Capitulo
1 I | dos o tres generaciones, pobre y desgraciada. Bonifacio
2 I | se le ocurrió despedir al pobre Reyes, porque «en suma no
3 I | y tierra al fugitivo, al pobre Bonifacio Reyes. Pareció
4 I | el mundo. Vivía triste y pobre, pero callado, tranquilo,
5 I | casa; no gastaba más que un pobre estudiante en el regalo
6 II | hizo buena boda, salió de pobre, brilló en estrados con
7 II | terrible prosa de la existencia pobre y montaraz de allá arriba,
8 IV | vivienda, de aquella familia pobre, pero feliz por el cariño?
9 IV | cómicos que iban por aquel pobre teatro de provincia. En
10 V | el punto de recordar al pobre dilettante de todas las
11 V | amontonaron en el pecho del pobre flautista en aquellos días,
12 V | nada, a no ser a él, al pobre escribiente de D. Diego
13 V | alto de una percha a un pobre niño dislocado, que en el
14 V | Aquello era felicidad! Él, un pobre provinciano, ex escribiente,
15 V | apretó con vehemencia al pobre enamorado; después, le buscó
16 VI | y muy grasiento. Era un pobre cura de aldea, de la montaña,
17 VII | compañera. En realidad, ¡qué pobre había sido él toda la vida!
18 VII | dichoso que acaba de ser este pobre diablo! Todo, todo por venganza. ¡
19 VIII| siquiera, escuchaban al pobre hombre con interés, serios,
20 VIII| cuánto me halaga que al pobre Reyes abandonado, despreciado,
21 VIII| nunca lo olvidará este pobre artista desconocido y postergado.~
22 VIII| revolvían allá en el fondo del pobre cerebro, entre vapores de
23 X | frita que se come en esta pobre España, etc., etc.~
24 XI | pasarle por el alma a un pobre diablo! -pensaba Bonis.~
25 XI | larga permanencia en aquella pobre ciudad y la huelga prolongada.
26 XII | picantes y pegajosas, para la pobre Emma, cuya depravación natural
27 XII | guardarropa anticuado y pobre de una dama de aldea, ridículas;
28 XIII| aventura, allá en la Huerta, el pobre Minguillo, que así le llamaban
29 XIII| mismas ideas!~ Y el pobre Bonis se frotaba la frente
30 XIII| necesitaba esto.~ Y el pobre Bonis, que a ratos andaba
31 XIV | real, caritativa, de la pobre raza humana; pero la cadena
32 XV | higiene. Se portaba como una pobre doncella para quien dejar
33 XV | con el otro o delo a un pobre.~ El cartero se fue
34 XV | nerviosa, muy triste... y muy pobre. La voz, además, se me va
35 XV | gastada toda la fuerza de su pobre voluntad, y se perdonaba,
36 XVI | amante, de su buen amigo... «¡Pobre Serafina!». No, no había
37 XVI | de Valcárcel. Su hijo, su pobre hijo, lloraba así: feísimo,
38 XVI | haber una desgracia... ¡y pobre del que la provocara!~
39 XVI | Todos comprendieron que el pobre Bonis estaba dispuesto a
40 XVI | oscuro, inextricable para él, pobre flautista..., y llevó, por
41 XVI | él no era Ulises, sino un pobre retoño de remota generación...
42 XVI | quanto soffrì!»~ ~ -¡Pobre de mí! -pensó Bonis -. El
43 XVI | etcétera. ¡Abuelos! Mi pobre Antonio no tiene abuelos
44 XVI | Y no pudo decir más el pobre Bonis. También él perdía
|