1-500 | 501-637
Capitulo
501 XIV | Lo que parecía era una cincuentona.~ -Poco
502 XIV | mujer, no exageres. Lo que era que... como se le había
503 XIV | quedarse porque el alemán era muy delicado, ahora que
504 XIV | Aseguraba que para Alemania era buena la costumbre de dejar
505 XIV | meridionales toda precaución era poca. Por lo visto, temía
506 XIV | entre sollozos. Su cama era su confidente, su mejor
507 XIV | engañado una temporada. Era un vividor a quien Dios
508 XIV | traídas por la naturaleza. No era un milagro que se hubiesen
509 XIV | esterilidad de su mujer; no era un milagro que Emma pariese
510 XIV | los cuarenta años. Tampoco era milagrosa..., aunque sí
511 XIV | extraño, lo más admirable era aquello... sus visiones
512 XIV | sí, aunque no milagroso, era el cumplimiento de lo que
513 XIV | decía que su nuevo amor era un poco abstracto, algo
514 XIV | lo que correspondía era llamar a la criatura Manolín...
515 XIV | desnudarse. Como Bonis no era creyente, en el sentido
516 XIV | historia no sabía lo que era ser padre.~ «Ni yo tampoco.
517 XIV | en llanto.~ Aquella era la fuente; allí estaba el
518 XIV | presente, a lo futuro..., y era cadena que la muerte rompía
519 XIV | rompía en cada eslabón; era el olvido, la indiferencia.
520 XIV | comprendía, sin embargo, que él era el producto de la abnegación
521 XIV | lejanos. Pero aquella noche era mucho más clara y más acentuada
522 XIV | la familia de los Reyes; era un hombre sencillo, triste,
523 XIV | lucimiento, por lo modesto que era el D. Pedro hasta para ser
524 XIV | incorruptible. Con los demás era tan tolerante, que hasta
525 XIV | sosegadamente, a sus retoños. Era un anacoreta, poco dramático...,
526 XIV | la familia. Su desierto era su hogar. Al mundo iba a
527 XIV | toda la idealidad de que era capaz su espíritu cariñoso,
528 XIV | tratando asuntos de la calle, era de una tristeza profunda
529 XIV | dejaba ver a su pesar que era un vencido, que tenía miedo
530 XIV | lucha de la existencia; era pusilánime; y, resignado
531 XIV | que no llegaba con ellos era a vislumbrar en sus hipótesis
532 XIV | El arte, la pasión! eso era la poesía... ¡Y ahora el
533 XIV | correspondía a aquella noche, era... despertar a Emma, enterarla
534 XIV | dejarlo todo para mañana. Ya era, así como así, muy tarde.
535 XV | sirvo!».~ La muerte era probable, la enfermedad
536 XV | trance saltaba a la vista. No era una exageración, decía Marta,
537 XV | exageración, decía Marta, pero era; allí estaba el parvenu,
538 XV | la de su volumen. Ya que era, que fuera dignamente. Y
539 XV | sentaban mal, se veía lo que era, pero hasta parecía bien. «
540 XV | Efectivamente, como ser, el estado era interesante».~ Pero
541 XV | De todas maneras, aquello era una atrocidad preñada de
542 XV | que se le venía encima. Era un tema de que huían los
543 XV | ni una ráfaga de burla. Era, en fin, decían todos, la
544 XV | debía dar baños de mar; era la época, y aquello todavía
545 XV | pocas leguas de la costa, era escaso el número de familias
546 XV | por lo mismo que la cosa era de distinción, se empeñó
547 XV | temeridad... Pero lo peor no era eso..., lo peor, lo verdaderamente
548 XV | verdaderamente peligroso, temerario, era el traqueo del coche...
549 XV | menos, la descendencia. Mas era tal la cólera que se pintaba
550 XV | a darle una tregua, que era todo un sofisma de la voluntad.~ «
551 XV | industrial, económico, era tal, que oía hablar al tío
552 XV | palabra. El negocio nuevo era otra cosa. Pero en ese no
553 XV | completo; en teoría, el negocio era infalible; en la práctica,
554 XV | Pero la industria nueva era otra cosa. Nada de vaguedades,
555 XV | salidas probables; esto otro era... una fábrica de pólvora,
556 XV | psicologías lógicas y éticas, que era lo que solía leer Bonis.
557 XV | le quedaba. Lo de Cernuda era grave. Había que vivir prevenido.~
558 XV | ningún remordimiento. No era ella; era el traqueo, el
559 XV | remordimiento. No era ella; era el traqueo, el vaivén, las
560 XV | adiós con una mano, que era lo único hermoso que tenía;
561 XV | figurilla, que por lo visto era de cera, se desvanecía,
562 XV | pérdidas de la madre... eso era lo que podía producir el
563 XV | silbido de culebra, que era una de sus habilidades.
564 XV | de Emma.~ Minghetti era el encargado de aquella
565 XV | habían dejado. Serafina era la que más abusaba de la
566 XV | expansiones epistolares, y era muy capaz de mantener la
567 XV | él directamente. Aunque era seguro que Emma había llegado
568 XV | llegado a saber que su esposo era o había sido amante de su
569 XV | sin comunicárselo, que era demasiada desfachatez y
570 XV | leer nada. Estaba seguro; era de Serafina. En efecto;
571 XV | ricos, y no quiso.~ Era fiel a Bonis como una buena
572 XV | del correo interior. Una era de Serafina, que no había
573 XV | acordarse de lo tratado, que era no escribirle a él, y le
574 XV | contenido del anónimo, pues lo era. No decía más que esto: «¡
575 XV | con tanto deseo. Aquello era él, sí, él, el hijo que
576 XV | se podía morir, y en que era una atrocidad morirse ella
577 XV | esterilidad de su mujer. Aquel era el falso profeta que le
578 XV | voz baja que la cosa no era para tan pronto.~ D.
579 XV | para sus puras soledades, era más escéptica que Sebastián. «¡
580 XVI | rigor, de su vida, a que era llamado, ¿por qué le dejaba,
581 XVI | algo como una abdicación. «Era el papel de esposo, llegado
582 XVI | eficazmente en aquel negocio, que era para él de tan grave importancia.~
583 XVI | grave importancia.~ Más era: aunque la razón le decía
584 XVI | poco que hacer, y que todo era ya cosa de la madre y del
585 XVI | necesite.~ «Bien; esto era racional». Por eso se acostaba,
586 XVI | que no tenía razón de ser era el despego de todos los
587 XVI | de su hijo, el de Bonis, era cosa que no debía tomarse
588 XVI | aquello del amor paternal no era cosa tan intensa, tan fuerte,
589 XVI | sonreír de la vida, que era como el cuadro que encerraba
590 XVI | de la pasión?~ Esto era otra cosa; un sentimiento
591 XVI | solemnidad que de nada. Era algo como una investidura,
592 XVI | hacerse obispo; en fin, no era una alegría ni una pasión.~
593 XVI | gratitud a Dios y no lo era, porque ella no pensaba
594 XVI | de mono asfixiándose, que era tan diferente de la que
595 XVI | tan puro y poético. Aunque era de facciones correctas,
596 XVI | lamentable también. Pero... ¡era su retrato! Sí, lo era con
597 XVI | era su retrato! Sí, lo era con aquella expresión de
598 XVI | como de una contraseña. Era el hijo de sus entrañas,
599 XVI | juicio se acentuaba por horas era el parecido con Reyes abuelo,
600 XVI | estaba decidido a salvar, si era tiempo, los intereses de
601 XVI | tempestad. Por de pronto, era el que trae consigo lo sorprendente,
602 XVI | comerían de buen grado. No era que él no estuviera azorado,
603 XVI | después a don Nepo, que era el llamado a contestar.
604 XVI | contestar. Don Juan, que era sumamente moroso y tranquilo,
605 XVI | El mismo Sebastián, que era positivamente bravo y fuerte,
606 XVI | La alusión a la justicia era clara. Don Nepo sintió una
607 XVI | esperanzas de padre. La actividad era cosa terrible; era mucho
608 XVI | actividad era cosa terrible; era mucho más agradable pensar,
609 XVI | un ex cabecilla carlista, era un lobo mestizo de zorro;
610 XVI | aquello fueran letras... y él era dueño de la comarca por
611 XVI | hombre como Lobato, que era el terror del concejo, podía
612 XVI | hizo ver que él, Bonis, era el que no sabía lo que traía
613 XVI | parece un eco». Cabruñana era región ribereña, y parecían
614 XVI | lejos de las brisas del mar. Era Raíces un misterioso escondite
615 XVI | aquella corralada común, que era sin duda para ellos el universo
616 XVI | volviendo a Ítaca... pero él no era Ulises, sino un pobre retoño
617 XVI | reconocerle en el lugar de que era oriundo. Y como había leído
618 XVI | eran oriundos los Reyes. Era aquella, por fortuna, tierra
619 XVI | La fe! Su fe de ahora era su hijo.~ Lo pasado,
620 XVI | había decretado así. Cierto era que ella misma el día anterior
621 XVI | armario de ropa blanca, que era un tesoro, y sus amigas
622 XVI | Según Marta, aquello era demasiado, y ya no cabía
623 XVI | ajenos, había pensado que era ridículo aquello de echar
624 XVI | ridículo. ¡Oh, la Iglesia era sabia! ¡Conocía el corazón
625 XVI | momentos grandes de la vida! ¡Era tan solemne el nacer, el
626 XVI | entrecejo... todo aquello era de su padre. ¡Ay! ¡Cómo
627 XVI | señoritas como panderetas, todo era una guasa, asunto de broma
628 XVI | armónico y poético sentido. Era que la música le ayudaba
629 XVI | respetabilidad al acto. El órgano era el que se permitía seguir
630 XVI | una profanación... y no lo era. Era que en La Traviata,
631 XVI | profanación... y no lo era. Era que en La Traviata, bien
632 XVI | moral. Por su hijo».~ Ya era cristiano Antonio Diego
633 XVI | acólitos. También aquello era solemne. Iba a dictar la
634 XVI | estaban en la iglesia y que no era el lugar nada a propósito
635 XVI | Reyes. Tan insignificante era para todos. Minghetti, sin
636 XVI | Aquella mujer tan hermosa, que era la belleza con cara de bondad
637 XVI | de la boca de un modo que era símbolo de crueldad infinita;
1-500 | 501-637 |