3. El valor normativo de las aclaraciones doctrinales de la Exhortación Apostólica post-sinodal Vita Consecrata (25 marzo 1996)

Hay que admitir la validez de un tercer punto fundamental: los magníficos contenidos cristológicos y marianos de la Exhortación Vita Consecrata hacen de este documento el texto más clarificador para orientar doctrinalmente a las personas consagradas en la puesta en práctica del programa "caminar desde Cristo con María" en el nuevo milenio.

Para dar una respuesta adecuada a la reconocida "necesidad de explicitar mejor la identidad de los diversos estados de vida, su vocación y su misión específica en la iglesia" (CV 4), Juan Pablo II ha publicado tres Exhortaciones post-sinodales: La Exhortación sobre los seglares Christifideles Laici (30 diciembre 1988), la Exhortación sobre los sacerdotes Pastores dabo vobis (25 marzo 1992) y la Exhortación sobre las personas consagradas Vita Consecrata (25 marzo 1996). Esta tercera Exhortación tiene la ventaja que ser la última de la trilogía y "completa el análisis de las peculiaridades que caracterizan los estados de vida queridos por el Señor Jesús para su Iglesia" (VC 4).

Quien valora con ánimo sereno la fuerza de las 186 citas de la Sagrada Escritura y el peso de las 341 citas de las otras fuentes, se da cuenta del alto valor, también doctrinal, del documento. En esta Exhortación, en efecto, el Papa no se limita a ofrecer consejos o recomendaciones de tipo práctico, sino que ha pretendido ofrecer al pueblo cristiano "certeza" (VC 3) sobre los elementos bíblicos y teológicos que pertenecen "indiscutiblemente" (VC 29) a la identidad eclesial de la vida consagrada.

La identidad de la vida consagrada trazada por el Papa es una identidad profundamente cristológica y mariana. Es una identidad especial de conformación a Cristo, supremo consagrado, obediente, casto, pobre, orante y misionero del Evangelio. Es una identidad de especial conformación a María, suprema consagrada, obediente, casta, pobre, orante y misionera del Evangelio. La "nueva y especial consagración" (VC 30-31) y la "especial misión" (VC 17) de las personas consagradas tiene un carácter sobre todo cristológico, y presenta aspectos también fuertemente marianos.

Cristo es el centro y el hilo conductor de todo el documento. María ocupa un puesto fundamental. Es reconocido, explícitamente, que María tiene "una importancia fundamental" (VC 28) para la vida espiritual de toda persona consagrada y para la consistencia, la unidad y el progreso armónico de toda comunidad.

El Papa dedica a María dos números enteros: el 28 y el 112. En ellos María es presentada sobre todo como "modelo de consagración" (CV 28) y como "Madre por título muy especial" (CV 28) de las personas consagradas. En otros números el Papa señala la necesidad de meditar asiduamente sobre los textos evangélicos y sobre otros textos neo-testamentarios que ilustran las palabras y los ejemplos de la Virgen María (cfr. VC 94) y ofrece otras orientaciones de carácter mariano. Por ejemplo, exhorta a las personas consagradas "a que remueven cotidianamente, según las propias tradiciones, su unión espiritual con la Virgen María, recorriendo con ella los misterios del Hijo, particularmente con el rezo del Santo Rosario" (VC 95).

Algunos se han preguntado: ¿Por qué Juan Pablo II no usó ya en la Exhortación la fórmula "caminar desde Cristo"? La respuesta no es difícil: porque el año 1996 y los años inmediatamente posteriores no eran los años de un "comienzo", es decir no eran los años del inicio del nuevo milenio, sino más bien los últimos años del segundo milenio, años todos ellos situados bajo el signo de la Carta Apostólica Tertio Millennio Adveniente (10 noviembre 1994), que eran años de preparación a la celebración del general Jubileo.

El Papa ofrece en su Exhortación aclaraciones sobre la importancia de la Virgen María para la vida consagrada no sólo por su íntima convicción, sino también porque los Padres Sinodales lo habían pedido de modo explícito y por unanimidad: "Ya que la beata Virgen precede a los fieles cristianos en la peregrinación de la fe y en el seguimiento de Cristo, sea vista como Madre y modelo de la vida consagrada, y se alimente su auténtica devoción, que implica una constante contemplación de la vida escondida en Jesucristo y, al mismo tiempo, una imitación de su ponerse al servicio de todos/ Pedimos humildemente que la importancia de la devoción a la beata Virgen María en la vida consagrada sea ampliamente clarificada en la Exhortación Apostólica post-sinodal" (Proposición 55).

Las específicas enseñanzas cristológicas y marianas de la Exhortación son las orientaciones más sólidas y necesarias para poner en práctica el programa "caminar desde Cristo con María" como personas consagradas al comienzo del nuevo milenio.

El 1 de octubre de 2001, el Cardenal Jan Pieter Schotte, Secretario General del Sínodo de los Obispos, durante el curso de la primera Congregación del último Sínodo, presentó a los Obispos una síntesis de las características que hacen de la Exhortación la "carta magna” de la vida consagrada: "Merece especial consideración la lógica del discurso, que es verdaderamente teológica, pastoral, positiva y exhortativa en el documento, cuyo fundamento es trinitario y cristológico, todo él inundado por el espíritu de comunión y fundado en el misterio Pascual. Por todo esto, así como también por el sentido de la contemplación, de la vocación profética, de la misión eclesial, de la preeminencia de la vida espiritual, este documento se ha convertido en la carta magna para una eficaz renovación de la vida consagrada".

En esta misma ocasión, el Cardenal Edward Michael Egan, Arzobispo de Nueva York y Relator General del último Sínodo de los Obispos, afirmó que Vita Consecrata es una Exhortación "espléndida", una "guía segura y ponderada para toda la iglesia en su camino durante este tercer milenio cristiano", un "tesoro", al que los Obispos deben "hacer referencia con frecuencia".

La Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica han dado a conocer el 15 de junio de 2002 la Instrucción Caminar desde Cristo. Un renovado compromiso de la vida consagrada en el nuevo milenio. El documento, firmado el 19 de mayo, ofrece en la introducción dos importantísimas observaciones sobre los valores y sobre la actualidad de la Exhortación Vita Consecrata.

La Congregación presenta, en primer lugar, una síntesis de la variedad y de la solidez de los contenidos de la Exhortación: "la Exhortación Apostólica Vita Consecrata ha sabido expresar con claridad y profundidad la dimensión cristológica y eclesial de la vida consagrada en una perspectiva teológica y trinitaria que ilumina con nueva luz la teología del seguimiento y de la consagración, de la vida fraterna en comunidad y de la misión; ha contribuido a crear una nueva mentalidad sobre la misión en el pueblo de Dios; ha ayudado a las mismas personas consagradas a ser más conscientes de la gracia de su propia vocación" (nº 3).

Partiendo de esta óptima premisa se puede sacar esta firme conclusión: "Es necesario que este documento programático continúe siendo profundizado y puesto en práctica, y que siga siendo el punto de referencia más positivo y necesario para iniciar el camino de fidelidad y de renovación de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica" (nº 3).