Cap.,  Párrafo

 1 II,  31 |        adornan. La primera es la piedad, según aquello del Apóstol
 2 II,  31 |       Timoteo: «Ejercítate en la piedad»70. Ciertamente, siendo
 3 II,  31 |    esencia de la devoción. Si la piedad es útil para todo71, lo
 4 II,  31 |         unción, la vida; pero la piedad de que tratamos, venerables
 5 II,  31 |   venerables hermanos, no es una piedad falsa, ligera y superficial,
 6 II,  31 |       santifica. Nos hablamos de piedad sólida: de aquella que,
 7 II,  31 |    halagos de la tentación.~Esta piedad debe mirar filialmente en
 8 II,  32 |         Intímamente unida con la piedad, de la cual le ha de venir
 9 III,  50|      florecer en el seminario la piedad, la pureza, la disciplina
10 III,  54| seriamente conseguir, una sólida piedad, una pureza de vida a toda
11 III,  54|  disciplina, poco inclinado a la piedad, poco amante del trabajo
12 III,  64|          santo temor de Dios, la piedad cristiana, la tierna devoción
13 CON,  72|         por consiguiente, con la piedad, con la pureza, con la humildad,