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Leopoldo Alas alias Clarín
Su único hijo

IntraText - Concordancias

nepomuceno

    Capitulo
1 II | hubiera querido D. Juan Nepomuceno, antes curador de Emma y 2 III | confusamente creía. D. Juan Nepomuceno le aterraba con sus grandes 3 III | citación de Emma D. Juan Nepomuceno, Sebastián y otros dos primos. 4 III | contradecirme...~     D. Juan Nepomuceno, amante de toda verdad, 5 V | singular: el de don Juan Nepomuceno, el de Emma, el de todos); 6 V | En aquel momento D. Juan Nepomuceno se presentó en el despacho 7 V | explicó nunca.~     D. Juan Nepomuceno miró, sin contestar, a su 8 V | siquiera en la existencia de Nepomuceno!~     Con la generosidad 9 V | Pensó en D. Juan Nepomuceno, y hasta entró en casa una 10 VI | cuentas de todo era D. Juan Nepomuceno; pero se contuvo, porque 11 VI | tenía a Emma y a D. Juan Nepomuceno, no le habían dejado dormir 12 VI | temblorosa un recibo que D. Juan Nepomuceno acababa de entregarle, impasible, 13 VI | noche... ¡Entre el sereno y Nepomuceno la habían puesto al cabo 14 VI | en lo que llamaba D. Juan Nepomuceno la caja? Ni el cura ni el 15 VI | Benito se cansa de esperar, Nepomuceno se entera del caso y... 16 VI | tarde, en el Casino, D. Juan Nepomuceno, su tío de usted...~     - 17 VI | cuarto estaba aquí D. Juan Nepomuceno con seis mil reales en plata. 18 VI | de él el mundo entero. ¡Nepomuceno había pagado los seis mil 19 VI | como un bellaco; el tío Nepomuceno ha pagado porque este traidor 20 VII | la presencia de Emma y de Nepomuceno.~     El guitarrista dejó 21 VII | de todos; de su mujer, de Nepomuceno, de la moral corriente, 22 VII | corte de cuentas de D. Juan Nepomuceno. Al pensar en D. Juan tembló 23 VII | rabo por desollar. D. Juan Nepomuceno le tenía cogido por las 24 VII | Poco a poco la figura de Nepomuceno, del odiado y odioso Nepomuceno, 25 VII | Nepomuceno, del odiado y odioso Nepomuceno, había ido creciendo a los 26 VII | sentía náuseas; pues bien, Nepomuceno, sólo con su presencia, 27 VII | algo; no le cogía el tal Nepomuceno.~     Y eso que el muy taimado 28 VII | estaba convencido de que Nepomuceno estaba seco y bien seco; 29 IX | según él decía, el tío Nepomuceno, todos se quedaban por acá, 30 IX | cuentas enormes. «Ni el tío Nepomuceno, ni Bonis, ni Sebastián, 31 IX | se habían pagado. D. Juan Nepomuceno seguía con Emma la misma 32 IX | echar cuentas y atar corto a Nepomuceno: comprendía que él hacía 33 IX | las acciones de Emma que Nepomuceno había comprado, siempre 34 IX | osadías.~     De su tío Nepomuceno sabía, por murmuraciones 35 X | el teatro.~     D. Juan Nepomuceno dejaba hacer, dejaba pasar.~      36 X | el matrimonio y D. Juan Nepomuceno, pues por raro accidente 37 X | acentuada en los gestos. Nepomuceno bebía también su copita 38 X | Bonis miró angustiado a Nepomuceno por ver si sorprendía connivencia 39 X | y del sacerdote, que era Nepomuceno, encargado sin duda de degollarle 40 X | Entonces fue D. Juan Nepomuceno el que habló; pero antes 41 X | Bonifacio, viendo que Nepomuceno no se daba por interrogado, 42 X | lenguaje no le extrañaba a Nepomuceno, que en cuanto veía a su 43 X | despidiose del matrimonio Nepomuceno, que se acostó madurando 44 XI | miradas frías, incisivas de Nepomuceno, el de las cuentas, en poder 45 XI | postres, en presencia de Nepomuceno:~     -Vamos a ver, hombre, ¿ 46 XI | Excelente -asintió Nepomuceno, limpiándose los labios 47 XI | elocuencia conmovedora. Aunque Nepomuceno y Emma iban con segunda, 48 XI | monótonos, inaguantables?~     Nepomuceno habló más que solía; él 49 XI | Emma! ¡Noche solemne para Nepomuceno! 50 XII | de cerca, solo, D. Juan Nepomuceno, que parecía haberse azogado 51 XII | pero los inteligentes, Nepomuceno entre ellos, estimaban en 52 XII | presentó al Sr. Körner a Nepomuceno. Al principio, el alemán 53 XII | trabar conocimiento con Nepomuceno. El alemán, que era sagaz 54 XII | camino del bolsillo de Nepomuceno, aunque con grandes pérdidas 55 XII | Körner comenzó a marear a Nepomuceno persuadiéndole primero de 56 XII | persuadiéndole primero de que él, Nepomuceno, tenía un verdadero talento 57 XII | conciencia, según Körner, estaba Nepomuceno obligado a dar a tales facultades 58 XII | secretos de su marido, debía Nepomuceno poner aquel todavía sano 59 XII | hasta llegaba a hablarle a Nepomuceno del probable renacimiento 60 XII | tierra. No sabía Körner que Nepomuceno ignoraba que hubiéramos 61 XII | magnética sobre los sentidos de Nepomuceno. La primera vez que la vio, 62 XII | trapos discretos la cubrían. Nepomuceno la tomó por criada. Subió, 63 XII | agua...~     El plan de Nepomuceno fue quitarle aquella doméstica 64 XII | el día siguiente no supo Nepomuceno que su dulce tormento era 65 XII | sentimientos de sensucht, que él, Nepomuceno, no sospechaba que existieran. 66 XII | le fue metiendo en casa. Nepomuceno ya no podía pasar el día 67 XII | que él había imaginado. Nepomuceno, a pesar de sus conocimientos 68 XII | ya tenía algo que admirar Nepomuceno espontáneamente, pues supo 69 XII | repasaba cien veces junto a Nepomuceno, y le rozaba con sus vestidos, 70 XII | ya parecería. Entretanto, Nepomuceno insinuó en el ánimo de padre 71 XII | Marta, después de casada con Nepomuceno. Le encontraba ella muchísima 72 XII | presentaban a los hombres, a Nepomuceno, Körner y Bonis, después 73 XII | en un gabinete cercano. Nepomuceno y Körner acompañaban a Emma 74 XII | de vengarse del ladrón de Nepomuceno y del tonto de su marido 75 XII | Mocchi, Marta, Minghetti y Nepomuceno, sintió Reyes una especie 76 XII | empezaba la segunda parte.~     Nepomuceno se sentó junto a Marta, 77 XIII| mundo más que su D. Juan Nepomuceno, con sus grandes patillas! 78 XIII| compuesta con toda intención. A Nepomuceno había que ponerle las cosas 79 XIII| importante para ella hablar con Nepomuceno que andar por allí dando 80 XIII| a la mucha sangre.~     Nepomuceno, que a la segunda negativa 81 XIII| desvelada... Ello es que Nepomuceno supo aquella noche, v. gr., 82 XIII| despedían sus propias rodillas. Nepomuceno, confundiendo las cosas, 83 XIII| lo que, sin saberlo él, Nepomuceno, contestaba aquel personaje 84 XIII| respetable, pero no respetada por Nepomuceno, que hizo con ella maravillas 85 XIII| representada, es claro, por Nepomuceno en todo lo que se refería 86 XIII| como diría Körner, que Nepomuceno, autor de semejante desafuero, 87 XIII| ayudaban a los de la fábrica. Nepomuceno, interesado en favor de 88 XIII| iba a casarse con el tío Nepomuceno, admitía galanteos subrepticios 89 XIV | galanes; eran Marta Körner y Nepomuceno, que se habían adelantado, 90 XIV | de la casa, pues D. Juan Nepomuceno había salido también cuando 91 XIV | quedó a oscuras.~     Volvió Nepomuceno cuando se levantaban de 92 XIV | de Körner hasta su casa. Nepomuceno había tenido que quedarse 93 XIV | temía los ardores del buen Nepomuceno.~     Pero ¿y Reyes?, preguntaban 94 XIV | había sorprendido: el de Nepomuceno con Marta. ¡Oh! ¿Sería sino 95 XIV | señor don Juan, mi querido Nepomuceno, habrá escena, ya lo , 96 XV | hablaremos».~     «Pero Nepomuceno, Körner, el primo Sebastián, 97 XV | qué no se encerraba con Nepomuceno y le decía: -¡Eh, eh, amiguito; 98 XV | dirigía como ingeniero, y Nepomuceno estaba al frente de la Sociedad 99 XV | siempre figuraban Körner y Nepomuceno manejándolo todo, les había 100 XV | estaba enamorado el tío Nepomuceno, que le metió en sus negocios 101 XV | magistrado alegre, encontró a Nepomuceno en la calle, y le dijo:~     -¿ 102 XV | fijo caerían en poder de Nepomuceno y de Emma, porque de seguro 103 XV | ella. Por fin se presentó Nepomuceno, acompañado del médico antiguo, 104 XVI | también andaba por allí; Nepomuceno, Marta, Sebastián y hasta 105 XVI | tener explicaciones con Nepomuceno. Tiempo había. Sin embargo, 106 XVI | los bienes de sus amos. Nepomuceno no quería dar importancia 107 XVI | Reyes -y el señor don Juan Nepomuceno dio un puñetazo, no muy 108 XVI | su influencia personal. Nepomuceno le había escogido porque 109 XVI | desprecio el Sr. D. Juan Nepomuceno! Con fingida humildad, Lobato


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