Capitulo
1 I | desgraciada. Bonifacio era un hombre pacífico, suave, moroso,
2 I | de notar que Bonifacio, hombre sencillo en el lenguaje
3 I | y animación, extraña en hombre al parecer tan apático;
4 II | Valcárcel no había habido más hombre trabajador en todo el siglo
5 II | desgracia uniéndose a aquel hombre». El primo Sebastián confesaba
6 II | estaba arrepentido (y era hombre que se había jugado la hijuela
7 IV | del clero, allí presente, hombre de prodigiosa memoria, recordaba
8 IV | displicente dijo el buen hombre:~ -Pues ópera la van
9 IV | apuntador, un traspunte y un hombre gordo y pequeño, de panza
10 V | del trompa pertinaz, un hombre de tan mal genio como oído;
11 V | decirlo un canario; pero el hombre del bronce no había querido
12 V | eso que no concebía cómo hombre nacido podía echarse por
13 V | que decirse: «Para este hombre cuarenta duros son como
14 V | ochocientos reales para este hombre? En cambio, si no se los
15 V | ciega.~ No era Bonifacio hombre capaz de aprovechar ocasiones;
16 V | un carácter enérgico de hombre superior; hubiera sido un
17 V | semana se juzgó este el hombre más feliz del mundo, a pesar
18 V | tenía por un héroe, por un hombre digno de figurar en una
19 V | Benito el Mayor, escribano, hombre delgado y muy pequeño, que
20 V | él cosa rara. «Este es mi hombre -se dijo -; la Providencia
21 V | de esta mujer y de este hombre es el filial, es el amor
22 V | felicidad que sería vivir con un hombre amado y espiritual, capaz
23 VI | aire de triunfo, y como hombre que manda en su casa y que
24 VI | Me explicaré...~ -Sí, hombre, acabemos.~ -Estos siete
25 VI | nosotros?...~ -Sí, hombre, la fábrica de productos
26 VI | su fama de discreto, de hombre de mucho sigilo... Voy a
27 VII | amor propio, por vanidad de hombre de negocios, no quiso dar
28 VII | descubrimientos... ¿A qué olía aquel hombre? Olía a ella, a los ungüentos
29 VII | pescan truchas»; que un hombre de grandes pasiones, como
30 VIII| siquiera, escuchaban al pobre hombre con interés, serios, pasmados
31 VIII| traidor, mal marido, mal hombre! etcétera, etc.~ Todo
32 VIII| hubiera sido un magnífico hombre de acción, un político,
33 X | inopinado personaje era un hombre como de cuarenta años, que
34 X | las de la tiple? Iguales, hombre, iguales. ¡Mira, mira, míralas
35 X | hipotecario Salomón el Cojo? ¡Pues hombre, si todo esto me lo contó
36 X | Bonis calló.~ -Di, hombre, ¿crees tú que las traerá
37 X | había llegado a concebir al hombre, a todos los hombres, como
38 X | en el caso de cualquier hombre casado, no se contentaría
39 X | la reina Micomicona; sí, hombre, esa que a ti te gusta tanto;
40 X | cómo te llamas tú?... Sí, hombre, el barítono te digo.~ -¿
41 XI | porque su sinceridad de hombre de sentimiento y de convicciones
42 XI | Nepomuceno:~ -Vamos a ver, hombre, ¿por qué me tienes tan
43 XI | cosas; si ya lo sabemos, hombre, no te hagas el chiquitín,
44 XI | al contrario; si yo fuera hombre haría lo mismo. ¿No se casó
45 XII | extraño instrumento aquel hombre; le hacía llorar, reír,
46 XII | del ingeniero Körner, un hombre gordo, alto, encarnado,
47 XII | para la matanza, y era un hombre muy espiritual, enamorado
48 XII | alemán, que era sagaz y hombre de mundo, comprendió pronto
49 XII | en el fondo, cínica. Un hombre, por estrechas que fuesen
50 XII | ideal era casarse con un hombre ordinario muy rico, y proteger
51 XII | tener relaciones con un hombre superior, con un artista,
52 XII | tenía que parecerle poco hombre, aunque bien formado, el
53 XII | así, tan cerca, le olía a hombre nuevo, y sus ojos, clavados
54 XII | mirándome en los ojos de este hombre y oyendo estas cosas que
55 XIII| a los doce años todo un hombre, y casi casi todo un pícaro,
56 XIII| novia suya lo dijo: aquel hombre de tan buen color, tan buenas
57 XIII| algo así como un injerto de hombre nuevo en el ya gastado tronco
58 XIII| espíritu. Tenía que ser hombre. Y uno solo; porque aquel
59 XIV | la casa.~ -¡Arriba, hombre, arriba! ¡Siempre en Babia!
60 XIV | llama a gritos.~ -Sube, hombre; corre; te llama a ti también;
61 XIV | extrañas.~ -No grite usted, hombre -dijo la alemana muy severamente.~
62 XIV | en sus semejantes.~ -Hombre, usted puede entrar -dijo
63 XIV | coincidencias providenciales, que al hombre piadoso debían servirle
64 XIV | Divinidad y el Hijo del hombre...; supongamos esto por
65 XIV | familia de los Reyes; era un hombre sencillo, triste, trabajador,
66 XIV | un cualquiera; no soy un hombre de genio; seré como mi padre:
67 XIV | acuérdate: ¿qué anhelaba aquel hombre? Huir de los negocios, del
68 XIV | aguardaba fuera, como podía el hombre prehistórico hablar en su
69 XV | usted es, señorito -dijo el hombre con voz solemne, como dando
70 XV | El cuarto, el cuarto, hombre.~ -No, señorito; no
71 XV | le gritaba de repente el hombre nuevo, como él se decía -.
72 XV | con una dama, sola, sin un hombre que la defendiera.~
73 XV | pueblo tenían más fe en aquel hombre que en San Ramón. Las que
74 XVI | es 17 que tú no eres un hombre práctico, y que te sienta
75 XVI | prosiguió don Nepo:~ -Un hombre práctico, de experiencia
76 XVI | ignorancia.~ -Pero, hombre, ¡yo que soy un extranjero...,
77 XVI | y también porque sólo un hombre como Lobato, que era el
78 XVI | crin del caballo. ¡Y a un hombre así venía a pedirle cuartos
79 XVI | activo y menos soñador; hombre práctico como los demás,
80 XVI | poeta, el músico, el gran hombre, el genio... Yo, su padre.
81 XVI | mirándose.~ -¡Capricho de hombre! -dijo la alemana, consagrando
82 XVI | vuelves tú. Mochi es un mal hombre, un traidor, un miserable...;
83 XVI | para añadir:~ -Pero, hombre; todo el mundo lo sabe... ¿
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