Cap.,  N.

 1 INT,1 |          tierra de Asia, mediante hombres y mujeres de ese continente.
 2 INT,2 |         Mediador entre Dios y los hombres y único Redentor del mundo,
 3 INT,4 |      nombre de tantos millones de hombres y mujeres de Asia que no
 4  II,10|           comunicadas a todos los hombres»39 , y proseguí: «Quienes
 5  II,12|      cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos
 6  II,13|        sus incertidumbres. Cuando hombres y mujeres responden con
 7  II,13|           los corazones de muchos hombres, los cuales, precisamente
 8  II,13|         mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también,
 9  II,14|           la buena nueva para los hombres y mujeres de todos los tiempos
10 III,15|         este amor convierte a los hombres y las mujeres en instrumentos
11 III,16|           el Espíritu obra en los hombres y en la historia de los
12 III,18|         consagrados y los laicos, hombres y mujeres, desempeñan un
13 III,18|       profundo del corazón de los hombres, de las culturas y de las
14  IV,20|           a todos los misioneros, hombres y mujeres, religiosos y
15  IV,20|         las culturas que tuvieron hombres como Juan de Montecorvino,
16  IV,21|        presente, ofreciendo a los hombres y mujeres de corazón sincero
17  IV,22|           por la formación de los hombres y mujeres consagrados, especificando
18  IV,23|           una misión que necesita hombres y mujeres santos, que den
19  IV,23|         consiste en que todos los hombres deben estar libres de coacción,
20   V,24|     cuenta entre sus miembros con hombres y mujeres pecadores, debe
21   V,24|     activo en la comunidad de los hombres y mujeres que han sido sepultados
22   V,24|           como la comunión de los hombres radica en esta unión con
23   V,28|          la reconciliación de los hombres con Dios y entre sí, ha
24   V,29|          esencial que decir a los hombres y mujeres de nuestro tiempo,
25   V,29|        Iglesia al diálogo con los hombres y mujeres de Asia que buscan
26   V,31|           que ilumina a todos los hombres, sigue en pie su deber y
27   V,31|       mundiales demuestra que los hombres y mujeres de religión, sin
28  VI,32|     Iglesia se dirige a todos los hombres y mujeres sin distinción,
29  VI,32|     tristeza y la angustia de los hombres de nuestro tiempo, sobre
30 VII,43|         la institución, sino como hombres que tengan su mente y su
31 VII,44| religiosas de ese continente, los hombres y mujeres que se han dedicado
32 VII,44|          también de las mujeres y hombres consagrados en la tradición
33 VII,45|           es preciso educar a los hombres en los seminarios y en las
34 VII,49|        también el grito gozoso de hombres y mujeres de tiempos más