Cap., N.
1 INT, 1 | vive de la Eucaristía. Esta verdad no expresa solamente una
2 I, 11| perpetúa por los siglos.9 Esta verdad la expresan bien las palabras
3 I, 11| llamar la atención sobre esta verdad, poniéndome con vosotros,
4 I, 15| largo de los siglos, esta verdad haya obligado a la teología
5 I, 15| especialmente en el « carisma de la verdad » del Magisterio y en la «
6 I, 16| al Maestro a recalcar la verdad objetiva de sus palabras: «
7 I, 16| objetiva de sus palabras: « En verdad, en verdad os digo: si no
8 I, 16| palabras: « En verdad, en verdad os digo: si no coméis la
9 III, 26| estrecha entre una y otra. Tan verdad es esto, que nos permite
10 III, 29| sacrificio, en el que, en verdad, no puede ser sustituido
11 III, 30| un testimonio claro de la verdad. Eso retardaría el camino
12 IV, 34| tradición bizantina expresó esta verdad con agudeza de fe: en la
13 IV, 38| bautizada o que rechace la verdad íntegra de fe sobre el Misterio
14 IV, 38| eucarístico. Cristo es la verdad y da testimonio de la verdad (
15 IV, 38| verdad y da testimonio de la verdad (cf. Jn 14, 6; 18, 37);
16 IV, 39| eucarístico. De aquí la gran verdad expresada de varios modos
17 IV, 44| ambigüedades sobre una u otra verdad de fe. El camino hacia la
18 IV, 44| puede hacerse si no es en la verdad. En este punto, la prohibición
19 IV, 46| debe el testimonio de la verdad, como también a la causa
20 VI, 58| espíritu de María. Es una verdad que se puede profundizar
|