Capitulo
1 II | dicho. En suma, Emma se vio con bastante menos caudal
2 III | extrañeza y mayor placer se vio victorioso en este punto
3 IV | reflejos de la luna. Bonifacio vio dos actos de La Extranjera
4 IV | tubos, como años adelante se vio allí mismo, a una altura
5 V | volvió con rapidísimo gesto, vio a Reyes y se deshizo en
6 V | arrastrados, y Reyes se vio entre un corro de tramoyistas
7 V | sienes. Un minuto después se vio sentado en el confidente
8 V | yo aquí?~ Y entonces vio que por una calle estrecha,
9 VII | ventiladores del techo; el sol que vio allí Reyes era un sol moral (
10 VIII| tenía medio aturdido, se vio Reyes al lado de su ídolo,
11 VIII| amoroso de su querida; y vio en ella especies de caricias
12 VIII| botones; y en cuanto se vio en su lecho, en aquel que
13 IX | propagar el amor, cuando se vio renacer dentro de su pálido
14 X | donde no había farol, y los vio salir de casa, Emma del
15 X | ocurrido pensar, pero que vio bien claro, sintió con fuerza,
16 X | conciencia de Emma, que vio de repente en qué podía
17 XII | cabo, por el peligro, que vio al fin patente, de convertirse
18 XII | hacendista en casa de su sobrina: vio claramente que allí había
19 XII | Nepomuceno. La primera vez que la vio, en la primera visita que
20 XII | alemán; la primera vez que la vio, se quedó con la boca abierta,
21 XII | Volvió a la realidad, y se vio cogido del brazo por Mocchi,
22 XII | galante y artista. De repente vio, casi con imágenes plásticas,
23 XII | arrinconadas, avergonzadas; las vio, como el guardarropa anticuado
24 XII | orgullo en la garganta, se vio cubierta de gloria, y pensó
25 XII | con ojos y sonrisas; las vio de lejos Bonis, pasó cerca
26 XIII| revolucionaria en que se vio comprometido, familiar y
27 XIII| del amor chocho; y se le vio de posada en posada, de
28 XIII| que el capital de Emma se vio tan seriamente comprometido
29 XIII| librería de su suegro, y vio que, en efecto, había habido
30 XIV | volvió al cuarto de su mujer, vio en la sala al tío, a Körner,
31 XIV | con la mirada al concurso. Vio algo extraño en ellos: parecían
32 XV | mesilla de noche de su alcoba vio unos libros que le dieron
33 XV | Derecho civil. Sobre este tomo vio otro que decía: Laspra,
34 XV | párpados con sobresalto, y vio a Bonis que, con la mirada
35 XV | vientre. Cuando despertó, vio a Bonis con la mirada grave,
36 XV | Cuando el futuro padre vio aquellos pliegos en que
37 XV | recuerdos, se purificaba. Se vio desorientado dentro de la
38 XV | olvidó de su sacerdocio y se vio en el terreno atravesando
39 XVI | regazo de doña Celestina vio una masa amoratada que hacía
40 XVI | portento! En aquel instante vio en el rostro del recién
41 XVI | la audacia.~ Emma no vio el epigrama; Bonis tampoco.~
42 XVI | Bonis tampoco.~ Bonis vio que se seguía hablando de
43 XVI | con las piernas. El tío vio allí de repente al Bonis
44 XVI | servían para el mundo; bien se vio... Yo, el último, ¿qué soy?
45 XVI | soy algo».~ Después vio llegar a un cura rollizo,
46 XVI | lateral, sumida en la sombra, vio una mujer sentada sobre
47 XVI | repente una culebra... La vio mirarle con ojos de acero,
48 XVI | miradas puntiagudas; le vio arrugar las comisuras de
49 XVI | de crueldad infinita; le vio pasar por los labios rojos
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