Cap.,  Párrafo

 1 INT,  7 |         por vocación y mandato divino, el principal apóstol e
 2  I,  12 |      en las manos del Redentor divino para continuar su obra redentora
 3  I,  15 | presentarse en el tribunal del divino Juez, el sacerdote se inclina
 4  I,  23 |       para implorar el socorro divino en todas las vicisitudes
 5 II,  27 |      que sacrifican el Cordero divino y ofrecen acciones de gracias
 6 II      |      Esto es lo que de nuestro divino Redentor dice la Escritura:
 7 II      |  fariseos, de quienes el mismo divino Redentor, si bien dejando
 8 II,  30 |        a sí estas palabras del divino Maestro los sacerdotes llamados
 9 II,  31 |   Cristo y las de María con su divino Hijo.~
10 II,  34 |      El gran aprecio en que el divino Maestro mostró tener la
11 II,  43 |      de cruz108.~En efecto, el divino y Sumo Sacerdote quiso que
12 III,  49|        Iglesia, guiada por ese divino Espíritu, ha querido que
13 III,  61|      ardientes deseos de aquel divino Corazón? Pedid, pues, y
14 III,  64|      en su interior la voz del divino Maestro que le diga: «Ven,