2. Las indicaciones del Directorio sobre la popular y Liturgia (17 diciembre 2001)

A finales del 2001, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó un libro de 300 páginas que, a pesar de colocar precisamente en el centro de la piedad popular y de la liturgia los misterios de la vida de Cristo, reserva un puesto de especialísimo relieve a la Virgen María. En este sentido se puede decir que esta indica a los cristianos que en el nuevo milenio es necesario "caminar desde Cristo con María".

El Directorio está constituido por dos partes. En los tres capítulos de la primera parte se presentan las líneas emergentes de la historia, del Magisterio y en la teología sobre la piedad popular. En los cinco capítulos de la segunda parte se ofrecen las indicaciones necesarias para armonizar de forma adecuada la piedad popular con la liturgia.

El capítulo II de la segunda parte (números 183-207), totalmente dedicado a la Virgen María, lleva este título: "La veneración hacia la Santa Madre del Señor". Este capítulo comienza mostrando la íntima relación que reina y debe reinar en los cristianos entre el amor hacia Cristo y el amor hacia la Virgen María. "La piedad popular hacia la beata Virgen (...) es un hecho eclesial sobresaliente y universal. Ésta brota de la fe y del amor del pueblo de Dios hacia Cristo, Redentor del género humano y de la percepción de la misión salvífica que Dios ha confiado a María de Nazaret (...)./ En efecto los fieles comprenden fácilmente la unión vital que une al Hijo con la Madre (...). Celebran con alegría sus fiestas (...) e instintivamente desconfían de quien no la honra" (nº 183).

Se recomienda de manera especial la oración del Rosario: "El Rosario o Salterio de la Virgen es una de las más excelentes oraciones a la Madre del Señor. Por eso los "Sumos Pontífices han exhortado repetidamente a los fieles la recitación frecuente del santo Rosario, oración de impronta bíblica, centrada en la contemplación de los acontecimientos salvíficos de la vida de Cristo, que fue estrechamente asociada a la Virgen María (...)"./ El Rosario es una oración esencialmente contemplativa (...). Está expresamente recomendado en la formación y en la vida espiritual de los clérigos y de los religiosos" (nº 197).