Capitulo
1 I | maledicencia. Quería antes otro marido. Sí, Emma pensaba así, sin
2 I | lo que hacía: «Antes otro marido». El después que vagamente
3 I | creía con derecho. El primer marido pareció a los dos años de
4 I | monja de la Caridad. El marido duró un año. Al siguiente,
5 I | padre pasara a manos de su marido. El cual, después de untarla
6 I | señoronas del pueblo. Lucía a su marido, a quien compraba buena
7 II | día despreciaba más a su marido, a quien sólo estimaba como
8 III | aquello iba muy mal», para el marido era el tormento más insoportable.
9 III | insoportable, el tormento de su marido. Si para el mundo entero
10 III | habitaciones muy distantes; pero el marido, en cuanto se levantaba,
11 III | en aquellos manejos, su marido no era afeminado de figura
12 III | que era irreemplazable el marido, Emma declaraba que no podía
13 IV | cuarenta y seis magistrado el marido de la mayor; en el piso
14 IV | aberración lamentable, el marido de su mujer? Todas aquellas
15 V | maternales, como pensaba el marido de Emma. Cuando salía de
16 V | Valcárcel.~ -Usted es el marido de la única heredera de
17 VI | Sí, señor, a ella o a su marido, se me ha dicho... y yo...
18 VI | me importa, y, al fin, el marido suele administrarlo todo...
19 VI | conciencia... Sí, usted, el marido, es la persona legal y moralmente
20 VI | movimiento involuntario del marido de la doña Emma, que recibía
21 VI | parecerle un majadero el marido de la doña Emma Valcárcel.
22 VII | Mochi se reducía al papel de marido que no sabe nada; esto ante
23 VII | Aquella resignación de su marido llegó a ser tan extremada,
24 VII | autocrática la única gracia de su marido, ahora comenzaba a convertirse
25 VII | mano suave y solícita de su marido sobre la espalda untada
26 VII | no podía presenciar ni el marido; eran unas las del tocador,
27 VII | sujeción de sus tareas de marido enfermero, tenía por suyo
28 VIII| Infame, traidor, mal marido, mal hombre! etcétera, etc.~
29 VIII| Y con gran sorpresa del marido, un brazo que salió de entre
30 VIII| conciencia del fiel amante y del marido infiel, se quejaba, no admitía
31 VIII| que protestaba era la del marido, la del padre de familia...
32 VIII| haría si pudiera, y dio a su marido un puntapié en la espinilla,
33 IX | invernadero, y que el bestia de su marido y todos los demás bestias
34 X | idea de la dignidad de un marido. Él era el que la había
35 X | jerezanas, se quedó mirando a su marido fijamente, con ojos que
36 X | empezó a interrogar a su marido, señalándole el pie que
37 X | sobre las rodillas de su marido. El tío estaba del otro
38 X | reflexiones, la perplejidad del marido infiel no desaparecía; se
39 X | delante de los ojos de su marido un papelito amarillo, que
40 X | Crees que voy a celarme, marido infiel?~ Bonis calló.
41 X | hecho.~ En cuanto al marido, no veía en tamaña desfachatez
42 X | feroz de su tío y de su marido, jugar con ellos como el
43 X | excelencia, no creía en el marido rigurosamente fiel a su
44 X | bujías de color de rosa. El marido la veía retratada por el
45 X | de color de leche de su marido. Bonis se sintió apetecido;
46 X | en vez de levantar a su marido de la postrada actitud,
47 XI | remordimientos para el atolondrado marido. ¡Solo, solo se volvería
48 XI | aficiones artísticas del marido y su trato con los cantantes,
49 XII | los gastos secretos de su marido, debía Nepomuceno poner
50 XII | grande, así como si a su marido le hubieran mandado un gran
51 XII | Nepomuceno y del tonto de su marido poco a poco, y a su manera,
52 XII | hipótesis absurda de su marido -; puede usted quererle
53 XII | usted a mí, yo a usted, su marido a las dos, las dos a su
54 XII | a las dos, las dos a su marido... El mundo, la triste vida
55 XIV | Nepo y de la pasión de... marido de Marta. Iban absortos
56 XIV | dijo Körner -; al fin es el marido.~ Bonis entró. D. Basilio,
57 XIV | orgullosa con la prosapia de su marido. Ella lo había visto: los
58 XV | muchas veces contemplando al marido de Emma con extraña curiosidad,
59 XV | mando de la casa y ser el marido de su mujer para después
60 XV | tu mujer; pero tú eres mi marido. No tengo otro. Si yo hubiera
61 XV | cuello y al pecho de su marido, que sintió en el contacto
62 XV | gritaba ella, encaramada en su marido.~ El peso le parecía
63 XVI | consejo de D. Venancio; el marido de la partera, D. Alberto,
64 XVI | Se apretó al cuello de su marido con la fuerza con que ella
65 XVI | sentimental, excitada; su marido creyó que la maternidad
66 XVI | de nodrizas ideado por su marido; el cual no comprendió por
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