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| Pius PP. XI Ad catholici sacerdotii IntraText - Concordancias (Hapax Legomena) |
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504 II, 48 | Católica, este movimiento tan consolador que tiene la virtud de impulsar
505 II, 43 | Tenga, pues, la obediencia constantemente y cada vez más unidos, entre
506 II, 32 | clérigos de la Iglesia latina, constituidos en Ordenes mayores, obligación
507 INT, 2 | sacerdotes y en los clérigos, que constituyen siempre el objeto principal
508 I, 12 | eficacia divina para la construcción de esa obra admirable que
509 II, 39 | el orín y la polilla los consumen y donde los ladrones los
510 II, 48 | pone a los seglares en contacto más frecuente y en colaboración
511 III, 60 | con los cuales no puede contar la Iglesia, si es que no
512 II, 42 | corazón de paternal consuelo, contemplamos y vemos a nuestros hermanos
513 II, 42 | Cómo podrá un sacerdote contemplar tantas infelices muchedumbres,
514 II, 45 | Teutónico a quien ya sus contemporáneos honraban con el sobrenombre
515 II, 46 | demás clérigos no se deben contentar con lo que tal vez bastaba
516 I, 16 | acerca del cual no podemos contentarnos con la mera indicación que
517 II, 33 | lo tanto, que guardasen continencia durante los siete días que
518 I, 12 | verdaderamente otro Cristo, porque continúa en cierto modo al mismo
519 III, 52 | y con la ayuda de Dios continuaremos en adelante aplicándonos
520 II, 31 | independientemente de las continuas fluctuaciones del sentimiento,
521 II, 34 | especialmente para más de continuo entregarse al servicio de
522 II, 39 | verían en él una lastimosa contradicción entre su conducta y la doctrina
523 II, 37 | ordenación ya no la tienen para contraer nupcias terrenales, pero
524 III, 55 | impie pios. Tal caridad es contraria a la caridad»126.~
525 INT, 7 | sensualidad7; el sacerdote contribuye del modo más eficaz a la
526 III, 63 | cristiano148, mejor que contribuyendo al aumento de las filas
527 II, 34 | tan superior al antiguo, convenía mucha mayor pureza. La ley
528 II, 36 | terrestres y tenga toda su conversación en los cielos?90. Quien
529 II, 31 | consiguientemente formada por convicciones profundas que resisten a
530 III, 66 | sean tan tardías que se conviertan en lágrimas eternas.~
531 II, 35 | ha renunciado a la vida conyugal con su única esposa, o ya —
532 CON, 73 | agradecimiento por la santa cooperación con que ellos, siguiendo
533 CON, 68 | por Dios y produzca fruto copioso, es necesario que esté fundada
534 II, 27 | a los que sacrifican el Cordero divino y ofrecen acciones
535 I, 15 | son los canales por donde corre en beneficio de la humanidad
536 II, 42 | Jefe de la Iglesia para correr a todos los frentes del
537 I, 13 | visible, como a hombres correspondía, el cual fuese representación
538 II, 39 | desinterés. En medio de un mundo corrompido, en que todo se vende y
539 III, 57 | sobre la madera, luego de cortada en el bosque, sino después
540 III, 57 | San Gregorio Magno: «Se cortan, cierto, en el bosque las
541 I, 22 | la ley y de la caridad, a costa de innumerables sacrificios,
542 III, 61 | Vianney, San José Benito Cottolengo y San Juan Bosco.~
543 I, 10 | siente en sí cómo ha sido creada para Dios y que no puede
544 CON, 71 | para renovar con su fuerza creadora la faz de la tierra166.
545 III, 52 | después recompensado con creces al recibirlos mejor formados
546 II, 46 | la humanidad es hoy tan crecido, que no hay hombre capaz
547 II, 41 | extensión y perfección siempre crecientes.~
548 CON, 69 | Cristo en la tierra, no creemos poder mostrar mejor nuestro
549 CON, 69 | nuestro jubileo sacerdotal, no creíamos poder dejar a nuestros hijos
550 II, 35 | ocupa el lugar de la esposa. Cría a tus hijos en la fe tuya;
551 II, 34 | flor de Madre virgen78 y criado desde la niñez en la familia
552 I, 16 | mejor a través de la frágil criatura la mano de Dios, por cuya
553 I, 15 | fortalece con el sagrado crisma de la extremaunción; por
554 I, 23(49) | S. Juan Crisóst., Homil. 5 in Is.~
555 II, 31 | Pero si todas las virtudes cristianas deben florecer en el alma
556 III, 55 | benigno se muestre, tanto más cruel será. Santo Tomós de Villanueva
557 III, 53 | que sería una verdadera crueldad no sólo para con la Iglesia,
558 INT, 7 | eficaz pregonero de aquella cruzada de expiación y de penitencia
559 II, 42 | son de este aprisco, las cuades también debo yo recoger»102,
560 II, 35 | suyo, le dice: «Bien te cuadra el nombre, Abrahán, porque
561 III, 61 | Santísimo del Redentor? ¿Cuál otra puede tener esperanza
562 III, 53 | juzgaren desprovistos de las cualidades necesarias, y que se prevé,
563 | cuánta
564 III, 60 | llorar141. ¡Qué terrible cuenta tendremos que dar, venerables
565 II, 34 | de Dios: «El no casado se cuida de las cosas del Señor y
566 III, 53 | serviría si no fuese muy cuidada la selección de los mismos
567 III, 49 | se eduquen con especial cuidado los candidatos al sacerdocio.~
568 CON, 72 | vuestra sólida formación, por cuidadosa y atenta que sea, nunca
569 I, 16 | consuelo para el hombre culpable, traspasado de remordimiento
570 II, 43 | declarado que estaba ya cumplido todo cuanto las Sagradas
571 III, 57 | uso de vuestro derecho y cumpliendo vuestro deber, exigís de
572 II, 43 | que pronunció para que se cumpliese la Escritura111, queriendo
573 I, 15 | refrigerio. Así, desde la cuna hasta el sepulcro, más aún,
574 CON, 68 | ejemplos) en San José de Cupertino y, en tiempos más cercanos
575 CON, 68 | nosotros, en aquel humilde cura de Ars, San Juan María Vianney,
576 II, 39 | Iglesia tantos males en el curso de los siglos. La codicia,
577 III, 54 | bastante satisfacción los cursos prescritos; todos éstos
578 III, 64 | obispos y sacerdotes santos, cuyas alabanzas pregona la Iglesia149,
579 I, 8 | misión oficial que se les daba, fuesen medianeros entre
580 III, 50 | formación del alma sacerdotal. Dad a vuestros seminarios los
581 CON, 68 | aquella gracia que os fue dada por la sagrada ordenación
582 I, 11(16) | Cf. Dan 5.1-30.~17. 1 Cor 4,1.~
583 III, 53 | y causa no menos graves daños, sin embargo, cualquiera
584 III, 53 | con la Iglesia, a quien se daría un ministro inepto o indigno,
585 II, 44 | enseñar a los fieles, y darles la razón de los dogmas,
586 III, 61 | 61. Pero, aunque se deba tener siempre por verdad
587 III, 52 | también del territorio que deberá ser más tarde el campo de
588 III, 65 | almas que, sin embargo, deberían serles tan queridas.~Este
589 III, 55 | tienen las disposiciones debidas a que ellos mismos se retiren
590 III, 56 | obediencia, ni han sufrido los debidos exámenes, ni el rigor de
591 III, 55 | toman la mano o se muestran débiles, deben intimar, sin respetos
592 II, 42 | aprisco, las cuades también debo yo recoger»102, y ver «los
593 II, 48 | aun le toman también por dechado de vida cristiana y de virtudes
594 III, 62 | Por más que discurramos —decía el amable santo de la caridad,
595 CON, 74 | nuestro pontificado año decimocuarto.~
596 I, 12 | el sacerdote, como suele decirse con mucha razón, es verdaderamente
597 II, 36 | aquí por Nos brevemente declarada, prueba la suma conveniencia
598 CON, 68 | la vida. Esta es, como ya declaramos antes, la primera y más
599 I, 13 | que iba a ser entregado22, declarándose estar constituido sacerdote
600 II, 45 | almas118. Debe, además, por decoro del ministerio que desempeña,
601 III, 53 | para desempeñar digna y decorosamente el ministerio sacerdotal.
602 INT, 3 | nuevos locales amplios o decorosos, o puesto en mejores condiciones
603 II, 26(52) | Decret, dist.88 can.6.~
604 INT, 5 | Facultades eclesiásticas, por Nos decretada en la Constitución apostólica
605 II, 27 | Salomón, en el cántico de la dedicación del templo, esto precisamente
606 II, 33 | conviene que la persona dedicada y consagrada a su servicio
607 CON, 70 | lo que entonces hubo de defectuoso en sus disposiciones personales
608 III, 63 | Nos imperada, impulsada y defendida, la cual, como participación
609 II, 45 | contribuir al esclarecimiento y defensa de la fe católica. De lo
610 INT, 7 | el matrimonio cristiano y defiende su santidad e indisolubilidad
611 I, 10 | sacerdote, según la magnífica definición que de él da el mismo Pablo,
612 I, 20 | bienes temporales, que, al degradar hoy a tantas almas, empujan
613 I, 19 | que, a pesar de todo, no dejan de seguir difundidos por
614 II, 29 | peligrosísimo yerro si el sacerdote, dejándose llevar de falso celo, descuidase
615 CON, 70 | sacramento del Orden, no dejará de ayudarle, si con sinceridad
616 III, 54 | nacido para sacerdotes, y el dejarlos ir adelante, casi hasta
617 III, 60 | 60. Ni se dejen apartar, tanto los obispos
618 II, 39 | las ofrendas... y el Señor dejó ordenado que los que predican
619 CON, 72 | buen olor de vuestra vida deleite a la Iglesia de Jesucristo,
620 III, 50 | corresponde una parte tan delicada e importante de la formación
621 III, 63 | donde las más hermosas y delicadas flores pueden crecer sin
622 III, 55 | veda severamente su mismo delicadísimo cargo, y muchas veces también
623 II, 31 | siendo tan íntimo, tan delicado y frecuente el trato del
624 I, 10 | triste experiencia lo ha demostrado muchas veces y lo sigue
625 I, 10 | muchas veces y lo sigue demostrando, pero que ocupan siempre
626 II, 43 | Escritura111, queriendo demostrar con esto cómo aun el celo
627 II, 44 | busca la verdad, ha de saber demostrársela con una serena franqueza;
628 I, 21 | lleva ya veinte siglos, demuestra la grande y saludable eficacia
629 III, 49 | y morales de los pueblos dependen en gran parte del sacerdocio,
630 CON, 72 | sea, nunca será demasiada, dependiendo, como en gran parte depende,
631 I, 17 | aun en medio de los más deplorables desórdenes en que puede
632 I, 18 | La Iglesia de Cristo, depositaria y guarda infalible de la
633 I, 15 | el influjo sobrenatural derivado de El, formando un solo
634 I, 18 | de la divina revelación, derrama por medio de sus sacerdotes
635 III, 66 | hijos, sino también para los desaconsejados padres. Y quiera Dios que
636 II, 45 | ella y a sus monasterios no desaparecieron casi por completo, ha hecho
637 II, 43 | magnífica que la Iglesia desarrolla en el mundo. Vea cada uno
638 II, 31 | del sagrado ministerio, se desarrollarán mecánicamente y por rutina;
639 III, 65 | países tan poco propicias al desarrollo de semejantes vocaciones,
640 II, 36 | justo que esté totalmente desasido de las cosas terrestres
641 I, 10 | para Dios y que no puede descansar sino en El.~
642 I, 16 | hace aparecer más grande, descubriéndose así mejor a través de la
643 II | mostrara poco aprecio y se descuidara en conservarla. A él toca
644 II, 29 | dejándose llevar de falso celo, descuidase la santificación propia
645 II, 39 | egoísmo, mirando con santo desdén toda vil codicia de ganancia
646 CON, 70 | ayudarle, si con sinceridad lo desea, a corregir lo que entonces
647 CON, 72 | católico y acelerar la hora tan deseada en la cual la humanidad
648 CON, 74 | apostólica y paterna, que todos desean y esperan del Padre común;
649 III, 66 | podrían los padres cristianos desear para sus hijos, qué empleo
650 III, 57 | que la santidad haya bien desecado de la humedad de los vicios»135.~
651 II, 44 | de Oseas: «Por haber tú desechado la ciencia, yo te desecharé
652 II, 44 | desechado la ciencia, yo te desecharé a ti para que no ejerzas
653 III, 53 | no han de ser aptos para desempeñar digna y decorosamente el
654 II, 41 | cada vez más eficaces para desempeñarla con extensión y perfección
655 CON, 67 | hermanos en el episcopado en el desempeño de nuestra obligación de
656 I, 20 | ansia febril de los goces y desenfrenada codicia de bienes temporales,
657 II, 39 | y donde los ladrones los desentierran y roban; sino atesoraos
658 II, 44 | de Tertuliano: «El único deseo de la verdad es, algunas
659 II, 42 | países de misiones, pero desgraciadamente aun en los que llevan de
660 INT, 7 | reparar las blasfemias, deshonestidades y crímenes que deshonran
661 INT, 7 | deshonestidades y crímenes que deshonran a la humanidad en la época
662 I, 21 | corazones generosos las más desinteresadas acciones.~Todos los beneficios
663 III, 63 | de la Iglesia, no puede desinteresarse de este problema tan vital
664 II, 47 | por todo lo demás, en nada desmienten la verdad y necesidad de
665 I, 17 | medio de los más deplorables desórdenes en que puede caer por la
666 II, 40 | más cuanto que con este despego de los bienes de la tierra,
667 II, 44 | también deber del sacerdote despejar los entendimientos de los
668 CON, 71 | partes del mundo un poderoso despertar religioso en las almas,
669 III, 55 | confesores demasiado benignos despiadadamente piadosos, impie pios. Tal
670 II, 33 | servicio en cierta manera se despoje de su cuerpo. Ya los antiguos
671 I, 18 | aquella semilla, pequeña y despreciable a la mirada profana del
672 II, 44 | de todo el mundo, si no destacáramos otro requisito importantísimo
673 INT, 6 | Lourdes, a los cándidos destellos de la Inmaculada y entre
674 I, 23 | vicisitudes de este mundanal destierro. Verdaderamente, el sacerdote
675 III, 59 | religiosos que tienen jóvenes destinados al sacerdocio, que tomen
676 INT, 7 | desembarazado el camino, a la destrucción siempre anhelada y nunca
677 II | ejemplo la verdad que predica destruirá con una mano lo que edifica
678 III, 49 | activa solicitud y maternal desvelo como por la formación de
679 I, 19 | Iglesia, que condena toda desviación —a la diestra o a la siniestra—
680 II, 44 | Apóstol de las Gentes, es deudor a sabios e ignorantes114.
681 INT, 5 | Constitución apostólica Deus scientiarum Dominus, del
682 II, 41 | la Sagrada Escritura101, devorar al sacerdote, hacerle olvidarse
683 CON, 71 | corrupción y perversión diabólica, se nota en todas partes
684 I, 10 | combatidas con malicia y furor diabólico, como una triste experiencia
685 II, 28 | por boca del obispo a los diáconos, cuando van a ser ordenados
686 II | bien62. Al revés, los que dicen y no hacen, se asemejan
687 III, 64 | pescador de hombres»152. ¡Dichosos los padres cristianos que,
688 CON, 74 | junto a San Pedro, a 20 de diciembre de 1935, en el 56° aniversario
689 II, 38 | ánimo que cuanto venimos diciendo en alabanza del celibato
690 I, 13 | mandó que lo ofreciesen, diciéndoles: «Haced esto en memoria
691 III, 59 | religiosos quisimos que se diesen normas análogas137, a la
692 I, 19 | condena toda desviación —a la diestra o a la siniestra— de la
693 II, 38 | condenar, otra disciplina diferente, legítimamente admitida
694 III, 57 | positivas y, en caso de duda, diferís para más tarde la ordenación
695 III, 64 | mucho que poseen, será bien difícil que tratando todos de emular
696 III, 60 | Tomás se propuso ya esta dificultad, a la que responde así con
697 III, 54 | sus inclinaciones, no será diflcil, repetimos, asegurarse de
698 I, 19 | todo, no dejan de seguir difundidos por el mundo. Ahora bien:
699 III, 52 | patrimonio espiritual que difundirán con mayor abundancia y con
700 III, 64 | del divino Maestro que le diga: «Ven, sígueme151, y haré
701 I, 19 | ay si aun este faro, no digamos se extinguiese, lo cual
702 III, 53 | ser aptos para desempeñar digna y decorosamente el ministerio
703 I, 11 | acontecimientos, leyes, dignidades, oficios; la idea del sacrificio
704 III, 60 | se promueve a los que son dignos y se rechaza a los indignos»138.
705 II | cuantas cosas, pues, os dijeren, guardadlas y hacedlas todas;
706 I, 22 | sacrificios, extienden y dilatan las fronteras del reino
707 III, 58 | lo demás, si se guardan diligentemente todas las prescripciones
708 III, 61 | multipliquen los vigorosos y diligentes obreros de la viña del Señor;
709 I, 13 | especies de pan y vino, lo dio bajo las mismas especies
710 I, 8 | ocupación de toda su vida, como diputados para ofrecer a Dios oraciones
711 INT, 2 | Estudios3, a trazar las normas directivas en las cuales debe inspirarse
712 II, 34 | obligación a una cierta y casi diríamos moral exigencia, que brota
713 I, 24 | sacerdocio católico cuando dirigen contra él los primeros y
714 III, 64 | estos mandamientos de Dios dirigidos a sus hijos (como sucedía
715 CON, 67 | vuestro laudable celo, os dirigimos en las necesidades de la
716 CON, 72 | ternura nuestro pensamiento y dirigiros nuestra palabra, encomendándoos
717 I, 8 | Supremo y primer principio; a dirigirse hacia El, como a fin último,
718 II, 33 | expresión era: «A los dioses, diríjanse con castidad»; y hace sobre
719 I, 15 | confirmación; apenas es capaz de discernir y apreciar el Pan de los
720 II, 31 | aquello del Apóstol a su discípulo Timoteo: «Ejercítate en
721 III, 62 | los más pequeños entre los discípulos de Jesucristo no perderá
722 III, 62 | sacerdotales. «Por más que discurramos —decía el amable santo de
723 III, 65 | si bien es verdad que la disipación de la vida moderna, las
724 II, 44 | cuyo ministro es; debe disipar las tinieblas de la ignorancia,
725 III, 65 | esto arguye una lastimosa disminución de la fe en ellas mismas.~
726 II | sacramentos. Sería, pues, bien disonante estar el dispensador privado
727 INT, 3 | proveído, no sin grande dispendio, de nuevos locales amplios
728 I, 12 | cual ministros de Cristo y dispensadores de los misterios de Dios».~
729 III, 51 | cualesquiera que sean, disponiendo su inteligencia para distinguir
730 III, 57 | tiempo esté bien seca y dispuesta para la obra; que si no
731 II, 41 | interés propio, estará mejor dispuesto para ser inflamado en el
732 II, 26(52) | Decret, dist.88 can.6.~
733 III, 51 | disponiendo su inteligencia para distinguir claramente lo verdadero
734 I, 15 | ministro de salvación, distribuidor de gracias y bendiciones.~
735 I, 19 | medio de los sacerdotes, distribuidos convenientemente por los
736 INT, 7(6) | Enc. Divini illius Magistri (31 dic.
737 I, 8 | veces al servicio de falsas divinidades; dondequiera que se profesa
738 I, 11 | instituido por disposición divino-positiva promulgada por Moisés bajo
739 II, 39 | apóstol de Cristo, uno de los Doce, como con dolor observan
740 II, 45 | clérigo era sinónimo de docto. La Iglesia misma, después
741 II, 31 | los más firmes principios doctrinales, y consiguientemente formada
742 II, 39 | uno de los Doce, como con dolor observan los evangelistas,
743 I, 15 | inclina sobre los miembros doloridos del enfermo, y de nuevo
744 III, 52 | para conseguirlas. Aun lo doloroso que es a veces para el corazón
745 III, 64 | rezar, aun en el mismo lugar doméstico, agrupando en torno a sí
746 III, 54 | ha dado pruebas de saber dominarla; quien no tiene aptitud
747 INT, 5 | apostólica Deus scientiarum Dominus, del 24 de mayo de 1931,
748 | dónde
749 I, 22 | por la divina virtud está dotada la Iglesia, la promueven
750 III, 51 | filosófica, aunque estén dotados de más vasta erudición.~
751 CON, 68 | primera y más importante dote del sacerdote católico;
752 III, 61 | obreros pocos: rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros
753 II, 33 | durante los siete días que duraba su consagración75.~
754 II, 42 | libran las pacíficas pero duras batallas entre la verdad
755 I, 19 | del pensamiento humano, ebrio por una falsa libertad exenta
756 III, 55 | responsabilidad gravísima que echan sobre sí para con Dios,
757 I, 18 | tiene en sí la virtud de echar raíces sólidas y profundas
758 I, 20 | encierran, fácilmente se echará de ver cuán grande y cuán
759 III, 64(149)| Cf. Eclo 44,15.~
760 INT, 7 | por el malestar moral y económico, señalando a los ricos y
761 III, 60 | graves palabras del concilio ecuménico IV Lateranense139: «Si no
762 III, 57(131)| 1 junio 1577); Homiliae (ed. bibl. Ambros. Mediol. 1747)
763 III, 56 | quienes no tienen ni la edad conveniente, ni el mérito
764 II, 35 | materia es el diácono de Edesa y doctor de la Iglesia universal,
765 II | destruirá con una mano lo que edifica con la otra. Muy al contrario,
766 II, 48 | llevar una vida ejemplar y edificante, y de ser aquel buen olor
767 III, 57 | no se carga el peso del edificio sobre la madera, luego de
768 III, 57 | que sean aptas para los edificios, pero no se carga el peso
769 CON, 72 | la predicación y ejemplo edifiquéis la casa, es decir, la familia
770 II, 35(84) | Carmina Nisibaena, carm.19 (edit. Bickel, p.112). ~
771 INT, 1 | sombra del santuario, se educan y se preparan para aquella
772 III, 49 | donde se instruyan y se eduquen con especial cuidado los
773 CON, 68(158)| Ef 4,1.~
774 II, 35 | la Iglesia universal, San Efrén Sirio, con razón llamado
775 II, 39 | limpio de cualquier género de egoísmo, mirando con santo desdén
776 I, 20 | Igualmente, entre tantos egoísmos encontrados, incendios de
777 I, 23 | 23. Finalmente, eI sacerdote, continuando también
778 II, 48 | además, de llevar una vida ejemplar y edificante, y de ser aquel
779 I, 15 | Además de este poder que ejerce sobre el cuerpo real de
780 II, 28 | el Doctor Angélico, para ejercer convenientemente las funciones
781 II, 31 | es principalmente para el ejercicio del ministerio sacerdotal.
782 III, 61 | verdaderos gigantes de santidad, ejercitada en tres campos tan diversos,
783 I, 16 | tanto, que el vérsela ejercitar a un simple mortal es cosa
784 II, 31 | a su discípulo Timoteo: «Ejercítate en la piedad»70. Ciertamente,
785 III, 51 | clásicos, se instruyan y ejerciten bien en la filosofía escolástica
786 II, 43 | los enemigos de Dios como ejército en orden de batalla107.
787 II, 44 | desecharé a ti para que no ejerzas mi sacerdocio»116. El sacerdote
788 II, 35 | imposición de manos te hizo el elegido; la Iglesia te escogió para
789 I, 15 | tierra y después el de los elegidos en el cielo, allí está el
790 III, 65 | las clases sociales más elevadas, que tan poco representadas
791 II, 28 | obligación que sobre él pesa de elevarse a muy grande santidad; porque,
792 III, 53 | aunque lo mejor es hacer esta eliminación desde el principio, porque
793 II, 30 | puesto que el sacerdote es embajador en nombre de Cristo68; ha
794 II, 39 | soldado de Cristo que no se embaraza con negocios del siglo,
795 II, 44 | una firme adhesión; a los embates del error, protervo y obstinado,
796 CON, 68 | cuando las otras no sean tan eminentes, se pueden hacer maravillas,
797 II, 25 | sacerdote, sin que puedan empañar sus resplandores las flaquezas,
798 CON, 72 | que os preparéis con todo empeño para la gran misión a que
799 III, 61 | formación del clero, todos, empero, deben esforzarse por que
800 II | Redentor dice la Escritura: que empezó a hacer y a enseñar60; y
801 II, 39 | recompensa temporal; ni el empleado que cumple, sí, a conciencia,
802 II, 36 | espíritu? Quien debe todo emplearse en las cosas tocantes a
803 III, 66 | desear para sus hijos, qué empleo más noble que aquel que,
804 INT, 5 | del 24 de mayo de 1931, la emprendimos con el principal intento
805 III, 49 | Santo: «La senda que uno emprendió de joven, esa misma seguirá
806 I, 20 | degradar hoy a tantas almas, empujan a las diversas clases de
807 III, 64 | difícil que tratando todos de emular los ejemplos de sus padres,
808 II, 38 | lo decimos tan sólo para enaltecer en el Señor esta virtud,
809 II, 34 | Nueva Alianza el celestial encanto de esta virtud privilegiada,
810 II | puesta en práctica por quien encarece su observancia. Da la razón
811 III, 59 | análogas137, a la par que encarecemos a quien corresponde su fiel
812 II, 44 | nadie podría decir, para encarecer la necesidad de la ciencia
813 III, 53 | concurrir todos cuantos están encargados de la formación del clero:
814 I, 23 | humanidad y Dios, tiene el encargo y mandato de ofrecer a El,
815 I, 24 | Unos mismos son hoy los más encarnizados enemigos de Dios y los del
816 II, 42 | segarse»103, sin sentir encenderse en su corazón el ansia de
817 I, 11 | siendo sino sombra y símbolo, encerraban tan gran misterio que obligó
818 I, 20 | pondera la fuerza que en sí encierran, fácilmente se echará de
819 III, 60 | las almas143, si las hemos encomendado a guías ineptos y a directores
820 CON, 72 | dirigiros nuestra palabra, encomendándoos de lo más íntimo del corazón
821 II, 35 | orientales insignes, que encomian la excelencia del celibato
822 I, 20 | Igualmente, entre tantos egoísmos encontrados, incendios de odios y sombríos
823 III, 53 | extraviado ese camino, se encontraría expuesto a ser piedra de
824 CON, 72 | vuestra ordenación sacerdotal, encuentre en vosotros lo que de vosotros
825 II, 27 | han de estar igualmente encumbrados en la virtud a los ojos
826 INT, 6 | apostólica Quod nuper, del 6 de enero de 19335, se ha celebrado
827 I, 15 | los miembros doloridos del enfermo, y de nuevo le perdona y
828 II, 45 | hermanos, que el sacerdote, aun engolfado ya en las ocupaciones agobiadoras
829 II, 29 | santificación propia por engolfarse todo en las ocupaciones
830 INT, 1 | dado Dios, a aquellos que, engrandecidos con la dignidad sacerdotal,
831 INT, 7 | nuestra Carta Encíclica se enlaza armónicamente con las precedentes,
832 II, 34 | del pensamiento de Cristo, ensalza en su predicación el valor
833 II, 44 | misión de enseñar la verdad: «Enseñad a todas las gentes»113.
834 II, 39 | evangélica, tan claramente enseñada por Cristo, y que el sacerdote
835 I, 18 | amaestrad todas las gentes... enseñándoles a guardar cuantas cosas
836 II, 44 | la salvación, y de esta enseñanza, a imitación del Apóstol
837 II, 47 | tratamos; ello fue para enseñarnos a todos a estimar en más
838 II, 34 | nosotros también aquello que enseñaron los apóstoles, y que guardaron
839 III, 50 | noble fin; sean tales que enseñen con el ejemplo, mucho más
840 II, 34 | aquellos que son capaces de entender esta palabra80, y hacerles
841 II, 44 | del sacerdote despejar los entendimientos de los errores y prejuicios
842 I, 23 | el cual pasaba la noche entera orando a Dios45 y siempre
843 II, 38 | celibato eclesiástico se entienda como si pretendiésemos de
844 II, 33 | dioses con castidad, se entiende del alma, en la que está
845 II, 43 | que no servirían sino para entorpecer la obra magnífica que la
846 CON, 70 | cualquier manera que hubiere entrado en él.~
847 II, 43 | voluntad del Padre: «Al entrar en el mundo dije: Tú no
848 III, 63 | católicos de ninguna otra manera entrarán de verdad a la parte de
849 I, 13 | aquella noche en que iba a ser entregado22, declarándose estar constituido
850 II, 43 | aun en la cruz no quiso entregar su alma en las manos del
851 II, 34 | especialmente para más de continuo entregarse al servicio de Dios: «El
852 II, 33 | simple luz de la razón se entrevé cierta conexión entre esta
853 I, 19 | jerarquía sagrada, a quienes envía por todas partes como pregoneros
854 II, 43 | la voluntad del que me ha enviado110. Y aun en la cruz no
855 I, 12 | Jesucristo: «Así como el Padre me envió a Mí, así os envío Yo a
856 I, 12 | Padre me envió a Mí, así os envío Yo a vosotros»18, prosiguiendo
857 II, 44 | progresos de la ciencia profana, envuelven a tantas inteligencias de
858 II, 43 | el día de su consagración episcopal a la suprema cabeza visible
859 III, 53 | candidatos, para los cuales se erigen y sostienen los seminarios.
860 III, 49 | querido que en todas partes se erigiesen seminarios, donde se instruyan
861 III, 55 | para impedir un paso tan errado. Decimos que aun los confesores
862 III, 58 | y al pueblo fiel muchos escándalos.~
863 I, 19 | bien: aquella verdad que esclarece y resuelve los más graves
864 II, 45 | humanos pueden contribuir al esclarecimiento y defensa de la fe católica.
865 II, 29 | Castigo mi cuerpo y lo esclavizo, no sea que habiendo predicado
866 I, 16 | volver de la condición de esclavos a la de hijos de Dios»34.~
867 II, 42 | los sacerdotes, como tropa escogida, siempre pronta a la voz
868 II, 35 | el elegido; la Iglesia te escogió para sí, y te ama»84. Y
869 III, 51 | ejerciten bien en la filosofía escolástica según el método, la doctrina
870 I, 16 | las palabras de un ilustre escritor que aun de materias sagradas
871 III, 65 | de sus hijos, y no tienen escrúpulo de combatir la divina vocación
872 II | censurándolos, al pueblo que le escuchaba: «En la cátedra de Moisés
873 I, 20 | Dios, que con su mirada escudriña los corazones y pagará a
874 III, 65 | pasiones de los jóvenes, y las escuelas, en muchos países tan poco
875 II, 43 | uno su puesto y lugar, y ése ocupe cada uno sin resistencias,
876 II, 31 | y como penetrado por la esencia de la devoción. Si la piedad
877 III, 61 | clero, todos, empero, deben esforzarse por que se multipliquen
878 III, 64 | depósito precioso, y se esfuerzan por infundir en sus hijos
879 III, 53 | 53. Todo este magnífico esfuerzo por la educación de los
880 I, 21 | penetrante que cualquier espada de dos filos, llega también
881 I, 19 | y freno; en medio de la espantosa corrupción, fruto de la
882 CON, 67 | Altísimo, de uno y otro clero, esparcidos por todo el orbe católico:
883 I, 18 | que viene a este mundo»39, esparciendo con divina profusión aquella
884 I, 19 | seguido, aunque sea bajo el especioso nombre de ciencia, falsas
885 II, 37 | 37. Espectáculo es, por cierto, para conmover
886 II, 36 | superior al de aquellos espíritus purísimos que asisten ante
887 I, 9 | 9. Pero a la espléndida luz de la revelación divina
888 INT, 6 | rodeado de luz divina en el espléndido ocaso del Jubileo de la
889 II, 37 | alguna, sino por su propia y espontánea resolución personal91.~
890 II, 43 | antes haber declarado que estaba ya cumplido todo cuanto
891 I, 17 | transitorios y pasajeros, sino estables y perpetuos, unidos como
892 CON, 72 | queremos, oh jóvenes que os estáis formando para el sacerdocio,
893 CON, 70 | menos nobles; puesto que, estando ya unido indisolublemente
894 II, 41 | los del interés propio, estará mejor dispuesto para ser
895 I, 14 | Majestad. Admirables cosas son éstas —exclama con razón San Juan
896 II, 45 | conveniente, la confianza y la estima del pueblo, que tanto sirven
897 II, 47 | para enseñarnos a todos a estimar en más la santidad que la
898 CON, 68 | la sagrada ordenación y estimularos a caminar de un modo digno
899 II, 43 | demasiado ardiente de los unos y estimule la tibieza o la cobardía
900 CON, 69 | los tiempos y en la medida estrictamente prescritos por las leyes
901 III, 54 | seminario, que observa y estudia con amor, uno por uno, a
902 II, 35 | debe ser tan puro como si estuviera en el cielo entre las angélicas
903 II, 27(56) | De instit. et regim. Prael., c.ll.~
904 III, 55 | un paso que podría serle eternamente fatal.~Y si alguna vez no
905 II, 43 | testimonios, tanto proféticos como evangélicos, de esta total y perfecta
906 II, 34 | Juanes, el Bautista y el Evangelista; el oír, finalmente, cómo
907 II, 39 | como con dolor observan los evangelistas, Judas, fue arrastrado al
908 II, 34 | escrito, lo cual supone evidentemente su práctica ya más antigua,
909 I, 9 | sacerdote y rey, que San Pablo evoca refiriéndola a la persona
910 II, 25 | dice en lenguaje teológico, ex opere operato.~
911 INT, 4 | celebración como una merecida exaltación de la dignidad y oficio
912 II, 34 | mostró tener la castidad, exaltándola como algo superior a las
913 III, 56 | han sufrido los debidos exámenes, ni el rigor de la disciplina,
914 III, 57 | todo bien considerado y examinado»132. Lo cual debe observarse
915 INT, 7 | pacificando los ánimos exasperados por el malestar moral y
916 II, 35 | insignes, que encomian la excelencia del celibato eclesiástico
917 III, 49 | dignidad del sacerdocio y tan excelsas las dotes que exige, síguese
918 III, 64 | Dios y del prójimo. Las excepciones a esta regla de la providencia
919 I, 20 | de naciones o pueblos, no exceptúa ni siquiera a los enemigos.~
920 III, 65 | en las grandes ciudades, excitan prematuramente las pasiones
921 II, 37 | cierto, para conmover y excitar admiración, aun repitiéndose
922 II, 33 | la que está todo, mas no excluye la castidad del cuerpo;
923 I, 19 | ebrio por una falsa libertad exenta de toda ley y freno; en
924 II, 34 | concilio segundo de Cartago exhorta a que guardemos nosotros
925 CON, 69 | nuestro paternal afecto que exhortándoos vivamente a emplear ese
926 II, 34 | cierta y casi diríamos moral exigencia, que brota de las fuentes
927 II, 27 | San Roberto Belarmino— se exigía a aquellos sacerdotes, que
928 III, 57 | cumpliendo vuestro deber, exigís de antemano tales pruebas
929 III, 51 | ciencia que nuestros tiempos exiigen, como anteriormente hemos
930 I, 22 | luminoso manifiesta el poder de expansión de que por la divina virtud
931 III, 54 | a la mirada vigilante y experimentada del que gobierna el seminario,
932 I, 8 | 8. El género humano ha experimentado siempre la necesidad de
933 INT, 7 | pregonero de aquella cruzada de expiación y de penitencia a la cual
934 II, 27(55) | Explanat. in Psalmos, Ps.131,9.~
935 III, 56 | ligeramente las manos es (como explica nuestro predecesor San León
936 III, 65 | parte, causa y dolorosa explicación de la escasez de ellas en
937 II, 29 | ser reprobado»65, pero se expondría también a perder, si no
938 III, 56 | gravísimamente, sino que se expone al peligro de tener parte
939 I, 15 | hermanos, de extendernos en la exposición de esa hermosa doctrina
940 II, 39 | patrimonio del Señor, como lo expresa su mismo apelativo de clérigo,
941 CON, 69 | principios y las normas expuestas por Nos en la citada encíclica,
942 III, 50 | más graves a que se verán expuestos más tarde en el mundo, en
943 I, 15 | venerables hermanos, de extendernos en la exposición de esa
944 II, 31 | en los cielos, mas ha de extenderse también a la Madre de Dios;
945 II, 35 | siglo IV que el celibato se extendía ya hasta los subdiáconos: «
946 INT, 6 | Jubileo de la Redención, extendido de Roma a todo el orbe católico,
947 II, 46 | una cultura general más extensa y completa, correspondiente
948 II, 29 | y eficacia al apostolado exterior.~
949 II, 29 | todo en las ocupaciones exteriores, por buenas que sean, del
950 II, 30 | deben llevar interior y exteriormente vida más santa que los seglares
951 III, 55 | ellos hacer nada en el fuero externo, cosa que les veda severamente
952 I, 22 | innumerables sacrificios, extienden y dilatan las fronteras
953 I, 19 | este faro, no digamos se extinguiese, lo cual es imposible por
954 INT, 6 | bien como en este Año Santo extraordinario, en el cual, como dijimos
955 CON, 74 | en estos dos Años Santos extraordinarios de la Redención, y que sea
956 III, 53 | con el mismo joven, que, extraviado ese camino, se encontraría
957 INT, 7 | indisolubilidad contra los atentados y extravíos que sugieren la codicia
958 I, 15 | el sagrado crisma de la extremaunción; por fin, después de haber
959 III, 61 | conseguir tan noble fin, el más fácil y a la vez el más eficaz
960 I, 20 | fuerza que en sí encierran, fácilmente se echará de ver cuán grande
961 INT, 5 | reforma de los estudios en las Facultades eclesiásticas, por Nos decretada
962 III, 52 | escasez de alumnos, o la falta de medios y de hombres a
963 II, 35 | 35. Y no faltan textos, aun de Padres orientales
964 III, 54 | atracción, que a veces puede faltar o dejar de sentirse, se
965 II, 31 | mecánicamente y por rutina; faltará en ellos el espíritu, la
966 II, 26 | conciencia ante Dios y limpia fama ante los hombres»51.~Y si,
967 III, 65 | escasez de ellas en las familias pudientes y señoriales,
968 I, 16 | preguntarse, no por escándalo farisaico, sino por reverente estupor
969 III, 55 | podría serle eternamente fatal.~Y si alguna vez no viesen
970 CON, 69 | más provechoso de aquella fausta solemnidad que invitarlos
971 INT, 4 | que fuese festejado aquel fausto aniversario, y con paterna
972 III, 55 | este caso es también la más favorable para el penitente, pues
973 CON, 71 | con su fuerza creadora la faz de la tierra166. Llenos
974 I, 20 | enseñanzas para templar el ansia febril de los goces y desenfrenada
975 III, 63 | esto que no sólo es campo fecundo para el bien, sino también
976 CON, 74 | sea también una prenda de felicitaciones para el año nuevo que va
977 II, 27 | tanta justicia, santidad y fervor —diremos con San Roberto
978 INT, 6 | la Inmaculada y entre los fervores del no interrumpido triduo
979 CON, 69 | día para consagrarlo a más fervorosa oración y a mayor recogimiento163,
980 III, 64 | hagan objeto de sus más fervorosas oraciones estas visitas
981 CON, 67 | agradecimiento, de aliento fervoroso, y a la par de sentido llamamiento,
982 INT, 4 | sacerdotal accedimos a que fuese festejado aquel fausto aniversario,
983 II, 34(78) | Rom. Hymn. ad Laudes in festo SS. Nom. Iesu.~
984 I, 16 | a los pies de un hombre, fiero que hacía las veces de Cristo...
985 INT, 2 | Iglesia, nuestra atención se fija, antes que en ninguna otra
986 III, 61 | número, como se ve con sólo fijarse en la hagiografla católica
987 INT, 4 | secundamos las manifestaciones de filial afecto que nos venían de
988 II, 31 | Esta piedad debe mirar filialmente en primer lugar a nuestro
989 I, 21 | cualquier espada de dos filos, llega también hasta los
990 III, 51 | carezcan de esta formación filosófica, aunque estén dotados de
991 I, 19 | ciencia, falsas teorías filosóficas y morales. Y si, puestos
992 III | Estudios filosóficos siguiendo a Sto. Tomás~
993 II, 44 | pleno conocimiento y con una firme adhesión; a los embates
994 I, 11(15) | Cf. Fl. Jos., Antiq. 11,8,5.~
995 II, 34 | el reconocerle a El como flor de Madre virgen78 y criado
996 III, 63 | sacerdotal y religioso que van floreciendo en sus filas juveniles,
997 III, 61 | menos propicios para el florecimiento de las vocaciones sacerdotales;
998 II, 31 | independientemente de las continuas fluctuaciones del sentimiento, está fundada
999 II, 45 | se acomoda; que bendice y fomenta todas las iniciativas sanas
1000 I, 23 | en la prosperidad, en el fondo de su alma siempre siente
1001 I | sacramento del Orden sella con forma indeleble~
1002 II, 31 | doctrinales, y consiguientemente formada por convicciones profundas
1003 III, 60 | vale más un sacerdote bien formado que muchos poco o nada preparados,
1004 III, 52 | creces al recibirlos mejor formados y provistos de aquel patrimonio
1005 II, 43 | sacerdotes de grado inferior..., formándose de muchos miembros y diversos
1006 I, 15 | penitencia; si Dios lo llama a formar una familia y a colaborar
1007 CON, 72 | disciplina y al estudio, llegar a formaros sacerdotes verdaderamente
1008 III, 59(137)| Religiosorum, etc. Moderatores de formatione clericali, etc. (1 dic.