respeto y amor hacia aquéllos. Por lo mismo, sabiamente
95 3, 18 | pacificar los ánimos. Se arman con la autoridad de las
96 2, 15 | prefiriendo abandonar las armas y dejarse matar por la religión
97 2, 17 | la autoridad política es arrancar a ésta toda su dignidad
98 3, 18 | además, el miedo exagerado arrastra a muchos a la desesperación,
99 1, 3 | Aunque el hombre, arrastrado por un arrogante espíritu
100 1, 6 | presidente romano, que se arrogaba la potestad de absolverlo
101 1, 3 | hombre, arrastrado por un arrogante espíritu de rebelión, intenta
102 1, 3 | embargo, emplear todas las artes y medios posibles para debilitar
103 Pre, 1 | veces hasta la muerte con asechanzas ocultas o con manifiestos
104 2, 13 | Con estos preceptos que aseguran la república se quita toda
105 2, 17 | en segundo lugar, dejan asentada la soberanía sobre un cimiento
106 Pre, 1 | poco al conocer el nefando asesinato de un poderoso emperador.
107 3, 20 | de la seguridad y en el asilo del reposo28, es del todo
108 2, 14 | autoridades y que los obedezcan19. Asimismo, que orasen a Dios por todos
109 1, 7 | conseguir y que unidos y asociados unos con otros pueden alcanzar.
110 2, 16 | sus necesidades y rectas aspiraciones, les aconsejaba justicia,
111 3, 19 | soberanos, pues no es posible atacar a la fe sin grave ruina
112 Pre, 2 | deplorable estado de cosas debe atenderse a la seguridad pública.~
113 Pre, 1 | ocultas o con manifiestos atentados. Toda Europa ha quedado
114 1, 5 | encuentra la Iglesia claramente atestiguado en las Sagradas Escrituras
115 1, 7 | divina sabiduría»8. Lo mismo atestiguó San Gregorio Magno con estas
116 1, 4 | ese gobierno sea justo y atienda a la común utilidad. Por
117 Pre, 1 | de un poderoso emperador. Atónitos todavía los ánimos por la
118 2, 14 | enseñanzas, pues siendo atormentados injusta y cruelmente por
119 2, 10 | Dios, y los que la resisten atraen sobre sí la condenación...
120 1, 7 | habían sido enseñados. «No atribuyamos —dice San Agustín— sino
121 3, 18 | lanza audazmente a las más atroces resoluciones»25. La experiencia
122 3, 19 | teorías y al comprobar la audacia creciente de las sectas,
123 3, 18 | la desesperación se lanza audazmente a las más atroces resoluciones»25.
124 3, 21 | cristiano.~Entre tanto, y como augurio del galardón divino, os
125 1, 8 | proviene de Dios como de fuente augusta y santísima.~
126 1, 7 | con mayor exactitud Dios, autor de la Naturaleza, quien
127 2, 17 | inventadas por ciertos autores modernos, han acarreado
128 3, 21 | ínclita Madre de Dios, auxilio de los cristianos y protectora
129 2, 12 | causa las Sagradas Letras avisan a los príncipes que ellos
130 2, 14(21)| pro Christ. 1: PG 6,891 B-894A.~
131 3, 21 | vuestro cuidado, nuestra bendición apostólica.~Dado en Roma,
132 3, 19 | especialmente de Clemente XII, Benedicto XIV y León XII, quienes,
133 3, 18 | obediencia, sino también por la benevolencia de la caridad, la cual es
134 2, 16 | aconsejaba justicia, clemencia y benignidad. Por esta razón se ha recurrido
135 3, 19 | que se aprovechen de los bienes espirituales que la Iglesia
136 3, 19 | Clemente VII a Fernando, rey de Bohemia y Hungría: «En la causa
137 3, 20 | voluntad de todos hacia la bondad y la verdad, que reprima
138 2, 14 | concepción del poder que hemos bosquejado, la Iglesia procuró inculcarla
139 3, 19 | En esta misma línea ha brillado la providente firmeza de
140 2, 14 | antiguos cristianos nos dejaron brillantes enseñanzas, pues siendo
141 1, 6 | política. Más adelante, cuando brilló la luz del Evangelio cristiano,
142 Pre, 2 | deberes. De esta exposición brotará también el camino y la manera
143 1, 7 | fomentadora de la sociedad; un buen número de tendencias innatas
144 2, 14 | dignidad, porque esto es bueno y grato ante Dios nuestro
145 2, 10 | malhechores y elogio de los buenos. Tal es la voluntad de Dios»13.~
146 2, 16 | buscado lo que la Iglesia buscaba. Mientras reinó una concorde
147 Pre, 1 | príncipes más poderosos ha sido buscada muchas veces hasta la muerte
148 2, 16 | príncipes y los pueblos hubiesen buscado lo que la Iglesia buscaba.
149 3, 18 | Es necesario, por tanto, buscar una causa más alta y más
150 1, 3 | destituida de principio o cabeza rectora, no desaparezca
151 3, 20 | divino habéis de llevar a cabo para apartar de la sociedad
152 Pre, 1 | tiempo que los gobernantes caigan en el desprecio y odio de
153 2, 14 | oscurecidas por las maliciosas calumnias de los enemigos. Por lo
154 2, 15 | Sin embargo, la cuestión cambiaba radicalmente cuando los
155 Pre, 2 | exposición brotará también el camino y la manera con que en tan
156 2, 11 | los gobernantes rebasan el campo de su poder y pervierten
157 3, 18 | medio de tantos peligros, carecen de remedios eficaces para
158 2, 11 | la justicia. Ni en este caso puede valer su autoridad,
159 2, 14 | argumento que era injusto castigar a los cristianos según las
160 3, 21 | humano; a San José, su esposo castísimo, en cuyo patrocinio confía
161 3, 19(26)| Agustín, De moribus Ecclesiae catholicae 1,30:PL 32,1336.~
162 Pre, 2 | que están a la vista, nos causan una grave preocupación al
163 3, 19 | simultáneamente, aunque por diversas causas, a la potestad civil y a
164 3, 20 | todos los hombres. Como censores y maestros que sois, amonestad
165 2, 13(18)| Cf. misa votiva pro pace, Poscomunión.~
166 2, 14(21)| Atenágoras, Legatio pro Christ. 1: PG 6,891 B-894A.~
167 1, 7 | que el poder les viene del cielo a los emperadores y reyes»9.
168 1, 7 | procede toda familia en los cielos y en la tierra»11. Por esto
169 | cierto
170 2, 17 | asentada la soberanía sobre un cimiento demasiado endeble e inconsistente.
171 2, 17 | las nuevas doctrinas los cimientos de la sociedad civil y de
172 2, 16 | revoluciones y de las guerras civiles.~
173 1, 7(7) | San Agustín, De civitate Dei V 21: PL 41,167.~
174 2, 17 | pendiente, en movimientos clandestinos y abiertas sediciones. Las
175 1, 6 | de nuevo empezó a verse claro el principio noble y divino
176 2, 16 | les aconsejaba justicia, clemencia y benignidad. Por esta razón
177 3, 21 | venerables hermanos, al clero y al pueblo confiado a vuestro
178 2, 17 | este hechos. Sus jefes y colaboradores socavaron con la piqueta
179 1, 8 | Los que pretenden colocar el origen de la sociedad
180 1, 6 | dado de lo alto»4. Texto comentado por San Agustín, quien dice: «
181 2, 14 | a su hijo Lucio Aurelio Cómmodo: «Permitís que nosotros,
182 | cómo
183 3, 20 | deber de obediencia sean comprendidos y cumplidos con diligencia
184 3, 19 | intereses, lo cual se ha comprobado recientemente en algunos
185 3, 19 | depravadas teorías y al comprobar la audacia creciente de
186 2, 17 | consecuencias de la llamada Reforma comprueban este hechos. Sus jefes y
187 1, 7 | ejercerlo necesariamente como comunicado por Dios a ellos: «Uno solo
188 2, 17 | recientes que se llaman comunismo, socialismo y nihilismo,
189 1, 7 | no puede ni existir ni concebirse una sociedad en la que no
190 3, 19 | ínterés del mismo Estado concedan a la Iglesia aquella libertad
191 Pre, 2 | unos y otros la unión y concierto de voluntades, que es plenamente
192 2, 16 | punto acudía la Iglesia, conciliadora nata de la tranquilidad,
193 3, 19 | por San Agustín con tanta concisión como claridad en estas palabras: «
194 1, 6 | causa, deduce la siguiente conclusión: La autoridad es ministro
195 2, 16 | buscaba. Mientras reinó una concorde amistad entre ambas potestades,
196 3, 19 | reine entre ellas aquella concordia que evita contiendas desastrosas
197 2, 16 | refrenando los ímpetus de la concupiscencia, en parte con la persuasión
198 2, 10 | resisten atraen sobre sí la condenación... Es preciso someterse
199 3, 19 | por costumbre y práctica condenar la tiranía. Esta costumbre,
200 1, 6 | potestad de absolverlo y condenarlo: «No tendrías ningún poder
201 2, 14 | hacemos, antes bien nos conducimos con toda piedad y justicia,
202 2, 14 | paganos, jamás dejaron de conducirse con obediencia y con sumisión,
203 1, 7 | Magno con estas palabras: «Confesamos que el poder les viene del
204 2, 15 | pretendieron otra cosa que confesarse cristianos, serlo realmente
205 3, 21 | castísimo, en cuyo patrocinio confía grandemente toda la Iglesia;
206 3, 21 | hermanos, al clero y al pueblo confiado a vuestro cuidado, nuestra
207 2, 12 | súbditos que les han sido confiados. Tomen los príncipes ejemplo
208 2, 14 | hablaba Atenágoras con toda confianza a Marco Aurelio y a su hijo
209 1, 4 | el gobernante, pero no se confieren los derechos del poder.
210 2, 14 | dudaba en afirmar que en los confines del imperio tanto más disminuía
211 2, 14 | Epístola a Diogneto, la cual confirma que en aquel tiempo los
212 3, 20 | prohibidas, abominen las conjuraciones y que nada intenten por
213 2, 16 | influencia de la Iglesia para conjurar los peligros de las revoluciones
214 3, 19 | tiempo el mejor remedio para conjurarlos. Hemos ofrecido a los príncipes
215 Pre, 1 | horrorizada hace muy poco al conocer el nefando asesinato de
216 1, 7 | dimana de Dios es verdad tan conocida, que en todos los pueblos
217 2, 14 | del apóstol San Pablo, se consagraban, con sumo cuidado y diligencia,
218 2, 16 | Iglesia que los reyes fuesen consagrados con los ritos sagrados,
219 2, 16 | los Romanos Pontífices consagraron de un modo singular el poder
220 2, 17 | abiertas sediciones. Las consecuencias de la llamada Reforma comprueban
221 1, 7 | hombres aislados no pueden conseguir y que unidos y asociados
222 3, 18 | temor de Dios. Esto puede conseguirlo como nadie la religión.
223 1, 8 | sociedad civil en el libre consentimiento de los hombres, poniendo
224 2, 16 | entre ambas potestades, se conservaron la tranquilidad y la prosperidad
225 1, 7 | pueblos los sacerdotes son considerados y llamados ministros de
226 2, 17 | descontrolada licencia, que muchos consideran como la única libertad.
227 1, 8 | aquí un gran error, que consiste en no ver lo evidente. Los
228 2, 13 | de sediciones. Y quedan consolidados en lo sucesivo, al honor
229 1, 3 | arbitrio el origen y la constitución de la sociedad civil de
230 3, 19 | advirtiendo el peligro que éstos constituían para la sociedad civil.
231 2, 14 | quien, sabiendo que está constituido por Dios, debe amar, respetar,
232 2, 14 | emperadores y por todos los constituidos en dignidad, porque esto
233 1, 7 | manera que el no obedecerles constituya un pecado manifiesto. Pero
234 1, 8 | evidente. Los hombres no constituyen una especie solitaria y
235 3, 20 | totalmente saludable si consultáis con Nos todas las empresas
236 1, 3 | todavía. Muchos de nuestros contemporáneos, siguiendo las huellas de
237 Pre, 2 | una fuerza admirable para contener en su deber tanto a 1os
238 2, 15 | resistencia, sino que marchaban contentos y gozosos, como nunca, al
239 3, 19 | aquella concordia que evita contiendas desastrosas para las dos
240 1, 6 | el Altísimo»2. Lo cual se contiene también en el libro del
241 2, 11 | voluntad de los gobernantes contradice a la voluntad y las leyes
242 1, 4 | doctrina católica se oponga o contradiga esta elección. Con esta
243 2, 17 | 17. Por el contrario, las teorías sobre la autoridad
244 2, 15 | se exigían de ellos actos contrarios a la fe o la razón, como
245 2, 9 | necesariamente de la maldad y la contumacia, ya que deben estar persuadidos
246 3, 18 | Proceden con rectitud. Pero conviene advertir seriamente que
247 1, 8 | poder de aquel a quien había correspondido la suma total de aquellos
248 1, 6 | preceptos de Jesucristo correspondió como eco la voz incorrupta
249 1, 6 | supersticioso, el cual, así como corrompió muchas nociones e ideas
250 3, 19 | uso de su autoridad para cortarles el paso y evitar su entrada.
251 2, 14 | sus enemigos cuanto más crecía el de los cristianos: «Ahora
252 3, 19 | al comprobar la audacia creciente de las sectas, hicieron
253 2, 14 | siempre que esta concepción crístiana del poder político no sólo
254 2, 14 | aceptaban las instituciones cristianas, debían ajustar su vida
255 2, 14 | defender públicamente el cristianismo en presencia de los emperadores,
256 2, 14 | siendo atormentados injusta y cruelmente por los emperadores paganos,
257 2, 15 | derechos divinos o la muerte cruenta de indefensos discípulos
258 2, 15 | gozosos, como nunca, al cruento potro, donde la magnitud
259 2, 15 | principios cristianos. Era cualidad sobresaliente del soldado
260 | cualquier
261 3, 21 | 29 de junio de 1881, año cuarto de nuestro pontificado.~ ~
262 2, 12 | ellos también tienen que dar cuenta algún día al Rey de los
263 2, 15 | 15. Sin embargo, la cuestión cambiaba radicalmente cuando
264 2, 12 | y al grande e igualmente cuida de todos; pero a los poderosos
265 3, 19 | la Iglesia] que los reyes cuiden a los pueblos, que todos
266 3, 20 | obediencia sean comprendidos y cumplidos con diligencia por todos
267 3, 19 | León XII, quienes, al ver cundir extraordinariamente la epidemia
268 Pre, 2 | tranquilo e imperturbado curso de los asuntos públicos.
269 Pre, 2 | la Iglesia católica como custodio e intérprete de la doctrina
270 1, 7 | poderoso. Los gobernantes, con cuya autoridad es administrada
271 3, 21 | su esposo castísimo, en cuyo patrocinio confía grandemente
272 1, 6(5) | Tractatus in Ioannis Evangelium CXVI, 5: PL 35,1943.~
273 3, 20 | Pero como es Dios quien da la victoria a los reyes27
274 3, 21 | del galardón divino, os damos afectuosamente a vosotros,
275 2, 17 | mayor insolencia y con gran daño de la república se precipitan,
276 3, 20 | humana estos peligrosos daños. Procurad y velad para que
277 2, 10 | peso, que no parece pueda darse una orden con mayor severidad: «
278 2, 9 | Pero además los gobernados deberán obedecer a los gobernantes
279 2, 14 | instituciones cristianas, debían ajustar su vida a las mismas.
280 3, 18 | Tomás, «es un fundamento débil, porque los que se someten
281 1, 3 | artes y medios posibles para debilitar su fuerza y disminuir su
282 3, 19 | su autoridad. Reconoce y declara que los asuntos propios
283 Pre, 1 | prolongada y terrible guerra declarada contra la autoridad divina
284 2, 16 | Iglesia puso más empeño en declarar y enseñar todo lo que hay
285 2, 13 | su misma obediencia, el decoro adecuado a la excelencia
286 1, 6 | afirmación, como de causa, deduce la siguiente conclusión:
287 2, 14 | aquellos que habían de defender públicamente el cristianismo
288 1, 8 | firmeza que requieren la defensa de la república y la utilidad
289 3, 21 | San Pablo, guardianes y defensores del nombre cristiano.~Entre
290 3, 19 | amonestamos en el Señor para que defiendan a la religión, y en ínterés
291 1, 7(7) | San Agustín, De civitate Dei V 21: PL 41,167.~
292 2, 17 | así. Y, en segundo lugar, dejan asentada la soberanía sobre
293 2, 15 | prefiriendo abandonar las armas y dejarse matar por la religión antes
294 1, 3 | propia, sino como mandato o delegación del pueblo, y de tal manera,
295 2, 10 | a los gobernadores, como delegados suyos, para castigo de los
296 Pre, 1 | la magnitud de semejante delito, no reparan, sin embargo,
297 | demasiado
298 2, 14 | presencia de los emperadores, demostraban principalmente con este
299 3, 18 | resoluciones»25. La experiencia ha demostrado suficientemente la gran
300 1, 7 | vivan en sociedad civil. Demuestran claramente esta afirmación
301 1, 7 | una unidad y las impulse dentro de un recto orden hacia
302 3, 19 | entrada. Nos mismos hemos denunciado muchas veces la gravedad
303 2, 17 | de que el poder político depende del arbitrio de la muchedumbre,
304 Pre, 2 | la manera con que en tan deplorable estado de cosas debe atenderse
305 3, 19 | extraordinariamente la epidemia de estas depravadas teorías y al comprobar la
306 1, 7 | poder, sean los que sean, derivan su origen de un solo e idéntico
307 1, 3 | principio o cabeza rectora, no desaparezca y se vea privada de alcanzar
308 1, 4 | razón para que la Iglesia desapruebe el gobierno de un solo hombre
309 3, 19 | concordia que evita contiendas desastrosas para las dos partes. Por
310 2, 16 | esta manera una dignidad desconocida. Y no hay duda que esta
311 2, 17 | que aquí recordamos ni son desconocidos ni están muy lejanos.~
312 2, 17 | soberanía popular y una descontrolada licencia, que muchos consideran
313 | desde
314 3, 20 | tranquilidad hace tiempo deseadas.~
315 2, 13 | toda ocasión y aun todo deseo de sediciones. Y quedan
316 1, 4 | elección. Con esta elección se designa el gobernante, pero no se
317 2, 15 | No vacilaron entonces en desobedecer a los hombres para obedecer
318 Pre, 1 | nuestro tiempo.~Las pasiones desordenadas del pueblo rehúsan, hoy
319 2, 14 | Imperio, seamos perseguidos, despojados, desterrados»21. Del mismo
320 Pre, 1 | gobernantes caigan en el desprecio y odio de las muchedumbres,
321 2, 14 | perseguidos, despojados, desterrados»21. Del mismo modo alababa
322 1, 3 | hombres, para que la sociedad, destituida de principio o cabeza rectora,
323 1, 3 | no ha podido lograrse la destrucción total de la autoridad política
324 Pre, 1 | embargo, ciertos hombres desvergonzados, en lanzar a cada paso amenazas
325 1, 4 | pueden ser elegidos, en determinadas circunstancias, por la voluntad
326 2, 12 | tienen que dar cuenta algún día al Rey de los reyes y Señor
327 1, 3 | que en el siglo pasado se dieron a sí mismos el nombre de
328 1, 3 | pretendió no sólo que se le diese una libertad más amplia
329 1, 3 | revocarlo a su antojo. Muy diferente es en este punto la doctrina
330 1, 4 | en esta encíclica de las diferentes formas de gobierno. No hay
331 3, 19 | para la sociedad civil. Es digna de mención a este respecto
332 1, 6 | dice: «Aprendamos lo que dijo, que es lo mismo que enseñó
333 1, 7 | que tienen los sacerdotes dimana de Dios es verdad tan conocida,
334 1, 6 | del Eclesiástico: «Dios dio a cada nación un jefe»3.
335 2, 14(24)| Epístola a Diognete 5: PG 2,1174.~
336 2, 14 | realidad en la Epístola a Diogneto, la cual confirma que en
337 2, 15 | muerte cruenta de indefensos discípulos de Cristo, sólo entonces
338 2, 17 | ya a la humanidad serios disgustos, y es muy de temer que,
339 2, 14 | confines del imperio tanto más disminuía el número de sus enemigos
340 1, 3 | para debilitar su fuerza y disminuir su majestad. Esto sucedió
341 2, 10 | la autoridad resiste a la disposición de Dios, y los que la resisten
342 2, 16 | Por lo mismo, sabiamente dispuso la Iglesia que los reyes
343 3, 18 | propia fuerza en las almas, doblega la misma voluntad del hombre
344 3, 20 | suplicarle insistentemente que doblegue la voluntad de todos hacia
345 1, 7 | reyes»9. Los mismos santos Doctores procuraron también ilustrar
346 2, 17 | la piqueta de las nuevas doctrinas los cimientos de la sociedad
347 2, 9 | recibida por un especial don de Dios. Pero además los
348 | donde
349 2, 16 | dignidad desconocida. Y no hay duda que esta institución habría
350 2, 14 | Imperio romano»22. Y no dudaba en afirmar que en los confines
351 Pre, 1 | salvación. Se ha procurado durante mucho tiempo que los gobernantes
352 3, 19(26)| San Agustín, De moribus Ecclesiae catholicae 1,30:PL 32,1336.~
353 1, 6 | también en el libro del Eclesiástico: «Dios dio a cada nación
354 1, 6(3) | Eclo 17,14.~
355 1, 6 | Jesucristo correspondió como eco la voz incorrupta de los
356 2, 15 | radicalmente cuando los edictos imperiales y las amenazas
357 1, 7(11) | Ef 3,15.~
358 1, 7 | otro guía que la razón.~En efecto, es la naturaleza misma,
359 3, 18 | peligros, carecen de remedios eficaces para restablecer la disciplina
360 3, 18 | una causa más alta y más eficaz para la obediencia. Hay
361 1, 7 | tiene grabada en sí cierta efigie y forma de la autoridad
362 Pre, 2 | religión cristiana engendró los egregios fundamentos de la estabilidad
363 2, 11 | no pueden ser mandadas ni ejecutadas. Si, pues, sucede que el
364 1, 4 | la persona que lo ha de ejercer. No se trata en esta encíclica
365 1, 7 | ejercen ese poder deben ejercerlo necesariamente como comunicado
366 2, 12 | la república no puede ser ejercido para utilidad de aquellos
367 2, 15 | honrar en aquel tiempo en el ejército la eficacia de los principios
368 3, 19 | a los príncipes para que ejerzan la justicia y no se aparten
369 1, 4 | gobernar los Estados pueden ser elegidos, en determinadas circunstancias,
370 | ella
371 | ellas
372 2, 10 | castigo de los malhechores y elogio de los buenos. Tal es la
373 2, 16 | cristianos, la Iglesia puso más empeño en declarar y enseñar todo
374 1, 6 | a la verdad, y de nuevo empezó a verse claro el principio
375 1, 3 | ha querido, sin embargo, emplear todas las artes y medios
376 3, 20 | consultáis con Nos todas las empresas que por encargo divino habéis
377 3, 20 | todas las empresas que por encargo divino habéis de llevar
378 1, 4 | ejercer. No se trata en esta encíclica de las diferentes formas
379 2, 12 | aquellos a quienes ha sido encomendado, sino para bien de los súbditos
380 2, 9 | Es imposible encontrar una enseñanza más verdadera
381 1, 5 | poder viene de Dios. Así lo encuentra la Iglesia claramente atestiguado
382 2, 17 | sobre un cimiento demasiado endeble e inconsistente. Porque
383 2, 14 | imperio: «El cristiano no es enemigo de nadie, ni del emperador,
384 Pre, 2 | de la religión cristiana engendró los egregios fundamentos
385 1, 7 | doctrina, en la que habían sido enseñados. «No atribuyamos —dice San
386 2, 16 | más empeño en declarar y enseñar todo lo que hay de sagrado
387 1, 6 | dijo, que es lo mismo que enseñó por el Apóstol, a saber:
388 3, 20 | iras y restituya al orbe entero la paz y tranquilidad hace
389 3, 19 | cortarles el paso y evitar su entrada. Nos mismos hemos denunciado
390 1, 4 | derechos del poder. Ni se entrega el poder como un mandato,
391 Pre, 1 | aparecer las llamas de la envidia preconcebida, en un pequeño
392 3, 19 | cundir extraordinariamente la epidemia de estas depravadas teorías
393 1, 7(8) | San Juan Crisóstomo, In Epistolam ad Romanos hom.23,1: PG
394 Pre, 2 | virtud el justo y sabio equilibrio de derechos y deberes entre
395 2, 17 | muchedumbre, en primer lugar, se equivocan al opinar así. Y, en segundo
396 | eran
397 1, 8 | una especie solitaria y errante. Los hombres gozan de libre
398 1, 8 | derechos. Pero hay aquí un gran error, que consiste en no ver
399 2, 17 | aquí se ha llegado a esos errores recientes que se llaman
400 3, 18 | cuando ven la ocasión de escapar impunes, se levantan contra
401 2, 10 | particularmente a los romanos. Escribió a éstos acerca de la reverencia
402 1, 5 | atestiguado en las Sagradas Escrituras y en los monumentos de la
403 1, 6 | tierra»1. Y en otra parte: «Escuchad vosotros, los que imperáis
404 3, 19 | los asuntos propios de la esfera civil se hallan bajo el
405 2, 17 | embargo, son muchos los que se esfuerzan por extender el imperio
406 1, 8 | hombres no constituyen una especie solitaria y errante. Los
407 1, 7 | Por esto las diversas especies de poder tienen entre sí
408 1, 3 | arrastrado por un arrogante espíritu de rebelión, intenta muchas
409 3, 19 | aprovechen de los bienes espirituales que la Iglesia les proporciona.
410 3, 21 | género humano; a San José, su esposo castísimo, en cuyo patrocinio
411 2, 16 | los ritos sagrados, como estaba mandado por el mismo Dios
412 Pre, 2 | egregios fundamentos de la estabilidad y el orden de los Estados
413 1, 4 | un mandato, sino que se establece la persona que lo ha de
414 3, 18 | para la obediencia. Hay que establecer que la severidad de las
415 3, 20 | velad para que los preceptos establecidos por la Iglesia católica
416 2, 10 | Apóstoles: «Por amor del Señor estad sujetos a toda autoridad
417 2, 14 | pues vivían de acuerdo con éstas a los ojos de todos, para
418 2, 17 | las pasiones populares, estimuladas con estas opiniones como
419 3, 18 | no actúen movidos por el estímulo del deber y por la saludable
420 Pre, 1 | autoridad política, en la cual estriba fundamentalmente la salud
421 3, 18 | gobernantes no sólo por estricta obediencia, sino también
422 1, 6 | cuando brilló la luz del Evangelio cristiano, la vanidad cedió
423 1, 6(5) | Agustín, Tractatus in Ioannis Evangelium CXVI, 5: PL 35,1943.~
424 1, 8 | que consiste en no ver lo evidente. Los hombres no constituyen
425 3, 19 | ellas aquella concordia que evita contiendas desastrosas para
426 1, 7 | naturaleza misma, con mayor exactitud Dios, autor de la Naturaleza,
427 3, 18 | miedo. Y, además, el miedo exagerado arrastra a muchos a la desesperación,
428 2, 13 | el decoro adecuado a la excelencia del hombre. Saben muy bien
429 1, 6 | incorrupta de los apóstoles. Excelsa y llena de gravedad es la
430 3, 19 | apoyo de la Iglesia. Hemos exhortado a los pueblos a que se aprovechen
431 2, 16 | nata de la tranquilidad, exhortando a todos al cumplimiento
432 1, 7 | gobiernen a la multitud. Existe otro argumento muy poderoso.
433 1, 7 | Ahora bien: no puede ni existir ni concebirse una sociedad
434 3, 18 | atroces resoluciones»25. La experiencia ha demostrado suficientemente
435 2, 9 | mucha mayor firmeza. Pues, experimentando los ciudadanos la fuerza
436 Pre, 2 | clase de deberes. De esta exposición brotará también el camino
437 2, 9 | verdadera y más útil que la expuesta. Porque si el poder político
438 2, 17 | los que se esfuerzan por extender el imperio de males tan
439 3, 19 | quienes, al ver cundir extraordinariamente la epidemia de estas depravadas
440 2, 17 | república se precipitan, por una fácil pendiente, en movimientos
441 1, 7 | claramente esta afirmación la facultad de hablar, máxima fomentadora
442 2, 17 | siglo pasado una filosofia falsa, el llamado derecho nuevo,
443 2, 15 | separarse de la fe cristiana o faltar de cualquier manera a los
444 2, 17 | grandes y, con el pretexto de favorecer al pueblo, han provocado
445 3, 19 | dirigida por Clemente VII a Fernando, rey de Bohemia y Hungría: «
446 1, 8 | predican es claramente una ficción inventada y no sirve para
447 2, 17 | Alemania. Y esto con una fiebre tan grande de guerra civil
448 2, 17 | nacieron en el siglo pasado una filosofia falsa, el llamado derecho
449 1, 3 | a sí mismos el nombre de filósofos, afirman que todo poder
450 | fin
451 3, 19 | muchas maneras robustece y fomenta su autoridad. Reconoce y
452 1, 7 | facultad de hablar, máxima fomentadora de la sociedad; un buen
453 1, 8 | voluntad, pero han nacido para formar una comunidad natural. Además,
454 1, 4 | encíclica de las diferentes formas de gobierno. No hay razón
455 3, 18 | mayor ha sido la sujeción forzada, impuesta únicamente por
456 Pre, 1 | partes la licencia, son tan frecuentes las sediciones y las turbulencias,
457 1, 3 | muchas veces sacudir los frenos de la autoridad, sin embargo,
458 Pre, 2 | por la gracia de Dios al frente de la Iglesia católica como
459 Pre, 2 | el más pequeño y último fruto de esta virtud el justo
460 1, 6 | enseñanzas del mismo Dios fueron olvidándolas paulatinamente
461 | fuesen
462 3, 19 | pueblos, la Iglesia ha sido fundada para la salvación de todos
463 Pre, 1 | política, en la cual estriba fundamentalmente la salud pública. Hecho
464 Pre, 2 | cristiana engendró los egregios fundamentos de la estabilidad y el orden
465 3, 18 | gobernantes con tanta mayor furia cuanto mayor ha sido la
466 3, 21 | tanto, y como augurio del galardón divino, os damos afectuosamente
467 3, 18 | toda sociedad humana la garantía más firme de la seguridad.~
468 1, 6 | así también adulteró la genuina idea y la hermosura de la
469 1, 7 | imperio. Dios, creador y gobernador de todas las cosas, es el
470 2, 10 | como soberano, ya a los gobernadores, como delegados suyos, para
471 2, 9 | de Dios. Pero además los gobernados deberán obedecer a los gobernantes
472 1, 4 | esta elección se designa el gobernante, pero no se confieren los
473 1, 4 | punto que los que han de gobernar los Estados pueden ser elegidos,
474 1, 8 | solitaria y errante. Los hombres gozan de libre voluntad, pero
475 2, 15 | que marchaban contentos y gozosos, como nunca, al cruento
476 1, 7 | padres de familia tiene grabada en sí cierta efigie y forma
477 Pre, 2 | habiendo sido puestos por la gracia de Dios al frente de la
478 2, 14 | porque esto es bueno y grato ante Dios nuestro Salvador20.
479 3, 21 | apóstoles San Pedro y San Pablo, guardianes y defensores del nombre
480 2, 16 | las revoluciones y de las guerras civiles.~
481 | había
482 Pre, 2 | asuntos públicos. Por esto, habiendo sido puestos por la gracia
483 3, 20 | morada de la paz, en la habitación de la seguridad y en el
484 2, 14 | ejemplo de observancia. Así hablaba Atenágoras con toda confianza
485 1, 7 | afirmación la facultad de hablar, máxima fomentadora de la
486 2, 16 | duda que esta institución habría sido grandemente útil, tanto
487 1, 7 | individuo, para que de muchos se haga una unidad y las impulse
488 3, 19 | propios de la esfera civil se hallan bajo el poder y jurisdicción
489 | hasta
490 2, 11(15)| Hech 5,29.~
491 2, 17 | Reforma comprueban este hechos. Sus jefes y colaboradores
492 2, 17 | de las turbas. De aquella herejía nacieron en el siglo pasado
493 2, 15 | sobresaliente del soldado cristiano hermanar con el valor a toda prueba
494 1, 6 | adulteró la genuina idea y la hermosura de la autoridad política.
495 2, 14 | confianza a Marco Aurelio y a su hijo Lucio Aurelio Cómmodo: «
496 3, 19 | quebrantar la inquieta e hinchada soberbia de los innovadores
497 2 | Su realización histórica~
498 1, 7(8) | In Epistolam ad Romanos hom.23,1: PG 60,615.~
499 3, 19 | siempre amiga de la libertad honesta, tuvo siempre por costumbre
500 2, 13 | consolidados en lo sucesivo, al honor y la seguridad de los príncipes,
501 2, 9 | que exigían algunas veces honores divinos, sino la dignidad
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