Capitulo
1 I | de tenerle por un alma de Dios. Él parecía, en los primeros
2 V | agradecerá, aunque bien sabe Dios que no sé de dónde sacarlo;
3 V | un gran instrumentista, Dios sabía...~ -Non è vero,
4 V | debía estarlo. No, juro a Dios que no; nunca me he rebelado
5 V | alma, quiérame usted por Dios, porque estoy muy solo y
6 VI | No, si yo no tiro... ¡Dios me libre! Ello será que
7 VI | libros de siglos pasados. «¡Dios mío, pensaba sin querer
8 VII | Aun así, daba gracias a Dios por aquel plazo, que le
9 VIII| aquella gata; temió, así Dios le salvase, un tremendo
10 VIII| mujer, a su esposa ante Dios y los hombres, el amor de
11 VIII| sed... ¡algo líquido, por Dios!... ¡aunque sea jarabe!...».~ -¡
12 IX | dejaban morirse sola, irse con Dios; y con doble vista de enferma
13 IX | Jamás había pensado en Dios, ni para negarlo; no creía
14 X | no estaba enferma; pero Dios sabía qué capricho era aquel,
15 X | tregua del diablo, que no de Dios, era aquella que le estaba
16 X | parecer descuidada, pero Dios sabía... Bonis, con la espalda
17 X | que bien subirían a... Dios sabe cuántos miles de reales.
18 X | cuerpo los resplandores del dios idolatrado.~ Un ruido
19 XI | familia de verdad para él; Dios no lo había querido. Su
20 XI | Y qué? Mejor. Gracias a Dios que haces algo de provecho.
21 XII | genio el más sublime que Dios había concedido a sus criaturas.
22 XII | amar, bajo la sonrisa de Dios invisible, que sonríe con
23 XII | simpático! ¡Y tan simpático! Dios mío, ¡qué delicias; pero
24 XIII| Turín, en Roma, en Nápoles, Dios sabe cómo; y ello fue que
25 XIII| quien llamaban el juglar de Dios; parecía el payaso de la
26 XIV | quienes toma dinero al sabe Dios cuántos. Para aliviar estos
27 XIV | Duerme -dijo Körner.~ -¡Dios lo sabe! -pensó Bonis.~
28 XIV | manos crispadas, y llamaba a Dios de tú y con un tono que
29 XIV | que parecía de injuria. Dios mío! ¿Qué es esto? -preguntó
30 XIV | No estoy para bromas! ¡Dios mío! ¡Qué va a ser de mí! ¡
31 XIV | Qué va a ser de mí!... ¡Dios de Dios! Y a estas horas...
32 XIV | a ser de mí!... ¡Dios de Dios! Y a estas horas... yo me
33 XIV | Era un vividor a quien Dios perdonara. Sus amigos eran
34 XIV | El milagro y el verdadero Dios eran incompatibles. Pero... ¡
35 XIV | saludables, emanadas de Dios, traídas por la naturaleza.
36 XIV | sabía, pero que se llamaría, Dios sabía cómo, probablemente
37 XIV | que él se comparase con Dios Padre, ni siquiera con San
38 XIV | atrevió a hacerlo.~ -¡Dios mío, en el mundo no hay
39 XV | criatura, no de perderme yo. ¡Dios mío! Yo no me muevo; pariré
40 XVI | Tal vez hija; aunque, ¡Dios no lo quiera! Misterio».~
41 XVI | una criaturilla.~ -¡Dios mío, si será!... -Sin querer
42 XVI | debía ser de gratitud a Dios y no lo era, porque ella
43 XVI | porque ella no pensaba en Dios; pensaba en sí misma.~ -
44 XVI | ser. Me lo decía la voz de Dios. Hijo. Mi único hijo...~
45 XVI | lógica y ética.~ -¡Por Dios, tío! -dijo pausadamente
46 XVI | mesura y entereza -. ¡Por Dios, tío, cómo lo he de decir
47 XVI | consiento a nadie, y juro a Dios que no lo consentiré, es
48 XVI | el umbral de la casa de Dios, y detenerse entre la puerta
49 XVI | le rodeaban. Sólo veía a Dios y a su hijo. Otras veces,
50 XVI | Antonio, sentía la gracia que Dios le enviaba en forma de vocación,
51 XVI | eran ilícitos... Debo a Dios un gran bien, una gracia...:
52 XVI | es mi hijo. ¡Oh, sí! ¡Dios mío! ¡Es mi hijo!... Pero... ¡
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