Capitulo

 1 II  |    haber perdido la flor de la hermosura, sobre todo la lozanía,
 2 VII |     atrevió a comerciar con su hermosura y él mismo le puso delante
 3 VII |  producto de su oficio; que la hermosura tenía que ser el complemento
 4 X   |        Valcárcel que no era su hermosura lo que tanto llamaba la
 5 X   |  esposa con ojos de juez de la hermosura. ¡Cosa extraña! Hasta aquel
 6 X   |     aquel ocaso interesante de hermosura, o, mejor, de deseo, con
 7 XII |       volverse a contemplar la hermosura de Serafina, que con la
 8 XII |       verdadera frescura y una hermosura a prueba de tijeras. Decían
 9 XIII| siempre con la mercancía de su hermosura a cuestas por plazas, iglesias,
10 XV  |       la vida alegre en que su hermosura la prometía triunfos y provecho.