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486 pero
Leopoldo Alas alias Clarín
Su único hijo

IntraText - Concordancias

era

1-500 | 501-637

    Capitulo
501 XIV | Lo que parecía era una cincuentona.~     -Poco 502 XIV | mujer, no exageres. Lo que era que... como se le había 503 XIV | quedarse porque el alemán era muy delicado, ahora que 504 XIV | Aseguraba que para Alemania era buena la costumbre de dejar 505 XIV | meridionales toda precaución era poca. Por lo visto, temía 506 XIV | entre sollozos. Su cama era su confidente, su mejor 507 XIV | engañado una temporada. Era un vividor a quien Dios 508 XIV | traídas por la naturaleza. No era un milagro que se hubiesen 509 XIV | esterilidad de su mujer; no era un milagro que Emma pariese 510 XIV | los cuarenta años. Tampoco era milagrosa..., aunque sí 511 XIV | extraño, lo más admirable era aquello... sus visiones 512 XIV | sí, aunque no milagroso, era el cumplimiento de lo que 513 XIV | decía que su nuevo amor era un poco abstracto, algo 514 XIV | lo que correspondía era llamar a la criatura Manolín... 515 XIV | desnudarse. Como Bonis no era creyente, en el sentido 516 XIV | historia no sabía lo que era ser padre.~     «Ni yo tampoco. 517 XIV | en llanto.~     Aquella era la fuente; allí estaba el 518 XIV | presente, a lo futuro..., y era cadena que la muerte rompía 519 XIV | rompía en cada eslabón; era el olvido, la indiferencia. 520 XIV | comprendía, sin embargo, que él era el producto de la abnegación 521 XIV | lejanos. Pero aquella noche era mucho más clara y más acentuada 522 XIV | la familia de los Reyes; era un hombre sencillo, triste, 523 XIV | lucimiento, por lo modesto que era el D. Pedro hasta para ser 524 XIV | incorruptible. Con los demás era tan tolerante, que hasta 525 XIV | sosegadamente, a sus retoños. Era un anacoreta, poco dramático..., 526 XIV | la familia. Su desierto era su hogar. Al mundo iba a 527 XIV | toda la idealidad de que era capaz su espíritu cariñoso, 528 XIV | tratando asuntos de la calle, era de una tristeza profunda 529 XIV | dejaba ver a su pesar que era un vencido, que tenía miedo 530 XIV | lucha de la existencia; era pusilánime; y, resignado 531 XIV | que no llegaba con ellos era a vislumbrar en sus hipótesis 532 XIV | El arte, la pasión! eso era la poesía... ¡Y ahora el 533 XIV | correspondía a aquella noche, era... despertar a Emma, enterarla 534 XIV | dejarlo todo para mañana. Ya era, así como así, muy tarde. 535 XV | sirvo!».~     La muerte era probable, la enfermedad 536 XV | trance saltaba a la vista. No era una exageración, decía Marta, 537 XV | exageración, decía Marta, pero era; allí estaba el parvenu, 538 XV | la de su volumen. Ya que era, que fuera dignamente. Y 539 XV | sentaban mal, se veía lo que era, pero hasta parecía bien. « 540 XV | Efectivamente, como ser, el estado era interesante».~     Pero 541 XV | De todas maneras, aquello era una atrocidad preñada de 542 XV | que se le venía encima. Era un tema de que huían los 543 XV | ni una ráfaga de burla. Era, en fin, decían todos, la 544 XV | debía dar baños de mar; era la época, y aquello todavía 545 XV | pocas leguas de la costa, era escaso el número de familias 546 XV | por lo mismo que la cosa era de distinción, se empeñó 547 XV | temeridad... Pero lo peor no era eso..., lo peor, lo verdaderamente 548 XV | verdaderamente peligroso, temerario, era el traqueo del coche... 549 XV | menos, la descendencia. Mas era tal la cólera que se pintaba 550 XV | a darle una tregua, que era todo un sofisma de la voluntad.~     « 551 XV | industrial, económico, era tal, que oía hablar al tío 552 XV | palabra. El negocio nuevo era otra cosa. Pero en ese no 553 XV | completo; en teoría, el negocio era infalible; en la práctica, 554 XV | Pero la industria nueva era otra cosa. Nada de vaguedades, 555 XV | salidas probables; esto otro era... una fábrica de pólvora, 556 XV | psicologías lógicas y éticas, que era lo que solía leer Bonis. 557 XV | le quedaba. Lo de Cernuda era grave. Había que vivir prevenido.~      558 XV | ningún remordimiento. No era ella; era el traqueo, el 559 XV | remordimiento. No era ella; era el traqueo, el vaivén, las 560 XV | adiós con una mano, que era lo único hermoso que tenía; 561 XV | figurilla, que por lo visto era de cera, se desvanecía, 562 XV | pérdidas de la madre... eso era lo que podía producir el 563 XV | silbido de culebra, que era una de sus habilidades. 564 XV | de Emma.~     Minghetti era el encargado de aquella 565 XV | habían dejado. Serafina era la que más abusaba de la 566 XV | expansiones epistolares, y era muy capaz de mantener la 567 XV | él directamente. Aunque era seguro que Emma había llegado 568 XV | llegado a saber que su esposo era o había sido amante de su 569 XV | sin comunicárselo, que era demasiada desfachatez y 570 XV | leer nada. Estaba seguro; era de Serafina. En efecto; 571 XV | ricos, y no quiso.~     Era fiel a Bonis como una buena 572 XV | del correo interior. Una era de Serafina, que no había 573 XV | acordarse de lo tratado, que era no escribirle a él, y le 574 XV | contenido del anónimo, pues lo era. No decía más que esto: «¡ 575 XV | con tanto deseo. Aquello era él, sí, él, el hijo que 576 XV | se podía morir, y en que era una atrocidad morirse ella 577 XV | esterilidad de su mujer. Aquel era el falso profeta que le 578 XV | voz baja que la cosa no era para tan pronto.~     D. 579 XV | para sus puras soledades, era más escéptica que Sebastián. «¡ 580 XVI | rigor, de su vida, a que era llamado, ¿por qué le dejaba, 581 XVI | algo como una abdicación. «Era el papel de esposo, llegado 582 XVI | eficazmente en aquel negocio, que era para él de tan grave importancia.~      583 XVI | grave importancia.~     Más era: aunque la razón le decía 584 XVI | poco que hacer, y que todo era ya cosa de la madre y del 585 XVI | necesite.~     «Bien; esto era racional». Por eso se acostaba, 586 XVI | que no tenía razón de ser era el despego de todos los 587 XVI | de su hijo, el de Bonis, era cosa que no debía tomarse 588 XVI | aquello del amor paternal no era cosa tan intensa, tan fuerte, 589 XVI | sonreír de la vida, que era como el cuadro que encerraba 590 XVI | de la pasión?~     Esto era otra cosa; un sentimiento 591 XVI | solemnidad que de nada. Era algo como una investidura, 592 XVI | hacerse obispo; en fin, no era una alegría ni una pasión.~      593 XVI | gratitud a Dios y no lo era, porque ella no pensaba 594 XVI | de mono asfixiándose, que era tan diferente de la que 595 XVI | tan puro y poético. Aunque era de facciones correctas, 596 XVI | lamentable también. Pero... ¡era su retrato! Sí, lo era con 597 XVI | era su retrato! Sí, lo era con aquella expresión de 598 XVI | como de una contraseña. Era el hijo de sus entrañas, 599 XVI | juicio se acentuaba por horas era el parecido con Reyes abuelo, 600 XVI | estaba decidido a salvar, si era tiempo, los intereses de 601 XVI | tempestad. Por de pronto, era el que trae consigo lo sorprendente, 602 XVI | comerían de buen grado. No era que él no estuviera azorado, 603 XVI | después a don Nepo, que era el llamado a contestar. 604 XVI | contestar. Don Juan, que era sumamente moroso y tranquilo, 605 XVI | El mismo Sebastián, que era positivamente bravo y fuerte, 606 XVI | La alusión a la justicia era clara. Don Nepo sintió una 607 XVI | esperanzas de padre. La actividad era cosa terrible; era mucho 608 XVI | actividad era cosa terrible; era mucho más agradable pensar, 609 XVI | un ex cabecilla carlista, era un lobo mestizo de zorro; 610 XVI | aquello fueran letras... y él era dueño de la comarca por 611 XVI | hombre como Lobato, que era el terror del concejo, podía 612 XVI | hizo ver que él, Bonis, era el que no sabía lo que traía 613 XVI | parece un eco». Cabruñana era región ribereña, y parecían 614 XVI | lejos de las brisas del mar. Era Raíces un misterioso escondite 615 XVI | aquella corralada común, que era sin duda para ellos el universo 616 XVI | volviendo a Ítaca... pero él no era Ulises, sino un pobre retoño 617 XVI | reconocerle en el lugar de que era oriundo. Y como había leído 618 XVI | eran oriundos los Reyes. Era aquella, por fortuna, tierra 619 XVI | La fe! Su fe de ahora era su hijo.~     Lo pasado, 620 XVI | había decretado así. Cierto era que ella misma el día anterior 621 XVI | armario de ropa blanca, que era un tesoro, y sus amigas 622 XVI | Según Marta, aquello era demasiado, y ya no cabía 623 XVI | ajenos, había pensado que era ridículo aquello de echar 624 XVI | ridículo. ¡Oh, la Iglesia era sabia! ¡Conocía el corazón 625 XVI | momentos grandes de la vida! ¡Era tan solemne el nacer, el 626 XVI | entrecejo... todo aquello era de su padre. ¡Ay! ¡Cómo 627 XVI | señoritas como panderetas, todo era una guasa, asunto de broma 628 XVI | armónico y poético sentido. Era que la música le ayudaba 629 XVI | respetabilidad al acto. El órgano era el que se permitía seguir 630 XVI | una profanación... y no lo era. Era que en La Traviata, 631 XVI | profanación... y no lo era. Era que en La Traviata, bien 632 XVI | moral. Por su hijo».~     Ya era cristiano Antonio Diego 633 XVI | acólitos. También aquello era solemne. Iba a dictar la 634 XVI | estaban en la iglesia y que no era el lugar nada a propósito 635 XVI | Reyes. Tan insignificante era para todos. Minghetti, sin 636 XVI | Aquella mujer tan hermosa, que era la belleza con cara de bondad 637 XVI | de la boca de un modo que era símbolo de crueldad infinita;


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