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    Cap.,  N.                                       gris = Texto de comentario

  1 INT,1 |                  Sal 118, 1). ~Dado que Jesús nació, vivió, murió y resucitó
  2 INT,1 |             para todo el género humano. Jesús conoció y amó esa tierra,
  3 INT,3 |               verdad de las palabras de Jesús: «Yo estoy con vosotros
  4 INT,4 |         primitiva, el pequeño rebaño de Jesús en ese inmenso continente (
  5   I   |                  lugar de nacimiento de Jesús y de la Iglesia~
  6   I,5 |                 hombre. «Dios asumió en Jesús de Nazaret las características
  7   I,9 |                que precisamente en Asia Jesús insufló en sus discípulos
  8   I,9 |               prometedor en Asia, donde Jesús nació y donde comenzó el
  9  II   |                             CAPÍTULO II~JESÚS SALVADOR: UN DON PARA ASIA~ ~
 10  II,10|              propia la verdad eterna de Jesús mediante el estudio, la
 11  II,11|               Escrituras atestiguan que Jesús vivió una vida auténticamente
 12  II,11|              auténticamente humana. Ese Jesús que proclamamos como único
 13  II,11|            sorprendente amor del Padre. Jesús predicaba con sencillez,
 14  II,11|             tumba fue encontrada vacía! Jesús, resucitado de entre los
 15  II,11|                  muerte y resurrección, Jesús cumplió la voluntad del
 16  II,11|                de una vez para siempre. Jesús es nuestro Salvador, en
 17  II,12|          Trinidad. La obra salvífica de Jesús tiene su origen en la comunión
 18  II,12|                 visto al Padre», afirma Jesús (Jn 14, 9). Sólo en Jesucristo
 19  II,12|           Palabra definitiva del Padre, Jesús da a conocer a Dios y su
 20  II,12|                Padre sino por mí», dice Jesús (Jn 14, 6). Él es «el camino,
 21  II,12|                   Sólo en la persona de Jesús la palabra de salvación
 22  II,12|             signo de alianza eterna42 , Jesús se dirigió al Padre pidiéndole
 23  II,12|               momento en que resucitó a Jesús de entre los muertos y lo
 24  II,12|                el sacrificio pascual de Jesús, el Padre ofrece de forma
 25  II,13|              Cómo puede la humanidad de Jesús y el inefable misterio de
 26  II,13|                significa ser hombre. En Jesús el hombre puede por fin
 27  II,13|                 perfectamente humana de Jesús, dedicada enteramente al
 28  II,13|               en recibir y dar amor. En Jesús quedamos asombrados por
 29  II,13|                  Sobre todo en la cruz, Jesús anula el poder de la autodestructora
 30  II,13|              Padre responde haciendo de Jesús el primogénito de los que
 31  II,13|                 8, 29). En ese momento, Jesús se convirtió, de una vez
 32  II,13|              plan de Dios. Así pues, en Jesús descubrimos la grandeza
 33  II,13|                al amor»45.~La misión de Jesús no sólo restableció la comunión
 34  II,13|              Más allá de toda división, Jesús hace posible para todos
 35  II,13|             vosotros sois uno en Cristo Jesús» (Ga 3, 28). «Él es nuestra
 36  II,13|                todo lo que dijo e hizo, Jesús fue la voz, las manos y
 37  II,13|                 el Dios de la comunión, Jesús estableció la comunión entre
 38  II,13|              Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también, que se
 39  II   |        universalidad de la salvación en Jesús~
 40  II,14|                 tiempo hasta el último, Jesús es el único Mediador universal.
 41  II,14|             amor del Padre hacia todos, Jesús es único y «es precisamente
 42  II,14|             impermeable a la llamada de Jesús, que habla desde el corazón
 43  II,14|               su desesperación vencida. Jesús es la buena nueva para los
 44 III,15|                significado salvífico de Jesús sólo se puede comprender
 45 III,15|          intrínsecamente al misterio de Jesús y de la salvación que él
 46 III,16|            entera y toda la historia58.~Jesús de Nazaret, Mesías y único
 47 III,16|                 la sinagoga de Nazaret, Jesús inició su ministerio profético
 48 III,16|                 la fuerza del Espíritu, Jesús curaba a los enfermos y
 49 III,16|              que la misión salvífica de Jesús lleva el sello inconfundible
 50 III,16|               la vida y en la misión de Jesús. Las «semillas del Verbo»
 51 III,16|                 Espíritu Santo de la de Jesús Salvador; y, respondiendo
 52 III,16|               la salvación universal en Jesús. La presencia del Espíritu
 53 III,16|          Pentecostés, siempre tienden a Jesús y a la salvación que él
 54 III,17|               vínculo de comunión entre Jesús y su Iglesia. Habitando
 55 III,17|             plenitud de la verdad sobre Jesús. También es él quien hace
 56 III,17|           Iglesia continúe la misión de Jesús, dando en primer lugar testimonio
 57 III,17|              primer lugar testimonio de Jesús y realizando así lo que
 58 III,17|               fuerza, dan testimonio de Jesús Salvador (cf. Hch 1, 8)
 59 III,17|                el ministerio terreno de Jesús se desarrolló con la fuerza
 60 III,17|            misión de amor y servicio de Jesús en Asia»64.~El plan del
 61 III,17|      inseparables del reino de Dios que Jesús anunció e inauguró mediante
 62 III,18|                poderoso, en la época de Jesús y de la Iglesia primitiva,
 63 III,18|              recordando las palabras de Jesús, que son al mismo tiempo
 64 III,18|                mismo suscita y que sólo Jesús Salvador podrá saciar plenamente.
 65 III,18|            Espíritu a dar testimonio de Jesús Salvador de modos nuevos
 66 III,18|            eficaces. La plena verdad de Jesús y de la salvación que él
 67 III,18|             amor». Este es el fuego que Jesús ha traído a la tierra, y
 68  IV   |                             CAPÍTULO IV~JESÚS SALVADOR: PROCLAMAR EL DON~~
 69  IV,19|          nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros
 70  IV,19|            siervos vuestros por amor de Jesús» (2 Co 4, 5). La Iglesia,
 71  IV,19|                 misionero por hacer que Jesús sea conocido, amado y seguido.~
 72  IV,19|           proclamación explícita de que Jesús es el Señor. El concilio
 73  IV,19|               el reino y el misterio de Jesús de Nazaret, Hijo de Dios»66.
 74  IV,20|           dificultades para proclamar a Jesús como único Salvador. Durante
 75  IV,20|              agrava por el hecho de que Jesús a menudo es considerado
 76  IV,20|              continente tiendan a ver a Jesús, que nació en tierra de
 77  IV,20|               expresarse al presentar a Jesús, pueden quedar enriquecidas
 78  IV,20|                hoy en Asia el rostro de Jesús78.~El Sínodo recomendó que
 79  IV,20|                  El ministerio mismo de Jesús muestra claramente el valor
 80  IV,20|                  sugiriendo imágenes de Jesús inteligibles a la mentalidad
 81  IV,20|                   Se podría presentar a Jesús como la Sabiduría encarnada
 82  IV,20| redescubrimiento del rostro asiático de Jesús, y que es preciso hallar
 83  IV,21|               no sólo son abrazados por Jesús, sino que, además, se convierten
 84  IV,23|             celebración del misterio de Jesús en los sacramentos, ante
 85  IV,23|          enfoques en la proclamación de Jesús, pero a condición de que
 86  IV,23|              del inagotable misterio de Jesús al proponer gradualmente
 87   V,24|                 15, 2). La comunión con Jesús, fuente de la comunión de
 88   V,30|         reunirse por la gracia de Dios. Jesús mismo oró por la unidad
 89  VI,34|                 siguiendo el ejemplo de Jesús. La sencillez de vida, la
 90  VI,34|                 de que en el Corazón de Jesús, donde nadie es extranjero,
 91  VI,34|                esos pequeños el amor de Jesús, dado que a ellos pertenece
 92  VI,41|               no sacrificio» (Os 6, 6). Jesús hizo suyas estas palabras (
 93 VII,43|           discípulos como sus testigos, Jesús les dio el Espíritu Santo (
 94 VII,43|                 testimonio del amor que Jesús definió como auténtico distintivo
 95 VII,44|                 salvífica realizada por Jesús mediante su consagración
 96 VII,45|            transmitir la fe y, por eso, Jesús recurrió a ella para la
 97 VII,45|                 la samaritana, a la que Jesús encontró en el pozo de Jacob
 98 VII,45|              los pobres y marginados, a Jesús, rico en misericordia, capaz
 99 CON,50|                de la Iglesia, a los que Jesús mismo dirige palabras de
100 CON,50|                 5, 10).~Las palabras de Jesús tranquilizan a la Iglesia
101 CON,50|                 ha recibido, el amor de Jesús Salvador. Su único anhelo
102 CON,51|             miedo de hablar~del mundo a Jesús y de Jesús al mundo.~Tú
103 CON,51|           hablar~del mundo a Jesús y de Jesús al mundo.~Tú estuviste al