Cap., N.
1 INT, 1 | de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua y
2 INT, 2 | realizada la primera vez por Cristo mismo. El Cenáculo es el
3 INT, 2 | Santísimo Sacramento. Allí Cristo tomó en sus manos el pan,
4 INT, 2 | salieron de los labios de Cristo? Quizás no. Aquellas palabras
5 INT, 3 | sombra aquella tarde, cuando Cristo en oración experimentó una
6 INT, 3 | de nuestra redención: « Cristo como Sumo Sacerdote de los
7 INT, 5 | la vez que se refiere a Cristo en el misterio de su Pasión,
8 INT, 5 | potestad que le viene del Cristo del Cenáculo, dice: « Esto
9 INT, 6 | Contemplar el rostro de Cristo, y contemplarlo con María,
10 INT, 6 | evangelización. Contemplar a Cristo implica saber reconocerle
11 INT, 6 | sangre. La Iglesia vive del Cristo eucarístico, de Él se alimenta
12 INT, 7 | signo de la contemplación de Cristo con María, no puedo dejar
13 INT, 7 | rostro eucarístico » de Cristo, señalando con nueva fuerza
14 INT, 8 | retorna a Él redimido por Cristo.~
15 INT, 10 | del Cuerpo y la Sangre de Cristo es una gracia de Dios, que
16 I, 11 | recibido la Eucaristía de Cristo, su Señor, no sólo como
17 I, 11 | pasado, pues « todo lo que Cristo es y todo lo que hizo y
18 I, 12 | reconciliación obtenida por Cristo una vez por todas para la
19 I, 12 | efecto, « el sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía
20 I, 12 | definitivo sacrificio redentor de Cristo se actualiza siempre en
21 I, 13 | del mero ofrecimiento de Cristo a los fieles como alimento
22 I, 13 | sacrificio a la Iglesia, Cristo ha querido además hacer
23 I, 13 | misma unida al sacrificio de Cristo. Por lo que concierne a
24 I, 14 | 14. La Pascua de Cristo incluye, con la pasión y
25 I, 14 | cuanto viviente y resucitado, Cristo se hace en la Eucaristía «
26 I, 14 | resurrección a su vida: « Si hoy Cristo está en ti, Él resucita
27 I, 15 | Santa Misa del sacrificio de Cristo, coronado por su resurrección,
28 I, 15 | ciertamente se hace presente Cristo, Dios y hombre, entero e
29 I, 15 | sustancia del cuerpo de Cristo Señor nuestro, y de toda
30 I, 15 | y la Sangre adorables de Cristo Jesús son los que están
31 I, 16 | nosotros, los fieles, con Cristo mediante la comunión: le
32 I, 16 | verdadero banquete, en el cual Cristo se ofrece como alimento.
33 I, 17 | su cuerpo y de su sangre, Cristo nos comunica también su
34 I, 17 | Espíritu Santo, formemos en Cristo un sólo cuerpo y un sólo
35 I, 17 | de su cuerpo y su sangre, Cristo acrecienta en nosotros el
36 I, 18 | gozo pleno prometido por Cristo (cf. Jn 15, 11); es, en
37 I, 18(30)| Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, antífona al Magnificat
38 I, 18 | Quien se alimenta de Cristo en la Eucaristía no tiene
39 I, 20(34)| Deseas honrar el cuerpo de Cristo? No lo desprecies, pues,
40 I, 20(34)| serviría adornar la mesa de Cristo con vasos de oro, si el
41 I, 20(34)| vasos de oro, si el mismo Cristo muere de hambre? Da primero
42 I, 20(34)| sobre, adornarás la mesa de Cristo »: San Juan Crisóstomo,
43 II, 21 | la Iglesia, o el reino de Cristo presente ya en misterio,
44 II, 21 | sacrificio de la cruz, en el que Cristo, nuestra Pascua, fue inmolado (
45 II, 21 | forman un sólo cuerpo en Cristo (cf. 1 Co 10, 17) ».36~Hay
46 II, 21 | alimento su cuerpo y su sangre, Cristo los implicó misteriosamente
47 II, 22 | 22. La incorporación a Cristo, que tiene lugar por el
48 II, 22 | uno de nosotros recibe a Cristo, sino que también Cristo
49 II, 22 | Cristo, sino que también Cristo nos recibe a cada uno de
50 II, 22 | realiza de manera sublime que Cristo y el discípulo « estén »
51 II, 22 | Jn 15, 4). ~Al unirse a Cristo, en vez de encerrarse en
52 II, 22 | la salvación, en obra de Cristo, en luz del mundo y sal
53 II, 22 | la Iglesia continúa la de Cristo: « Como el Padre me envió,
54 II, 22 | el cuerpo y la sangre de Cristo. Así, la Eucaristía es la
55 II, 22 | comunión de los hombres con Cristo y, en Él, con el Padre y
56 II, 23 | su unidad como cuerpo de Cristo. San Pablo se refiere a
57 II, 23 | comunión con el cuerpo de Cristo? Porque aun siendo muchos,
58 II, 23 | el pan? Es el cuerpo de Cristo. ¿En qué se transforman
59 II, 23 | lo reciben? En cuerpo de Cristo; pero no muchos cuerpos
60 II, 23 | otros y, todos juntos, con Cristo ».42 La argumentación es
61 II, 23 | terminante: nuestra unión con Cristo, que es don y gracia para
62 II, 23 | consolida la incorporación a Cristo, establecida en el Bautismo
63 II, 23 | el cuerpo y la sangre de Cristo « sirvan a todos los que
64 II, 24 | 24. El don de Cristo y de su Espíritu que recibimos
65 II, 24 | la comunión del cuerpo de Cristo, la Iglesia alcanza cada
66 II, 24 | profundamente su ser « en Cristo como sacramento o signo
67 II, 24 | de unidad del cuerpo de Cristo. La Eucaristía, construyendo
68 II, 25 | eucarístico. La presencia de Cristo bajo las sagradas especies
69 II, 25 | Sacramento y la adoración de Cristo presente bajo las especies
70 II, 25 | en actitud de amor, ante Cristo presente en el Santísimo
71 II, 25(49)| amor y deber de adoración a Cristo Nuestro Señor, allí presente »:
72 II, 25 | contemplar el rostro de Cristo, en el espíritu que he sugerido
73 III, 27 | en misión por el propio Cristo ».51 También los Apóstoles
74 III, 27 | Sacramento no se remonte a Cristo mismo, sino porque ha sido
75 III, 28 | Apóstoles hasta la vuelta de Cristo gracias a aquellos que les
76 III, 28 | realiza como representante de Cristo el sacrificio eucarístico
77 III, 29 | realiza como representante de Cristo el Sacrificio eucarístico »,58
78 III, 29 | o también, “en vez” de Cristo. In “persona”: es decir,
79 III, 29(59)| altar actúa en la persona de Cristo en cuanto cabeza, que ofrece
80 III, 29 | de salvación querida por Cristo, manifiesta que la Eucaristía
81 III, 30 | profesan que en la comunión de Cristo se significa la vida, y
82 III, 30 | comunión del único cuerpo de Cristo que es la Iglesia es un
83 III, 31 | ciertamente una acción de Cristo y de la Iglesia ».65 De
84 III, 31 | unión con la oración de Cristo sumo y eterno Sacerdote;
85 IV, 34(69)| Nicolás Cabasilas, La vida en Cristo, IV, 10: Sch 355, 270.~
86 IV, 35 | dimensión invisible que, en Cristo y por la acción del Espíritu
87 IV, 36 | el cuerpo y la sangre de Cristo. El mismo Apóstol llama
88 IV, 37 | Corinto: « En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos
89 IV, 38 | teniendo el Espíritu de Cristo, aceptan íntegramente su
90 IV, 38 | su estructura visible, a Cristo, que la rige por medio del
91 IV, 38 | el Misterio eucarístico. Cristo es la verdad y da testimonio
92 IV, 40 | vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno
93 IV, 40 | cuerpo y los miembros de Cristo, sobre la mesa del Señor
94 IV, 40 | constatación, concluía: « Cristo el Señor [...] consagró
95 IV, 43 | modo que lleguen a ser en Cristo un sólo un cuerpo y un sólo
96 IV, 43 | eficacia, pues ora en unión con Cristo, su cabeza y esposo, que
97 V, 47 | palabras pronunciadas por Cristo sobre el pan y sobre el
98 V, 50 | compartir el misterio de Cristo en el pan partido está como
99 VI, 53 | contemplación del rostro de Cristo, he incluido entre los misterios
100 VI, 54 | ésta. Repetir el gesto de Cristo en la Última Cena, en cumplimiento
101 VI, 55 | contemplar el rostro de Cristo recién nacido y al estrecharlo
102 VI, 56 | con toda su vida junto a Cristo y no solamente en el Calvario,
103 VI, 57 | está presente todo lo que Cristo ha llevado a cabo en su
104 VI, 57 | Por tanto, no falta lo que Cristo ha realizado también con
105 VI, 57 | memorial de la muerte de Cristo implica también recibir
106 VI, 57 | compromiso de conformarnos a Cristo, aprendiendo de su Madre
107 VI, 58 | Iglesia se une plenamente a Cristo y a su sacrificio, haciendo
108 CON, 59 | enraizada en las palabras de Cristo y que los Apóstoles nos
109 CON, 59 | de Juan, yo le repita a Cristo, en nombre de toda la Iglesia
110 CON, 60 | centra, en definitiva, en Cristo mismo, al que hay que conocer,
111 CON, 61 | Dios; cuerpo y esposa de Cristo, animada por el Espíritu
112 CON, 62 | con la segunda venida de Cristo. La Eucaristía es ya aquí,
113 CON, 62 | su cuerpo y en su sangre, Cristo camina con nosotros como
114 CON, 62 | tiempo, cantor apasionado de Cristo eucarístico, y dejemos que
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