4. Los elementos del programa "caminar desde Cristo con María" en las Constituciones de los Institutos de vida consagrada

Los Institutos deben hacer un examen de sus Constituciones renovadas para controlar el nivel de presencia de los elementos trinitarios, cristológicos y marianos de la vida consagrada que hay en ellas. Las Constituciones que presentan los elementos bíblicos, teológicos y espirituales de la Exhortación Vita Consecrata tienen que ser considerados en su debido lugar. En caso contrario, habrá que proveer a una iluminación del texto constitucional. Considerando el estado de sus Constituciones podemos clasificar a los Institutos en cuatro grupos.

Algunos Institutos son nuevos y están preparando el texto definitivo de sus Constituciones. Si quieren describir con claridad los elementos trinitarios, cristológicos y marianos de la vida consagrada, estos Institutos pueden hacerlo sin excesivo trabajo inspirándose en los contenidos del Concilio y sobre todo siguiendo de cerca las fórmulas, las aclaraciones y las explicaciones de la Exhortación Vita Consecrata.

Otros institutos que recibieron entre 1980 y 1990 la aprobación de sus Constituciones renovadas, por diversos motivos, han decidido hacer una revisión del texto constitucional. Sería muy oportuno que esta revisión comprendiera también un esfuerzo de profundización de los elementos bíblicos, teológicos y espirituales de la vida consagrada a la luz de las orientaciones de la Exhortación.

Otros Institutos, que recibieron hace unos 15 años la aprobación de sus Constituciones renovadas, precisamente porque han hecho una seria confrontación entre el nivel de su texto constitucional y el altísimo nivel de los elementos trinitarios, cristológicos y marianos de la Exhortación, han decidido proceder a una reelaboración de este texto, en base a las orientaciones del luminoso documento de 1996. En una esmerada confrontación se puede constatar, por ejemplo, que la perspectiva trinitaria y la dimensión mariana de la vida consagrada, tan importantes para la vida consagrada, están prácticamente ausentes de algunos textos constitucionales. Baste recordar, por ejemplo, que en algunos Constituciones, el Espíritu Santo es el gran innominado, porque, en efecto, su nombre no aparece allí ni siquiera una vez y que la Virgen María ocupa un puesto que parece casi el de una cenicienta.

Otros Institutos, finalmente, que tienen desde hace más de 15 años la aprobación de sus Constituciones renovadas, han decidido dejar intacto su texto constitucional. Los miembros de estos Institutos harán muy bien tener al alcance de la mano, y al lado de las Constituciones, el texto de la Exhortación. Meditando y acogiendo con docilidad las orientaciones del Papa, estas personas consagradas podrán integrar e iluminar los elementos trinitarios, cristológicos y marianos de sus Constituciones y así poner conscientemente en práctica el programa "caminar desde Cristo con María".