Capitulo
1 II | consejo de alguien, del diablo probablemente». Tenía el
2 III | la culpa, sino Emma o el diablo, que se complacía en que
3 IV | despertado en su espíritu el diablo del habilitado con aquella
4 VI | de la providencia... del diablo». Porque lo primero que
5 VI | a usted...~ -¡Señor diablo!, le digo a usted que ayer
6 VII | de la pasión; esta mujer, diablo de amor, cuando el cansancio
7 VII | acaba de ser este pobre diablo! Todo, todo por venganza. ¡
8 X | divagar imaginando: «Como este diablo de fantasía de liebre todos
9 X | no sabía? ¿Qué tregua del diablo, que no de Dios, era aquella
10 XI | Aquellas abejas o avispas del diablo, volaban en torno de la
11 XI | pasarle por el alma a un pobre diablo! -pensaba Bonis.~ La
12 XII | rejuvenecerse, sin vender el alma al diablo, no por nada, sino porque
13 XII | por nada, sino porque el diablo no aceptaría el contrato.
14 XII | apartado, huyendo, como del diablo, de la proximidad del espectáculo,
15 XII | pensar en los milagros del diablo; y en su cerebro estalló
16 XIII| saltos y despertando, el diablo sabría qué apetitos, en
17 XVI | triste, no tenía en el cuerpo diablo de ninguna especie ni resentimiento
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