Capitulo
1 III | breve, en vano la enamorada esposa le había exigido más dignidad
2 III | sabía él? Compadecía a su esposa (por supuesto, mucho menos
3 III | Miserable! -gritó la esposa -. ¿Todavía te atreves a
4 III | en el instante en que su esposa se creía a las puertas del
5 IV | tentación y volvió al lado de su esposa, de su Emma, que, amarillenta
6 VI | lo sucedido a su señora esposa... o no se la dará; eso
7 VII | olientes intimidades de la esposa enferma y poco limpia. Le
8 VII | Lo que antes era para la esposa autocrática la única gracia
9 VIII| tal cena era de las que su esposa le tenía embargadas para
10 VIII| a ser un Desdémono y su esposa podía muy bien ser una Otela,
11 VIII| indagar si el sueño de su esposa era real o fingido. Si pasaban
12 VIII| dijo por tercera vez la esposa desvelada.~ Y con gran
13 VIII| pegado a su mujer, a su esposa ante Dios y los hombres,
14 VIII| de estas cualidades, la esposa arrojó al esposo del tálamo
15 IX | había dicho la engañada esposa, tres veces lo había dicho,
16 X | amantes en presencia de la esposa, al parecer descuidada,
17 X | que en aquel momento su esposa estaría maldiciéndole y
18 X | sarcasmo terrible de la esposa ultrajada. Le parecía muy
19 X | rigurosamente fiel a su esposa; más era, tal ente de razón
20 X | tan bruto que daba a la esposa trato de cuerda... «Si Bonis
21 X | hizo mirar de repente a su esposa con ojos de juez de la hermosura. ¡
22 X | atractivos románticos de su esposa en aquel momento, y el imperativo
23 X | reconcentrado, de su legítima esposa, quedaba probado que la
24 XI | debieran ser las caricias de mi esposa». Serafina se había acostumbrado
25 XII | había muerto dejando a su esposa toda su fortuna y el encargo
26 XII | rostro pálido, ajado de su esposa, al vientre que una vez
27 XIII| la casa, a la mesa de su esposa, y había llegado a figurarse
28 XIV | olvidándose del sueño de su esposa, pensando cosas muy extrañas.~ -
29 XIV | sus brazos la cabeza de su esposa; pero esta le recibió con
30 XIV | santo amor y compaña de su esposa las delicias de la inesperada
31 XIV | menos exageradas por su esposa, de la familia de los Reyes;
32 XV | desafiaba su dignidad de esposa burlada, pensaba y decía
33 XV | llegó al gabinete de su esposa en pocos brincos.~ Horrorizada,
34 XV | fisiológicos, el carácter de la esposa; veía el egoísmo, la tiranía,
35 XV | un empujón del lado de su esposa; a esta la hizo tenderse
36 XVI | llegó al pie del lecho de su esposa.~ En el regazo de doña
37 XVI | que hizo fue abrazar a su esposa, consiguiéndolo a duras
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