Parte, n.

  1 INT         |          venera con especial amor a María Santísima Madre de Dios" 3
  2 INT         |         puesto también singular que María ocupa dentro de él4; asimismo
  3 INT         |          figura de mujer: la Virgen María, Madre precisamente de Cristo
  4 INT         |        conocimiento de la misión de María, se ha transformado en gozosa
  5   I,  1     |      expresiones de la veneración a María y que requiere, por ello,
  6   I,  3     |            Inmaculada Concepción de María, la preparación radical (
  7   I,  5     |             Dios e Hijo del Hombre, María, su Madre, y José, el hombre
  8   I,  5     |      solemnidad de la Maternidad de María; ésta, fijada en el día
  9   I,  5     |          celebrar la parte que tuvo María en el misterio de la salvación
 10   I,  6     |          Verbo que se hace "hijo de María" (Mc 6, 3), de la Virgen
 11   I,  6     |          otra parte, con relación a María, como fiesta de la nueva
 12   I,  6     |             la gloriosa Asunción de María al cielo: fiesta de su destino
 13   I,  6     |             fiesta de la Realeza de María, que tiene lugar ocho días
 14   I,  7     |          fiestas de la Natividad de María (8 setiembre), "esperanza
 15   I,  8     |             de la Basílica de Santa María); a otras celebradas originariamente
 16   I,  8     |           Presentación de la Virgen María); o manifiestan orientaciones
 17   I,  8     |            el Inmaculado Corazón de María).~
 18   I,  9     |       recurso a la Memoria de Santa María "in Sabbato": memoria antigua
 19   I,  10    |             glorioso siempre Virgen María, Madre de Jesucristo, nuestro
 20   I,  10    |         junto con tus elegidos: con María, la Virgen". Dicha memoria
 21   I,  11    |            encuentra puntualmente a María: allí, como presencia orante
 22   I,  11    |         Iglesia, asociada con ella (María) a la pasión de Cristo,
 23   I,  11    |          para engrandecer con ella (María) tu santo nombre" 30, y,
 24   I,  11(30)|            línea el Praefatio de B. María Virgine, II: "Realmente
 25   I,  11(30)| conmemoraión de la Santísima Virgen María, proclamar tu amor por nosotros
 26   I,  16    |            doctrina conciliar sobre María y la Iglesia, profundizar
 27   I,  16    |             de las relaciones entre María y la Liturgia, es decir:
 28   I,  16    |            y la Liturgia, es decir: María como ejemplo de la actitud
 29   I,  17    |                                 17. María es la "Virgen oyente", que
 30   I,  17    |            la bienaventurada Virgen María concibió creyendo al (Jesús)
 31   I,  18    |                                 18. María es, asimismo, la "Virgen
 32   I,  18    |           oración por excelencia de María, el canto de los tiempos
 33   I,  18    |            Ireneo— en el cántico de María fluyó el regocijo de Abrahán
 34   I,  18    |         Iglesia: "Saltando de gozo, María proclama proféticamente
 35   I,  18    |              Virgen orante" aparece María en Caná, donde, manifestando
 36   I,  18    |          último trazo biográfico de María nos la describe en oración:
 37   I,  18    |    juntamente con las mujeres y con María, Madre de Jesús, y con sus
 38   I,  18    |            14): presencia orante de María en la Iglesia naciente y
 39   I,  19    |                                 19. María es también la "Virgen-Madre",
 40   I,  19    |           la Maternidad virginal de María. Entre sus testimonios nos
 41   I,  19    |             Lc 1, 35), que hizo que María diese a luz al Salvador,
 42   I,  19    |          liturgia hispánica: "Ella (María) llevó la Vida en su seno,
 43   I,  20    |                     20. Finalmente, María es la "Virgen oferente".
 44   I,  20    |           Dios" (Heb 9, 14) y donde María estuvo junto a la cruz (
 45   I,  20(62)|             gloriosa Madre de Dios, María, y de todos los santos (...)
 46   I,  21    |         ejercicio del culto divino, María es también, evidentemente,
 47   I,  21    |             comenzaron a fijarse en María para, como Ella, hacer de
 48   I,  21    |          ellos estuviese el alma de María para glorificar a Dios: "
 49   I,  21    |             a Dios: "Que el alma de María está en cada uno para alabar
 50   I,  21    |            alegre en Dios" 63. Pero María es, sobre todo, modelo de
 51   I,  21    |             Lc 1, 38). Y el "sí" de María es para todos los cristianos
 52   I,  22    |            relaciones que la unen a María en distintas y eficaces
 53   I,  22    |            Maternidad espiritual de María para con todos los miembros
 54  II,  25    |    ejercicios de piedad a la Virgen María expresen claramente la nota
 55  II,  25    |       glorificados 68. En la Virgen María todo es referido a Cristo
 56  II,  25    |          mismo decreto el origen de María y la encarnación de la divina
 57  II,  26    |             la santidad original de María, "como plasmada y convertida
 58  II,  26    |             su sombra" (Lc 1,35) y "María... se halló en cinta por
 59  II,  26    |            fecunda la virginidad de María 75 y la transformó en Aula
 60  II,  26    |            en el canto profético de María (Lc 1, 46-55) un particular
 61  II,  28    |          figurada la Anunciación de María en el ábside de la representación
 62  II,  28    |        Iglesia expresa el puesto de María en el misterio de la Iglesia
 63  II,  28    |            la bienaventurada Virgen María se abran a perspectivas
 64  II,  28    |        mayor facilidad la misión de María en el misterio de la Iglesia
 65  II,  28    |     prolongación de la solicitud de María: en efecto, el amor operante
 66  II,  28    |         efecto, el amor operante de María la Virgen en casa de Isabel,
 67  II,  28    |      Iglesia se traducirá en amor a María y viceversa; porque la una
 68  II,  28    |             alta (del cenáculo) con María, que era la Madre de Jesús,
 69  II,  28    |         Iglesia si no está presente María, la Madre del Señor, con
 70  II,  29    |             relaciones de la Virgen María con Dios —Padre, Hijo y
 71  II,  32    |    importancia del puesto que ocupa María en la vida cristiana; se
 72  II,  33    |            en torno a la función de María en la obra de la salvación" 100
 73  II,  33    |           comprensión del puesto de María en el misterio de Cristo
 74  II,  33    |            maternidad espiritual de María. Pues los que son de Cristo
 75  II,  34    |        cierta dificultad en tomar a María como modelo, porque los
 76  II,  35    |            35. Ante todo, la Virgen María ha sido propuesta siempre
 77  II,  36    |       imagen popular y literaria de María, no con su imagen evangélica
 78  II,  36    |            la figura y la misión de María —como Mujer nueva y perfecta
 79  II,  37    |            llevará a descubrir como María puede ser tomada como espejo
 80  II,  37    |    contemplará con íntima alegría a María que, puesta a diálogo con
 81  II,  37    |        estado virginal por parte de María, que en el designio de Dios
 82  II,  37    |             con gozosa sorpresa que María de Nazaret, aún habiéndose
 83  II,  37    |            1, 51-53); reconocerá en María, que "sobresale entre los
 84  II,  37    |     sociedad; y no se le presentará María como una madre celosamente
 85  II,  38    |            la figura y la misión de María; ha denunciado también algunas
 86  II,  38    |        unilaterales de la figura de María que insistiendo excesivamente
 87  II,  39    |            la bienaventurada Virgen María es glorificar a Dios y empeñar
 88 III,  44    |           de la Anunciación hecha a María. Oración evangélica por
 89 III,  46    |          más: la repetición del Ave María constituye el tejido sobre
 90 III,  46    |    misterios; el Jesús que toda Ave María recuerda, es el mismo que
 91 III,  46    |        nombre de Jesús, en cada Ave María, una cláusula que recordase
 92 III,  48    |            la bienaventurada Virgen María. Si en tiempos no lejanos
 93 III,  49    |      contemplación, en comunión con María, de una serie de misterios
 94 III,  49    |           la súplica eclesial Santa María. La serie continuada de
 95 III,  51    |            la bienaventurada Virgen María, como por ejemplo, la meditación
 96 III,  55    |      Rosario de la Santísima Virgen María, queremos sin embargo recomendar
 97 CON,  56    |             la singular dignidad de María "Madre del Hijo de Dios
 98 CON,  56    |       hechura tuya" 120; en efecto, María es de nuestra estirpe, verdadera
 99 CON,  56    |            la bienaventurada Virgen María tiene su razón última en
100 CON,  57    |       efecto, la múltiple misión de María hacia el Pueblo de Dios
101 CON,  57    |       fieles a levantar "los ojos a María, la cual brilla como modelo