Capitulo
1 I | menos poético que el primo Sebastián, que la había amado sin
2 I | enferma. Mucho perdió el primo Sebastián con aquella restauración
3 I | peligro positivo; entre Sebastián y su prima se había atravesado
4 I | de los retratos, y cuando Sebastián preparaba una frase que
5 I | estarías gracioso.~ Sebastián continuó amando en secreto
6 II | aquel hombre». El primo Sebastián confesaba entre suspiros
7 II | perdonaría nunca. Y suspiraba Sebastián, y suspiraban los demás
8 III | Emma D. Juan Nepomuceno, Sebastián y otros dos primos. La indignación
9 III | No importa -dijo Sebastián -; puede ser un dolor reflejo.~ -¿
10 IX | morirse también!». Bonifacio, Sebastián, que tanto la había querido,
11 IX | Nepomuceno, ni Bonis, ni Sebastián, sospechaban que existiera
12 IX | murmuraciones del primo Sebastián y de Eufemia, que tenía
13 IX | con quién?, con el primo Sebastián, por ejemplo... Y hasta
14 IX | le diese chiquitines de Sebastián, era un decir) había pasado,
15 XI | las cuentas, en poder de Sebastián, el primo, y de todos los
16 XI | verdad? Y acaso el primo Sebastián, que vendrá a las ferias.
17 XII | pobres y huraños. El primo Sebastián, algo más comunicativo,
18 XII | Aunque rodeados, como decía Sebastián, de todas las comodidades
19 XII | viajes fue cuando el primo Sebastián le hizo trabar conocimiento
20 XII | Marta en persona; le dio a Sebastián señas de la divinidad, y...
21 XII | por intermedio del primo Sebastián, entre la Valcárcel y los
22 XIII| galanteos subrepticios del primo Sebastián, un cincuentón verde y bien
23 XIII| esto consistía el progreso. Sebastián, antes tan idealista y poético,
24 XIV | venían dos bultos: el primo Sebastián y Minghetti, que atropellaron
25 XIV | Esta frase del primo Sebastián le supo a Bonis a todo un
26 XIV | Casino; yo, a su casa -dijo Sebastián -; y cada cual echó a correr:
27 XIV | de Silva, a Minghetti y a Sebastián.~ -¿Está mejor, está
28 XIV | Está mejor, está sola?~ Sebastián respondió casi de limosna:~ -
29 XIV | Körner, hablando bajo con Sebastián, llamó en francés gené;
30 XIV | francés gené; con lo cual Sebastián se quedó a oscuras.~
31 XIV | precauciones Körner, y aun Sebastián, que tenía una experiencia
32 XIV | en el cuarto de la otra. Sebastián fue a acompañar a los de
33 XIV | probablemente Diego, Antonio o Sebastián, a gusto de la madre, tirana
34 XV | Minghetti podía entenderla. Sebastián le llamaba, también con
35 XV | Nepomuceno, Körner, el primo Sebastián, Marta, las de Ferraz, Minghetti,
36 XV | Körner y el primo Sebastián, de quien ahora estaba enamorado
37 XV | prevenido.~ Körner, Marta, Sebastián y el tío aconsejaron a Emma
38 XV | por Emma, por Nepo, por Sebastián, por Marta, por todos, y
39 XV | visitaban Minghetti, Körner, Sebastián y otros amigos antiguos.
40 XV | después se presentaba el primo Sebastián, pálido; y a los cinco minutos
41 XV | que ahogarle al hijo.~ Sebastián, escéptico en todo desde
42 XV | Siempre hacía lo mismo. Sebastián le había visto en muchas
43 XV | soledades, era más escéptica que Sebastián. «¡Este aquí como si nada
44 XVI | allí; Nepomuceno, Marta, Sebastián y hasta el campechano Minghetti,
45 XVI | y gentilicia. Tío, tío! ¡Sebastián, Sebastián! A ver: ¿a quién
46 XVI | gentilicia. Tío, tío! ¡Sebastián, Sebastián! A ver: ¿a quién se parece
47 XVI | Pues se parece -dijo Sebastián -, al héroe de las Alpujarras...
48 XVI | remedio. Entre dos criados y Sebastián descolgaron al ilustre abuelo
49 XVI | le llamaría Antonio Diego Sebastián, porque Sebastián iba a
50 XVI | Diego Sebastián, porque Sebastián iba a ser el padrino. Por
51 XVI | nada! -contestó el primo Sebastián, que adelantó un paso hacia
52 XVI | parecía otro.~ El mismo Sebastián, que era positivamente bravo
53 XVI | exclamó con solemnidad Sebastián, que había perseguido en
54 XVI | ellos se fue Körner. Marta y Sebastián quedaron solos en el comedor.~
55 XVI | todavía esperándolos Marta y Sebastián, medio dormidos, bostezando.
56 XVI | libre de Lobato, y Nepo y Sebastián, en los Reyes que habían
57 XVI | por qué Nepo, los Körner, Sebastián, las de Ferraz, las de Silva,
58 XVI | aldeanas de Raíces.~ Sebastián y Marta, cada vez que recordaban
59 XVI | remedio que callar, que Sebastián fuese padrino y Marta madrina.~
60 XVI | recordaba qué otra cosa, y Sebastián. Sebastián... ¿para qué?
61 XVI | otra cosa, y Sebastián. Sebastián... ¿para qué? En fin, poco
62 XVI | sacerdote, en brazos de Sebastián majestuoso. Llegó la comitiva
63 XVI | preguntó Marta por lo bajo a Sebastián.~ -Minghetti. Padrino
64 XVI | cristiano Antonio Diego Sebastián; doña Celestina le había
65 XVI | aquel San Roque, este San Sebastián con sus banderillas por
66 XVI | como estaba sonriendo San Sebastián, allí cerca, acribillado
|