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Leopoldo Alas alias Clarín
Su único hijo

IntraText - Concordancias

(Hapax Legomena)


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2011 IV | entristecido al concurso, se dignó dar una noticia de actualidad, 2012 XV | impulsos de Bonis fueron dignos de un Bayardo y de un Creso, 2013 VI | modo, la cosa. Esto, me dije yo a mí mismo, es indispensable 2014 XV | pensó, será para mí, como si dijéramos, Nuestra Señora del Buen 2015 VII | Mochi y se decía: Si le dijeran a ese miserable lo dichoso 2016 X | tiple a ti tu opinión, y no dijiste que eran preciosas... y 2017 X | bonitas; anda, ahora canta, dila que sí, que la quieres, 2018 XVI | pensó -. Yo he pecado. Yo he dilapidado, yo he robado el caudal 2019 X | lascivia en jerga amorosa, en diminutivos, tal como él las había aprendido 2020 VII | parecerle cosa sobrenatural y diole mala espina. No sabía por 2021 V | de cuando me vacunaron; dirá usted que qué tiene eso 2022 XVI | robaros, supongo que no lo dirás por mí?~     Si las palabras 2023 XI | envite y azar. La Junta directiva, que tenía la conciencia 2024 XV | la provincia. Körner la dirigía como ingeniero, y Nepomuceno 2025 X | fue obra más complicada, y dirigida, en efecto, por su mujer, 2026 XII | movimiento industrial bien dirigido, lo hicieron los ojos, y 2027 II | vez tuviera la Sala que dirigirle el más comedido apercibimiento; 2028 XI | de orden provinciano, de disciplina doméstica, en la intimidad 2029 XI | dulce luna llena: en su disco, elegantes curvas sinuosas 2030 VII | del espíritu sutil de la discordia y de la contradicción: poca 2031 IV | allí mismo, a una altura discrecional; las humildes candilejas 2032 XIII | variaciones del mismo una discretísima narración de los apuros 2033 X | el pecado. Su gran pasión disculpaba a los ojos de Bonis aquellas 2034 XIII | venían a estar explicadas y disculpadas por la viveza de las pasiones 2035 XI | llegaba él hasta esperar que disculpara sus amores con Serafina; 2036 IV | Y se acostó Bonifacio, discurriendo: «¡Sí, es muy hermosa, pero 2037 IX | utilísimos secretos. Mucho discurrió Bonifacio, pero no logró 2038 XIV | parecer, hasta pronunciar un discurso, porque procuró incorporarse, 2039 II | Valcárcel que luchar en sus discursos forenses con el lenguaje 2040 XIII | vecinos, y Julio y Gaetano ya discutían en el Casino, aunque con 2041 X | Basilio.~     Bonis no discutió. Peor era meneallo; podían 2042 XVI | veinte a treinta casas, diseminadas en las frondosidades de 2043 XII | de superficie.~     Marta disentía de su padre en sus amores 2044 XIII | arreglaba de manera que en su disertación se mezclaban, por vía de 2045 X | motivo de la carne, Aguado disertó sobre un tema que en el 2046 XI | con el mismísimo demonio disfrazado de cuarto menguante... de 2047 IX | vista ni el oído podían disfrutar grandes deleites; pero en 2048 XIV | evitar el aborto; nada de disgustarla... En pariendo... y en criando... 2049 XI | amigo. ¿Creías que iba a disgustarme? ¿Por qué? Yo no soy orgullosa, 2050 XIV | una tristeza profunda y disimulada; se conocía que no esperaba 2051 XV | recibido ciertos desaires, disimulados, del público, que me han 2052 XIV | nerviosísima! -dijo el médico, disimulando el dolor de un callo que 2053 XII | despreciaba a los españoles disimulándolo, idolatraba a su hija Marta, 2054 X | puso un poco encendido y disimuló con un ziszás entre ceja 2055 XII | perdí, de una niñez que se disipó. ¡Yo no tengo en el mundo, 2056 XII | Abraham...; y a pesar de tanto dislate, una esperanza íntima, supersticiosa, 2057 XIV | romanticismo, sus lecturas dislocadas, falsas, no le habían dejado 2058 V | una percha a un pobre niño dislocado, que en el programa se llama 2059 II | mandas aquí y allá, que disminuyeron en todo lo que la ley consentía 2060 XVI | aliento del día perezoso se disolvía en la noche. Oh! ¡En definitiva, 2061 VI | estaba muy nervioso.~     -Dispara usted su escopeta y me...; 2062 VI | cazador, escondido, había disparado también... y ese fue el 2063 XII | vuelve casi loco! Sí, sí, disparatado era todo aquel pensar; pero, ¡ 2064 VII | su Zaragoza...~     -No disparatemos, seamos positivos -se dijo.~      2065 IV | cuanto a ellas, se habían dispersado, mal casadas tres, monja 2066 IV | tanta vergüenza, tanta dispersión y podredumbre... esto encogía 2067 XVI | entusiasmo paternal con una displicencia singular, con palabras detrás 2068 IV | llamaba a la memoria. Con aire displicente dijo el buen hombre:~     - 2069 XII | Bonis tan majadero, y no disponiendo de un cuarto, ¿cómo le habría 2070 XII | superior!~     Serafina, por disposición de Mocchi, que quiso halagar 2071 XVI | la capital del concejo, dispuestas a montar en el coche en 2072 VIII | En el café de la Oliva se dispuso cierta noche una cena para 2073 XVI | del medio día ya estaba disputando con Lobato en medio de un 2074 XV | una presa, como si se lo disputaran; miró azorado a la escalera 2075 X | atribulado por la calle. Disputaron con ademanes y pasos atrás 2076 XIII | al día de la fecha, ¡qué distancia! ¡Cuánto había sentido! ¡ 2077 III | sino en habitaciones muy distantes; pero el marido, en cuanto 2078 XVI | tú no me lo negarás... le diste el ejemplo... tú la arrastraste 2079 X | partiquino, que sólo se distinguía por unas botas de fingida 2080 II | orgullosos sin disimulo; distinguíanse también por su apego exagerado 2081 I | pertenecía a una honrada familia, distinguida un siglo atrás, pero, hacía 2082 V | Prestaba dinero a las personas distinguidas, no era muy tirano en materia 2083 IV | había sido uno de los más distinguidos epígonos 2 de aquel romanticismo 2084 IV | sombras que poco a poco fue distinguiendo. Eran el director de escena, 2085 XIV | de sus amigos y amigas, distinguió dos bultos que caminaban 2086 IV | en el antepecho y procuró distinguir los bultos que como sombras 2087 I | ponía todos sus conatos en distinguirse de las demás. Este afán 2088 XVI | forma de vocación, clara, distinta, de vocación de padre. « 2089 V | penas, que son muchas, me distraigo recordando mis primeros 2090 II | último, organizando con sabia distribución y prudentísimo secreto el 2091 VII | esparcía ungüento con justicia distributiva, amoroso tacto, pulcritud 2092 XIV | aquellos restos de la compañía disuelta, se comprendió la necesidad 2093 XIV | sentía desfallecer, y como disuelto, en una especie de plano 2094 V | las tablas... y ella, la diva, le amaba; sí, se lo había 2095 X | placer de oír música, o de divagar imaginando: «Como este diablo 2096 V | uomo... chi sacosa sarebbe diventato!...      La Gorgheggi decía 2097 X | ejercicio, distracción, diversiones, aire libre y mucha carne 2098 X | venganza, y en el ínterin se divertía con él como el gato con 2099 XVI | a los demás, ya que les divertían, todas las solemnidades 2100 XV | parecen inalterables y muy divertidas, esas, esas son las que 2101 XII | sí quería, porque era muy divertido, tenía que renunciar a las 2102 X | que fuesen para ella muy divertidos. Contra el tío ya sabía 2103 X | gloria; ¡lo que se iba a divertir, contando con todo! Porque 2104 XI | Haremos una limosna y nos divertiremos. Magnífico. ¿Verdad, tío, 2105 XIII | de telón adentro; pero se divertirían de fijo; verían cosas muy 2106 X | D. Basilio Aguado dividía a los parroquianos o clientes 2107 XVI | sinceramente. Bonis no sabía dividir, y apenas multiplicar.~      2108 XIII | llevando al infierno su pasión divina, que nadie podía arrancarle: 2109 XIV | toda clase de logías... divinas y humanas.~     Mientras 2110 XIV | jarana y pretexto para seguir divirtiéndose y alborotando: Emma continuaba 2111 VII | amores pudiera ser conocido y divulgado por los comerciantes. ¿Con 2112 XVI | ardían las orejas, se le doblaban las piernas... «Había caído 2113 X | dolor del cuello de Bonis doblado hacia atrás. Emma le soltó 2114 VI | trabaría la lengua o se le doblarían las piernas, como en recientes 2115 XIV | colcha de flores azules, el doblez humilde y corto de las sábanas 2116 XII | alemán al español en la docena y media de huevos fritos, 2117 V | los maridos ordinariamente dóciles; y, a ratos, se tenía por 2118 IV | mejores; y el respeto a tal documento póstumo del muerto romanticismo 2119 V | era necesario, todos los documentos que ha traído aquí D. Juan, 2120 XVI | Bonis, no creía en varios dogmas, ni menos en los prodigios 2121 XII | sublimidad de los misterios dogmáticos, sino también la misteriosa 2122 X | dolía nada, lo que se llama doler, pero tenía grandes insomnios, 2123 XVI | sacrificios, y bien que dolían; pero adelante. La seriedad 2124 XIV | aunque tanto le estaban doliendo aquella noche sus últimas 2125 XIV | aprovecharla, por más que doliera a unos y a otros la despedida. 2126 VII | pero al verse vendida, le dolió el orgullo; creía que Mochi 2127 VIII | confundirse con la violencia ni el dolo malo; y acabó de entender, 2128 III | No era tal cosa; era un dolorcillo reumático ambulante; pocos 2129 XI | único refugio de su alma dolorida, necesitada de cariño, de 2130 X | intención seria, profunda y dolorosa de la mirada, que contrasta 2131 X | ser muchas las hipótesis dolorosas del miedo, tocante a la 2132 XI | de las buenas costumbres domésticas. Amaba el orden en el hogar; 2133 XIV | mesocrática en el trato social y doméstico; cuando la pobreza había 2134 XIII | de todos sus errores, y dominándolos casi siempre, había estado 2135 III | molestia perpetua, invasora, dominante, provenía de los achaques 2136 VII | seducido a su discípula para dominarla; mucho tiempo creyó tener 2137 XII | aquella gente; y sin poder dominarse, se acercó al grupo, y con 2138 XIII | siguiente:~     Cayetano Domínguez era natural de Valencia; 2139 VII | jamás llegaría a ser prima donna assolutissima en los grandes 2140 XVI | apoyadas sobre el pértigo, como dormidas, entorpecían el paso; niños 2141 XVI | Marta y Sebastián, medio dormidos, bostezando. Unieron sus 2142 IX | sabrosas.~     Una noche dormitaba Eufemia en el gabinete de 2143 XVI | gallinas, mientras dos perros dormitaban, acosados por miles de mosquitos.~     - 2144 XIV | frío le subió por la espina dorsal... Recordó, en síntesis 2145 V | otro. Mochi recibió sus doscientas liras, como él las llamaba, 2146 V | piquillo de su pretensión, los doscientos reales en que su demanda 2147 III | reprimendas le costaba; pero tenía dotes de enfermero y de ayuda 2148 X | visita de D. Basilio con el drama conyugal de su casa, cuyo 2149 XV | las portadas de la Galería dramática. Los ojos espantados, con 2150 XIV | Era un anacoreta, poco dramático..., de la familia. Su desierto 2151 XIII | una cosa que se llamaba la Dramaturgia de Hamburgo, de Lessing, 2152 IX | del pelo, el de cabeza de dublé, que te costó dos reales. 2153 XII | un criterio moral de una ductilidad corrompida, caprichosa, 2154 XVI | equivocación, temblando, anhelante, dudando si romper una vez más con 2155 III | facundia no era posible dudar. La disputa, si a estas 2156 XV | SERAFINA».~     Bonifacio no dudó un momento de la sinceridad 2157 IV | lo imprevisto... el pan dudoso, ¡qué miedo! Y por lo mismo 2158 V | ma già carissimo amico, duecento lire, o sean cuarenta duros 2159 VIII | la vida privada. ¡Ahí le duele!... La vida privada de la 2160 XVI | una batalla decisiva, un duelo a muerte como aquel, se 2161 XIV | convidados quedaron por dueños de la casa, pues D. Juan 2162 VII | peso, peso que le oprimía dulcemente el pecho. Daba el dinero, 2163 XII | ocasiones, por descuido, el peso dulcísimo, pero abrumador, de su cuerpo: 2164 X | sintió los ojos azules y dulcísimos de Minghetti metérsele por 2165 I | sentimiento, sobre todo. El timbre dulzón, nasal podría decirse, monótono 2166 V | recibir una ovación, le duraba el agradecimiento y el entusiasmo 2167 X | tenía, aquello no podía durar. ¿Adónde iba a parar su 2168 XV | la ciudad y atacaba con dureza la fama milagrosa del gran 2169 XVI | antes de lo necesario. Sí, durmamos. Puede esto ir para largo 2170 VIII | grandísimos deseos de seguir durmiendo. Por lo demás, no quería 2171 V | Dios sabía...~     -Non è vero, mia figlia?, con quel 2172 IX | morir, nadie decía: «Pues ea, yo te acompaño».~     Emma 2173 I | flauta. Era una flauta de ébano con llaves de plata, que 2174 XII | Sí, sí! ¡Finalmente!... ¡Eccola qui!... Yo me decía: esta 2175 VII | nada, pero me empuja, me echa en brazos de los que debiera 2176 II | y las buenas costumbres echaban por encima. Emma gozaba 2177 VII | Tráeme un vaso de agua... y échale un poco de zarzaparrilla.~      2178 XVI | de mi alma! -gritó Bonis, echándose de un salto al suelo -; ¡ 2179 VIII | exactitud de la frase, «lo echaremos todo a barato»; y a la invitación 2180 VIII | Podía al día siguiente echarle en cara su abandono, el 2181 XV | Emma que cuanto antes se echase al agua. Minghetti vencía. 2182 XVI | plantarme en el arroyo... Yo eché a correr; salí a la calle, 2183 XVI | discreto, suave, de un ritmo eclesiástico simpático, sugestivo, adquirieron 2184 XV | enlace, y tal vez el bautizo eclipsara la boda. Se creería, por 2185 XVI | deslumbrada. Veía en el bautizo el eclipse de su boda.~     -A mí - 2186 XVI | del mar, del que parece un eco». Cabruñana era región ribereña, 2187 XI | entretanto había que hacer economías, y si Minghetti permaneció 2188 VII | pasión sin complicaciones económicas, que todo lo hubieran aguado.~      2189 XII | sin aquellas confidencias económico-técnicas acerca de la fábrica de 2190 VII | agradeció Bonis, porque aquello edificaba; era el himno del valor 2191 VII | de importunas turgencias, edificio ruinoso que el dueño defiende 2192 IV | inquilinos de todos aquellos edificios tristes y sucios, grandes 2193 IV | encontraba su espíritu más eficaz consuelo; un verdadero bálsamo 2194 XIII | disponían de los novios efímeros por manadas. Mientras el 2195 XII | Bonis, oprimió con fuerza y efusión los dedos flacos de Emma. 2196 XIV | una nueva vida, un alter ego. No cabía duda que Aguado 2197 XII | entró en el salón después de ejecutado el primer número del programa; 2198 XIV | casada con uno del pueblo, o ejerciendo un oficio; un director de 2199 IX | Eufemia, su confidente, ejercitaba este prurito a menudo, ya 2200 XI | flauta, no había dejado de ejercitarse en una u otra época de su 2201 XVI | entraba con las nodrizas electas a derecha e izquierda.~     - 2202 V | cloroformizarle con miradas eléctricas y emanaciones de su cuerpo, 2203 IX | faltaba fibra al cuerpo eléctrico de aquella Euménide, que 2204 IV | italiano cerrado, y con suma elegancia en los modales. Hablaba 2205 X | puerta del foro entraba una elegantísima señora a paso ligero, barriendo 2206 X | de género inglés, aquel elegantísimo terno que iba sacando del 2207 X | fisonomía; cierta especie de elegía que canta el rostro de una 2208 III | determinadas líneas, una fijeza de elementos que hasta entonces en vano 2209 XI | líneas del pentagrama, se elevaba suave, majestuosa y poética, 2210 I | sí mismo, usaba un estilo elevado y sentimental de que ni 2211 X | humillantes para él, y, elevándose, mediante su filosofía crematística 2212 XII | cuanto oyó la voz de Serafina elevarse en el silencio del salón, 2213 X | la idea del veneno y del elixir completa mitología milagrosa 2214 XV | consultaba con Cernuda el joven, elocuente abogado y... nada más. El 2215 V | con miradas eléctricas y emanaciones de su cuerpo, muy próximo 2216 XIV | advertencias saludables, emanadas de Dios, traídas por la 2217 VII | rebelión, deseo ardiente de emanciparse... ¿De qué? ¿De quién? De 2218 X | ir a pagar la visita a un embajador, que así era como él siempre 2219 XIV | disparatadamente que el estar su mujer embarazada o no dependía de aquella 2220 XIII | tenía allá, en la tierra, se embarcó en lo de la fábrica de Productos 2221 VIII | es tal la emoción que me embarga, que... lo digo yo y no 2222 VIII | las que su esposa le tenía embargadas para las últimas friegas, 2223 VIII | el puro amor del canto os embelesa y saca de la miserable vida 2224 IX | descubrimiento de la maldad ajena la embelesaba, la enorgullecía y la animaba 2225 XIII | había llegado a ver con embeleso a su querida en la casa, 2226 I | cabeza gacha como si fuera a embestir. Solía marcar el compás 2227 I | que medianas, una regular embocadura y mucho sentimiento, sobre 2228 XII | su espiritualismo se iba embotando, y por más que procuraban 2229 VII | maliciosas y alusiones tan embozadas como venenosas de sus amigos 2230 VII | además de vivir en perpetua embriaguez, casi en alucinación constante. 2231 III | sobre todo con sus cuentas embrolladas, que él miraba como la esencia 2232 VII | escondidas; el barítono embromaba a la contralto, el director 2233 XI | en sus veleidades de amor embrujado, carnal y enfermizo, corrompida 2234 XVI | Raíces, el Reyes que había emigrado, no había vuelto... a él 2235 XIII | rompieron los zapatos y emigró con otra porción de ilusos, 2236 XIV | lanzaron a la calle los dos emisarios, rivalizando en premura 2237 IV | capital «no se atrevió a emitir juicio por una sola audición», 2238 XV | aquella vida regalada, sus emolumentos de director de la Academia 2239 XI | milagro que entre abonos empalmados, truenos de compañías, semanas 2240 III | debajo del pellejo pálido y empañado, aquel desgano tenaz, aquellos 2241 XVI | emoción religiosa, dulcísima, empapada de un misterio no exento 2242 X | lejos, beber mucho aire y empaparse en mucha luz. Su melancolía 2243 XIV | rostro en las almohadas, que empapó en llanto.~     Aquella 2244 I | de cortar no peor que los empecatados artistas de la corte. Esto 2245 XIV | tunante. ¡Y tiene razón! Yo empecé, y aún debo, aún debo... 2246 II | ferias a jugar, a perder, a empeñarse... y a casa.~     Por el 2247 XV | cosa era de distinción, se empeñó en ella.~     El médico 2248 XV | notaba que su rostro no empeoraba; aquellos diez años que 2249 XIV | cambiar de especie, había empeorado; no estaba enferma, como 2250 XVI | arruinados!, y ¡había empezado él!, y ¡hasta de lo que 2251 XIII | ser que sea yo mismo, pero empezando de nuevo, fuera de mí, con 2252 VII | por el olfato habían de empezar los descubrimientos... ¿ 2253 VII | de liras, que pronto se empezarían a cobrar. La corrompió para 2254 XV | me va a escape; el teatro empieza a darme miedo; he recibido 2255 X | de las sienes y los que empiezan a dibujarse bajo los ojos; 2256 VII | energía que iba adquiriendo empleábala en inventar más exigencias, 2257 XV | llamado. Con la energía empleada en esta violencia hecha 2258 VI | voz y un tono como los que emplean los cómicos al despedirse 2259 VII | secreto del confesonario, empleándola en un corsé regente, en 2260 XI | que, en saliendo de casa, empleara sus ocios en cultivar la 2261 II | sin miedo, fue estudiante emprendedor y calavera, y al llegar 2262 IV | independencia les estuviera mejor emprender esa carrera; pero ¡antes 2263 XIII | Como ella venía a ser la empresaria, y los cantantes eran sus 2264 XIII | cantantes, sus mujeres, los empresarios y los huéspedes de las posadas. 2265 XIII | Reyes se mezclaban ambas empresas, porque los interesados 2266 VII | No me dice nada, pero me empuja, me echa en brazos de los 2267 XV | nadie; separó a Reyes de un empujón del lado de su esposa; a 2268 I | abismo, que no se sabe, su enamoramiento secreto y puramente ideal 2269 X | superioridad interina, fugaz; y enardecido por su propio capricho, 2270 VII | siendo ella aún muy joven, un enbonpoint, decía Mochi, que la quitaba 2271 VII | graciosa del mar que se encalma; pensaba, mirando el rostro 2272 XV | me muero! -gritaba ella, encaramada en su marido.~     El peso 2273 VII | necesita el ángel malo para encaramarse en ella como un buitre en 2274 XI | entusiasmo su idea, que se encargara de preparar el concierto, 2275 XIII | Virgen, que en sus entrañas encarnaba un amor divino! ¡Él, con 2276 VII | aventuras, eran la viva encarnación de las más recónditas y 2277 XV | infante.~     Emma se puso muy encarnada. Minghetti, como distraído, 2278 XII | un hombre gordo, alto, encarnado, de ojos de niño llorón, 2279 I | le puso delante, le mandó encender una luz y acercarla al retrato 2280 I | del rostro, el rojo que encendía las mejillas y aquel afán 2281 XI | excelente profesor...~     Emma, encendida, no pudo menos de ponerse 2282 IV | al por menor con los ojos encendidos de orgullo. ¡Qué memoria 2283 VIII | casa, abrió con su llavín, encendió una luz, subió de puntillas 2284 I | primera etapa. Emma fue encerrada en un convento y el escribiente 2285 XIV | las mentiras del mundo; encerrarse con sus hijos, no para recordar 2286 XV | tomo de Los cien tratados, enciclopedia popular, que junto a un 2287 XIII | arriba abajo, y estirar y encoger sombreros, y aprovechar 2288 III | cayeron después sobre el ánimo encogido de Bonifacio: la una era 2289 VI | tardaba en hablar. En fin, encogiendo los hombros, me dijo: «Sí, 2290 X | calcetines.~     Eufemia se encogió de hombros, y, acordándose 2291 IX | una vez sola se le ocurrió encomendarse a ningún santo, ni ofreció 2292 XVI | para que el padre se lo encontrara todo hecho y rabiara un 2293 V | que buscarlos, no decía encontrarlos, buscarlos sin falta, se 2294 XVI | calor de su lecho. Unos encontraron el parecido, aunque remoto; 2295 X | belleza las señoras más encopetadas. Llegó su mirada al palco 2296 VII | que me desprecia? ¿Es que encuentra compensación en otra parte 2297 IV | lirismo llorón, desenvuelto en endecasílabos del más lacrimoso efecto:~¿ 2298 XI | poética y de consonantes en éndez, no le desanimó ni ajó su 2299 X | Serafina, dejándose interesar endiabladamente por los encantos marchitos, 2300 IX | a un propósito firme y endiablado: su tremendo egoísmo de 2301 XV | excepción su extraña naturaleza, enemiga de todo ritmo en los fenómenos 2302 XIV | ya que su mujer rechazaba enérgicamente las expansiones del futuro 2303 X | juntos, en vano gritaban como energúmenos; el público distinguido 2304 XI | algo de provecho. Lo que me enfada es que nunca me hayas dicho 2305 XII | enfadarse por lo que se enfadan los demás, y había discurrido 2306 XII | ella tenía el prurito de no enfadarse por lo que se enfadan los 2307 IX | nadie pudiera prever sus enfados y rabietas, odios y venganzas; 2308 I | sus achaques. Emma fue una enfermera excelente; se figuraba a 2309 XIV | moderado, calificaba de enfermizas. El infeliz Bonis no pudo 2310 IV | las expectoraciones del enfermo, las señales del hierro 2311 II | varios parientes de la enfermucha mujer, nerviosa, irascible. 2312 XVI | había decidido engalanarse y engalanar su lecho.~     Sacó el fondo 2313 XVI | había pasado, había decidido engalanarse y engalanar su lecho.~      2314 IX | de arroz», había dicho la engañada esposa, tres veces lo había 2315 VIII | nada, que las apariencias engañan, que la aprensión hace ver 2316 X | Si me la pegase, yo le engañaría también... si alguien me 2317 VII | creía querido todavía; y engañarle, arrojarse con ardor al 2318 X | ratón, descubrir medios de engañarlos y perderlos, que fuesen 2319 X | que las de la tiple? ¿Me engañó aquel tío o no?~     Sacando 2320 IX | confidente parcial de sus engaños: como una trampa que hiciera 2321 VII | santo, suave, que une al que engendra con el engendrado. Entonces 2322 XII | Troll de carne y hueso. Engordaba demasiado, olvidaba sus 2323 XV | dejado el romanticismo y engordado, se sonreía, asegurando 2324 V | familiarmente con una mano enguantada en un hombro del tenor, 2325 XII | ponía remate a la hazaña engulléndose dos besugos. Esto era otra 2326 XIII | domingos a lucir sus gracias, enhiestas en sus sillones con almohadón, 2327 X | y pequeño, y como si se enjuagara con el Jerez y no pudiera 2328 VII | aprendido que a «bragas enjutas no se pescan truchas»; que 2329 XV | algunos días su próximo enlace, y tal vez el bautizo eclipsara 2330 VII | serán orientales, pero que enloquecen?».~     Seguro estaba Bonis 2331 XII | en fin, le mareaba, le enloquecía, y el tío de Emma no podía 2332 IV | que unos poetas a otros se enmendaban el vocablo, dejando ver 2333 XII | multiplicaba y como que se ennoblecía; y Emma quería adivinar 2334 III | huraña, la flor de sus enojos la reservó para la intimidad 2335 IX | la sensación de un lujo enorme extravagante la pereza que 2336 IX | por ejemplo... Y hasta enredaba la madeja en su fantasía 2337 IX | rodillas la mejor batista, y enredar los dedos entre los mejores 2338 X | conyugal de su casa, cuyo enredo llegaba a su mayor complicación, 2339 XI | para los efectos fuertes y enrevesados, dominaba el estilo de Larrañaga 2340 XII | despilfarros, que iban a enriquecer el caudal de modistas, comerciantes 2341 IX | agarraban furiosos a la vida, enroscándose en ella, y que al cabo el 2342 XIII | que su penitencia no fuese ensalzada, sino objeto de burla; y 2343 XIII | gárgaras de barítono que ensaya la voz y no deja dormir 2344 X | a la escena, la de Reyes ensayaba la repetición del lance 2345 XI | las pocas veces que había ensayado la gaya ciencia, se había 2346 XV | le servían a Körner para ensayar las novedades que veía en 2347 XII | no podía hacerse rico. Ensayó el proyecto de convertirse 2348 IX | todas las letras de segunda enseñanza que él había leído de algunos 2349 XVI | había cambiado mucho con las enseñanzas y excitaciones de Marta. 2350 XII | a Körner, con motivo de enseñarle este ciertos planos y un 2351 XVI | las sábanas, y no quería enseñarlo a nadie, ni a su padre, 2352 VIII | llámese así, sorpresas que le enseñaron allá entre sueños, que el 2353 XVI | mío, como de todos. Tú me enseñaste a sentir así, a querer paz..., 2354 X | parece de ese pie que te enseño, mastuerzo.~     -Primoroso, 2355 X | hasta en las óperas.~     Ensimismado en su terror, vuelta la 2356 XII | aquel espíritu repugnante, a entablar correspondencia; y así tuvo 2357 XIV | color de manteca el gabán entallado; sonriente; de expresión 2358 X | su esposa; más era, tal ente de razón la parecía ridículo, 2359 XVI | que es un judío... ya me entenderé yo... Pero estoy arruinado... 2360 XIV | exegéticas, según él podía entenderlas, pensó en la posibilidad 2361 V | leído y oído mil veces sin entenderlo. Se creía a veces un miserable, 2362 VI | verdad... prefiero siempre entenderme con... mis semejantes... 2363 XVI | media palabra se habían entendido, y también porque sólo un 2364 XVI | Isidoro..., todos me van entendiendo. No tengo verdadera religión..., 2365 XII | sentimentales. Emma y Marta se entendieron pronto, y a las pocas semanas 2366 XII | hablar español, para que la entendiese Emma. A esta consagraba 2367 X | peligro de que su oscuro entendimiento no se daba cuenta todavía. 2368 XVI | entendía a medias.~     Entendió que su hijo se llamaría 2369 XVI | como sonidos vanos. No se enteraba de nada. Comprendía vagamente 2370 X | Por el camino éste siguió enterándose, por que lo creyó de su 2371 XIV | era... despertar a Emma, enterarla de todo».~     Pero Emma 2372 XVI | necesites, y procurarás enterarte, ¿estamos? Porque no has 2373 VIII | adentro, que les halagaba y enternecía. Al orador no le faltaban 2374 V | Serafina.~     Sus palabras le enternecieron, le sonaron a una declaración; 2375 IV | tisis, quiebras, fugas, enterramientos en vida, pasaban como por 2376 V | ofenderla, temo que usted no me entienda. Yo no hablar; no he 2377 X | los clavos de una puerta, entiéndelo, que bien claro está... 2378 XVI | pértigo, como dormidas, entorpecían el paso; niños medio desnudos, 2379 VII | partes, y el viento de la ira entra en ella por mil agujeros; 2380 V | como al descuido, en las entradas y salidas por donde él sabía, 2381 IV | románticos, ya todos demasiado entrados en años y en cuidados, y 2382 XIV | obstáculo a la felicidad de entrambos. Lo que nunca pudo sospechar 2383 II | esto hacedero, porque el entrañable cariño que a los Valcárcel 2384 XIII | perfectamente! Otra alma que entrara en mi cuerpo; una vida nueva, 2385 XII | toda vez que en la estética entraría el confort, los muebles 2386 XII | Detrás de esta pareja entraron, también del brazo, Marta 2387 XIII | consentir en que su querida entrase en casa de su mujer, y fueran 2388 XVI | ternura que en vez de salir entrasen, el amor de aquel hijo, 2389 XIV | veras, con la boca un poco entreabierta. Dormía con fatiga; la antigua 2390 XVI | mueca de los labios, el entrecejo... todo aquello era de su 2391 X | balbuciente por la emoción, entrecortada y sorda, dijo mil locuras 2392 IX | me descuido.~     Aunque entregada por completo a la vida material, 2393 XV | mujeres felices, las mujeres entregadas a la alegría, al arte..., 2394 V | se acostó y apagó la luz, entregándose a sus remordimientos, que 2395 V | presento, a los ocho días, no a entregar esos cincuenta duros, sino 2396 VI | si saben que yo vine... y entregué... enseguida caen en la 2397 XIV | tamaño lance abundaban, se entrelazaban, se mezclaban, llegaban 2398 VII | a ser uno de sus mejores entretenimientos. Todo ello servía para multiplicar 2399 X | que el cónyuge engañado se entretuviera en aquellos pródromos de 2400 I | vagamente esperaba y que entreveía, no era el adulterio, era... 2401 XII | de corazón que él dejaba entrever discretamente. Marta, en 2402 VI | hizo un gesto que pedía una entrevista a solas.~     D. Benito, 2403 III | causaban aquellas inútiles entrevistas, que, por primera vez en 2404 IV | habilitado, que tanto había entristecido al concurso, se dignó dar 2405 XVI | marchado a la aldea a enderezar entuertos, que nunca se le había ocurrido 2406 VIII | desprecia esta miseria, y se entusiasma al gritar, lleno de inspiración 2407 XIII | chapurrar un vals que la entusiasmaba. Bonis nada podía oponer, 2408 XII | acuerdo, y se sonreían, y se entusiasmaban con su diálogo, se estaban 2409 XVI | veían esto; la criada estaba entusiasmada, enternecida; Bonis se lo 2410 V | a Reyes que batía palmas entusiasmado; entonces sonreía ella, 2411 IV | la historia del arte), se entusiasmó desde luego y juró en masa 2412 VIII | que le llevaban todos los entusiasmos de su organismo, más empobrecido 2413 XII | la dama española. Marta, entusiasta de El Genio del Cristianismo, 2414 XII | cosquillas, era escribir cartas entusiásticas y confidenciales a sus autores 2415 IV | año cuarenta; de aquella enumeración melancólica de muertos y 2416 VII | al tierno esposo que él envejecía, gracias, no sólo a los 2417 V | bonachón y romántico, algo envejecido por los dolores de una vida 2418 VIII | que aseguraba ella que la envenenaban, dejaban de surtir sus efectos 2419 XVI | presentimiento de una herida envenenada, esperó las palabras pausadas 2420 XVI | sentía la gracia que Dios le enviaba en forma de vocación, clara, 2421 VII | maravillas. Siempre había envidiado a los seres privilegiados 2422 XI | recreo, algunas veces de envite y azar. La Junta directiva, 2423 IV | aquellas aventuras, que se envolvían en un picante misterio y 2424 X | los Valcárcel del mundo envolviéndolos en papel del Estado y en 2425 IV(2) | epígones» en el original. (N. del 2426 IV | de los más distinguidos epígonos 2 de aquel romanticismo 2427 XVI | audacia.~     Emma no vio el epigrama; Bonis tampoco.~     Bonis 2428 VIII | por saborear con delicia epiléptica, y por aprender con la infalibilidad 2429 VII | arrebato enfermizo, casi epiléptico.~     Cuando su cuerpo macizo 2430 XVI | Odisea, y recordaba sus episodios y los nombres de sus personajes, 2431 XV | sus miradas el final de la epístola; pero los labios no decían 2432 XIII | bohemio, sin saber de tal epíteto, no le daba vergüenza hablar 2433 II | modo de que su lengua usase epítetos duros, ni siquiera enérgicos 2434 XIV | fuerza, le hicieron perder el equilibrio y casi caer sobre don Basilio.~     -¡ 2435 V | sonrisa -pensaba Reyes -, equivale a una hipoteca... pero no 2436 XI | claro-oscuro sugestivo, equivalente al timbre de una puerta 2437 II | triunfante, sabía encontrar equivalentes cultos de los términos más 2438 XV | murmuración de sus amigas se equivocaba al ver un fingimiento en 2439 XVI | y tenía que deshacer la equivocación, temblando, anhelante, dudando 2440 X | mundo. Así pensaba Bonis, equivocándose en algún pormenor, como 2441 XV | esperanza de que el médico se equivocara, todo el tiempo que pudo, 2442 | éramos 2443 XI | nunca me hayas dicho que eras amigo de los cómicos, tan 2444 IV | vida opaca, subterránea del Erebo, donde opinaba él que tanto 2445 X | otra vez a Bonis) post hoc, ergo propter hoc.~     Decididamente 2446 XI | el mejor día. Eran judíos errantes; ya era un milagro que entre 2447 IV | García de Quevedo (salvo error), y representar El Trovador 2448 I | dulzura, perdón, época, otoño, erudito, suave, música, novia, apetito 2449 XVI | Tal vez algún día sabios, eruditos, curiosos, vengan en peregrinación 2450 II | como el abuelo heroico, esbeltos; pero de palabra tarda, 2451 XI | a la ojival ventana, una escala de seda, un laúd y un galán, 2452 XVI | trepaban cuesta arriba cual si escalaran una fortaleza, escondía 2453 VII | tocador, salió saltando las escaleras de dos en dos. Y se decía: «¿ 2454 XVI | peligroso -exclamó Bonis con un escalofrío. La idea de la muerte de 2455 XV | Yo no paro», pensaba, con escalofríos, cuando a solas comenzaba 2456 XVI | la criatura... todavía me escamaba yo. Pero, de todas suertes, 2457 XIII | risa, muy contenta, nada escandalizada, le llamaba loco, y se dejaba 2458 XVI | a los números, Körner se escandalizó sinceramente. Bonis no sabía 2459 XIII | incompatibles, de complacencias escandalosas, de confusiones abominables. 2460 IV | Gobierno civil, que se llamaba Escandón, era gallego, muy buen poeta, 2461 VI | agujero negro, por donde se escapaban las furias del Averno (estilo 2462 IV | cuanto hay no me atrevería a escaparme de casa y a ir por esos 2463 X | mujer en aquella noche de la escapatoria, y lo que después había 2464 XIII | heteróclitas, adquiridas en las escapatorias frecuentes que de noche 2465 XVI | cerdos en el estiércol, que escarbaban y picoteaban gallos y gallinas, 2466 VIII | amada, y como si esto fuera escasa borrachera, se dejó seducir 2467 X | allí, pues el tiempo libre escaseaba, y había que disimular en 2468 X | papeles y circunstancias escénicas, ello fue que el placer 2469 XV | puras soledades, era más escéptica que Sebastián. «¡Este aquí 2470 X | participase del general escepticismo de que los mismos doctores 2471 XIV | esclavo; antes bien, nos esclaviza.~     Acudieron las de Ferraz, 2472 IV | abruma a los desventurados esclavos del hachís 6 y del opio... 2473 V | uno de estos señores de escoba tampoco creo yo que me 2474 XVI | con dos o tres nodrizas, a escoger, que por ahí las hay buenas. 2475 X | doce la tiple, y anduvo escogiendo botas y pidió la última 2476 VII | pies de su tiple, sobre los escombros de su pasión, de su Zaragoza...~     - 2477 XVI | del horizonte tras que se esconde lo que amamos! Una ternura 2478 XVI | escalaran una fortaleza, escondía y humillaba a Raíces por 2479 VIII | Una triste lamparilla, escondida entre cristales mates de 2480 VII | por lo menos, quedaban escondidas; el barítono embromaba a 2481 X | el paraíso, disfrazada, escondiéndose del público, que no soñaba 2482 XVI | charla -gritó D. Venancio; y escondió con el embozo los hombros 2483 VI | Dispara usted su escopeta y me...; no, no conviene 2484 V | que lo había tomado por un escopetazo, y que este era el apelativo 2485 XII | parecían los del coro del Escorial, extendía Körner sus planos 2486 V | desairar a la tiple: un secreto escozor, de que no quería hacer 2487 VI | las triquiñuelas de los escribanos!». Sin saber por qué, se 2488 XVI | completo. El día que te escribí...; y que no me contestaste; 2489 XVI | gran posición política o escribiendo dramas, lo cual le halagaba 2490 VI | bajo; estaba rodeado de escribientes que trabajaban en vetustos 2491 XV | los de la alegre compañía, escribieron preguntando con gran interés 2492 XV | absoluto a que la cómica le escribiese a él directamente. Aunque 2493 VIII | sus Memorias, que no las escribiría, ¿para qué?, habría que 2494 XV | de lo tratado, que era no escribirle a él, y le decía que se 2495 XV | hasta rondaba las mesas del escritorio y miraba de soslayo los 2496 VI | que trabajaban en vetustos escritorios forrados de muletón verde. 2497 XVI | y verás los libros y las escrituras de allá... Todo, todo lo 2498 XIII | casi infantil, pero poco escrupuloso, como no fuera en puntos 2499 XIII | La mujer de Bonis escuchaba encantada aquella narración 2500 VIII | gritar ni moverse siquiera, escuchaban al pobre hombre con interés, 2501 IV | ópera seria había crecido escuchando a aquella real moza, que 2502 II | pueblo con pergaminos y escudos de piedra labrada, allá 2503 XII | le medía el cuerpo, y le escudriñaba el alma; quería apreciar 2504 II | Bonifacio, no se detenía a escudriñar los recónditos motivos por 2505 VII | horca, un búho en un torreón escueto y abandonado, y desde su 2506 XIII | académicas, constante grupo escultórico, recordaban las estampas 2507 X | el descanso para toser y escupir disimuladamente, y después 2508 III | embrolladas, que él miraba como la esencia de la sabiduría. Siempre 2509 XV | grandísimo arte, a los más esenciales conceptos de las escasas 2510 VIII | señala con el índice a la esfera del reloj que tiene enfrente.~     -¡ 2511 X | o plutónica, a más altas esferas, pensó, y acabó por decir,


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