Capitulo

 1 IV  |         tanto agradaban a Reyes, estaban consagrados a los recuerdos
 2 IV  | discretamente. Ocho días después estaban en el pueblo el tenor Mochi,
 3 IV  |        el palco proscenio, a que estaban abonados desde tiempo inmemorial
 4 V   |          un momento de silencio. Estaban en mitad del paseo de los
 5 V   |        los sollozos le ahogaban. Estaban casi sin sentido, en pie,
 6 VI  |         y graves, de lomo pardo, estaban allí, con la solemnidad
 7 VI  |          contiguo, cuyas paredes estaban ocultas también por estantes,
 8 VI  | continuación del protocolo. Allí estaban los libros de siglos pasados. «¡
 9 VII |         al hablar de botillería, estaban pensando en el helado de
10 VII |        casa del infame?... No... estaban allí, en el bolsillo interior
11 VII |         quería decirse que todos estaban contentos); Mochi había
12 VIII|       dormía Emma, las tinieblas estaban en mayoría; la poca luz
13 X   |       había visto siquiera, y ya estaban acabando el tercer abono...
14 X   |      ratos se le figuraba que le estaban vistiendo para ir al palo,
15 X   |        en vano los coristas, que estaban solos en escena, como los
16 X   |        aquellas damas, que se la estaban comiendo con los ojos desde
17 X   |   crecerse ante el peligro! Allí estaban los polvos de arroz... Ahora
18 X   |                 Quédate tú.~     Estaban en el gabinete de la dama.
19 XI  |      Oliva; en el piso principal estaban el salón de baile y las
20 XI  |         y lealtad en el mundo, o estaban pintadas en la cara, y especialmente
21 XII |       los instrumentos de cuerda estaban asmáticos, sonaban a la
22 XII |         por Beethoven; en lo que estaban de acuerdo era en la necesidad
23 XII |        que él había soñado!~     Estaban en la escalera (porque Marta
24 XII |        un rincón.~     ¡Juntas! ¡Estaban juntas! ¡Se hablaban, se
25 XII | entusiasmaban con su diálogo, se estaban diciendo, ¡qué atrocidad!,
26 XIV |    pueblo a Mochi y su discípula estaban agotados, no podían dar
27 XIV |          portal, cuando ya todos estaban arriba. ¡Qué ruido! ¡Qué
28 XIV |          pasión, aunque tanto le estaban doliendo aquella noche sus
29 XIV |        mal visto.~     En lo que estaban todos conformes era en lo
30 XIV |         y... nacía en la ruina! ¡Estaban arruinados, o iban a estarlo
31 XV  |          vuelto a la cara, ya no estaban allí; estaba mejor de carnes;
32 XVI |            Las de Ferraz, que ya estaban allí, rieron la gracia,
33 XVI |      provocaba la cuestión, allí estaban ellos para responder...~     
34 XVI |         ya iban a dar las cinco, estaban todavía esperándolos Marta
35 XVI |           en las marismas; cerca estaban las dunas, cuyos amarillos
36 XVI |         mansión de Eumaios, allí estaban; pero Eumaios, el que guardaba
37 XVI |      padre; también sus entrañas estaban llenas del amor de aquel
38 XVI |  inefable, pensó, ante todo, que estaban en la iglesia y que no era