Capitulo
1 II | hubiera querido D. Juan Nepomuceno, antes curador de Emma y
2 III | confusamente creía. D. Juan Nepomuceno le aterraba con sus grandes
3 III | citación de Emma D. Juan Nepomuceno, Sebastián y otros dos primos.
4 III | contradecirme...~ D. Juan Nepomuceno, amante de toda verdad,
5 V | singular: el de don Juan Nepomuceno, el de Emma, el de todos);
6 V | En aquel momento D. Juan Nepomuceno se presentó en el despacho
7 V | explicó nunca.~ D. Juan Nepomuceno miró, sin contestar, a su
8 V | siquiera en la existencia de Nepomuceno!~ Con la generosidad
9 V | Pensó en D. Juan Nepomuceno, y hasta entró en casa una
10 VI | cuentas de todo era D. Juan Nepomuceno; pero se contuvo, porque
11 VI | tenía a Emma y a D. Juan Nepomuceno, no le habían dejado dormir
12 VI | temblorosa un recibo que D. Juan Nepomuceno acababa de entregarle, impasible,
13 VI | noche... ¡Entre el sereno y Nepomuceno la habían puesto al cabo
14 VI | en lo que llamaba D. Juan Nepomuceno la caja? Ni el cura ni el
15 VI | Benito se cansa de esperar, Nepomuceno se entera del caso y...
16 VI | tarde, en el Casino, D. Juan Nepomuceno, su tío de usted...~ -
17 VI | cuarto estaba aquí D. Juan Nepomuceno con seis mil reales en plata.
18 VI | de él el mundo entero. ¡Nepomuceno había pagado los seis mil
19 VI | como un bellaco; el tío Nepomuceno ha pagado porque este traidor
20 VII | la presencia de Emma y de Nepomuceno.~ El guitarrista dejó
21 VII | de todos; de su mujer, de Nepomuceno, de la moral corriente,
22 VII | corte de cuentas de D. Juan Nepomuceno. Al pensar en D. Juan tembló
23 VII | rabo por desollar. D. Juan Nepomuceno le tenía cogido por las
24 VII | Poco a poco la figura de Nepomuceno, del odiado y odioso Nepomuceno,
25 VII | Nepomuceno, del odiado y odioso Nepomuceno, había ido creciendo a los
26 VII | sentía náuseas; pues bien, Nepomuceno, sólo con su presencia,
27 VII | algo; no le cogía el tal Nepomuceno.~ Y eso que el muy taimado
28 VII | estaba convencido de que Nepomuceno estaba seco y bien seco;
29 IX | según él decía, el tío Nepomuceno, todos se quedaban por acá,
30 IX | cuentas enormes. «Ni el tío Nepomuceno, ni Bonis, ni Sebastián,
31 IX | se habían pagado. D. Juan Nepomuceno seguía con Emma la misma
32 IX | echar cuentas y atar corto a Nepomuceno: comprendía que él hacía
33 IX | las acciones de Emma que Nepomuceno había comprado, siempre
34 IX | osadías.~ De su tío Nepomuceno sabía, por murmuraciones
35 X | el teatro.~ D. Juan Nepomuceno dejaba hacer, dejaba pasar.~
36 X | el matrimonio y D. Juan Nepomuceno, pues por raro accidente
37 X | acentuada en los gestos. Nepomuceno bebía también su copita
38 X | Bonis miró angustiado a Nepomuceno por ver si sorprendía connivencia
39 X | y del sacerdote, que era Nepomuceno, encargado sin duda de degollarle
40 X | Entonces fue D. Juan Nepomuceno el que habló; pero antes
41 X | Bonifacio, viendo que Nepomuceno no se daba por interrogado,
42 X | lenguaje no le extrañaba a Nepomuceno, que en cuanto veía a su
43 X | despidiose del matrimonio Nepomuceno, que se acostó madurando
44 XI | miradas frías, incisivas de Nepomuceno, el de las cuentas, en poder
45 XI | postres, en presencia de Nepomuceno:~ -Vamos a ver, hombre, ¿
46 XI | Excelente -asintió Nepomuceno, limpiándose los labios
47 XI | elocuencia conmovedora. Aunque Nepomuceno y Emma iban con segunda,
48 XI | monótonos, inaguantables?~ Nepomuceno habló más que solía; él
49 XI | Emma! ¡Noche solemne para Nepomuceno!
50 XII | de cerca, solo, D. Juan Nepomuceno, que parecía haberse azogado
51 XII | pero los inteligentes, Nepomuceno entre ellos, estimaban en
52 XII | presentó al Sr. Körner a Nepomuceno. Al principio, el alemán
53 XII | trabar conocimiento con Nepomuceno. El alemán, que era sagaz
54 XII | camino del bolsillo de Nepomuceno, aunque con grandes pérdidas
55 XII | Körner comenzó a marear a Nepomuceno persuadiéndole primero de
56 XII | persuadiéndole primero de que él, Nepomuceno, tenía un verdadero talento
57 XII | conciencia, según Körner, estaba Nepomuceno obligado a dar a tales facultades
58 XII | secretos de su marido, debía Nepomuceno poner aquel todavía sano
59 XII | hasta llegaba a hablarle a Nepomuceno del probable renacimiento
60 XII | tierra. No sabía Körner que Nepomuceno ignoraba que hubiéramos
61 XII | magnética sobre los sentidos de Nepomuceno. La primera vez que la vio,
62 XII | trapos discretos la cubrían. Nepomuceno la tomó por criada. Subió,
63 XII | agua...~ El plan de Nepomuceno fue quitarle aquella doméstica
64 XII | el día siguiente no supo Nepomuceno que su dulce tormento era
65 XII | sentimientos de sensucht, que él, Nepomuceno, no sospechaba que existieran.
66 XII | le fue metiendo en casa. Nepomuceno ya no podía pasar el día
67 XII | que él había imaginado. Nepomuceno, a pesar de sus conocimientos
68 XII | ya tenía algo que admirar Nepomuceno espontáneamente, pues supo
69 XII | repasaba cien veces junto a Nepomuceno, y le rozaba con sus vestidos,
70 XII | ya parecería. Entretanto, Nepomuceno insinuó en el ánimo de padre
71 XII | Marta, después de casada con Nepomuceno. Le encontraba ella muchísima
72 XII | presentaban a los hombres, a Nepomuceno, Körner y Bonis, después
73 XII | en un gabinete cercano. Nepomuceno y Körner acompañaban a Emma
74 XII | de vengarse del ladrón de Nepomuceno y del tonto de su marido
75 XII | Mocchi, Marta, Minghetti y Nepomuceno, sintió Reyes una especie
76 XII | empezaba la segunda parte.~ Nepomuceno se sentó junto a Marta,
77 XIII| mundo más que su D. Juan Nepomuceno, con sus grandes patillas!
78 XIII| compuesta con toda intención. A Nepomuceno había que ponerle las cosas
79 XIII| importante para ella hablar con Nepomuceno que andar por allí dando
80 XIII| a la mucha sangre.~ Nepomuceno, que a la segunda negativa
81 XIII| desvelada... Ello es que Nepomuceno supo aquella noche, v. gr.,
82 XIII| despedían sus propias rodillas. Nepomuceno, confundiendo las cosas,
83 XIII| lo que, sin saberlo él, Nepomuceno, contestaba aquel personaje
84 XIII| respetable, pero no respetada por Nepomuceno, que hizo con ella maravillas
85 XIII| representada, es claro, por Nepomuceno en todo lo que se refería
86 XIII| como diría Körner, que Nepomuceno, autor de semejante desafuero,
87 XIII| ayudaban a los de la fábrica. Nepomuceno, interesado en favor de
88 XIII| iba a casarse con el tío Nepomuceno, admitía galanteos subrepticios
89 XIV | galanes; eran Marta Körner y Nepomuceno, que se habían adelantado,
90 XIV | de la casa, pues D. Juan Nepomuceno había salido también cuando
91 XIV | quedó a oscuras.~ Volvió Nepomuceno cuando se levantaban de
92 XIV | de Körner hasta su casa. Nepomuceno había tenido que quedarse
93 XIV | temía los ardores del buen Nepomuceno.~ Pero ¿y Reyes?, preguntaban
94 XIV | había sorprendido: el de Nepomuceno con Marta. ¡Oh! ¿Sería sino
95 XIV | señor don Juan, mi querido Nepomuceno, habrá escena, ya lo sé,
96 XV | hablaremos».~ «Pero Nepomuceno, Körner, el primo Sebastián,
97 XV | qué no se encerraba con Nepomuceno y le decía: -¡Eh, eh, amiguito;
98 XV | dirigía como ingeniero, y Nepomuceno estaba al frente de la Sociedad
99 XV | siempre figuraban Körner y Nepomuceno manejándolo todo, les había
100 XV | estaba enamorado el tío Nepomuceno, que le metió en sus negocios
101 XV | magistrado alegre, encontró a Nepomuceno en la calle, y le dijo:~ -¿
102 XV | fijo caerían en poder de Nepomuceno y de Emma, porque de seguro
103 XV | ella. Por fin se presentó Nepomuceno, acompañado del médico antiguo,
104 XVI | también andaba por allí; Nepomuceno, Marta, Sebastián y hasta
105 XVI | tener explicaciones con Nepomuceno. Tiempo había. Sin embargo,
106 XVI | los bienes de sus amos. Nepomuceno no quería dar importancia
107 XVI | Reyes -y el señor don Juan Nepomuceno dio un puñetazo, no muy
108 XVI | su influencia personal. Nepomuceno le había escogido porque
109 XVI | desprecio el Sr. D. Juan Nepomuceno! Con fingida humildad, Lobato
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