Cap.,  Párrafo

 1  I,  18 |        sólidas y profundas en las almas sinceras y sedientas de
 2  I,  19 |          sacerdote penetra en las almas y les infunde luz y aliento;
 3  I,  20 |          al degradar hoy a tantas almas, empujan a las diversas
 4 II,  34 |           su predilección por las almas puras, como los dos Juanes,
 5 II,  36 |           eterna salvación de las almas, continuando con ellas la
 6 II,  39 |        ganancia terrena, buscando almas, no riquezas; la gloria
 7 II,  39 |         de Dios y el padre de las almas, y sabe que su trabajo,
 8 II,  41 |          y de la salvación de las almas debe, como se lee de Jesucristo
 9 II,  42 |           ansia de conducir estas almas al corazón del Buen Pastor,
10 II,  45 |          para la dirección de las almas118. Debe, además, por decoro
11 II,  48 |         la virtud de impulsar las almas hacia los más altos Ideales
12 III,  54|           y a la salvación de las almas, y juntamente tiene, o al
13 III,  54|       poco celoso del bien de las almas; especialmente quien es
14 III,  60|          al Obispo supremo de las almas143, si las hemos encomendado
15 III,  62|    Iglesia, de más provecho a las almas, que el don precioso de
16 III,  65|      salvación eterna de aquellas almas que, sin embargo, deberían
17 CON,  71|           por la salvación de las almas; completamente inflamados
18 CON,  71|        despertar religioso en las almas, un soplo del Espíritu Santo
19 CON,  73| abundantemente fructuoso para las almas este Año de la Redención;