Cap.,  N.

 1 INT,1 |     a todas las gentes» (cf. Mt 28, 19). Juntamente con
 2 INT,3 |    vosotros todos los días» (Mt 28, 20). El Sínodo fue un
 3   I,9 |    vosotros» (Jn 20, 21; cf. Mt 28, 18-20; Mc 16, 15-18;
 4   I,9 |      madura y abundante (cf. Mt 9, 37-38). A este respecto,
 5  II,10|      fe bajo el celemín (cf. Mt 5, 15), dado que tiene como
 6  II,11|     un gobernante cruel (cf. Mt 2, 13-15). Estuvo sujeto
 7  II,13|      está en los cielos (cf. Mt 23, 9). En él se ha realizado
 8 III,16|      Espíritu (cf. Lc 1, 35; Mt 1, 20), estuvo lleno de
 9 III,16|       cf. Mc 1, 12; Lc 4, 1; Mt 4, 1). En la sinagoga de
10 III,16|      Dios había llegado (cf. Mt 12, 28). Después de resucitar
11  IV,19|     hasta el fin del mundo» (Mt 28, 18-20). Con la certeza
12   V,29|    en la masa del mundo (cf. Mt 13, 33). Los esfuerzos por
13   V,31|   diálogo con los demás (cf. Mt 11, 29). «Las relaciones
14  VI,34|  ellos de modo especial (cf. Mt 25, 40). Este amor no excluye
15  VI,34|    encontrarán consuelo (cf. Mt 11, 28-29).~En casi todas
16  VI,36| enfermedad y toda dolencia» (Mt 9, 35), la Iglesia en Asia
17  VI,41|    suyas estas palabras (cf. Mt 9, 13); y lo mismo vale
18 VII,43|   construida la Iglesia (cf. Mt 16, 18)— desempeña un ministerio
19 CON,50|    reino de los cielos» (cf. Mt 5, 10).~Las palabras de
20 CON,50|     silencioso y oculto (cf. Mt 13, 33).~Los pueblos de
21 CON,50|      fin de los tiempos (cf. Mt 28, 20). Confiada en el