Capitulo
1 IV | bajo segundo, con veinte reales diarios, que es lo más bajo
2 V | desenfado aquellos ochocientos reales, acto continuo de haber
3 V | qué? ¿Qué son ochocientos reales para este hombre? En cambio,
4 V | le sentaban! No tenía dos reales que pudiera decir que eran
5 V | todos los años cuatro mil reales. Mientras don Juan, sin
6 V | D. Juan, necesito mil reales.~ Años después, recordando
7 V | pretensión, los doscientos reales en que su demanda había
8 V | necesidad. «¿Por qué pedí mil reales en vez de ochocientos?».
9 V | contestar, a su afín. ¡Mil reales! Aquel mentecato se había
10 V | loco.~ -Sí, señor, mil reales; y no hace falta que mi
11 V | iba pensando en los mil reales de la renta de la Comuña.~ «¿
12 V | Julio pidió cinco mil reales para pagar a un bajo profundo
13 V | No llegaba a cinco mil reales, ni con mucho, lo que había
14 V | fin, ello eran cinco mil reales: la Empresa no los tenía
15 V | propósito de pedirle cinco mil reales. «Sí, no cabía duda, hubiera
16 V | prometido a usted devolverle mil reales a las veinticuatro horas
17 V | siguiente los cinco mil reales, y lo había ofrecido con
18 V | sobrara fueran miles de reales; como había que buscarlos,
19 V | me va a prestar cinco mil reales por mi cara bonita -. Los
20 V | pedirme prestados seis mil reales?...~ -Yo no soy jefe
21 V | memorias; entregó cinco mil reales a Mochi, guardó los mil
22 VI | Sí, señor, siete mil reales.~ Y el cura metió una
23 VI | Son siete mil reales...~ -¿Pero de qué? Yo
24 VI | acabemos.~ -Estos siete mil reales... proceden... de una restitución...
25 VI | devuelve esos siete mil reales a los herederos, a la única
26 VI | importante siete mil reales. Yo me guardo los siete
27 VI | me guardo los siete mil reales y el chico, digo, la vaca.
28 VI | ella y con los siete mil reales de usted. Pasa tiempo, muere
29 VI | ese préstamo de seis mil reales, aun suponiendo que los
30 VI | él había pedido seis mil reales a un prestamista, abusando
31 VI | duros, lo de los seis mil reales y lo del paseo por la noche... ¡
32 VI | presentaba con siete mil reales, que él, Bonifacio, podría
33 VI | piquillo?~ -Los seis mil reales que usted tuvo la amabilidad...~ -¿
34 VI | quiero decir, ¿qué seis mil reales?... Usted no me debe nada.~ -¡
35 VI | reducir aquello a miles de reales, le parecía cálculo superior
36 VI | Nepomuceno con seis mil reales en plata. Esta es la historia.~ ¡
37 VI | había pagado los seis mil reales! Esto, esto era lo terrible. ¿
38 VI | de cobrar yo mis seis mil reales, al tío primero, y después
39 VI | de ninguna parte seis mil reales y se fue al otro... y cantó...
40 VII | calorcillo suave. «¡Siete mil reales!» se decía; y experimentaba
41 VII | naciones». Si estos siete mil reales fueran míos, yo afrontaría
42 VII | conoce. Pero ¡ay!, siete mil reales eran muy pequeña cantidad
43 VII | ingresar aquellos siete mil reales en caja; pero, ¿cuándo?
44 VII | tratamiento de sus enfermedades reales e imaginarias hasta el punto
45 VII | acordó de que los siete mil reales de la restitución providencial
46 VII | la debía él. ¡Primero mil reales, después seis mil, ahora
47 IX | dublé, que te costó dos reales. Ninguno de esos tipos está
48 X | Dios sabe cuántos miles de reales. Había llegado a tal extremo
49 X | contando los siete mil reales del cura de la montaña,
50 XIII| de allí, los millones por reales, sino por pesos fuertes
51 XIII| interesarse en unos diez mil reales, que él multiplicaba añadiendo
52 XIV | aguantar los dolores, los reales! Y no había más remedio.
53 XV | Dónde están los siete mil reales devueltos en el confesonario
54 XVI | cuando te pedía aquellos reales para pagar la fonda... Bueno;
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